Mi amigo Javi

Nuestra primera experiencia con otro hombre

Mi amigo Javi nos invitó a pasar un fin de semana a su nuevo piso en la sierra de Madrid. No era nada del otro mundo pero a él le hacía mucha ilusión y llevábamos ya varios meses sin vernos. A mi mujer, Sara, no le hacía mucha gracia y razón no le faltaba. Cuando quedábamos con él y sus amigos todo giraba en torno al alcohol: cañas, vino en la cena, después unas copas... y al final todos íbamos un poco o bastante tocados. Al final la convencí pero decidimos quedarnos solo la noche del Sábado aunque Javi insistía en que nos fuéramos un día antes, el viernes.

Cogimos el coche y salimos hacia su casa, al llegar nos estaba esperando y nos dejó que metiéramos el coche en el parking del edificio porque estaba medio vacío, bueno, creo que solo estaba su moto y nuestro coche. Todavía no había casi ningún vecino ya que era una construcción nueva.

Javi estaba como siempre, extrovertido, amable y divertido. Era un tío alto y fuerte aunque su barriga empezaba a notarse demasiado, no se cortaba ni un pelo con las cervezas y los aperitivos y eso pasa factura con los años.

Un beso y unos piropos a mi mujer y un abrazo y los típicos comentarios jocosos entre nosotros:

  • Joder, cada vez que te veo estás más feo. - me dijo

Mi respuesta fue que donde narices estaban las cervezas frías que me había prometido. Así que subimos con la pequeña maleta que llevábamos para pasar la noche del sábado. Nos enseñó nuestra habitación y el resto de la casa. La casa estaba distribuida a lo largo de un enorme pasillo, en un extremo estaba nuestra habitación, a continuación un baño, otra habitación vacía y después el salón. Después se encontraba la habitación de mi amigo, otro baño y la cocina. Cuando vi la distribución del piso pensé en que podríamos echar un buen polvo sin que nos escuchara y cuando nos quedamos solos en la habitación para cambiarnos se lo dije a Sara:

  • Esta noche te voy a follar, ya sabes cómo me pone follar en sitios diferentes.

  • Anda, cállate que nos va a oir.

Le dije que se pusiera una faldita corta para salir. Me pone que enseñe sus piernas y me pone mucho más saber que la puedo meter mano en cualquier momento aprovechando la oscuridad de una discoteca, el coche, etc...

Me fui con Javi al salón a tomar una cerveza mientras Sara se cambiaba y cuando salió estaba preciosa como siempre. Javi la lanzó unos cuantos piropos de nuevo, nos acabamos la cerveza y nos fuimos a cenar para después tomar unas copas con sus amigos.

Serían las tres de la mañana cuando nos fuimos a su casa a dormir, bueno, él a dormir y nosotros a follar. Había aprovechado algunas situaciones para meterle mano a Sara y ya con las copas ella fue al baño de una discoteca a quitarse las bragas así que en cuanto tenía ocasión mis dedos jugaban con su coñito de forma discreta para que nadie nos viera, cosa que a ella le encantaba. Esa noche tendríamos sexo salvaje... y yo estaba muy cachondo.

Al llegar a su casa nos despedimos de Javi hasta el día siguiente, en realidad hasta dentro de unas pocas horas, y nosotros nos fuimos a la habitación. Según llegamos tumbé a Sara en la cama y le hice una comida de coño espectacular, estaba muy cachonda y no tardó en correrse en mi boca. Después de que se corriera no sé porque le pedí que fuera a la cocina a por otra cerveza, tenía sed... bueno sí lo sé, me apetecía verla desnuda andando por la casa, esas cosas me ponen, el riesgos de ser descubiertos, y sé que a ella le pone más aún aunque se resista un poco.

  • ¿No tienes bastante? - me contestó

  • Tengo sed

  • Y yo quiero que me folles

  • Mueve tu culito por el pasillo hasta la cocina y tráeme una cerveza, zorrita.

Le encanta que le diga esas cosas cuando está cachonda. No quería ir a por la cerveza y la tuve que "amenazar" con no clavarle la polla esa noche. Al fin y al cabo Javi debía estar durmiendo la borrachera. Comprobamos que la puerta de la habitación de Javi estaba cerrada y salió por el pasillo totalmente desnuda. Yo me quedé en la puerta de nuestra habitación mirando como su culito se movía... tenía la polla a punto de reventar y me ponía todavía más saber que Javi estaba acostado en su cama a pocos metros de mi mujer totalmente desnuda andando por su casa. Cuando giró a la izquierda para entrar a la cocina se paró en seco y supe que algo iba mal, joder, eso no tenía que haber pasado y no estaba en los planes.

