Mi amigo francés y un nuevo actor porno
El anuncio de la visita de un amigo se convierte en el relato de una aventura muy especial.
Aquel día recibí un correo de una dirección desconocida. Me sorprendió por estar escrito en francés. Hacía mucho tiempo que no me llegaba un correo en ese idioma, cuando regresé de París me seguían llegando pero poco a poco fueron disminuyendo hasta quedar unos cuantos fruto de la publicidad de Amazon o Ebay.
Querido Alfonso:
Voy a pasar unos días en tu maravillosa ciudad. Llegaré en el TGV(AVE) a las cuatro de la tarde de mañana, me hospedaré en el Hotel Excelsior. Espero me enseñes las maravillas de la ciudad y sobre todo la noche y el sexo. Un abrazo especial.
Jean Paul Beltran.
Jean Paul fue un aventura parisiense de lo más loco y salvaje que experimenté en la ciudad de la luz. El me enseñó todos los garitos más chic de ambiente y me presentó un montón de gente. Fue un anfitrión de primera. Hasta entonces no conocía nada de nada del ambiente de París del cual quedé prendado. Fue quien me llevó a la mejor orgía que hasta entonces había ido. Era un tipo divertido y ameno. Pero no podía seguirle el ritmo, me agotaba, quedaba exahusto cada vez que me acercaba a él. Pero yo le gustaba y me arrastraba sin remedio a la perdición.
Recuerdo ahora cuando Jean Paul y yo participamos en una película porno de su amigo Jean Daniel. Este estaba obsesionado por el sexo y con las películas respiraba se alimentaba. Normalmente sus actores eran jóvenes de veintitantos años pero quería hacer una peli con gente un poco más mayor, más bien treintaañeros. En un pub de Montparnase nos propuso hacerla y no se cómo pero acepté.
Nos fuimos a rodar a Marruecos en otoño. Le encantaba a Jean Daniel aquellos paisajes, las ciudades, sus recobecos, sus gentes y sus hombres... Durante el viaje conocimos a otros actores que participarían también en la película. Jean Daniel nos dio el “Guión” para que conociéramos el argumento ya que siempre le gustaba que hubiera una historia de por medio. Las escenas en las que participábamos estaban descritas con bastante detalle. Figuraban los que participaban y lo que harían de principio a fin de la escena.
El avión aterrizó en el Aeropuerto de Marrakech, recogimos las maletas de la cinta y nos montamos en el autocar que nos llevaría al hotel. Nos instalamos en la habitación y Jean Paul y yo y al cabo de un rato fuimos a cenar. En el comedor estaba toda la comitiva actores, técnicos, director y productores. Había algunas mujeres entre los técnicos y el personal administrativo. En aquella época no se hacían las películas porno como los vídeos de hoy en día, con una cámara y un operador, había una producción detrás que hacía que el producto tuviera una mayor calidad. Comimos una suculenta cena de estilo local, charlamos y nos conocimos un poco. Éramos nueve actores cuatro más mayores y cinco más jovencitos. Por lo que contaron era curioso que los jóvenes tenían más experiencia en el cine porno que los más mayores. Jean Paul y yo no teníamos ninguna y creo que los otros tampoco tenían mucha más. Pero cómo decía Jean Daniel -Vosotros tan sólo haced lo que yo os diga y dejaros llevar. En el porno gay hay que dar todo, aquí fingir no se puede nunca.
Al día siguiente empezábamos ya el rodaje, Jean Daniel nos había citado a los actores que participabamos en ella y teníamos que intrepretar la escena. Cerraron una parte del hotel en concreto unos almacenes del semisótano. La escena era la siguiente: Allain, Christoff y Cedric estaban trabajando, hacía calor y en el descanso se quedaban con poca ropa. Yo era el jefe, serio, muy estricto pero bueno. En ese momento les estaba espiando y les empecé a ver en actitud muy extraña ya que parecían rozarse con intención manifiesta de hacer algo más que felicitarse. Esos roces pasaron a caricias y a continuación las caricias pasaron a besos y chupeteos por todo el cuerpo. Hasta llegar a las felaciones más lujuriosas y lascivas entre dos hombres. La cámara principal estaba centrada en ellos, aunque a veces al fondo me tomaba a mí de lejos mientras veía el espectáculo. Otra cámara me rodaba sacándome la polla y relamiéndome del gusto al ver la escena. Estando yo completamente desnudo y masturbándome viendo la escenita de mis empleados, se oye un estruendo en dirección a mi posición. Yo no me había dado cuenta de que un palet con cajas que justo estaba a mi lado al apoyarme había caido entero y me había dejado al descubierto, viéndome mis empleados completamente desnudo y masturbándome delante de ellos. Todos quedamos tan sorprendidos y avergonzados de nuestra conducta, unos por hacer sexo homosexual en un descanso del trabajo y yo por disfrutar con ello.
La escena se realizó como indicaba el guión y Jean Daniel quedó contento aunque a dos chicos les dijo que repitiesen la penetración para hacer un primer plano y otro más general. Todos mirábamos cómo lo hacían y yo de verles me puse otra vez berraco total. Después Jean Daniel quiso hacerme unos planos más mientras me masturbaba y mientras veía con deseo a mis empleados. Me agarre el rabo y lo masajeé arriba y abajo hasta ponerme aquello como un palo estuvo filmándome también el culo y la verga bien tiesa. Los demás observaban mi desnudez y mi masturbación, así me puse todavía más caliente... -Basta ya, OK, perfecto, cést suffisant dijo Jean Daniel -no te corras, ni te toques para la escena tuya de esta tarde quiero que te corras a tope, Vale Alfons? Date una ducha fría o un baño en la piscina- Dijo el director.
