Mi Amo me exhibe
Mi Amo me exhibe por cam para que otros vean cómo me usa y humilla.
Hace poco conocí a un joven sin experiencia en el bdsm. En las varias conversaciones que tuvimos terminé confiando en él y confesándole mis tendencias. Así que empezamos una relación en que es mi Amo. A pesar de su nula experiencia en el tema, sabe ponerme en mi lugar.
Ese día iba a exhibirme. Sabía la humillación que me generaría que otros vieran cómo me usaba, pero esa humillación aumentaría mi sumisión y, por qué negarlo, me excitaría.
Para proteger nuestras identidades, ambos teníamos una especie de pasamontañas hasta la mitad de la cabeza. Él estaba completamente vestido, yo desnuda, por supuesto, con mi collar, muñequeras y tobilleras. Me ordena ponerme de rodillas frente a la cámara, se conecta con una cuenta a un sitio de estos en que la gente transmite en vivo. La primera escena me muestra desnuda y arrodillada. Mi Amo me deja así un rato, esperando que haya suficiente gente mirándome. Yo veo en la pantalla del computador cada vez que se conecta alguien más a nuestro video, y lo que dice, casi siempre humillante. Cuando lo considera conveniente, dice
- 'bueno, empecemos, salúdame, cerdita'. -
Yo me agacho hacia el suelo y beso sus zapatos uno por uno, y luego digo
- 'gracias por usarme, Amo'. -
En ese momento Él toma la correa y agarra uno de los extremos a mi collar, halando hacia arriba, hasta que quedo de pie, de espaldas a la cámara. Me hace agacharme hacia adelante y clava un vibrador en mi concha y otro en mi culo, y los enciende ambos. Luego me levanta y me pone de frente a la cam, agarra una de mis tetas y un marcador borrable. Escribe 'perra', en uno y 'puta' en el otro. Luego pregunta a los que me ven
- '¿qué más quieren que le escriba?' -.
Las respuestas no se hacen esperar. Mi Amo empieza a escribir sobre mi cuerpo lo que los mirones le sugieren, mientras los vibradores se mueven en mis huecos y yo me voy calentando más. Mi cuerpo se llena de 'zorra', 'guarra', 'culiona', 'tragaleches', 'comevergas', y otras cosas. Me doy cuenta de lo que queda en mi parte frontal porque veo mi imagen en la pantalla del compu.
Luego hala la correa hacia abajo y empuja mi cabeza hasta que estoy a 4 patas. empieza a pasearme de un lado a otro frente a la cam. No puedo gatear bien. Los vibradores se mueven, la excitación me impide concentrarme, cuando no guardo el paso, mi Amo me da un azote con la misma correa con la que me hala.
- 'anda, perra, ¡no te atrases!'-.
Ser paseada de esa manera me excita todavía más, siento que mi humedad llega hasta mis muslos. Entonces mi Amo se detiene y hala mi cabeza hacia arriba. Cuando la subo, me doy cuenta que su verga está fuera de su pantalón. Me dedico a chuparla, tratando de concentrarme y de no dejarme llevar por la excitación de mis agujeros. La lamo desde la base, lamo sus huevos, paso mi lengua de arriba a abajo, la meto en mi boca y empiezo a chupar, moviendo la cabeza adelante y atras, tratando de hacer un buen trabajo y que Él quede satisfecho. Parece que sí, por la manera de respirar, se notaba que le estaba gustando la manera como su puta le comía la verga.
Yo estaba enloquecida con la situación. Exhibida, marcada de manera vulgar, mis huecos llenos y dándole placer a mi Amo frente a otros. Mi concha chorreaba y yo estaba a punto de tener un orgasmo. En ese momento me sacó la verga de la boca y me ordenó acostarme boca arriba en la cama, cosa que hice de inmediato. En ese momento empezó a pinzar mis tetas. Primero los pezones y luego alrededor, hasta que mis tetas quedaron llenas de pinzas. En ese momento sacó el vibrador de mi concha y de un sólo tirón clavó ahí su verga. Se movía dentro de mí, llenándome, yo ya no resistí más y empecé a venirme. Mi Amo de vez en cuando se quedaba quieto y golpeaba las pinzas que hacían que el dolor aumentara y yo soltara pequeños gritos de dolor, o a veces halaba las de los pezones o las apretaba. Así me tuvo un rato hasta que me dijo
- 'estás muy caliente, perra, a ver si te enfriamos' -
vi que estiró la mano y de repente me sacó la verga y sentí la quemazón de un pedazo de hielo que metió en mi concha, empujándolo luego con su verga para seguir con la faena.
Al cabo de un rato en que yo había perdido la cuenta de mis orgasmos, me sacó la verga y me dijo 'rápido, de rodillas, lo que me apresuré a hacer, y entonces me la clavó en la boca. Al hacerlo tocó varias de las pinzas y volvió a dolerme, pero traté de quejarme lo menos posible.
