Mi amigo viene a vivir a nuestra casa

La separación de uno de mis mejores amigos, hace que este se tenga que venir a vivir a nuestra casa. Pero lo que no sabíamos es que esta visita cambiaría nuestras vidas.

Este relato es 100% real, no hay nada de fantasía ni imaginación, he intentado que los diálogos sean lo más parecido a cómo sucedieron los hechos. Disfruten y espero sus opiniones.

Como cada sábado Sandra y yo nos levantábamos muy temprano, limpiábamos nuestro pequeño piso y nos íbamos al bar de nuestro amigo Javi a desayunar.

-          Hombre pareja, ¿Qué tal estáis? Nos recibió nuestro amigo con un gran abrazo a los dos.

-          Muy bien, nos pones lo de siempre por favor. Le respondí.

-          Eso está hecho y así desayuno con vosotros. Dijo nuestro amigo.

Javi, estaba casado con Rocío y entre los dos llevaban el bar. Tampoco tenían hijos ya que al ser una pareja joven como nosotros (30 años) no lo habían pensado aún. Él era un chico delgado, de 1,86 y unos 80kgs. Siempre había sido de constitución delgada aunque comía como el que más. Tenía el pelo corto y siempre llevaba barba. No era un chico guapo pero sí, resultón.

Nos pusimos a hablar un poco de nuestras vidas y de cómo habían cambiado desde que éramos niños, en un ataque de sinceridad, Javi nos comentó que su relación con Rocío no estaba en su mejor momento y que desde hacía un par de meses dormían en habitaciones separadas pero que estaban buscando a gente para traspasar el negocio y él una casa dónde pasar unas semanas hasta que encontrara un nuevo alquiler.

Sandra y yo no supimos cómo reaccionar a esta confesión y solo escuchábamos todo lo que nos comentaba Javi. Nosotros le ofrecimos nuestra casa para que pudiera dormir allí sin ningún problema, ya que él era una persona de total confianza.

Esa misma tarde fui a su casa a ayudarle a recoger todas sus pertenencias. Mientras, Sandra arreglaba un poco la habitación de invitados y recogía la casa para recibir a Javi. Una vez llegamos a casa estaba todo impoluto y Javi se fue directo a la ducha.

-          Sandra, voy preparando la cena mientras Javi se ducha. Le dije a ella.

-          Sin ningún problema cariño, cuando termine me ducho yo. Dijo Sandra desde la habitación.

Cenamos tranquilamente los tres, mientras Javi nos contaba su relación con Rocío y de cómo habían llegado a este punto.  Cuando terminamos de cenar, Sandra y yo nos sentamos en el sofá y Javi se fue a la cama.

Yo estaba acostado en el sofá y Sandra tenía su cabeza apoyada de mis piernas mientras veíamos una película, en ese momento noté como ella alargaba su boca y le daba un pequeño mordisquito por encima del pantalón a mi polla.

Girando su cabeza mientras me miraba me bajó el pantalón hasta los tobillos. Yo la tenía aún muy flácida así que ella la cogió y se la puso en la boca hasta abarcarla toda. Succionaba poco a poco y yo notaba como mi polla iba creciendo en su boca. Cuando ya estaba dura escupió sobre toda la polla y succionó solo el glande mientras con la mano me hacía una paja de campeonato. Yo resoplaba suerte e intentaba no correrme, pero era casi imposible, porque ella apretaba cada vez más mi polla con su mano mientras me miraba a los ojos.

-          Me corro Sandra.

Ella siguió con la paja y cerró los ojos. En ese momento noté como me corría con gran fuerza y grandes disparos. Ella no la sacaba ni abría su boca y seguía succionando fuerte mi glande. Cuando dejé de correrme y empecé a notar que mi polla bajaba, Sandra empezó a lamer todo el glande sin dejar nada a la vista.

-          Cada vez me gusta más tragar, dijo Sandrita dándome un beso en los labios.

-          Uffff, has terminado conmigo en 5 minutos. Le respondí.

-          Bueno con Javi aquí, ¿hay que aprovechar estos ratitos de intimidad no? Me dijo.

-          Si, pero ahora estoy en deuda contigo.

-          Bueno mañana habrá tiempo para más. Descansa. Dijo mi chica, me dio un beso y nos fuimos directamente a la cama.

El domingo a las 8 de la mañana escuché la tostadora ponerse en marcha, pensé que Sandra ya se había levantado, cuando abrí los ojos aún la tenía a mi lado. El bueno de Javi se había levantado y se había puesto a hacer el desayuno. Me levanté y vi a Javi en slips en mi cocina.

