Mi amor por las vergas lo heredé de mamá (3)
Yo miraba como papá se reía con los programs de TV, mientras en la cocina su patron se cogia a su esposa
Los días siguientes a mi experiencia en la degustación de semen, me quedé internada en mi habitación, había descubierto que mi hermano guardaba revistas y CD pornos en sus cajones, de manera que como no estaba nunca yo me pasaba mirando y leyendo historias de sexo que no hacía mas que acrecentar mi calentura; vivía haciéndome la paja y esperando los días en que don Alfredo venia a cogerse a mamá.
Pero el martes no pude venir, pues el lunes, papá se cayo de una escalera en el trabajo y se había roto una pierna por lo que tuvieron que operarlo y quedarse unos días en casa, se me vino el mundo abajo, don Alfredo no podría venir y yo no podría presenciar sus cogidas.
Pero ocurrió algo impensado, inesperado, que nadie tenia en cuenta, el dueño donde papá trabajaba vino a visitarlo, era un turco con cara de malo, bien morocho, con grandes bigotes y nariz aguileña, estuvo sentado al lado de papá un buen rato y luego salió a hablar con mamá, el tipo le traía algo de plata para que podamos afrontar tal situación.
Mamá me miró y con un gesto agresivo me hizo señas para que me metiera en mi pieza, hasta ese momento no pensé en nada, pues siempre que venían visitas me mandaba a encerrarme a la habitación, pero mi curiosidad pudo mas y como soy muy sigilosa me escabullí y fui a ver que hacían, ¡era lo que me faltaba para terminar de descubrir que puta era mi madre!, el turco, que se llamaba Hassan la tenía arrinconada contra la mesada de la cocina, le había levantado la pollera y metía su mano entre sus piernas, por la cara de placer de mi vieja me daba cuenta que le estaba tocando la concha, ella gemía y le decía "¡QUE HACE HASSAN?, ¿POR QUIEN ME TOMO?, pero no ofrecía resistencia, mientras el turco le contestaba, ¡¡TE VI MIRARME CON GANAS!!, y seguía metiendo mano.
Mamá dejo de hablar y se dedico a gozar, su mano busco el bulto del turco y lo encontró fácilmente por que al parecer era una experta, le bajó el cierre y la deslizó adentro del pantalón, una verga no muy larga pero muy gorda y cabezona salió a relucir.
Empezaron a besarse, mamá abría la boca y dejaba que la lengua de Hassan se introdujera en la de ella, el la chupaba, la lamía desesperadamente, claro, el tipo había enviudado hace mas de tres años y al parecer no había visto una mujer desde entonces.
Sus manos ahora recorrían cada parte del cuerpo de mamá, que ni loca soltaba la pija del turco, lo pajeaba casi con violencia demostrando que ella también estaba caliente, Hassan se arrodilló y terminó de levantar la pollera de mamá, con agresividad le arrancó la tanga y empezó a lamerle la concha, mamá abría sus piernas y se paraba en puntas de pié para facilitarle la lamida, el turco se la chupaba con ruido y mordía con fuerza el clítoris de mi vieja haciendo que lance gritos de dolor, vi excitada como el tipo le metía su dedo índice en el culo y ella movía sus caderas acomodándose para que la penetre mas profundo.
Desde mi lugar podía ver la habitación donde estaba papá, la puerta había quedado apenas abierta y podía ver como se reía mirando programas de televisión, mientras en la cocina su patrón se cogía a su esposa.
Volvía a mirar para donde estaba mamá con el turco, ahora era mamá la que le chupaba a Hassan, este la tenía de los cabellos y hacía los movimientos de penetración, suerte que no era muy larga, de lo contrario hubiese sacado esa verga gorda por la nuca de mi madre.
Era realmente maravilloso ver como la chupaba mi vieja, era un experta y de ella aprendí a hacerlo tan bien hoy en día, luego le chupo los huevos y se fue deslizando hasta chuparle el culo, la cara que puso el turco en ese momento era para filmarlo, abrió los ojos y por primera vez en mi vida lo vi sonreír, mamá estaba frenética, su calentura era tal que estaba como desfigurada, no soltaba la pija de Hassan y no paraba de chuparle el culo, era como que quería hacer todo a la vez.
A esa altura yo estaba que volaba, no solo me estaba haciendo la pajita, sino que también estaba intentando metérme un dedito por la colita, cosa que logré y descubrí cuanto me gustaba.
