Mi amor de la infancia 1

Se conocieron de chicos, el era mucho mas grande que ella, pero ella estaba muy enamorada al volver a verlo y se arriesga para tener sus encuentros con el a escondidas de su familia, un romance exitante

Hola a todos los lectores de Todo Relatos, muchas gracias por leer mi primer relato, es un poco extenso pero creo que vale la pena leerlo, espero que les guste y si algo no les agrada por favor solo díganlo. Esta historia tiene partes reales como los personajes en verdad existen pero les cambie los nombres por privacidad, situaciones, y partes ficticias como lugares. Bueno sin más preámbulos aquí les dejo mi relato…

Mi amor de la infancia

Primero quiero presentarme, me llama Tatiana, tengo 19 años, de tez blanca, pelo castaño claro largo, soy delgada, mi pechos son medianos, ni grandes ni chicos pero tengo una cola gordita, respingona acompañada de unas piernas largas y bien torneadas, mido 1,70 m.

De niña con solo 5 años me gustaban los dos hijos de una amiga de mi mama, el mayor Julio  tenia 16 años, blanco, de un cuerpo delgado y atlético, cabello negro, unos ojos verdes profundos y de una cara que cuando lo miras te mojas. El menor Alfredo de 15 años, era de piel bronceada, cuerpo atlético, cabello castaño oscuro, ojos marrones e igualmente hermosos que su hermano. Tenía fascinación por esos dos chicos. Alfredo era mi preferido, siempre que íbamos a su casa me entretenía jugaba conmigo y su sonrisa me encantaba pero Julio por otro lado era mas serio, problemático y hasta temperamental siempre peleando con su hermano, nunca jugaba conmigo, cuando nos recibía a mi familia y a mi, lo hacia con una sonrisa forzada pero cuando se arrodillaba a saludarme esa sonrisa era mas natural, en ese momento llegaba Alfredo y me alzaba alegremente desprendiendo hospitalidad a todos y se ponía a jugar conmigo, eso parecía molestarle a Julio por que inmediatamente su cara se ponía seria y se iba a encerrar a su cuarto, me di cuenta de ello pero estaba muy divertida jugando con Alfredo, en un momento en el que ya no jugaba conmigo me fui dentro de la casa, subí unas escaleras en espiral buscando el sanitario de la segunda planta, abrí las 2 primeras puerta pero no daba con el sanitario, solo me quedaban otras 2 puertas mas pero la primera que abrí, mire hacia adentro y no daba crédito a lo que vi, era Julio desnudo tendido en su cama, no logre ver lo que hacia pero ahora que lo pienso creo que se estaba masturbando, se sorprendió y se tapo rápidamente con una sabana, entonces me avergoncé y me puse colorada

Julio: ¡¡TATI!! QUE HACES AQUÍ? – Abrió grande los ojos mientras se retorcía en la cama para sentarse en la cama y taparse bien

Yo: Es que estaba buscando el sanitario – No sabia donde esconderme de la vergüenza.

Julio: No es aquí, este es mi cuarto – fue lo único que logro decirme

Yo: Podrías decime donde esta.

Julio: Si claro niña, ven conmigo

Se levanto torpemente enrollándose la sabana en la cintura y acompañándome hasta el final del pasillo, me abrió la puerta, cuando la cerró me sentí aliviada en parte y pude orinar, cuando salí estaba parado al lado de la puerta con unos shorts esperándome, volvimos a su cuarto. Se sentó en una silla que estaba junto a un escritorio, me miro atentamente y directamente me pregunto

Julio: Que fue lo que viste cuando entraste a mi cuarto?

Yo: Nada – Atine a decir, no quería que me descubriera que lo vi desnudo.

Julio: Bueno, la próxima toca antes de entrar, vale? Podría estar haciendo cosas que todavía no debes saber pero cuando crezcas serás toda una mujer y me encantaría explicártelas.