-          Tío Javi, vístete que cuando se despierte Sandra te verá en calzoncillos. Le dije riendo. Javi me devolvió la sonrisa y cuando estaba a punto de salir de la cocina entró Sandra.

-          Tranquilos, ya os he escuchado desde la habitación y Javi no te pongas pijama, así una se alegra la vista. Dijo riendo Sandra.

-          Buenos días, dándole un beso en los labios.

Los tres nos pusimos a desayunar y veíamos a Javi reír y disfrutar, nuestro amigo estaba contento. Una vez terminamos Javi se duchó y se fue a casa de su madre a comer, nosotros hicimos lo mismo. Quedamos que nos veríamos por la noche a la hora de cenar.

Cuando llegamos sobre las 19 horas no había llegado Javi a casa, me puse a ducharme y Sandra se metió en el cuarto de baño conmigo. He de decir, que ella era una chica de 30 años, algo rellenita, 1’ 70cms, ojos oscuros, pelo largo y con 90 de pecho.

-          Cariño, follame antes de que venga Javi a casa.

Cogí a Sandra y la besé con gran fuerza mientras le quitaba la ropa. La puse en dirección al cristal que tenemos en el cuarto de baño, y mirándola a través del cristal empecé a follarla desde atrás, ella tenía las manos apoyadas en el mueble del baño, de repente quitó una mano y empezó a frotarse el clítoris. Sabía que estaba a punto de correrse, levantó una pierna y la puso encima del aseo, en ese momento mi polla entró hasta el fondo y Sandra empezó a gritar:

-          Me corro, follame joder follame . Sus gritos resonaban en el baño, su cara llena de sudor incitaba a follarla fuerte.

-          Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa me corrooooo me coroooooooooo. Gritó ella, y su mano poco a poco dejó de frotarse, mientras yo seguía dándole desde atrás, notaba que me iba a correr en ese momento. A los pocos segundos resoplé con fuerza y me corrí dentro de ella, mi semen caía por sus piernas cuando saqué mi polla de dentro. Poco a poco la giré y le di un beso.

Cuando terminamos nos duchamos juntos y nos vestimos. A eso de las 21h llegó Javi a casa.

-          Como estáis pareja, me doy una ducha y me vengo al sofá con vosotros, que ya he cenado.

-          Vale, nosotros no hemos cenado pero no tenemos mucha hambre, que hemos terminado de comer tarde, le respondí.

Al poco rato apareció Javi por el salón con unos boxers de color blanco. Yo me quedé mirándolo e iba súper apretado y marcando paquete, Sandra también le vio y se quedó mirando con los ojos muy abiertos, se sentó en el sofá de nuestro lado y Sandra de vez en cuando miraba hacia donde él estaba.

Hacia las 23:00h Javi se marchó al baño y Sandra me dijo:

-          Manu, te has fijado en Javi, menudo paquete se le marcaba.

-          Anda, y parecía tonta , le dije en plan broma y riendo.

-          Hombre, los ojos se me iban, creía que llevaría alguna cosa metida en el calzoncillo.

- De plan broma le dije , pues se lo puedes preguntar. Jajajaajaja. Y nos reímos los dos.

En ese momento entró Javi por la puerta y nos preguntó de qué nos reíamos.

-          Nada, que Sandra te quiere preguntar una cosa. Le dije a mi amigo.

-          ¡Serás capullo! , dijo Sandra mientras me daba un golpe en el brazo.

-          Nada Javi era una coña. Dijo mi chica.

-          Me lo puedes preguntar si quieres eh, no me molesta nada tranquila.

-          No mejor no, le dijo ella.

-          Uff me dejas ahora intrigado Sandra.

-          Que no, le he dicho a Manu en plan broma que llevabas algo metido en el bóxer. En esos momentos empecé a reír sin parar, ya que me fijé que Sandra estaba completamente roja.

-          Javi a ver que respondes ahora , le dije. Mientras reíamos los tres.

-          No, no llevo nada. Dijo mientras se cogía el paquete con las dos manos.

En ese momento Sandra lo miró con los ojos como platos, nunca había visto así a mi chica. Yo me reía y Javi también.

-          Mentiroso tú tienes algo ahí. Dijo ella, ya completamente descojonada y riéndose.

Javi se levantó del sofá y se puso de culo delante de nosotros, se bajó el bóxer y enseñándonos un culo blanco dijo:

-          Veis como no ha caído nada, todo es natural, mi madre me parió así. Mientras las carcajadas se escuchaban por toda la casa y él se subía el calzoncillo.