  • Perdona, venía a por una cerveza... - dijo Sara.

Y entonces oí la voz de Javi:

  • Madre mía, que buenas estás Sara!!!

Salí corriendo por el pasillo hacia la cocina donde Sara seguía de pie en la puerta completamente desnuda sin saber muy bien qué hacer. Cuando llegué Javi llevaba dos cervezas en la mano, iba en calzoncillos y estaba contemplando a mi mujer desnuda de arriba a abajo.

  • Pero que buena estás Sara, nunca imaginé poder verte así... toma tu cerveza.

  • Se acabó el cine - le dije a Javi y cogí de la mano a mi mujer y nos fuimos a la habitación. Javi nos siguió, escuche un azote y un gritito de mi mujer. Javi le había dado un azote en el culo a Sara:

  • Madre mía que culito tienes...

No quería enfadarme con Javi y le dije que no se pasara.

  • Oye, oye, que la que va en pelotas por mi casa y provocando es tu mujer...

Y no le faltaba razón.

  • Además - siguió hablando - si vais a echar un polvo en mi casa lo mínimo es que me dejéis mirar, ¿no?

Llevaba una buena castaña y seguro que al día siguiente no se acordaba de la mitad de las cosas que decía. A todo esto mi mujer seguí desnuda enseñando sus tetas, su coñito y su culito a Javi, el cual no dejaba de recorrerlos con la mirada. A todo esto yo iba también en pelotas pero la erección había desaparecido.

  • Vamos al salón y te la follas en el sofá... –dijo Javi

Le dije que no, que nos íbamos a la habitación pero nos siguió hasta la puerta y aunque intenté cerrar la puerta se puso en la entrada y no me dejó hacerlo...

  • Vamos Sara, ponte de rodillas y hazle una mamada que mira como la tiene el pobre... en cambio mira como estoy yo.

Efectivamente, Javi estaba empalmado incluso con el pedo que llevaba y es que mi mujer en pelotas excita a un muerto. Se bajó el calzoncillo y se quedó en pelotas.

Sara se quedó mirando la polla de Javi unos segundos, después se acercó a mi oído y me dijo en voz baja:

  • Déjale, es inofensivo, mañana seguro que no se acuerda de nada. Le dejamos que vea como te la chupo un rato y verás cómo se larga... eso si no se desmaya antes del pedo que lleva.

Y según me dijo esto, me giró de lado y se puso de rodillas de forma que Javi desde la puerta podía ver perfectamente la mamada que me iba a hacer.

Y eso hizo, me la empezó a chupar delante de mi amigo Javi. Yo tardé pocos segundos en empalmarme de nuevo.

  • Que bien cariño - me dijo Sara - ya estás en forma y listo para follarme delante de tu amigo.

Y empezó a hablar con Javi mientras me la chupaba:

  • ¿Te gusta lo que ves? - le dijo sacándose mi polla de la boca y masturbándome con una mano para acto seguido volver a metérsela otra vez en la boca.

  • Sí Sara, lo haces muy bien. Sigue así...

Javi se empezó a masturbar delante de nosotros.

Sara se giró un poco para ver como Javi se masturbaba y ahora estaba recorriendo mi polla con la lengua mirando a Javi.

  • Tienes una buena polla - le dijo Sara.

Javi sonrió...

  • ¿No la quieres probar? - le contestó Javi

  • Eh, que sigo aquí!!! - les dije elevando el tono de voz.

Sara volvió a meterse mi polla en la boca y me hizo una mamada muy profunda después se incorporó y mientras me pajeaba con una mano me dijo al oído:

  • Déjame que se la toque, siempre he querido tocar otra polla distinta a la tuya y mañana no se va a acordar de nada.

No le dije nada porque no me gustaba la idea pero siguió pajeándome y me dio un profundo beso. Se volvió a acercar a mi oído y me dijo:

  • Si me dejas tocársela te dejo que me des por el culo esta noche...

Esa oferta no la podía rechazar y aunque me provocaba bastante reparo dejar que Sara le tocara la polla a mi amigo Javi asentí con la cabeza…

No era la primera vez que fantaseaba con ver a mi mujer con otro y con hacer un trío pero una cosa es fantasear y otra estar en vivo y en directo. Además con mi mejor amigo...