- 'no quiero que te la tragues, quiero que la retengas en la boca'-, me dijo, sin dejar de clavarme.
Sentí mi sabor alrededor de su verga, estaba muy mojada de mis jugos, chupaba obediente hasta que sentí ese temblor previo a la eyaculación, y recibí su leche. Se quedó allí unos minutos, mientras se descargaba por completo, luego apagó el vibrador de mi culo, me agarró del collar y me llevó más cerca de la cámara, de frente.
-'quiero que vean lo que traes en la boca, abre bien y muestra'.
Me quedé con la boca abierta hacia la cam, y pude leer parte de lo que habían escrito algunos. Había algunas felicitaciones a mí o a mi Amo, por mi comportamiento, y otras cosas más sucias.
- 'no quiero que botes ni una gota, no que cierres la boca, quiero que vean lo que le llena la boca a mi perra'.
En ese momento empezó a retirar las pinzas, abriéndolas una por una. Yo trataba de mantenerme quieta, de no gritar, la boca se me iba llenando de saliva que se mezclaba con el semen, apenas podía emitir algunos gruñidos por la nariz, del dolor que me causaba cada pinza cuando me la quitaba. Cuando ya no tenía pinzas me dijo
- 'ahora sí, traga'
Tragué su leche como me lo ordenó, me haló hacia el suelo y me hizo acostarme con las piernas abiertas. Al fin vació mi culo. Ya llevaba un par de semanas en que me mantenía el culo lleno al menos 1 hora diaria, para acostumbrarme a usarlo y que al fin pudiera recibir su gran verga, situación a la que yo le tenía un poco de miedo, porque hasta la concha me dolía luego de sus clavadas, por el tamaño. Me dejó ahí acostada y me dijo que aprovechara para descansar, y oí sus pasos alejarse de la habitación. Creo que alcancé a dormirme, de todo el cansancio que tenía por lo que había pasado, porque no me di cuenta que luego de un rato ya lo tenía a mi lado.
- 'levántate, perra, a comer' le escuché
Y puso en un lugar de la habitación dos recipientes, uno con comida picada y otro con agua. Me puse a 4 patas y me acerqué a los recipientes y empecé a comer. Me gusta como cocinaba mi Amo. La verdad, creo que me gusta todo de Él. Alternaba la cabeza entre el agua y la comida, mientras mi Amo comía a mi lado. Él, por supuesto, sentado, con un plato y un vaso. De pronto bajó su mano a mi cabeza y empezó a consentirme, a acariciarme.
- 'qué buena perrita tengo. Me gusta que seas tan obediente. Me gusta que seas mi propiedad' -
Por palabras como esas, viniendo de Él, creo que soy capaz de volverlo a hacer todo de nuevo, de avanzar más, de aprender más. Su mano pasaba por mi cabeza y mi espalda, se estiraba un poco e iba hasta mis nalgas y volvía a subir. La comida se hizo mil veces más agradable con sus caricias y sus palabras de satisfacción. Al terminar de comer retiró los recipientes y me hizo acostarme de nuevo, boca abajo. Otra vez llenó mi concha y mi culo con los vibradores y volvió a encenderlos. Parece que me equivoqué al pensar que ya habíamos terminado. Se recostó en su silla y empezó a navegar o jugar o lo que sea con su smartphone, y puso sus pies en mi espalda.
Intenté que parara. -'Amo, por favor, no puedo más'.
- 'sssshhh, no me interrumpas, eres más puta de lo que piensas, seguro quieres y puedes más. Además, tu público seguro quiere verte otro poco'.
Ya hasta había olvidado que la cam estaba encendida. Pero entonces me di cuenta que me habían visto comer como perra, y que me veían ahora como la alfombra de mi Amo, una alfombra especial, temblando de vez en cuando por la excitación.
No sé cuánto tiempo pasó, si fueron pocos u muchos minutos. Al fin se levantó y me ordenó acostarme de nuevo boca arriba en la cama, pero esta vez con la cabeza colgando por fuera. Yo ya sabía lo que esa posición significaba y abrí la boca esperando su verga de nuevo. No estaba del todo dura, así que empecé a lamer y chupar.
- 'Abre bien las piernas, separa las rodillas, y no quiero que dejes de chupar. Y si me llegas a morder, no te imaginas lo que te pasa'.
Mi Amo estaba quieto y era yo la que chupaba y movía la lengua. Sentí el sonido y el olor de un fósforo al encenderse. Mi Amo no fumaba, ¿Qué estaba haciendo?.
- 'Prepárate, cuidado con apretar los dientes'.