-          Sandra, si no te lo crees lo puedes comprobar, le dije sabiendo que ella no se iba a atrever a hacer nada.

-          No me piques cariño, que yo lo compruebo en un minuto, me dijo.

-          Uuuuuhhhhh, eso no te crees ni tú. Le dije, picándola más.

-          Javi ven, dijo Sandra, mientras nosotros seguíamos en el sofá sentados.

Javi me miró y le indiqué que se podía levantar, ya que sospechaba que era todo en plan coña. Pero cuando Javi se levantó y se puso delante de mi mujer, ella de un solo golpe le bajo el bóxer hasta las rodillas. Su polla saltó de su bóxer e impactó en la cara de Sandra.

Los tres nos miramos, yo no sabía que decir. Mi novia tenía una polla flácida y enorme a escasos centímetros de su cara, mi amigo en los brazos en jarra me miraba y yo miré a mi chica. Ella en ese momento apartó la vista de mí y se quedó mirando aquel pollón. Era muy gruesa, larga y tenía un poco de pelo, apuntaba hacia abajo y mi amigo estaba circuncidado.

-          Jo-der, dijo mi chica.

Javi dio un paso hacia atrás y poco a poco fue subiendo su bóxer. Sandra apoyó su espalda en el sofá y yo me quedé callado pensando en la escena que acababa de ocurrir en mi cara.

Javi nos dio las buenas noches y se fue directamente a la cama. Nosotros nos quedamos mirando la televisión un buen rato hasta quedarnos dormidos. Serían sobre las 3 de la madrugada cuando me desperté de repente, y le dije a mi chica que nos fuéramos a la cama. En mi mente no podía dejar de ver la imagen de mi amigo delante de mi chica con la polla fuera y ella mirándosela, pero…..me había empalmado recordándolo.

Bebí agua y fui a la cama, allí estaba Sandra que se había quitado el pantalón del pijama por el calor y dormía solo con su camiseta rosa y un culote.

Me acerqué poco a poco y empecé a besarla, mientras mis manos jugaban con sus pechos por encima de la camiseta. La notaba que ella quería follar, así que le quité el culote y me puse a frotar mis dos dedos por su clítoris, ella gemía y pedía que no parar, estaba completamente mojada, el calor de nuestros cuerpos era más que evidente, así que me quité mi slip y nos pusimos a hacer un 69.

Tenía su culete en mi cara mientras pasaba mi lengua por su rajita y su culo. Ella, mientras, me chupaba la polla de forma rápida. En ese momento acerque mis manos a su nuca y apreté fuerte, quería notar como se comía mi polla hasta tocar mis huevos con sus labios. Las arcadas se oían y ella hacía fuerza para separarse de mí, yo seguía follandole la boca y notaba como la saliva caía por mis huevos hasta llegar al agujero de mi culo. Solté mis manos porque notaba que quería ella sacársela de la boca, pero mi sorpresa fue que ella siguió, mi lengua seguía a lo suyo y sus gemidos ahogados ya los podía escuchar, se iba a correr en cualquier momento. En ese momento metí dos dedos dentro de su coño y empecé con un vaivén rápido. Se corría, sacó la polla de su boca y gritó mientras me pajeaba.

En ese instante empecé a correrme y los chorros fueron directamente a su cara, labios, pelo y mejillas, cogió la polla y la pasó por sus labios, mientras sacaba la lengua. La había puesto perdida. Salió de la habitación en dirección al baño de casa. Me quedé tumbado en la cama respirando fuerte y pensando en todo lo que había pasado durante el día, a los 5 minutos entró ella.

-          Ostia cariño, cuando he salido de la habitación me he encontrado de cara a Javi que iba al baño, me ha pillado con la cara y la camiseta llenas de semen.

-          ¿Qué ha hecho él? Le pregunté incrédulo.

-          Pues reírse y esperar a que saliera, me ha dado las buenas noches y se ha metido en el baño. Qué vergüenza cariño, me habías puesto perdida cabronazo.

-          Es que estaba muy caliente guapa, menuda escena la de su polla en tu cara. Creía que no te atreverías. Le dije.

-          Si no me hubieras picado no lo habría hecho, sabes que conmigo no se juega a esas cosas. Me dijo, dándome un beso en los labios.

Nos quedamos dormidos y cuando me desperté Javi ya se había ido al bar y Sandra estaba en la ducha. Desayuné, me despedí de mi chica y me fui al trabajo. Mi cabeza estaba pensando en lo de la noche anterior, llamé a Sandra y me dijo lo mismo. Terminé en el gimnasio sobre las 20horas y fui a casa.