  • No te corras - le dijo Sara a Javi que se la seguía meneando en la puerta.

Sara se giró dándome la espalda, se inclinó un poco, abrió sus piernas y apoyó sus manos en las rodillas. Me dijo:

  • Vamos, fóllame delante de tu amigo

No dude un segundo y se la clavé agarrándola por la cintura, la muy zorra estaba muy mojada y entró con facilidad. Empecé a follármela mientras ella se tocaba las tetas e intentaba mantener el equilibrio.

  • Javi - le dijo con la voz entrecortada por mis embestidas - no ves que me voy a caer, acércate para que me apoye…

Javi se acercó y la muy puta se agarró a su polla mientras seguía de pie con la rodillas semiflexionadas y gimiendo. Gracias a los movimientos de mi mete y saca Sara le estaba haciendo una paja en toda regla a Javi que ahora la agarraba por los hombros.

  • Que bueno tener dos pollas para mi sola - dijo Sara entre jadeos

Me fijé que las manos de Javi ya no estaban en sus hombros, habían desaparecido y estaba seguro que le estaba agarrando las tetas. Yo seguía dándole duro a Sara con mis manos agarradas a su cintura y ella seguía gimiendo y haciéndole la paja a Javi. Estuvimos un buen rato en esa posición…

  • Si, sigue así, sigue así - Me decía Sara gimiendo - me voy a correr.

Dobló un poco más su cintura y ahora podía ver claramente la polla de Javi agarrada por la mano de Sara y como le pajeaba mientras que su cabeza estaba a un lado y a la altura de su polla. Con la otra mano se apoyaba en la cadera de Javi. A Javi se le iban a salir los ojos y cada vez respiraba más profundamente, se iba a correr.

Entonces Sara giró su cabeza y vi que le estaba lamiendo la polla como si fuera un helado...

  • Se la voy a chupar – dijo Sara girando la cabeza hacia atrás como pidiéndome permiso.

No le dije nada y lo entendió como un sí.

Recorrió la polla de Javi con la punta de su lengua dejándome ver como lo hacía y cuando llegó a su capullo le dio unos lametones y se lo tragó. Ahí perdí la visión pero supe que se la estaba chupando. La cara de Javi era todo un poema y a los pocos segundos se corrió avisando en voz alta de ello.

  • Me corro...

No lo pude ver pero Sara mantuvo la polla de Javi en la boca y permitió que derramara todo su semen dentro tragándose lo que pudo. Después Javi se apartó a un lado y pude ver su polla brillante con restos de semen y saliva de mi mujer. Sara se giró un poco más a un lado y se apoyo con las manos en la cama.

  • Vamos, dame más fuerte - me dijo Sara - me voy a correr.

Y después de unas embestidas más Sara se corrió aumentando el volumen de sus gemidos de placer...

Nos quedamos unos segundos quietos y en silencio como pensando en lo que había sucedido. Javi se había tumbado boca arriba en la cama y parecía dormido. Sara seguía en la misma posición con mi polla dentro intentando recuperar el aliento.

  • ¿Te has corrido? - Me preguntó

  • No

  • Menos mal, porque quiero que me folles durante toda la noche, esto ha sido una pasada y estoy cachondísima.

Sara se incorporó sacándose mi polla del coño se giró, me agarró la polla y me dio un beso con los restos del semen de Javi todavía en la boca...

  • Joder, sabes a semen - le dije

  • Perdona, no me acordaba - me dijo riéndose

  • ¿No crees que te has pasado un poco? - Le dije

  • Seguro que sí pero no he podido resistirme a hacerlo. Además la culpa es tuya por hacerme andar desnuda por casa.

Javi empezó a roncar, llevaba un pedo considerable y además se acababa de correr. Como estaba tumbado en nuestra cama Sara me dijo que nos fuéramos a su habitación pero antes de irnos hizo una cosa que me dejó perplejo.

Se subió a la cama de y rodillas le agarró la polla ya flácida a Javi y se la chupó durante unos minutos para después bajar a sus pelotas y darle unos lametones también por las ingles.

Se bajó de la cama y me dijo:

  • Casi que no me había dado tiempo a saborearla, como me gusta el olor y el sabor a macho. ¿No querías verme con otro?

Y dicho esto se puso de rodillas e hizo lo mismo conmigo. Se incorporó y agarrándome de la polla me llevó por el pasillo hasta la habitación de Javi mientras me decía…

  • Fóllame en su cama.

