Mi amigo Rubén y yo (2)

Segunda parte de la historia de Rubén y Hugo. En esta entrega los dos chicos experimentaran algo que nunca pensaron que podria gustarles.

Mi amigo Rubén y yo. (Segunda parte)

Habían pasado varios días desde que fui a casa de Rubén a ver aquella película. Desde entonces no habíamos vuelto a sacar el tema de lo que hicimos el otro día. Seguimos quedando varios días a la semana para jugar a la Play. Casi siempre ganaba yo aunque había partidas o que le dejaba ganar o que directamente ganaba él. Pasó un mes y no hablamos ni una sola palabra de lo que había pasado ese día. Rubén me invito a pasar una semana en su casa ya que estábamos en vacaciones y yo acepté. Me fui hacia su casa ese mismo día y cuando llegamos deshice las maletas. Los primeros días estuvimos saliendo con los amigos por la noche y la verdad que nos lo estábamos pasando genial. Fuimos al cine a ver una peli… esos días hicimos de todo. Al cuarto día, alrededor de las tres de la madrugada estaba leyendo un libro en mi cama que estaba situada al lado de la de Rubén, mientras el jugaba ala consola, que vicio tenia a esa condenada maquina. Cuando se canso de jugar dejo delicadamente los mandos de la consola sobre la mesilla de noche, me miró mientra yo seguía leyendo el libro y me llamó. Yo gire la cabeza y le miré a él, me preguntó una cosa que me dejo totalmente descolocado, me pregunto que si le podía hacer una mamada. ¡No! Respondí al instante en el que me lo propuso. ¿Por qué no tío? Me replicó, por que no soy marica, respondí.

Él siguió insistiendo que por favor lo hiciese, y yo me seguía negando. María era una chica del pueblo que siempre ha estado colada por Rubén, y estos días había estado rondando nuestro grupo de amigos poniendo caliente a mi amigo. Me imagino que Rubén me pediría que hiciese aquello por el hecho de que María llevaba un escote muy a la vista y le pasaba las piernas por sitios donde no debía.

Por favor tío, que mira como estoy. Gire la cabeza para mirar una carpa que se dibujaba bajo las sábanas, me da igual, no soy marica y no pienso hacer nada de lo que me pidas. En verdad yo sabía que no me importaría comérsela a mi amigo pero era mi propio orgullo quien no me dejaba hacerlo.

Él seguía insistiendo y yo cada vez resistía menos hasta que le dije: Tío te la ago pero cállate ya, entonces él me miro y me pregunto que si iba en serio y yo le dije que sí. Levantó un poco las sabanas para que me pudiese meter dentro, cuando ya estaba dentro él se empezó a Bjar los calzoncillos pero le pare, lo quería hacer todo yo. Cuando se los baje un olor a hombre me vino a la cara y poco apoco me fui acercando a su polla hasta que por fin me la metí en la boca bajo las sábanas blancas de la cama de Rubén. Empecé a chuparle la parte de arriba y poco a poco fui bajando. Oía como daba pequeños gemidos mientras me comía su polla y la chupaba de arriba hacia abajo. Me quitó las sabanas de encima y me agarró del pelo para empezar a follarme por la boca. Me la metía hasta la garganta mientras me daban pequeñas arcadas, pero me gustaba sentirla tan dentro de mí. Así estuvimos un buen rato dándole hasta que por fin se corrió en mi boca. Note la lefa caliente en mi lengua mientras el sacaba la polla de mi boca.

Una vez terminada esta experiencia me volví a meter en mi cama y sin ton ni son Rubén me pregunto: ¿A que sabe la lefa Hugo? No me podía crees lo que estaba oyendo, pues si te digo la verdad no se muy bien. ¿Por?, pregunte, solo era por saberlo, eres un buen colega, y me alegro de que formes parte de mi vida. Esas palabras me dejaron algo descolocado la verdad. Esa noche no pude dormir por dos razones, aquellas palabras y por una erección de caballo que tenía y no sabía por que.

Los siguientes días hicimos lo mismo, fuimos al cine, a quedar con los amigos menos el jueves que nos invitaron a ir a una discoteca donde "supuestamente" no había alcohol. Nosotros aceptamos sin dudarlo, una oportunidad para emborracharnos como es debido. Estuvimos esperando la noche del jueves los días anteriores pero se nos hacían muy largos. Para mí era la primera vez que iba a una discoteca así que tenia que causar buena impresión. Estuve un buen rato eligiendo que ponerme para esa noche y Rubén me ayudaba como podía. Al final decidí llevar una camiseta de color naranja y unos pantalones vaqueros y unas zapas negras con cordones tipo ska.

