Mi amigo Jota

Voy a casa de mi amigo...y recuerdo todo lo que pasó la primera vez que estuve ahí.

-Hola Blanca, pasa.-Jota me abrió la puerta en calzoncillos. Joder. No pude evitar mirarle, y él se dio cuenta y se rió.-¿Vas a entrar o te quedas en el descansillo?-Tenía que parecer segura de lo que estaba haciendo, así que entré derecha a su habitación. No era la primera vez que había estado ahí...

Flashback

Estaba de camino a casa de Jota. Se había quedado solo ese finde y habíamos estado planeando ir a su casa para ver una peli, aunque los dos sabíamos que íbamos -por lo menos- a liarnos.

Me explico, Jota y yo llevábamos unos meses tonteando. Empezamos hablando de quién nos gustaba y acabamos hablando de cuántas veces nos tocábamos a la semana. Era de locos, pero era un juego que me traía loca a pesar de que Jota no era el típico tío que ves y te enamora. No te enamoraba al verle, pero tenía una boquita...que sabía ponerme mala.

Me abrió la puerta y ahí estaba: iba a ser verdad. Llevaba unos vaqueros negros y una camiseta blanca, y aunque era lo más normal del mundo yo le veía especialmente guapo.

Pasé, y le saludé con dos besos intentando olvidarme de todo lo que se escuchaba en mi cabeza.

-Qué guapa estás.-Dijo Jota, repasándome de arriba a abajo.

-Tu tampoco estas mal.-Dije riéndome mientras el cerraba la puerta.-Como no me digas dónde voy nos podemos quedar así todo el rato.

-Pensaba que ya habías estado.-Me sonrió.-¿A mi habitación? Tengo tele ahí

-Claro.-Sonreí, y le seguí hacia su habitación.

No le hacía falta cerrar la puerta porque estábamos solos, pero aún así lo hizo, y eso significaba que íbamos a hacer algo más que ver una peli. A pesar de eso, encendió la tele y me cedió el mando para que buscara lo que quisiera, pero más allá de hacer eso la apagué y decidí pasar más a la acción. Si iba a tirarme a la piscina...que fuera de cabeza.

-Vamos a jugar a un verdad, que siempre es por WhatsApp y nunca te veo la cara, y no sé si me estás mintiendo.

-Vale, empiezas.-Dijo él, mirándome divertido.

-¿Cuántas chicas había entrado antes a tu habitación?-Le pregunté pícara

-Siéntete la primera-Me guiñó un ojo.-Me toca, ¿a casa de cuántos chicos has ido a ver pelis?

-Considerate el único-Le dije imitándome y me reí. Me quedé dubitativa. Tras el tanteo tocaba la acción.-¿Me besarías?-Se acercó peligrosamente a mi cuando termine de decir lo que estaba diciendo.

-Me está costando no hacerlo.-Me susurró al oído, y yo decidí lanzarme.

Nos besamos durante un rato hasta que decidí que su camiseta me molestaba y que quería quitársela. El me miró divertido y me indicó que hiciera lo mismo con la mía.

Me la quité dejando a la vista mi sujetador de encaje negro, y noté cómo tragó saliva. Siendo sinceros no era una chica especialmente delgada, lo que me hacía tener unas buenas tetas y un buen culo.

Me le quedé mirando y me reí antes de volver a besarle. No quería tomar la iniciativa de tocarle, porque muchas veces cuando habíamos hablado de ello me dijo que a él le daba vergüenza tocar primero. Y quería retarle.

Bajé mis besos por su cuello, haciéndole suspirar. Le hice un chupetón, y mientras él me tocaba las tetas metiendo la mano por dentro del sujetador.

Volví a sus labios, y una vez aquí ya no dudó en bajar su mano a mis pantalones hasta encontrarse con mi cinturón.

-¿En serio?-Dijo al notarlo. Sabía que a el se le daba mal desabrocharlos. Lo había hecho a posta.

Me reí y me levanté de la cama para desabrocharme tanto el cinturón como los pantalones. Él se encargó de bajármelos mientras no paraba de mirar mi tanga negro (también de encaje).