Se tumbó, se abrió de piernas y se la clavé de una fuerte embestida.

  • Dame fuerte, vamos, dale fuerte a la puta de tu mujer...

Me tenía desconcertado y muy cachondo, a veces le gustaba que le dijera que era una zorrita o una putita pero ahora estaba como nunca la había visto. No dejaba de decirme que la follara muy fuerte y que sobre todo yo no me corriera.

Se volvió a correr y bajé el ritmo de mis embestidas, entonces empezó a hablarme y a preguntarme que me había parecido lo que había hecho.

Todo esto mientras me la seguía follando a un ritmo más lento.

No sabía muy bien que decirle y era ella la que me hacía preguntas directas.

  • ¿Te excita que vean a tu mujer desnuda? ¿que se la toque y se la chupe a otro tío? ¿te gusta?

Le dije que si varias veces, que me gustaba que fuera tan puta y tan zorra. Esbozó una enorme sonrisa...

Me estaba poniendo malo y ya no podía aguantar mucho más así que le dije que quería mi premio, metérsela por el culo.

Se puso boca abajo y se metió una almohada debajo de las caderas de forma que su culito quedaba un poco elevado. Se llevó las dos manos a sus nalgas y las apartó enseñándome su agujero.

  • Vamos, métemela...

Me puse sobre ella recogí con mi polla algunos jugos de su coño lo que me permitió metérsela con cierta facilidad y se la clavé sin muchas contemplaciones. Sara daba pequeños grititos mezcla de dolor y de placer, hasta que su culito se acomodó a mi polla y empezó a gemir de gusto.

  • Dime que soy una zorra, insúltame mientras me enculas.

Empecé a decirle que era una chupapollas, una zorra, una puta, todo lo que se me ocurría... nunca habíamos llegado a tanto la verdad.

Y no quedó ahí la cosa, me pidió que la tirara del pelo hacia atrás mientras la enculaba y la insultaba. Nos incorporamos un poco y se puso a cuatro patas, en esa postura se la volví a meter por el culo, la volví a tirar del pelo y la seguí insultando. Además le di unos azotes con la otra mano, no se el tiempo que estuvimos así pero Sara se llevó una mano a su coño y se empezó a masturbar. Yo ya no podía más y me corrí dentro de su culo casi a la vez que ella se corría otra vez.

Fue tremendo, la sesión de sexo más excitante y fuerte que habíamos tenido nunca. Quedamos exhaustos los dos tendidos en la cama de Javi al cual por cierto ya le oíamos hasta roncar.

No sé qué hora era pero debía ser muy tarde. Así que nos quedamos tumbados en la cama, agarrados mientras Sara me acariciaba la polla y los huevos. Estuvimos comentando la sesión de sexo, lo fuerte e inesperado que había sido y hablamos sobre lo que iba a pasar al día siguiente cuando nos levantáramos y nos viéramos las caras con Javi. Los dos nos echamos a reír y con lo cansados que estábamos decidimos relajarnos y dormirnos.

Cuando me desperté Sara seguía a mi lado dormida. Entre que era verano, el calor que hacía y el cansancio de estar toda la noche follando nos olvidamos de cerrar la puerta. Me levanté de la cama y fui a tapar a Sara con una sábana cuando oí a Javi:

  • No hace falta que la tapes, ayer ya la vi desnuda y así está muy bonita, está preciosa... Vaya pedazo de mujer que tienes y vaya mamada me hizo anoche.

Allí estaba Javi, de pie apoyado en el marco de la puerta, totalmente desnudo y meneándose la polla mirando a Sara desnuda sobre la cama.

  • Tío, no te pases - le dije.

  • ¿Que no me pase? Os invito a mi casa y en cuanto me descuido vais andando en pelotas por todos lados... menos mal que me invitasteis a la fiesta y tu mujer se portó muy bien conmigo porque si no igual hasta me mosqueo con vosotros.

Le iba a contestar cuando Sara se despertó y sin ninguna intención de taparse o algo parecido preguntó desnuda desde la cama:

  • ¿De qué habláis?

  • De lo buena que estás y de lo cachondo que me pones - dijo Javi acercándose a la cama y sentándose en el borde más cercano a donde Sara estaba tumbada.

  • De ese culito que tienes y esas tetas tan ricas que me voy a comer - siguió hablando mientras con una mano acariciaba las piernas de mi mujer.

  • Venga chicos vamos a ducharnos y a desayunar - dije para intentar cortar la situación.