Traté de prepararme mentalmente para lo que venía, manteniendo mi quijada quieta. Ahí fue cuando sentí la primera gota de cera. Se sentía un quemón pequeño, corto, y luego otro, y otro. Era más fácil si la gota caía encima de cera ya seca, pero mi Amo se encargaba de dejar caer gotas nuevas en lugares sin cera. Yo no dejaba de chupar, de mover la lengua. El dolor se mezclaba con la excitación y lo aumentaba. Supongo que la mezcla de mi mamada con estarme exhibiendo con estarme causando dolor con tenerme caliente hizo que su verga estuviera dura de nuevo en poco tiempo.
- 'No quiero dejarte con cera, es mejor que te la quite'
Yo tenía la boca llena de su verga y no podía contestar. Entonces sentí el primer golpe. Mi Amo había agarrado una regla de plástico algo flexible y me estaba azotando las tetas con eso. De mi boca sólo salían gritos ahogados por su verga. A veces paraba unos segundos de azotarme, se movía en mi boca, ahogándome, se detenía y volvía a los azotes. Yo sentía las tetas calientes, me ardían, me dolían. Y aún así, me sentía feliz de estar sirviéndole, de entregarle mi dolor, y caliente como siempre. Mi Amo sacó la verga de mi boca y regó su leche en mis tetas.
- 'Restriégalas, quiero que tengas el olor de tu Amo'.
Me regué su leche suavemente sobre mis tetas, quejándome de que me dolían. Me preguntó si me dolían mucho mis 'tetas de puta', como las llamaba Él. Le dije que sí y me dijo que entonces iba a emparejarme. Se movió al otro lado de la cama y me hizo subir las piernas con las rodillas flexionadas y separadas, tenía a su disposición al mismo tiempo mi concha y mis nalgas.
- 'Parece que no aprendes lo que te ocasionan las quejas, puta. No iba a hacer esto pero ya que te gusta tanto quejarte, mejor que tengas motivos.'
Y empezó a descargar azotes también sobre mis nalgas, y de vez en cuando sobre mi concha. Yo estaba enormemente excitada, mi clítoris hinchado, lo que hacía que el golpe doliera mucho más.
- 'Ahora sí, quéjate, puta'
Yo daba gritos cada vez que caía un azote. Empecé a pedir perdón, a pedirle que parara, a decirle que me dolía, pero creo que eso sólo lograba que le gustara más la escena. Le gustaba tenerme ahí, sin necesidad de atarme siquiera, sabiendo que podía hacerme eso, que me dolía más allá de la excitación, que no me gustaba, y que sin embargo yo lo único que hacía era tratar de mantener la posición para que pudiera seguirlo haciendo. Sabía que le gustaba tener a su puta dispuesta, para el placer o para el sufrimiento. Cuando le pareció suficiente paró los azotes y apagó los vibradores y los sacó. Seguramente hicieron que el dolor fuera menos, pero la verdad el dolor sobrepasó la excitación.
Haló la correa de nuevo y me llevó a la ducha. Me hizo sentarme en un rincón, me quitó la cadena, el collar y el pasamontañas, la cam no llegaba hasta allí.
- 'Quiero que te quede en la cabeza el olor de tu Amo, perra', me dijo, sacando su verga.
No había recibido aún una lluvia dorada, no me gustaba la idea y empecé a suplicar.
- 'Cierra la boca si no quieres que te salpique!'
Dándome cuenta que no había vuelta atrás, cerré la boca y los ojos y sentí que el chorro empezaba a caer en mis pechos, que luego lo dirigía a mi estómago y mis piernas. Cuando terminó, cerró la puerta de la ducha y me dejó ahí. Supongo que fue al cuarto a despedir a la 'audiencia' o simplemente para hacer tiempo para que mi humillación fuera mayor. Afortunadamente no se demoró mucho en volver, o al menos eso sentí.Vi que cargaba un balde lleno de agua y una taza sin asa. Abrió la puerta de la ducha y empezó a echarme agua, estaba muy fría, tanto que daba pequeños grititos cada vez que me caía encima una nueva tazada. Al final me dijo: 'báñate y ve al cuarto'.
Me bañé, aprovechando el agua caliente, me enjaboné y me dirigí al cuarto. La cam y el computador estaban apagados.
- 'Lo hiciste muy bien, mi perrita, me gustó exhibirte, me gustó presumir frente a los demás de tener una puta como tú. Ya veremos si alguna vez lo hacemos con alguien presente, y no sólo a través de una cam.'
Yo iba a protestar pero lo pensé mejor. Al fin y al cabo, sabía que sería capaz de dar ese paso por Él. A lo mejor no de manera inmediata, pero yo sabía que mi Amo terminaría llevándome allí en algún momento, y que yo... no sólo no me negaría, sino que lo disfrutaría, como todo lo demás hasta ahora.
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