Al fin empezaron a coger, Hassan se sentó en una silla con su verga gorda apuntando al techo, mamá se levantó la pollera casi hasta la cintura y se desabrochó la camisa para dejar sus tetas desnudas, luego se sentó sobre el turco y fue ella la que tomando la verga en sus manos se la enterró hasta el fondo, empezó a cabalgarlo y gozaba mientras el tipo le chupaba las tetas desesperadamente, sin darme cuenta mis deditos se movían al ritmo que había propuesto mi madre.
No podía negar que el tipo era sumamente viril, desde mi ubicación veía como de la concha de mamá chorreaba leche, pero lo llamativo era que no paraban de coger, al turco no se le moría la poronga como a Don Alfredo, el tipo seguía cogiendo a mamá como si nada, fue así que en un momento se la quitó de encima e hizo que ella se pusiera en cuatro sobre el piso, empezó a chuparle el orto en clara señal que la iba a penetrar por ahí, cuando mi vieja separo sus nalgas pude ver como salía leche a borbotones de su vagina.
En ese momentos tuve unas terribles ganas de probar su leche, como me hubiese gustado disponer de una verga para mi solita.
Cuando vi como la gruesa verga de Hassan se abría paso por el ano de mamá, me metí el segundo dedo en el culito, imaginaba que era una verga que me penetraba, vi enloquecida de excitación como el tipo se la metió hasta los huevos y empezó a taladrarla con violencia, mamá ponía los ojos en blanco y arqueaba sus espalda, ya había descubierto que cuando actuaba de esa manera era por que estaba gozando como una perra.
Hassan jadeaba y sudaba como animal, por momentos paraba agotado, entonces era mamá la que empezaba a moverse de adelante hacia atrás para sentir la verga del turco hasta el fondo de su culo.
A los minutos el acabó junto con ella, mamá dejó caer su cabeza hacia el piso, pero seguía en cuatro, con la verga del turco ensartada, a Hassan se le fue muriendo y sola salio del ano de mi vieja que al verla todavía con leche en su cabeza se dedicó al limpiarla.
Hassan se levantó los pantalones, secó el sudor y salió de casa prometiendo que volvería en esos días, mamá se acomodó la ropa mientras yo me metía en mi habitación, escuché que entraba a donde papá descansaba y con toda amabilidad le dijo "amorcito ¿queres que te prepare algo de tomar?.
Salí de mi habitación haciéndome la dormida, miré a mamá y le dije que iba a tomar aire a la terraza, allí me encontré a don Alfredo, el me preguntó por mamá, sonriendo le conté lo que había visto y se puso furioso, pero enseguida vio mi pollerita cortita y al parecer recordó la paja que le había hecho el otro día, se sonrió y se acercó, dejé que su mano tocaran mis tetitas pequeñas y también lo deje hacer cuando metió su otra mano debajo e mi pollera, sin dudar un segundo también hice de las mías y empecé a acariciarle el bulto, el me miró abriendo grandes sus ojos y me dijo ¡¡¡¡ AHHHHH, LA NENA ES MAS PUTITA QUE LA MADRE!!!!!!, cosa que me hizo sentir dichosa, me dijo que se la sacara, obedecí sin chistar, estaba muy caliente como para dudar un segundo, saqué su hermosa verga afuera, todavía no estaba del todo parada, deslicé mi mano hacia la base de su tronco dejando que su cabezota saliea a relucir, sin que el me diga nada me arrodille y simplemente imité a mi madre, me la llevé a la boca y comencé a chuparla.
Don Alfredo me miraba desorientado, no podía creer que una pendeja de 14 años como yo se la mamara de tal manera, como habrá sido la mamada que le propine que me regalo una suculenta cantidad de leche exquisita que tampoco dude en tragarme hasta la ultima gotita.
Don Alfredo se levantó los pantalones y me dio un largo beso de lengua, luego me dijo que me esperaba en dos días en la terraza, que quería hacerme conocer otra cosa, le dije ansiosamente que si, que allí estaría y lo vi desaparecer por la escalera.
Entré a mi habitación y me recosté contenta, por fin había mamado una verga y que lindo era, que sabrosa me había resultado, ahora estaba decidida a vivir todo lo que mamá hacía, quería que don Alfredo me cogiera como a ella, pero eso se los contaré en el próximo relato
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