Mi amigo y amante

El inicio de la que sería la relación mas excitante de toda mi vida, este es el principio de una serie de relatos que los dejaran sin aliento.

Mi nombre es mejor no decirlo, prefiero mantenerme en el anonimato total, ya he enviado un relato hace algún tiempo.

Todo comenzó hace algunos años en una universidad privada, yo que actualmente tengo 24 años, en ese entonces tenía 20 años, una calentura indescriptible y gran atracción por ambos sexos, pero por que no decirlo enloquecía con los tíos.

A el lo conocí por mi compañera de salón, la que hasta hoy en día es mi mejor amiga, entro a mi salón y se presentó con mucha educación, saludando efusivamente a mi compañera de pupitre e iniciando una charla con ella, por lo que al notar que mi presencia no era requerida me retire.

Al regresar a tomar clase mi compañera me comentó que ese tío la volvía loca, que quería todo con el, a lo que le conteste que me parecía un tío agradable, bien vestido y bien parecido. Media 1.80 aproximadamente, tez blanca, cabello castaño claro, una cara muy cuadrada (de hombre), aparentemente lampiño y unos ojos verdes que a cualquier hombre o mujer podrían sorprender por el misticismo en que envolvían.

Paso el tiempo y mi compañera y él iniciaron una relación, mi compañera dejó de serlo para convertirse en una excelente amiga, una hermana, era mi confidente y pasábamos mucho tiempo juntos, dentro y fuera de la escuela, por lo que el trato con su ahora novio era inevitable.

Con él las cosas se fueron dando de una manera lenta y algo difícil ya que era evidente que mi presencia le incomodaba, al parecer sentía celos de que mi amistad con su novia pudiera poner en peligro su reciente noviazgo; pero al final de todo tomó la decisión mas inteligente de todas, se hizo mi mejor amigo para que yo no fuera a cometer la trastada de intentar algo con su mujer. Si el hubiera sabido que con quien yo quería algo no era con su novia, tal vez ni siquiera me hubiera dirigido la palabra, pero en fin las cosas pasan por algo.

Meses mas tarde ya éramos los grandes amigos, salíamos incluso más que con mi amiga, su novia, ya que nuestros vecindarios se encontraban relativamente cerca. Viajamos con mucha frecuencia a la casa que la familia de ella tenía en el campo, lugar en donde compartíamos habitación y en algunas ocasiones inclusive la cama. Nunca pasó nada, pero el sentir su cuerpo junto al mío, oír su respiración e inspeccionar su ropa al día siguiente (obvio que a escondidas) me producían un placer indescriptible, en alguna ocasión encontré restos de semen en sus pijamas.

Platicábamos de todo, desde nuestros deseos sexuales (jamás revelándole mis verdaderas intenciones para con él) hasta nuestros deseos profesionales, era una persona que siempre hablaba en doble sentido por lo que muchas veces las platicas, incluso frente a su novia, eran algo subidas de tono y dejaban entre ver algo que a mi sinceramente me intrigaba, ¿sería bisexual o incluso homosexual?

Mis dudas no tardaron mucho en disiparse, ya que en alguna ocasión en que viajábamos en mi coche, después de un arduo día en la universidad y en nuestros respectivos trabajos, le comente en voz baja si podía tomar una de las golosinas que había dejado al lado suyo (en el asiento del auto), no se si no me entendió o lo hizo a propósito, pero el caso es que sin darme cuenta tomó mi mano y la colocó en su paquete; yo solo quería un caramelo de azúcar y al parecer terminaría deleitándome con su "caramelo". Inmediatamente retiré mi mano y le pregunte cual era su problema, el asustado comentó que había oído mal y que pensó que yo le estaba haciendo otro tipo de solicitud, la cual no le era nada desagradable y esperaba le resultara muy placentera.

Me dijo que me quería mucho y que desde hacía un tiempo se preguntaba si entre nosotros se podría llegar a dar algo, ya que se le hacia muy sospechoso que yo jamás le hubiera presentado una tía, por lo que concluía que yo era gay.

Le conteste la verdad y le dije que era bi, que me gustaban tanto las tías como los tíos, pero muy en especial me encantaba el, me intrigaba su vida y su forma de ser y que quería conocerlo más a "fondo". Siempre me intrigó la forma en como se acariciaba o acomodaba su bulto cuando estaba excitado, además de que siempre afirmó tenerla muy grande y gruesa; resulta que eso a cualquiera lo intriga y hace sentir deseos.

Me comentó que en su casa no había nadie, ya que sus hermanos habían salido por viajes de negocio y que sus papas se encontraban cuidando a su abuelo enfermo en un pueblo algo lejano de la ciudad. No lo pensé dos veces y me dirigí a toda velocidad a su casa, el trayecto se me hizo eterno, pero no desaproveche ese tiempo para ir palpando y sobando ese bulto que parecía pedir que lo soltaran de esas ataduras consistentes en el pantalón y los interiores de mi amigo.

Una vez en su casa nos dirigimos a su habitación, la misma en la que tantas veces me contó sus aventuras sexuales con sus ennovias (jamás platicó nada sobre mi amiga, ya que sabía que eso me podría molestar por que yo la veía como mi hermana). Estando en su habitación y por los nervios que ambos sentíamos decidimos ver un poco de tele y relajarnos. El comenzó por despojarse de su traje quedando únicamente en playera y unos boxers de figurillas, que paquete se le comenzaba a notar, al vero que yo no hacía nada por ponerme cómodo, comenzó a acercarse y a desabrocharme la camisa, lentamente y de una manera muy delicada, era obvio que solo había estado con chicas por que su tacto hacia mi era muy leve.

Después de unos minutos logro dejarme como el estaba, en interiores, para después tomándome de la mano colocarme sobre su paquete que ya presentaba una erección considerable. Sin dudarlo un instante más metí mí dentro de sus boxers para al fin encontrarme con ese pedazo de carne que tantas veces había pensado, soñado y deseado.

Lo que hicimos después (QUE LES CONTARE EN MI PROXIMO RELATO) es, sin duda alguna, la mejor experiencia de mi vida; no puedo afirmar nada por él, pero sin duda alguna quedó muy complacido, tanto que hasta la fecha sigue buscándome con frecuencia y al haber concluido su relación con mi amiga, estamos pensando en vivir juntos cuando menos una temporada.