Cuando entré estaban Sandra y Javi en cocina, riendo y haciendo la cena. Mi amigo iba otra vez en bóxer y mi chica con pijama pero sin sujetador, por eso se le marcaban los pezones a través de la tela de su camiseta.

-          Buenas a los dos, ¿Qué tal habéis pasado el día? Les dije.

-          Pues muy bien cariño, me he pasado el día trabajando, ahora quería un poco de relax y cuando he llegado Javi estaba preparando la cena y estaba contándome su día.

-          Genial, me cambio y vengo. Me fui a la habitación y me puse un bóxer que tenía, quería estar por casa como mi amigo. Así que salí y fui directo a la cocina.

-          Cariño, hoy te has puesto muy ligerito de ropa, ¿hace mucho calor verdad? Me preguntó.

-          Ufff, tú no sabes el calor que he pasado todo el día. En esos momentos mi chica se acercó y me dio un beso en los labios y con su mano cogió mi paquete.

-          Eeeeehhhhh dejaos de besos y abrazos que uno no es de piedra y se pone tonto. Dijo Javi en plan broma.

-          ¿Tú también quieres un abrazo y un beso? Le dije riendo.

-          Claro, por mi encantado. Me dijo mi amigo.

-          Manu, ¿puedo dárselo?, me preguntó de forma picara.

-          Claro cariño, hay que cuidar a nuestro invitado si no hablará mal de nosotros. Dije riendo.

Sandra se acercó a Javi y pegó su cuerpo a él, sus pechos se rozaron y el paquete de mi amigo encajó directamente entre las piernas de mi chica. Ese abrazo duró lo justo para que a mi chica se le pusieran lo pezones muy duros y la tela de su camiseta parecía que se iba a romper.

Cuando nos sentamos a cenar seguimos hablando de varios temas, política, relaciones de pareja, economía etc. Me levanté el primero de la mesa y les dije que me iba a fregar, que se relajaran en el sofá mientras terminaba de recoger todo y limpiar los platos.

Cuando llegué al sofá mi visión fue distinta a la de varios días atrás. Javi se había sentado en mi sitio de siempre y Sandra tenía su cabeza apoyada en su barriga. El paquete de mi amigo estaba a escasos centímetros de su cara. Me senté en el sofá del lado y no les dije nada. Mi chica se reía por la película que estábamos viendo y su cara cada vez desde mi posición la veía más pegada a la polla de mi amigo.

No estaba celoso, pero esa situación me ponía nervioso. Menos mal que Javi se levantó porque quería ir al servicio.

-          Sandra, levanta un poco la cabeza, que voy al servicio.

-          Si, mejor la levanto, no me pase como ayer y me dé en la cara otra vez. Rio ella.

Mi cara representó una risa forzosa, pero en el fondo me puso un poco tonto ese comentario. Sandra levantó la cabeza y se sentó en el sofá mientras Javi iba al baño.

-          Me está gustando esto de tener un invitado en casa, me dijo mi chica.

-          Si, Javi es un tío genial y encima está muy bien de todo, que te conozco, le dije dándole un beso en los labios y tocándole un pecho.

-          Si, está genial el cabroncete, y para que mentir, la tiene enorme.

En esos momentos Javi volvió a entrar, era la persona más imprevisible del mundo.

-          ¿De qué os reíais tanto? Desde el baño escuchaba vuestras carcajadas.

-          Pues que dice Sandra que la tienes enorme. Dije yo mirando a mi chica.

-          Serás tonto, me dijo Sandra tirándome un cojín.

-          Que va no es para tanto, normalita. Dijo Javi quitándole importancia al asunto.

-          ¿Normalita? Normalita es la de Manu, la tuya es enorme . Dijo Sandra y los tres nos pusimos a reír.

-          Bueno Javi la mía es normal, tú tienes un pollón. Dije descojonándome y cogiéndome el paquete. Mi polla flácida son unos 11cm, más o menos y de un grosor normal.

Los tres reíamos y Sandra se levantó y me intentó bajar el bóxer, yo no opuse resistencia y mi polla quedó a la vista de los dos.

-          Ves Javi, esto es normal. Enséñanos otra vez la tuya.

Sandra se puso a reír y se lanzó a por Javi. Él opuso un poco más de resistencia y mi novia calló encima del sofá, y con una maniobra casi le arrancó el bóxer a Javi. Otra vez la escena quedó igual que la noche anterior. Mi novia en el sofá y la polla de Javi en su cara….

-          Dios mío, gritó mi chica . Si es enorme…………….

-          Pues aún crece más, dijo mi amigo.

