Mi amigo Ricardo y yo 4.

Le baje los pantalones y lo tumbé sobre su cama. Me quite los míos mientras él me miraba. Me tumbe encima...

  • Ven, vamos a tu cama que estaremos más cómodos.

Lo llevé a su habitación cogidos de la mano, cuando entramos me gire hacia el mirándole fijamente. Me acerqué despacio y comencé a besarle la mejilla. Lentamente fui bajando con suaves besos hasta su cuello. Lo tenía agarrado por la espalda con un brazo y con el otro agarrado de su mano.

Antes de seguir me acerque hasta su oreja, sin parar de darle besos y le susurré:

  • ¿Quieres que siga?
  • No lo sé… -me decía con la respiración un poco agitada.
  • ¿Te gusta esto?
  • Sí… -contesto como en un suspiro.
  • ¿Entonces sigo?
  • Sí –esta vez lo dijo un poco más seguro.
  • Cuando creas que no puedes seguir me lo dices –ya no me contesto con palabras, únicamente asintió con la cabeza.

Volví a bajar hasta su cuello mientras lo llevaba hasta la pared. Le quite la camiseta y pase mis manos por todo el cuerpo que había estado besando minutos antes en el sofá. Le lleve sus manos hasta mi camiseta para que el hiciera lo mismo conmigo. Se quedó mirándome a los ojos. Lleve una de mis manos a su cuello y me acerque a besarlo. Repetí lo mismo que hice en el sofá. Baje por todo su cuerpo con mi boca, hasta llegar a su ombligo. Puse las manos en su pantalón y le mire para asegurarme que quería seguir.

Le baje los pantalones y lo tumbé sobre su cama. Me quite los míos mientras él me miraba. Me tumbe encima, juntando nuestros pechos, nuestras bocas y nuestros paquetes que ya estaban duros.

Me separe de su boca y me dirigí directo a su paquete, antes de seguir le mire a los ojos que miraban sin pestañear todo lo que hacía. Sin apartar mis ojos de los suyos me acerque a la punta de su polla y la bese sobre el calzoncillo. Se mordió el labio, por lo que entendí que le había gustado, así que seguí adelante. Comencé a pasar mi lengua por encima de todo el bulto que había en su calzoncillo. Cuando ya lo había recorrido todo me acerque a su punta y sin apretar clave mis dientes. Ricky soltó un suspiro bastante sonoro.

Le baje los calzoncillos y comencé a chuparle la polla, no se realmente si lo hacía bien o no porque era la primera vez que me comía una, pero bueno como a Ricky también era la primera vez que se la comían no tenía mucho con que comparar. Y por su respiración me daba a entender que le estaba gustando. Así que seguí chupándole la polla, hasta que me puso una mano en la cabeza diciendo Carlos.

  • ¿Quieres que pare? –le pregunte un poco confundido.
  • Sí… No! Es que no quiero acabar aún y ya estaba a punto.
  • ¡Ah vale!
  • Ven… -me dijo mientras me hacía tumbarme sobre la cama- yo también quiero probar –¡por fin! Empezaba a animarse el asunto.

Hizo exactamente todo lo que yo había hecho y comenzó a chuparme la polla. Al igual que él también era la primera vez que me la chupaban y la primera vez que Ricky chupaba una, así que no se si lo hacía bien o mal pero a mí me estaba encantando.

  • ¡Ricky, Ricky! –le pare.
  • ¿Qué?
  • Sube, quiero que acabemos los dos a la vez –subió hasta mi cara y nos comimos las bocas.

Paramos de besarnos y me gire para que mi polla quedase a la altura de su boca y que la suya quedara a la altura de la mía. Quería acabar en un 69, nada me ponía más que la idea de correrme en una boca y por fin lo iba hacer. A Ricky pareció gustarle la idea porque nada más colocarme en esa posición empezó a comerme la polla otra vez. Yo hice lo mismo que mi amigo y me comí la suya. No taramos mucho, también porque cada vez la mamada era más rápida y ambos acabamos en la boca del otro. Ya habíamos probado la leche del otro pero sacada directamente de la polla está mucho más buena. Me gire de nuevo.

  • ¿Qué piensas ahora? –al fin y al cabo todo esto lo hice para ayudar a mi amigo a aclarase.
  • Ahora tengo claro que esto me gusta pero ¿y Claudia?
  • ¿Qué pasa con Claudia? –giro su cara hacia la mía y me miro.
  • Ahora no sé si me gusta Claudia, si soy bisexual o gay o qué.
  • Eso es fácil, solo tienes que hacer esto mismo con Claudia.
  • ¿Y tú qué?
  • Yo lo tengo bastante claro, me gustan las chicas, aunque no haya follado con ninguna.
  • ¿Entonces porque haces esto?
  • Que me gusten las chicas no quiere decir que no me lo pueda pasar bien con mi mejor amigo.

CONTINUARÁ