No sabía que eran esas cosas que todavía no debía saber pero no le preste mucha importancia. En ese momento me llamo mi madre y tuve que irme corriendo y nunca más lo volví a ver por que se mudaron de ciudad. Escuche a mis padres decir que él se había escapado de su casa a los 20 años y que nadie sabía hacia donde se fue. El tiempo pasaba y yo crecía hasta que cumplí los 16 años ya mi cuerpo estaba bien desarrollado y tenía una vida tranquila, criada como una chica que se quedaba en casa a hacer los quehaceres, salía por las tardes con mis amigas pero por la noches me quedaba en casa por que mi padre no quería que saliera por la inseguridad de las calles.

Vivíamos en un lugar muy bonito en Barcelona, pero esas vacaciones de verano decidimos viajar hasta una casa de campo que teníamos para alejarnos de la vida acelerada y ruidosa de la ciudad, allí solíamos ir de vacaciones con la amiga de mi mamá pero dejamos de ir tan seguido por que los Vallejo (la familia de la amiga de mi mamá) vendieron la casa por problemas económicos.

Extrañaba mucho ese lugar y empecé a recordar millones de cosas mientras acomodaba mi ropa en los cajones de la cómoda, mire por la ventana que daba al cuarto que ocupaba Julio, abrí los ventanales para salir al balcón que de niña nunca pude disfrutar pero en ese momento decidí que seria mi lugar favorito de casa, absorta en mis pensamiento no me di cuenta que me miraban, cuando voltee vi a Julio bajando de un auto en esa casa, iba vestido con un pantalón negro y camisa blanca arremangada, se veía de infarto. No podía creerlo, no me lo explicaba, pero si vendieron la casa, como podía estar allí. Entre corriendo, baje las escaleras pero cuando estaba por abrir la puerta me arrepentí, tenia vergüenza de que me viera pero mientras me alejaba sonó el timbre, me volví y abrí la puerta… era él esbozando una sonrisa, mostrando sus dientes blancos, parecían perlas.

Julio: Hola soy Julio, están tus padres?

Yo: Ho… Hola Julio… soy Tatiana – Me quede congelada ante la sorpresa

Julio: Tati…? No lo creo, eres tu… tanto tiempo sin vernos.

Me abrazo, me seguía pareciendo alto, era 15 cm mas alto que yo. Sentía su cuerpo pegado al mío y me gusto estar así, sentía su cuerpo aun atlético, su perfume y su respiración algo agitada, se despego de mi, me miro de pie a cabeza descubriendo los cambios que tuve y puso una cara de agrado a lo que vio. Lo hice pasar y llamando a mis padres y hermano, le saludaron e hicieron millones de preguntas, recordaron tiempos pasados. Conto que se fue de su casa por que quería estar con una chica especial para el (cuando dijo esto me miro a los ojos) pero no pudo ser por culpa de su familia, que vivió en un departamento que alquilo con plata que tenia, trabajaba para mantenerse hasta que puso un negocio de muebles que lo sustentaba bien y pudo comprarle a un hombre anciano la antigua casa de veraneo de sus padres, desde entonces vive allí, cuando vio movimiento en nuestra casa vino pensando que éramos extraños que nos estábamos apropiando de la casa ilegalmente. Cuando contaba sus cosas me miraba de reojo

Siendo ya tarde, un poco mas de las 11 de la noche se despidió de nosotros, en cuanto se fue yo subí a mi cuarto serrando la puerta y saliendo al balcón para sentarme a ver la luna tratando de encontrar respuesta de lo que Julio estaba provocando en mi, me gustaba que me mirara, mi cuerpo reaccionaba brutalmente cuando estaba cerca de él, al rededor de la 1 am escuche que me llamaba, casi susurrando desde su balcón. Me saludo y me hacia señas preguntando si podía entrar a mi cuarto por el balcón, yo no tenia control de mi cuerpo, con mi cabeza le indique que si; paso por un techo que estaba al lado del balcón y salto al mío, entramos a mi pieza, yo preocupada que mi padre pudiera entrar cerré la puerta con seguro, yo estaba con un short y un polo de tirantes, él me miraba atento a mis movimiento, estaba con un short y un polo, lo invite a sentarse mientras yo me sentaba al lado de él en mi cama…