-          ¿Lo puedo comprobar? Dijo Sandra riendo.

-          Bueno, ¡ya vale! dije yo, que no daba crédito a lo que estaba pasando. Me puse en bóxer y me senté en el sofá.

-          Espera cariño, quiero verla completamente erecta.

-          ¿Estáis seguros? Dijo Javi.

Mi chica me miró y afirmé inconscientemente con mi cabeza. En ese momento Javi se cogió la polla con la mano derecha y empezó poco a poco a agitar su enorme polla.

-          Necesito que escupas sobre mi mano Sandrita. Y abriendo su enorme mano y poniéndola delante de la boca de mi chica ella escupió sobre ella.

Él siguió agitando su polla, que cada vez crecía más y más. Mientras yo me había sentado en el sofá, con mi polla totalmente dura, y veía la escena. Tenía a uno de mis mejores amigos haciéndose una paja a menos de 20cms de la cara de mi chica, que estaba sentada en el sofá.

Mi chica me miró, yo sabía que estaba deseando chupar aquella polla. Yo la miré y me quité mi bóxer. Eso fue el pistoletazo de salida. Ella cogió de una pierna a Javi y lo llevó hacia él. Los ojos de Javi se juntaron con los míos y con un simple cruce de miradas. Él sabía que yo daba el consentimiento.

Mi chica cogió aquella polla con una mano y con la otra empezó a tocarle los huevos. No podía cerrar la mano por el grosor de la polla de mi amigo. Se acercó aquel enorme capullo de color morado a los labios y poco a poco fue succionando aquel pollón. Desde mi posición vi desaparecer aquella enorme polla dentro de la boca de Sandra. Mi mano se deslizaba por el tronco de mi polla y mis ojos estaban puestos en la mamada que recibía mi amigo.

Mi novia escupía sobre aquel enorme tronco y la polla desaparecía hasta la mitad, mientras con la otra mano le pajeaba.

Mi amigo había puesto su cabeza hacía detrás y mi novia seguía con la mirada en mis ojos mientras se comía aquel enorme manjar. En un momento dado, mi chica puso las manos de Javi en su cabeza, se recogió el pelo y le dijo las palabras que todo hombre queremos escuchar:

-          Follame la boca Javi.

Javi con cara de vicio y mirándome, le cogió la cabeza y empezó muy despacio a follarle la boca, los hilos de saliva caían sobre la camiseta de mi chica. Su boca por momentos estaba llena al completo. Los pelos del pubis de mi amigo le tocaban la nariz a mi chica, pero no se la llegaba a meter por completo. Unas pequeñas arcadas le pude ver a mi chica y las lágrimas le caían por los ojos pero no paró y en ningún momento le hizo que parara.

-          Sandra me corro. Dijo Javi, y separó sus manos de su cabeza.

Sandra en un movimiento rápido le cogió las manos y se las volvió a poner en su cabellera. Los ojos de ella me miraron directamente y en ese momento un lefazo cayó sobre mi barriga, estaba muy cachondo y me acababa de correr. Solté un fuerte soplido mientras seguía expulsando lefa sobre la barriga y pubis.

Sandra sonrió y miró a Javi, que empezó a resoplar como un toro, se estaba corriendo en la boca de mi chica.

-          Dioossss, dijo Javi.

Mi chica abrió los ojos como platos y una arcada le vino de golpe, no podía tragar la cantidad de semen que había soltado mi amigo. Le pego unos manotazos a él y se sacó la polla de la boca, un hilo de semen y saliva junto su polla con la boca.  Se la volvió a poner en la boca y empezó a succionar todo lo que pudo.

Cuando sacó aquella polla, ya la tenía flácida y estaba brillante. Sandra se acercó gateando hacia mí y pasó su lengua por toda mi polla y barriga, tragando también toda mi corrida.

Cuando llegó a mis labios me besó y se levantó dirección al baño. Javi se sentó en el sofá y nos quedamos mirando. Él me dijo:

-          Manu, tienes a una novia de bandera, que sepas que en la vida me habían dado una mamada así. Muchas gracias. Me sonreí y seguí respirando.

En ese momento entró Sandra y Javi se metió en el baño.

Ella y yo nos quedamos mirándonos y nos dimos un fuerte beso. Javi ya no pasó por el salón ese día fue directo a dormir. Sandra y yo nos quedamos dormidos en el sofá y a media noche nos fuimos a la cama.

Al día siguiente cuando desperté Javi había dejado una nota de agradecimiento por todo lo que le habíamos aportado y por nuestra amabilidad.

Un saludo

Manu