Mi amigo italiano karlo...

Esta es una historia interesante que tiene que ver con mis inquietudes y mi sensualidad, en definitiva no hubiera dejar pasar por nada una oportunidad como esta por encima de lo que fuera, espero les agrade

KARLO, MI AMIGO ITALIANO…

Recuerdo que esto sucedió cerca de mis treinta, después de cinco años de casada y de compartir cualquier espacio  y tiempo con mi pareja para tener relaciones, la empresa donde prestaba sus servicios lo envió de comisión a Veracruz donde tenia trabajo de lunes a sábado llegando por la tarde del mismo día y retornándose los lunes por la madrugada  al Puerto Veracruzano, por lo que esos fines de semana en casa eran verdaderos encerrones de sexo para compensar los días que no nos veíamos disfrutándonos plenamente como desde hacia tiempo.

Así pasamos meses y mientras entre semana me salía a trabajar por mi cuenta parte del día hasta entrada la tarde, después me llegaba a casa y entraba en una monotonía que me ponía muy inquieta y aburrida, extrañaba mis tardes con mi pareja y las noches súper calidas con el, en cambio tenia una casa vacía y una cama fría, extrañaba a mi marido.

Luego de un tiempo hable con unas amigas quienes se ofrecieron a invitarme a reuniones de café en restaurantes y en sus casas, jugando cartas con sus amistades, ahí conocí al amigo italiano: Karlo, un tipo de unos 35 años, alto, fornido sin exagerar, de facciones afinadas varoniles y simpático, estaba de paso en México por cuestiones de trabajo y vivía solo en un apartamento del mismo fraccionamiento que yo, lo cual nos hizo coincidir en algunas charlas.

En las reuniones con mis amigas se hicieron frecuentes los encuentros con Karlo al que en principio no prestaba atención muy a pesar de ser un tipo guapo al que muchas de nosotras consolarían a la menor insinuación de parte de el, pero no era mi caso o al menos hasta esos días, simplemente era charla, juego de cartas, tomar café y nada mas.

En una de esas reuniones toco en casa de una amiguita que vivía retirado de mi casa así que anticipe salirme temprano y estar en casa a buena hora pero la charada se alargo y cuando me di cuenta ya pasaban de las diez por lo que apure a mi amiga a pedir un taxi, sin embargo, Karlo se ofreció a llevarme a fin de cuentas llevábamos el mismo rumbo y no tuve objeción en aceptar su invitación abordando su auto con rumbo a casa.

Por el camino me hizo la charla misma que le correspondí con amabilidad, el tipo era agradable y de cierta forma me gustaba, unos minutos después pasamos por un antro invitándome una copa de vino que por un minuto dude en aceptar pero resolví acompañarle aún era temprano y estaba segura no tardaríamos. Nos llegamos al lugar y ordeno una botella de vino tinto con dos copas centrando la platica en Italia, su gente, sus costumbres y lugares al tiempo que yo le comentaba lo mismo de mi país, luego siguieron las bromas y las frases de coqueteo en doble sentido que en principio me sonrojaban pero decidí darle por su lado, al final nos retiramos y me llevo a casa agradeciéndole la velada despidiéndonos de beso oportunidad que aprovecho para dármelo tan próximo a mis labios que la sorpresa me dejo atónita y solo me despedí con prisa.

Llegue a casa inquieta, con sentimiento de culpa por salir con un hombre diferente a mi marido pero contenta, la tarde en la reunión fue divertida y la velada interesante, me había dado en que pensar, cambie mi ropa y me fui a dormir sin dejar de pensar en el tipo al que repasaba en cada una de sus formas y detalles desvelándome un buen rato hasta quedarme completamente dormida.