La verdad es que iba a ir hecho un pincel. Después de buscar la ropa me la probé y me gustaba como iba. Ese mismo día salimos con la madre de Rubén a ver si le comprábamos algo de ropa al chaval por que no tenía nada que ponerse. Encontramos algo que le encanto, una camiseta que ponía "suck my dick baby" que yo traduje ágil y mentalmente en mi cabeza, pero la madre de Rubén no, por eso creo que se la cogió y se la compro con una bonita sonrisa. Al llegar a su casa entramos a su habitación y me pregunto si me gustaba la camiseta, la verdad es que era bastante bonita a si que conteste que claro.

Había llegado la noche del jueves, Rubén y yo ya estábamos vestidos y preparados para irnos a si que nos despedimos de sus padres y nos pusimos en camino. Al llegar tuvimos que esperar una cola un poco larga pero a los quince minutos conseguimos entrar. Estaba lleno hasta los topes y casi no podíamos movernos. Conocimos a unas chicas llamadas Ana y Luz, que eran muy majas. Cada vez me fui emborrachando más por el alcohol que habían colado pero aún así yo seguí bebiendo hasta que tuve que ir al baño y Rubén me acompañó. Nos metimos en uno de lo baños para hacer pis pero mientras yo lo hacia Rubén se pajeaba y me decía que no pasaba nada solo que la chica le había puesto bastante caliente.

Al terminar salimos a la pista pero las chicas parecían haberse largado, a si que Rubén y yo también lo hicimos. Cuando llegamos a su casa sus padres estaban totalmente dormidos y nos fuimos directamente a la habitación. Nos empezamos a desnudar y pude ver como Rubén tenia una erección enorme y no me extrañaba nada que le doliese. Se la saco dejándola a la vista y se empezó a pajear de nuevo.

Yo no le hice caso más que nada por que iba bastante borracho. Empezó a gemir cada vez más fuerte y le dije que bajase el tono. Me quite los calzoncillos y deje mi polla y mi culo a su vista. Entonces se acerco a mí y me dijo que buen culo tenía. Seguidamente me dijo que le perdonase por lo que estaba apunto de hacerme.

Me tiro sobre la cama bocabajo y me agarró de las muñecas imposibilitándome al movimiento. Pasó su mano derecha por la lengua y luego a mí por el culo para intentar lubricarlo. Poco a poco fue introduciendo un dedo, luego otro y luego otro. Yo pregunte que hacía y me contesto que lo sentía pero que necesitaba follarse alguien. Yo no grite por no despertar a los padres de Rubén pero no me gustaba nada lo que hacia, aparte iba un poco achispado. Depuse de esos dedos que me metió note una presión en mi culo y de un empujón consiguió meterme su rabo. Era un dolor insoportable y se me saltaban las lágrimas del dolor. El chico empezó a hacerlo con más fuerza y empezó a moverse de adentro hacia fuera gimiendo y diciendo cosas del tipo "me encanta tío" pero a mi al contrario no me gustaba nada pero deje de intentar escapar y darle ese placer a mi amigo Rubén.

Paro de repente y me hizo darme la vuelta hasta que su cara se encontró con la mía me dijo que quería follarme de esa manera para verme la cara. Entonces la volvió a meter dentro de mi y comenzó de nuevo con el mete saca. Me miraba a los ojos y me decía "te gusta ¿eh?, se que te gusta" luego miraba al techo y yo pensaba para mí que aunque me doliese me estaba gustando.

Cuando terminó fue al baño a refrescarse un poco mientra yo me metía en mi cama pensando en lo que acababa de pasar. No me lo podía creer aún. Mi mejor amigo me había desvirgado el culo.

Al día siguiente nos despertamos bastante tarde y con un importante dolor de cabeza. Yo me desperté después que Rubén y me dio los buenos días, por la forma en la que me hablaba creo que no se acordaba de lo que había pasado aquella noche. Bajamos a desayunar y después de hacerlo nos subimos a la habitación a recogerla un poco. Cogimos un rato la consola y nos fuimos a dar una vuelta por la calle. Estuvimos ablando de la discoteca y todo eso, hasta que Rubén me dijo que lo sentía, yo extrañado pregunte por que y me dijo que ayer había pasado algo que nunca debió pasar, que lo sentía mucho por haber abusado de mi en ese momento.

Yo le dije que no se preocupase, que no me había pasado nada y que estaba perfectamente. Él me sonrió y me dio un fuerte abrazo. "Te quiero tío" me dijo dándome un efusivo beso en la mejilla derecha.

Pasaron los días y ya cada vez iba quedando menos para acabar las vacaciones de verano, otra vez la vuelta al colegio y la verdad es que no apetecía para nada, pero era lo que tocaba. Invite a Rubén a mi casa a dormir antes de que terminasen las vacaciones y él me dijo que vendría encantado a si que cogió todas sus cosas y fui a recogerle a su casa.