Sara no hacía ni decía nada, seguía tumbaba en la cama recibiendo las caricias de Javi, caricias que iban subiendo de tono porque su mano había pasado de sus piernas a sus muslos y su mano se acercaba peligrosamente a su coñito.

  • Vamos, dejarlo ya - volví a insistir pero ni Sara ni Javi me escuchaban y la polla de Javi se estaba poniendo dura.

Entonces Sara agarró la mano de Javi y la condujo lentamente a su coño.

  • Te dejo pero solo un ratito que mi marido se está mosqueando... - le dijo a Javi para luego mirarme a mí y decirme:

  • Cariño, vamos a dejarle porque se ha portado muy bien con nosotros.

No lo podía creer, ahí estaba mi mujer tumbada en la cama con las piernas abiertas y mi amigo Javi metiéndole mano en el coño. Mi mujer se mordía el labio inferior y alternaba su mirada entre Javi y yo mientras sus caderas empezaban a moverse evidenciando que el trabajo de Javi en su coñito le estaba gustando.

Sara alargó su mano hasta la polla de Javi y la agarró mientras él seguía masturbándola.

  • Que dura la tienes Javi – le dijo Sara.

Sin dejar de masturbarla Javi acercó su boca a una de sus tetas y empezó a chupársela, mientras Sara comenzó a pajear a Javi que ya estaba empalmado, aunque para mi sorpresa no era el único, yo también esta excitado, la imagen de ver a mi mujer desnuda sobre la cama y a mi mejor amigo metiéndola mano me puso a mil y la tenía a tope.

Javi se estaba animando…

  • Joder, que ganas tengo de follarte…

Aquello ya eran palabras mayores y Sara hizo uso de sus habilidades para evitar que aquello llegara a un punto de no retorno y le dijo:

  • Déjame que te la chupe que anoche me quede con ganas de tenerla en la boca más tiempo…

Javi aceptó y siguiendo las instrucciones de Sara se tumbó en la cama boca arriba y ella se puso de rodillas entre sus piernas y se la empezó a chupar. La imagen era tremenda, ver a mi mujer tragarse otra polla, recorrerla con su lengua, bajar hasta sus pelotas y chupárselas mientras se la meneaba con una mano… Javi estaba en la gloria y no paraba de decir lo bien que la chupaba mi mujer y lo buena que estaba.

Yo seguí empalmado mirando la escena atónito, Sara me miró con la polla dentro de su boca, se la sacó y me dijo:

  • Cariño, no te quedes ahí solo, ven y fóllame mientras se la chupo a tu amigo.

No sé que me excitaba más, si lo que estaba viendo o la manera en que Sara manejaba la situación, parecía que lo hubiera estado haciendo toda la vida, estar con dos tíos, hacer un trío, no lo podía creer.

Me puse detrás de ella y se la clavé, estaba muy mojada síntoma de que estaba excitadísima y empezó a gemir mientras aumentaba el ritmo de la mamada a Javi. Veía su cabeza subir y bajar y la cara de placer que ponía Javi. Subí el ritmo y la di con todo lo que tenía, duro y rápido. Mi mujer seguía chupando y por la cara de Javi supe estaba a punto de correrse.

El muy cabrón no avisó y se corrió en la boca de mujer por segunda vez en pocas horas. Mientras se corría agarró la cabeza de Sara impidiendo que ella se incorporara, así que si Sara no tenía intención de que Javi se corriera en su boca poco pudo hacer por evitarlo.

Sara me pidió que bajara el ritmo y también le pidió a Javi un poco de intimidad.

  • Javi, deja que mi marido me folle un ratito más en la cama, ¿vale?

Javi se levantó y salió de la habitación para darse una ducha mientras Sara se tumbó boca arriba y me pidió que me la follara. Se la volví a meter y empezó a hablar mientras me la follaba muy despacio…

  • No sabes lo cachonda que me pone tu amigo, me trata como a una puta, solo busca su placer sin preocuparse por el mío…

  • ¿Y eso te excita? – le pregunté

  • Sí, me vuelve loca, sobre todo porque tú estás delante y eso me pone muy cachonda. Estar desnuda y que me toque otro hombre delante de ti me pone mucho… además casi me folla, si no le haga la mamada me la hubiera clavado…

Se hizo un silencio, mientras me la seguía follando y le pregunté:

  • ¿Te hubiera gustado que te follara?

Esbozó una sonrisa…

  • No lo sé, creo que sí, ¿y a ti?