Julio: Nena no deberías dejar entrar a hombres a tu cuarto por las noches

Yo: Si pero yo a ti te conozco y tu me lo pediste

Julio: Vale pero no sabes si yo soy la persona que dije que soy y no sabes con que intenciones podría meterme a tu cuarto – Lo dijo en un tono pícaro

Yo: Entonces dime: eres el Julio que yo conozco y con que intenciones vienes?

Julio: No, en realidad no soy el mismo e cambiado mucho pero si soy el Julio que conociste hace mucho, no te asustes niña

Yo: Y tus intenciones?

Julio: Vengo con un solo propósito, de cuidar de lo que quería que sea solo mío desde hace mucho

Yo: Que es eso qu…

No pude terminar de hablar por que me planto un beso que me dejo muda, me abrazo pegándome a su cuerpo y me besaba desesperadamente, nuestras lenguas exploraban la boca del otro buscando algo inexistente, en ese momento sentí como acariciaba a lo largo de mis piernas deteniéndose en mis muslos para apretarlos. Me dejo de besar y me miro fijo todavía abrazado a mi, con la respiración agitada

Julio: Siempre te quise solo para mí, niña… ven, vamos a mi casa

No podía articular palabra ni pude controlarme, me alzo en sus brazos y me llevo por el camino por el cual vino hasta mi cuarto, cuando estuvimos en su cuarto me recostó en su cama, todo estaba oscuro, la única luz que me ayudo a distinguir lo que estaba haciendo fue la luz de la luna que iluminaba parcialmente ese cuarto. Estaba tendida en su cama y el se acomodo arriba mío, me besaba como si nunca mas podría volver a hacerlo, lo hacia casi salvajemente y me acariciaba las piernas y los costados de mi torso para luego acariciar mi rostro, se detenía para preguntarme cosa.

Julio: Ya tuviste novio?

Yo: Si – Cuando lo dije me miro curioso y algo furioso pero volvió a besarme

Julio: Alguna ves te besaron así?

Yo: No, nunca – Articule cuando me dejo de besar para que le conteste

Julio: Te gusto, te gusta lo que te hago?

Yo: Si me encanta

Julio: Acaso te tocaron así? – Y me acaricio la parte interna de los muslos hasta tocarme la entrepierna sobre mi pantalón que ya segregaba líquidos de excitación

Yo solo abrí mi boca del gusto y di un leve gemido, el se quedo viéndome la cara de excitación mientras me tocaba a su gusto

Julio: Algún gilipollas se atrevía a desvirgarte?

No podía hablar, solo podía dar gemiditos

Julio: Dímelo – Me reclamo mientras me tocaba con más énfasis

Yo: No, aun soy virgen – Trataba de respirar bien pero no podía

En ese momento dejo de tocarme y me miraba sorprendido mientras se levantaba levemente de arriba mío, su cara ahora reflejaba una mescla de ternura y tristeza que no podía comprender. Me acaricio la cara muy suavemente y me dio un ligero beso

Julio: Buena niña, lo lamento si te forcé a alguna cosa

Se estaba levantando de la cama y me sentí sola, no quería que se fuera, deseaba lo que iba a pasar y comprendí que él no me quería hacer daño

Yo: No por favor, espera… - Me abalance sobre él a besarle y caímos en la cama nuevamente – Por favor quiero que me hagas el amor

Julio: Oh niña… - Me dijo con una voz excitada

Nos besábamos desesperadamente, nos quedábamos sin aire y fue cuando se detuvo a mirarme pidiendo permiso para sacarme el polo yo asentí con la cabeza y así lo hizo, parecía contemplarme cuando me desabrocho el sostén dejando mis pequeños pechos al descubierto, los besaba y pasaba su lengua desde fuera hacia adentro hasta que toco mi pezón y un escalofrió recorrió mi cuerpo que me hizo gemir, nos fuimos recostando mientras seguí jugando con mis pezones con su lengua y su mano, se despego de ellos, bajando por mi vientre llego hasta mi short y delicadamente lo retiro arrastrando con ellos mis bragas. Estaba completamente desnuda ante él

Julio: Estas segura de esto?