Al otro día mi vida siguió como de costumbre, temprano tome una ducha, me aliste y salí a trabajar, recuerdo que me tocaba ir al banco y justo al salir lo encuentro por casualidad, andaba por el rumbo del centro haciendo algunos tramites, nos saludamos ante la sorpresa y según su costumbre con su beso pegado a los labios sonrojándome por completo pero con disimulo, me tenia tomada de la mano que esperaba me soltara pues me ponía súper nerviosa de que alguien conocido nos viera y sin dejar de hablar concluyo con invitarme un café que no pude rechazar llevándolo al lugar muy concurrido pues siempre he pensado que si quieres ocultar algo hazlo a la vista de todos, además ni siquiera se trataba de un amigo solo era un conocido y nada mas.

Las reuniones siguieron al igual que mis encuentros con mi pareja los fines de semana, me sentía en mis mejores momentos en la cama, disfrutaba de los juegos eróticos y del sexo con mi marido casi no comíamos permaneciendo en casa desnudos con relaciones insaciables hasta quedarme con su aroma y su sabor de hombre, mientras que en las reuniones la rutina era la misma salvo por los coqueteos e insinuaciones sutiles de Karlo que a esas alturas me tenían muy inquieta y trataba por todos los medios de evitarlo negándome a salir con el y conduciendo mi propio auto para evitar cortesías.

No niego que el tipo me gustaba e incluso era mi musa mientras me masturbaba en la bañera o en mi cama en esas noches largas pero ese era mi secreto y no me quería involucrar  y menos terminar en la cama con el, pero sucedió que un día de reunión celebramos el cumpleaños de una amiga así que en lugar de café se hizo la fiesta con tragos y baile donde la pareja solitaria éramos Karlo y yo acompañándonos con algunas copas y bailando en ocasiones momentos que aprovechaba para estrecharme contra su cuerpo sujetándome por la cintura, al poco tiempo advertí que bajo su cinturón tenia un gran paquete que recargaba contra mi pubis por encima de nuestras ropas, el tipo estaba excitado y logro excitarme a mi también e irremediablemente moje mi tanga sin hacer nada por evitarlo, sencillamente lo estaba disfrutando. No dejo ir la oportunidad y mientras bailamos e susurro al oído que fuéramos a su departamento y si me decidía ahí me esperaba, luego se despidió y se fue.

Por unos minutos me quede sola, observando como se divertían las parejas, pensando en su propuesta, miraba a todas partes y sentía como me latía mi corazón a mil por hora de nervios y de emoción, no daba crédito a lo que iva a suceder y sin mas resolví despedirme discretamente y lanzarme con rumbo a su casa.

Aborde mi auto y salí con rumbo a su casa pensando con malicia como seria el encuentro llegando al fraccionamiento en cosa de minutos hasta mi casa donde estacione mi coche y por un momento pensé en entrar y cambiarme de ropa pero ya no quise esperar mas me vi coqueta con mi vestidito y empecé a caminar las pocas callecitas que nos separaban un tanto nerviosa pero muy excitada, sabia de que se trataba y estaba resuelta a todo al llegar a la esquina lo vi parado en la puerta de su casa quien al verme fue a mi encuentro para acompañarme tomándome del brazo y caminamos juntos platicando sobre la fiesta y lo aburrido que resulta estar en una reunión mientras uno piensa en otra cosa.

Ya en su casa me senté en un sillón mientras preparo unas bebidas, a mi me ofreció un licor italiano de limón delicioso aunque un poco fuerte mientras el se sirvió un tequila, puso música y charlamos bromeando unos minutos recordando pasajes de la reunión al tiempo que con una melodía me invito a bailar en medio de su sala muy al estilo italiano con sus manos en mi cintura y mis brazos sobre su pecho tratando de conservar una distancia prudente entre el y yo para no verme tan obvia a pesar de estar derretida, bailamos y charlamos con espacios entre melodía y melodía tomando dos o tres tragos de ese licor exquisito y su tequila.