  • Pero que puta eres –le dije- te hubieras dejado follar por mi amigo delante de mi…

  • Ya sabes que me gusta ser tu puta…

La seguía follando muy lentamente…

  • Acelera que quiero correrme – me dijo y obedecí.

Aceleré el ritmo y nos corrimos los dos casi a la vez. Nos quedamos unos segundos en la cama y nos fuimos para ducharnos y desayunar.

Cuando pasamos delante del baño vimos que Javi se estaba duchando y no tenía la puerta cerrada, total, para qué, si ya todos nos habíamos visto desnudos y mi mujer se la había chupado dos veces.

Nosotros nos metimos en el otro baño y nos duchamos juntos. Nos volvimos a acariciar, a tocar, a enjabonarnos y a jugar con nuestros dedos y manos en nuestros sexos.

En eso estábamos cuando Javi corrió la cortina.

  • ¿Otra vez estáis liados? No paráis… bueno voy a preparar el desayuno y por cierto, la nueva norma en esta casa es que todos tenemos que ir desnudos. ¿De acuerdo?

Después de decir eso se fue y nosotros dejamos de jugar. Terminamos la ducha y yo me fui al salón a desayunar mientras Sara me dijo que ahora iba…

Javi ya había preparado el desayuno y estaba sentado viendo la tele en pelotas, al igual que yo. A los pocos segundos entró Sara, se había puesto una camiseta de tirantes transparente, que permitía ver sus tetas perfectamente, un tanga y unos zapatos de tacón.

Entró, giró sobre si misma para que la viéramos bien y le dijo a Javi:

  • Javi, ¿te parece bien así? Es que totalmente desnuda me siento un poco incómoda.

Estaba espectacular, los tacones realzaban sus piernas y su culito con el tanga todavía lucía más excitante. Además la transparencia de la blusa hacía que el conjunto fuera muy erótico.

  • No me cansaré de decirte lo buena que está tu mujer – me dijo Javi.

Desayunamos mientras Javi no quitaba los ojos de encima a las tetas de Sara mientras que yo alternaba mi mirada entra ellos porque estaba muy interesado en ver sus reacciones y sus miradas cómplices.

Javi hizo un par de chistes sobre si Sara quería el café con leche o ya había tomado bastante leche por hoy. Nos reímos todos y parecía que llevábamos años viéndonos desnudos y follando.

Mis sensaciones era extrañas, por un lado estaba muy excitado ya que siempre había tenido la fantasía de hacer un trío y ver a Sara con otro hombre pero ese hombre en mis fantasías siempre era un desconocido, no mi mejor amigo.

Terminamos de desayunar y todavía nos quedaba tiempo antes de irnos a tomar el aperitivo. Sara tomó las riendas de la situación.

  • Chichos, algo tendremos que hacer hasta que nos vayamos a tomar el aperitivo, quiero que os sentéis en el sofá y que me dejéis hueco en el medio.

Nos sentamos con nuestras pollas ya morcillonas y Sara se puso de rodillas entre los dos, agarró una polla con cada mano y las empezó a menear, a jugar con ellas, nos bajaba la piel dejando el capullo totalmente al descubierto, nos masturbaba un rato para luego pasar a acariciarnos los huevos y así durante un buen rato. Nos prohibió que la tocáramos, ahora ella quería disfrutar de sus dos pollas mientras alternaba la mirada entre la polla de Javi y la mía.

No nos costó mucho volver a empalmarnos y Sara nos masturbó durante un buen rato a un ritmo medio... no buscaba que nos corriéramos, quería sentir esas dos pollas en sus manos y jugar con ellas, disfrutar del momento.

Después se puso de rodillas entre las piernas de Javi y se la empezó a chupar a la vez que me pidió a mí que me tumbara en el suelo boca arriba para comerle el coño. Metí su cabeza entre sus piernas y se lo empecé a comer mientras Sara le dijo a Javi que me dijera en voz alta lo bien que se la estaba chupando… también le dijo que esta vez no se podía correr.

Javi empezó a contarme lo que Sara le hacía, como se la chupaba mientras con una mano le pajeaba y con la otra le tocaba los huevos y como después subía las dos manos para pellizcarle los pezones mientras seguía chupándosela.

Después de aquello Sara nos pidió que literalmente le folláramos la boca. Se puso de rodillas en mitad del salón con las manos en la espalda.

  • Siempre he querido que me hagan esto, vamos, folladme la boca pero no quiero que os corráis. Cuando os vayáis a correr me la sacáis de la boca y que me la folle el otro.