Ese mismo día durmió conmigo, dormir no mucho por que estuvimos ablando casi toda la noche. No paraba de hablar y de hablar. Algo raro me estaba pasando, no se por que pero a partir del momento en el que le comí el rabo a Rubén por primera vez me voy fijando cada vez más en los chicos, como por ejemplo en un chico de mi clase que se llama David. Pertenece al grupo de los malotes y vacilones de la clase, y no es una belleza pero tiene un punto, un algo que lo hace especial e irresistible.

Pasaban los días en los que Rubén estaba en mi casa y cada vez me impacientaba más por comérsela, no sabía que me estaba pasando, nunca abría pensado en querer comérsela a un tío y menos a mi colega. La noche del viernes estuvimos viendo una peli de terror por que mis padres se habían largado a una boda. En aquella película salía una chica rubia despampanante con una melena al viento, y Rubén hizo un comentario un poco extraño. La chica al ver el zombie que tenia detrás empezó a gritar como una descosida y Rubén dijo mira que boca tiene la rubia, seguro que la come de miedo. Este comentario provocó un incomodo silencio que solo pudo hacer que yo metiese la pata al fondo del todo. Mejor que yo no creo, le dije con una sonrisa picantota a mi colega que se quedo mirándome embobado por el comentario que acababa de decir. ¿Quieres comprobarlo? Me dijo a mi asombró. Yo acepte y pocos minutos después estaba yo con su polla metida hasta la garganta provocándome pequeñas pero placenteras arcadas. Me empezó a envestir por la boca pero creo que no se daba cuenta que me hacia un poco de daño, cada vez mas fuerte y cada vez me gustaba más. Mi sorpresa fue cuando Rubén metió su mano dentro de mi pantalón de chándal buscando mi polla, cuando la encontró la empezó a pajear fuertemente hasta que no pude más y me corrí en su mano y el los calzoncillos. Yo, aún con su polla en la boca pude ver como sacaba la mano de mi pantalón llena de lefa y se la llevaba hacia los labios. Acerco sus labios al líquido blanco y lo probó. Pareció gustarle por que se relamió la mano hasta no dejar nada.

Cada vez notaba más caliente su polla hasta que llegó un punto en el que noté varios trallazos ardiendo sobre mi lengua y entre gemido y alaridos, Rubén me dijo: "No te tragues la lefa" a si que le hice caso y no me la trague. En ese momento se acerco a mí, me izo abrir la boca y darle todo la lefa que ocupaba mi boca. Parecía haberle gustado. Poco después de terminar me pregunto si me había gustado, conteste que me había encantado. Empezó de nuevo con el típico interrogatorio, a que sabia la polla y cosas así a si que en forma de broma le dije que si quería saberlo que me comiese la polla. Entonces pensando que había sido una tontería cerré los ojos para descansar pero note como Rubén bajaba y se metía mi polla en la boca. Aquello me parecía impresionante, mi colega me la estaba chupando y lo hacia genial. Tarde poco en correrme debido a la excitación del momento y por supuesto lo hice en la boca de Rubén.

Estos fueron los últimos días de vacaciones a si que aprovechamos y lo hicimos donde pudimos.

Una vez empezado el colegio asistíamos a las clases juntos a si que podíamos hablar de lo que quisiésemos. Algunas veces cuando estábamos en el recreo y a Rubén le daba el calentón nos metíamos en el baño a que me follase o a que él me la comiese a mi, yo nunca le había follado a él por que ponía la escusa de que no le molaba ese royo y no le gustaba pero yo en el fondo sabia que quería que tarde o temprano lo hiciese.

Cada vez que terminábamos de hacerlo en el baño del colegio salíamos como si nada hubiese ocurrido. Pero nos lo habíamos pasado genial. Nunca hubiese imaginado que me lo iba a pasar así de bien haciendo algo que en mi vida había probado, pero así era. Poco a poco, cada vez que lo hacíamos le metía un poco el dedo a Rubén por detrás y casi nunca se quejaba a si que un día decidí metérselo por completo y parece que le gusto porque gemía más de lo normal. Después de ese dedo vinieron dos, luego tres,…hasta que un día ya sin poder aguantar más se puso delante mía y lo único que me dijo fue "hazlo" y en ese momento me acerque a él y le pase la polla por el culo hasta empezar a penetrarle. Le estaba gustando, lo sabía. Empecé a envestirle cada vez con más fuerza y más placer para los dos. Por fin unos buenos trallazos de lefa inundaron su agujero y el pego un gemido bastante fuerte pero en ese momento poco importaba.

Durante varios días estuvimos repitiendo la experiencia y la verdad es que nos gustaba bastante. A él sobre todo. Yo seguía con mis dudas de que nos estaba pasando, si era cosa de colegas o es que nos gustaban los tíos. En fin lo que sé con seguridad es que esto de follarte a tu mejor amigo me encanta.

Continuará

Espero que te haya gustado el relato, si quieres contactar conmigo este es mi mail: kikox_10@hotmail.es y cuéntame si te ha gustado!