En una de esas volvimos a bailar y sin mas rodeo mi cintura con sus manos estrechándome contra su cuerpo y yo cruce mis brazos tras su cuello susurrándome en mi oído lo mucho que le gustaba con besos sutiles en la mejilla y en el cuello me tenia rendida,  mi pubis palpitante estaba justo en contacto con su miembro erecto como una roca que a pesar de la ropa de ambos pulsaba haciéndose presente y queriendo salir de su jaula…cuando me di cuenta los besos llegaron a mis labios que correspondí como colegiala con una intensidad tremenda y sus manos levantaron mi vestido hasta la cintura retiro la tanga acariciando mis nalgas desde atrás y con sus dedos recorría toda mi intimidad suavemente desde mi clítoris y mi vulva húmeda de placer, al tiempo que yo desabroche su cinturón y bragueta metiendo mi mano en su trusa para tocar esa roca palpitante que tenía entre las piernas.

Mientras besaba su pecho descubierto y acariciaba su miembro introdujo sus dedos en mi sexo estimulándome suavemente pero con energía y profundidad tanto que hizo que me empezaran las contracciones propias de los orgasmos, me quito el vestido y el sostén de mis pechos sentándome en un sillón, se puso de rodillas y levantando mis piernas hundió su rostro en mi grupa jugueteando con su lengua en mi clítoris, succionando mis fluidos y metiendo su lengua dentro de mi vagina logrando que en segundos me estremeciera de placer fluyendo a mares sintiendo su respiración agitada caliente sobre mi sexo.

Se incorporó, se quito toda su ropa quedando en trusa y regrese a sentarme, en esos momentos tome la iniciativa y yo misma de quitársela y wau… ¡Mare Santa…¡ tenía un vergòn enorme largo y grueso que sin pensar me lo lleve a la boca…en esos momentos yo era totalmente suya y el me pertenecía.

Empecé a mamarle el pene mientras él me sujetaba del cabello con ambas manos jalándome hacia el como queriendo meter todo su miembro en mi cavidad bucal pero era imposible apenas me entraba la punta y un poco más, sentía que me ahogaba extasiada y continuaba buscando le agradara se lo merecía y yo también, luego me cargo en sus brazos y me llevo a su cama donde después de fajonear abrió mis piernas y coloco su miembro en la entrada de mi vagina…suavemente me fue penetrando sintiendo que me partiría en dos, era un dolor intenso lleno de placer, así empezó a follar en principio con suavidad y luego muy intenso arremetiendo contra mi cuerpo arrastrándome  y revolcándome sobre la cama, ambos estábamos empapados de sudor y nuestros cuerpos ardían de placer,  fue tan intenso que yo tenía las piernas abiertas gritando y el apretaba sus mandíbulas cuando sentí como inundaba mi vagina con su esperma, eran chorros que se unieron a mis fluidos, al tiempo que se dejó caer sobre de mi abrazándonos con ternura…

Instantes después aún con su miembro dentro de mi acariciaba su espalda y besaba sus mejillas y sus labios esperando se relajara, minutos después nos levantamos de la cama y fuimos a la sala, sirvió un par de tragos y los bebimos sentados cada quien en un sillón desnudos comentando el evento…no tardando mucho se acercó al lugar donde estaba yo  acariciando mis senos y mis piernas en tanto yo tome con mis manos su miembro con caricias suaves y masajes en sus testículos mientras me decía que era muy cálida y fogosa y que eso le encantaba de mí, yo entonces no sabía que decir, estaba sorprendida del tamaño de su verga que ya había regresado a su punto y sin perder el tiempo me incline hacia ella y  volví a besar y mamar mientras me acariciaba las nalgas y metía sus dedos en mi vagina.