Javi no preguntó y se abalanzó sobre ella. La agarró la cabeza con las dos manos y le metió la polla en la boca sin contemplaciones. La cara de Sara era todo un poema, se empezó a poner colorada mientras Javi se la follaba de forma brusca y alocada. Le metía casi la polla por completo en la boca y se escuchaban cierto ruidos guturales de la garganta de Sara. No hizo nada por evitar que Javi la usara de esa forma tan ruda, seguía con las manos atrás aguantando sus embestidas.

  • Tío, dale tu un rato que no me quiero correr – me dijo Javi

Cuando le sacó la polla de la boca a Sara pudimos oír su respiración agitada y como cogía aire durante unos segundos. Le di un poco de tiempo para recuperarse pero ella la que me hizo un gesto para que me acercara…

  • Vamos, dame fuerte, como tu amigo.

Le metí la polla en la boca y Sara volvió a poner la manos en la espalda. Hice lo mismo que Javi, la cogí la cabeza con las dos manos y me la empecé a follar pero no tan bruscamente como él…

Javi me apartó de un empujón a la vez que me decía que él si sabía lo que Sara necesitaba y se lo iba a dar…

Se la volvió a meter en la boca bruscamente y empezó otra vez a follársela pero esta vez lo acompañó de insultos y obscenidades… la estaba llamando de todo: chupapollas, zorra, puta, calienta pollas…

La cara de Sara está más colorada aún pero no hacía nada por evitar aquello, hasta que Javi se empezó a correr otra vez en su boca, lo supe por sus gemidos y sus movimientos que no dejaban lugar a dudas que estaba descargando su leche en el boca de Sara.

Se lo tragó todo como pudo y me dijo:

  • Ahora te toca a ti cariño, quiero mi ración de leche diaria…

Se la metí en la boca donde todavía debían quedar restos del semen de Javi y empecé a darle. Javi aprovechó que Sara estaba así de indefensa para meterle mano por todos lados. Supongo que le debió de magrear todo el cuerpo y más tarde Sara me contó que le había metido un par de dedos en el coño y otro en el culo mientras yo me la estaba follando por la boca.

No tardé mucho en correrme y Sara también se lo tragó todo.

  • Me habéis desencajado la mandíbula cabrones , pero me ha encantado…

Nos decía esto riendo mientras nos sentábamos de nuevo en el sofá con ella en medio, no dejaba de acariciar nuestras pollas con sus manos y no dejaba de decirnos lo mucho que le había gustado.

Cuando recuperamos las fuerzas ya era hora de irnos a tomar el aperitivo. Así que después de que Sara se diera otra ducha para eliminar los restos de semen de su cara y su cuerpo nos fuimos.

Sara se puso una faldita muy corta y un top y el cabrón de Javi le fue metiendo mano desde que salimos de casa hasta que llegamos al bar donde habíamos quedado con más amigos.

En el ascensor no se cortó un pelo y le metió mano delante de mí y en el coche ellos se sentaron delante y me dejaron atrás para ver como una mano de Javi se apoyaba en el muslo de Sara y más tarde desaparecía entre sus piernas.

Cuando llegamos al bar Sara me confesó al oído que estaba muy cachonda por las cosas que le hacía Javi y más aún porque se las hacía delante de mí y yo le dejaba.

Nos tomamos el aperitivo durante un buen rato y al menos ahí Javi se cortó bastante pero cuando volvimos a casa todo se desmadró otra vez.

Dejamos el coche en el garaje y Javi cada vez se pasaba más con Sara, le bajaba el top y le dejaba las tetas fuera en el garaje y en el ascensor mientras Sara se lo subía otra vez aunque a ella no parecía importarle mucho aquel juego. Por mi parte quería saber hasta dónde íbamos a llegar otra vez…

Al llegar a casa Javi fue al baño y Sara me dijo que era mejor que nos fuéramos porque no sabía cómo podía acabar aquello, así que recogimos y le dijimos a Javi que nos volvíamos a casa.

Se quedo un poco desilusionado y supongo que defraudado porque esperaba otra sesión de sexo con Sara.

Bajamos al garaje y todo ocurrió muy rápido. Javi y yo nos dimos la mano y me subí al coche. Entonces Javi se fue donde estaba Sara y le dio un beso en la boca para despedirse a la vez que sus manos se agarraron a su precioso culito por debajo de la faldita corta que llevaba. Le dio un buen morreo y desde dentro del coche pude ver como sus manos le subían la falda a Sara agarrándola ambos cachetes de su precioso culito. La giró contra el coche y Sara apoyó sus manos contra la puerta del copiloto, la ventanilla estaba bajada y lo pude oír todo.