Yo: Si

Julio: Tranquila que seré cuidadoso y podrás disfrutar al máximo tu primera ves

Me abrió las piernas y empezó el descenso besando la parte interna de mis muslos hasta que llego a mi entrepierna, me pasó la lengua por el largo y se detuvo en mi clítoris, me daba tanto placer que se detuviera ahí que después de unos minutos sin darme tregua, arquee mi espalda y me sentí morir, no sabia que me había pasado, se lo pregunte y me dijo que había tenido mi primer orgasmo, volvió a besarme y sentí el sabor de mi propio sexo en sus labios, quería devolverle lo que el me hizo sentir, no creía que seria difícil, a mi edad ya había visto uno que otro video donde una chico le hacia una mamada a un imponente hombre.

Julio: Que haces? – Me pregunto mientras me levantaba de la cama hincándome en el suelo frente a él

Yo: Solo quiero devolverte el favor, quédate quieto por favor

Quería verlo como él me vio a mí, contemplar su cuerpo desnudo, desprendí cada botón de su camisa y pude ver un cuerpo marcado por el trabajo desde hace 7 años, lo empuje hacia atrás suavemente, besaba su abdomen hasta llegar a su pantalón, lo desabroche, baje su cierre y lo saque, sacando también sus zapatos que todavía los tenia puestos, no me entretuve mucho tiempo y también le saque sus bóxers negros saliendo ante mi un pene de 18 cm y bastante grueso, lo tome por la base y lamí una gotita que liquido que salía de la punta, tenia un gusto exquisito, pasaba mi lengua por todo su pene pero en un momento que pase la lengua por el orificio del que salía el liquido, él dio un respingón y me centre en el, podía ver como Julio movía sus caderas y se aferraba a las sabanas de la cama, me rogaba que me lo meta en la boca pero lo torture un poquito mas hasta que el con sus manos empujo mi cabeza y empecé a subir y bajar por ese mástil de carne caliente mientras le daba un masaje a sus huevos, sentía como palpitaba en mi boca, se ensancho y con un quejido, lo descargo todo en mi boca que encantada lo trague todo, no sabia mal como lo había imaginado, todo lo contrario me gusto. Me recosté a su lado pensando que eso seria todo pero, Julio tenía otros planes conmigo y volvía a colocarse sobre mi, a tocarme cuando escuchamos que alguien tocaba la puerta de mi cuarto, solo pude ponerme el short y el polo dejando mi ropa interior en su casa, cuando abrí la puerta era mi padre confirmando que yo estuviera en mi cuarto, cuando se despidió me tire en mi cama algo asustada y pensando en lo que acababa de pasar y recordé que me había dejado mi ropa interior en su casa, intente de llamarlo repetidas veces pero Julio no respondió, decidí desistir y me fui a dormir.

A la mañana siguiente cuando desperté encontré a los pies de mi cama, mi ropa interior pero con la diferencia que tenían un líquido reseco blanquecino, debajo de ella encontró una nota que decía “Lo siento princesa pero no pude resistir la tentación de masturbarme con tus bragas y lo que paso en mi cuarto fue maravilloso, te espero el domingo a las 4 pm en el lago al que solíamos ir de chicos a bañarnos para terminar lo que empezamos. Atte: Julio”

No pude evitar estremecerme al terminar de leer la nota e impaciente por que llegue el domingo para poder ir al lago…

Continuara…

Gracias a todos por tomarse el tiempo de leer espero sus comentarios y muy pronto subiré la continuación. Desde ya gracias