Se recostó en el sillón y me senté primero sobre su rostro frotándome contra su boca mientras me lamia desde el clítoris hasta el culo, luego me di vuelta y seguí montada pero me fui directo a su pene y sus testículos…ambos nos lamiamos nuestro sexo, mi calor corporal era increíble…estaba bañada en sudor y me monte en su pene cabalgando hasta donde más pude por su inmensidad, luego me puso en cuatro de rodillas y manos sobre la cama, se colocó detrás de mí y me penetro como jinete de charrería, envistiéndome  y dándome nalgadas que fueron subiendo de intensidad haciendo que el dolor me provocara espasmos vaginales y orgasmos continuos al tiempo que me jalaba del cabello, me nalgueaba y me gritaba: ¡mueve mi putita…¡, ¡cómetela toda…¡, ¡dame más de ti…¡

Nos  fuimos girando y esta vez quede montada de frente a él tomándome de las nalgas me subía y bajaba limando su verga sin dejar de golpear con sus palmas mis glúteos, estábamos sudando de éxtasis y gritaba como loco: ¡tomate mi leche…¡ tómala ya…¡, me hice a un lado y metí su miembro en mi boca cuando exploto como verdadero semental, una leche tibia, espesa y muy abundante tanto que me salpico en las mejillas pero toda la lleve a mi boca y en besos con él se la compartí hasta tragármela toda.

No tenía idea de la hora que era, pero me sentía bien y por unos minutos nos recostamos juntos relajándonos, creí que ya habíamos terminado y sin más ofreció una copa más que cambie por un café, con el ejercicio el licor solo me relajo sin emborracharme ni el tampoco, así anduvimos desnudos por su casa, mostrándome sus cosas y proyectos de trabajo, se sentó en la silla de su escritorio y saco algunas fotos mientras yo me acomode en sus piernas para verlas jugueteando con su pene flácido pero de buen tamaño y no es que yo sea una santa pero en mi vida me había tocado algo así.

En el sillón del escritorio su miembro volvió a tomar forma y yo no sé cómo me le monte cabalgando nuevamente, me recostó en el escritorio y me follo por largo rato, primero de frente con las piernas al aire y abiertas, luego por detrás recostada a medio cuerpo en la misma mesa…me tiro a la alfombra y montada sobre de el cabalgaba como loca…excitada por las nalgadas me abandone y me deje llevar, cuando me di cuenta acariciaba mi culo con sus dedos y de repente metió uno de ellos en mi orificio virgen hasta entonces…vaya griterío el mío, con su vergon dentro de mi vagina y su dedo en mi ano creí volverme loca.

La follada no paraba y ya me sentía agotada, había tenido mil orgasmos esa noche en posiciones diferentes, entonces apuro la faena y empezó a deslecharse otra vez dentro de mi vagina y terminar con la tarea. Después nos incorporamos, vi el reloj y apure a vestirme dejando mi tanga como un recuerdo que el mismo me pidió, eran casi las seis de la mañana, él también se vistió y nos despedimos desde dentro de su casa con besos tan cálidos que se antojaban para seguir pero había que retirarse cada quien a lo suyo, salimos y me acompaño hasta muy cerca de mi casa.

Llegando a casa me sentía agotada pero muy satisfecha, mis piernas me temblaban, mis labios vaginales estaban hinchados, mis nalgas me ardían y en el espejo pude ver que las tenía rojas de los manazos…me revise el cuello, los senos y el vientre esperando no tener chupetones que afortunadamente no quedaron marcados, me recosté desnuda en mi cama tratando de dormitar un poco y a eso de las siete llamo mi marido por teléfono como de costumbre.

Hablamos del día anterior y le dije que había sido de mucho trabajo, tanto que tan pronto llegue a casa me quede dormida pero el nuevo día sería diferente, un poco más relajado y podría incluso quedarme en casa, no dijo más al respecto y me felicito por buscar actividades que me tuvieran ocupada en tanto que ya preparaba su retorno definitivo a Puebla, lo cual me dio muchísimo gusto, después colgamos y me quede dormida hasta las once de la mañana, toda vía con el aroma y el sabor del italiano en mi boca y mi vagina me tome desinflamantes y empecé a pensar en cómo entrar a la cama con mi pareja con la vulva inflamada y las nalgas rojas…regrese a mi cama y dormí hasta entrada la tarde, cuando desperté recodaba cada detalle de esa nochecita y a pesar de mis molestias había disfrutado como nunca, me prepare algo de comer y regrese a la cama hasta otro día.