En voz baja Sara dijo un “no” sin mucha convicción porque Javi se puso detrás de ella, la bajó el tanga hasta la mitad de sus muslos, se sacó la polla del pantalón y se la clavó en esa posición.

  • Me…está…follando…

Me dijo Sara mirándome a los ojos con las voz entrecortada entre los gemidos y los empujones que le estaba dando Javi.

No lo podía creer Javi se estaba follando a mi mujer delante de mí en el garaje mientras yo estaba sentado en el coche. Veía como Javi le estaba dando duro y como le decía las ganas que tenía de follársela. La estaba dando con todo. Sara gemía cada vez más fuerte, de vez en cuando nos cruzábamos la mirada y Javi no perdía ocasión de sobarla por todos lados, le sacó las tetas del top, veía como le pellizcaba los pezones, recorría todo su cuerpo con sus manos, la agarraba de los hombros, la tiraba del pelo, la insultaba y además le decía lo buena que estaba. En unos pocos minutos los movimientos de Javi se aceleraron y la imagen de ver a mi mujercita apoyada en el coche siendo follada por el animal de mi mejor amigo hizo que tuviera otra erección. Javi se corrió después de darle a mi mujer unos cuantos azotes en el culo y de soltarle otro buen puñado de insultos.

Se separó de ella y pude ver su polla brillante de su corrida y el resto de flujos de Sara. Sara se quedó apoyada en el coche recuperándose pero Javi la agarró del pelo y le hizo ponerse de rodillas.

  • Déjala bien limpia

Fue lo único que tuvo que decir y Sara empezó a chupársela para dejársela bien limpia y reluciente.

Sara se levantó, se recompuso la ropa como pudo, se subió el tanga que lo tenía a la altura de las rodillas, se bajó la falda y se volvió a cubrir sus tetas con el top. Javi se metió de nuevo la polla dentro del pantalón se acercó a Sara y le dio un beso de despedida en la boca.

  • Me ha encantado follarte, preciosa… Tío, vaya mujer tienes – fue lo último que le oí decir mientras se asomaba por la ventanilla.

Arranqué el coche y salimos del garaje, íbamos callados. Sara seguía con la respiración agitada y la mirada perdida. Por mi cabeza pasaban mil cosas pero la imagen de Javi follándose a mi mujer estaba fija.

  • Para donde puedas… necesito que me folles. –me dijo nada más salir a la carretera

Busqué un sitio donde nos pudiéramos esconder de las miradas de la carretera y encontré un paraje donde había unas piedras y unos árboles. Nos bajamos y nos fuimos detrás de las piedras.

Sara se subió la faldita y se bajó el tanga…

  • Vamos, cabrón, cómete los restos de la corrida de tu amigo Javi en mi coño

Me hizo comerle el coño y saborear el semen de mi amigo mezclado con sus flujos. No tardó en correrse mientras me agarraba del pelo.

  • Ahora fóllame

La giré, la apoyé con las piedras y se la clavé de un fuerte empujón. Me la empecé a follar dándole todo lo duro y rápido que podía. No tardó mucho en correrse y cuando lo hizo se separó de mí y me dijo que no me dejaba correrme que cuando llegáramos a casa me la tenía que volver a follar otra vez, que estaba excitadísima por lo que acababa de ocurrir. Me la dejó bien limpia con la boca y me la guardó otra vez dentro del pantalón.

Por el camino se fue tocando el coño y creo que se debió correr alguna vez más en silencio...

Las imágenes del fin de semana no se borraban de mi mente y al llegar a casa no dijimos nada. Simplemente abrimos la puerta y nos fundimos en un apasionado beso mientras nos desnudábamos camino de la habitación. Nos tumbamos en la cama ya desnudos y se abrió de piernas para que me la follara de nuevo.

Estuvimos follando toda la noche, a veces como salvajes y a veces a un ritmo mucho más lento mientras nos contábamos uno al otro las cosas que más nos habían excitado. Especialmente Sara me contó lo excitada que estaba al sentirse usada por otro hombre que además era mi amigo. No se la cantidad de veces que pude saborear su coño pero pocas veces la había visto tan excitada y tan mojada.

Finalmente caímos didos por el cansancio y nos dormimos abrazados.

Fin del capítulo 1