Se quitó los pantalones de un tirón y se sentó en la cama, esperando que yo lo hiciera a su lado. En vez de eso me senté encima, notando lo dura que tenía la polla en mi coño.

-Joder.-Dije al notarlo, y le besé con ganas.

El comenzó a bajar la mano hasta llegar al borde de mi tanga, y vacilando un poco metió la mano por dentro.

-Estás empapada.-Dijo mirándome a los ojos mientras tocaba tímidamente mi clítoris. Le había dado todas las claves de cómo me gustaba que me tocaran, y esperaba que las fuera a poner en práctica.

Sin darme cuenta acabamos tumbados. El reclinado encima de mi, y con mayor acceso para tocarme.

-Mmmm.-Noté que iba aumentando la velocidad sobre mi clítoris, y me estaba volviendo loca. Él seguía, mientras, besándome la boca, el cuello, la oreja, el escote...dios, para ser la primera vez que lo hacía me estaba poniendo cachondisima.-Ahhhh sii si, así..-No pude evitar gemir cuando; a las caricias del clitoris, añadió un dedo dentro de mi.

-¿Te gusta?-Se separó de mis labios.

-Dios sii..-Dije intentando contenerme.-Ahhhh sii...-De repente paró, y yo me le quedé mirando.

-No trabajo gratis.-Me dijo divertido y me dio la mano para ayudarme a que me incorporara. Más allá de cabrearme me hizo gracia.

Nos volvimos a sentar en la cama, y empecé a besarle en la boca para ir bajando por su barbilla, su cuello...

-Joder Blanca, no me refería a esto, si no quieres hacerlo...-Dijo cuando ya iba por el ombligo. Me había puesto se rodillas en el suelo. Se le veía que estaba disfrutando como en su vida, y me gustaba sentir que tenía el poder.

-Tsss, cállate y disfruta.-Seguí bajando, ahora mucho más despacio, hasta que llegué con mi boca al principio de sus boxers, pero no me paré ahí. Le rocé con mi boca por encima antes de quitarle los calzoncillos.-Es la primera vez que lo hago.-Le avisé antes de empezar cuando solo se la estaba pajeando.

-Con lo cachondo que estoy hasta haciéndomelo mal vas a hacer que me corra.-Me dijo y me empujó la cabeza hacia su polla. Ese punto de cariño y rudeza me encantaba.

Le chupé la punta un poco por encima, sacando únicamente la lengua y mirándole a los ojos. Después abrí mi boca y, tapándome los dientes con los labios, fui metiendomela hasta que prácticamente estuvo entera dentro.

-Pfff madre mía...mírame a los ojos....me pone muchisimo

Moví la cabeza hacia arriba y hacia abajo mientras le miraba a la cara. No me podía creer que estuviera haciendo eso.

-Ahhh.....-Me puso una mazo en la cabeza, y yo solté tensiones para que hiciera lo que él quisiera. Me empujó la cabeza más al fondo, hasta que casi me da una arcada. Ahí soltó, me dejo respirar y volvió. Cada vez era más profundo y duro. Y me estaba volviendo loca.

Me soltó para que siguiera yo a mi ritmo, pero seguí con la misma intensidad. Quería hacerle disfrutar.

-Sa...aaahhhhh sacaaatela ya.-Fui obediente. Iba a correrse.

-¿Donde?

-¿En tu culo?-Lo dijo tímido, pero no dude en hacerlo. Sabía que le ponía mi culo, así que no tenía ningún problema.

-Aaahhhh joder-Note algo caliente y espeso en mi espalda, y supe que se había corrido.-Espera, que te limpio.-Cogio papel de su mesa y me lo paso por el culo y la espalda. Nada más terminar me dio la vuelta y no dudó en besarme.-Si lo has hecho así la primera vez no quiero imaginar el resto.

Fin del flashback

Y sin darme cuenta estaba en su cama. Otra vez. Sin pantalones y sin bragas, y con el arrodillado entre mis piernas. Sabía que esta vez me iba a merecer mucho más la pena.

{continuará..}