En la siguiente escena participaba Jean Paul con otros dos actores seniors y un junior. La escena transcurría en una lujosa sala de reuniones. Allí había tres directivos reunidos y un secretario jovencito que entra y sale de la sala trayendo y llevando dossieres, papeles, bebidas etc. Nos habíamos trasladado todos a la azotea donde estaba la sala y una gran terraza con piscina, para ver el rodaje.
La escena transcurría de la siguiente manera El chico entra y sale, los otros en un determinado momento se miran y cuando vuelve a entrar el chico le abordan, en concreto Jean Paul es el primero que le mete mano y como a el chico parece gustarle pues siguen los demás hasta que le quitan la ropa, le empiezan a meter las pollas por la boca y el culo. Ya tenía preparado el culo él y los demás acabaron chupándose el rabo unos a otros. Jean Daniel daba algunas indicaciones como quien tenía que penetrar a quien y como ponerse para que la cámara captara todo.
Con Jean Daniel no existen actores pasivos y activos con él todos hacemos todo, ponemos el culo y damos por el culo. Se hace lo que él dice y punto y si no ahí tienes la puerta. Al final acabaron haciendo un doble anal entre los tres a Tony, el chico con el que hacían la escena. Al acabar la escena Jean Daniel dijo que se corrieran los tres en el culo y como lo tenía bien abierto le echaron todo el semen ahí, en el agujero. Al incorporarse se le resbalaba el semen por las piernas hasta los pies. Le enfocaba la cámara su culo abierto y la leche fluyendo desde ahí hasta los pies. Cuando acabó la escena el chaval, Tony, se sonreía tenía el ano completamente abierto, le decíamos que nos lo enseñara y él nos lo enseñaba, se reía, le hacíamos bromas y él seguía todavía empalmado y desnudo ya que no se había corrido se preguntaba que tenía que hacer. -Tony ven! Ponte aquí que venga Paco y te folle mientras te corres filmad la escena que la podemos aprovechar para la orgía final. Paco era un gaditano de un metro noventa y cinco con un pollón descomunal. De él decían que era el actual novio de Jean Daniel. Le puso a Tony apoyado en un sillón le cogió por los tobillos y le metió su enorme pollón sin compasión, aún teniendo Tony el ano abierto cuando Paco le penetró pareció que le abría el culo un poco más. Paquito le cogió el rabo y mientras se lo calzaba se lo meneó hasta el final, cuando el chaval se corrió que parecía la fuente de un pueblo, a borbotones y como estábamos muy cerca Paco hizo la broma de apuntarnos a todos con la polla del chico echándonos el semen como si fuera una manguera. Se rieron y nos reimos todos salpicados por el semen de Tony.
Eran las dos de la tarde y el rodaje había terminado por el momento. Teníamos ahora la comida, después descanso o siesta y proseguiríamos con mi segunda escena.
Jean Daniel había hablado conmigo de esta escena lo importante que era para la película y que debía poner todo en la escena para que saliera bien. -Confío en tí Alfonso, tengo ese instinto de saber quien transmite y quien pone todo en la escena. -Espero no defraudarte, pondré todo de mi parte no me quedaré con nada, te lo daré todo. Le dije.
Antes de empezar Jean Daniel nos volvió a reunir. -Esta es la escena clave. Después de haber comprobado que el jefe se ha excitado al ver a los chicos desnudos y follando quieren follar al jefe. Porque es muy guapo y bueno y porque es el jefe y os da mucho morbo. El jefe no es malo, ni malvado, ni perverso, es serio y parece convencional eso es lo que os pone a tope. No se trata de violarle sino de seducirle poco a poco hasta que no pueda resistirse. Le teneis que follar todos correros en él. Lo habeis entendido bien? ¿Alguna pregunta....? -Pues a trabajar.
Primero antes de todo unas señoritas del equipo nos ponían unos enemas para limpiarnos bien por dentro, Jean Daniel no soportaba que hubiera una mota de suciedad. Después nos preparamos el culo con los consoladores de que disponíamos y así dilatarnos el ano para que las penetraciones fueran más rápidas y profundas. Después dos chicas del equipo nos maquillaban el cuerpo, el culo, hasta el ano y por supuesto la verga y los huevos. Entonces era el momento de ponernos la ropa con la que empezábamos en escena ya que el final lógico era que acabara en el suelo. Yo me puse un traje azul marino, camisa azul y corbata granate. Los chicos se pusieron su ropa de trabajo.
La escena transcurría en un almacen más luminoso, realmente era una sala grande decorada para la escena. Parecía un almacén pero más glamuroso. Había un escritorio lleno de papeles donde yo estaba sentado, los cuatro chicos estaban fuera de cuadro. Primero entraban dos a hablar conmigo. Jean Daniel dijo- Acción!!!! y se oyó la claqueta. Yo trabajaba con el ordenador y dos jóvenes trabajadores llegan a mi mesa. -Qué quereis chicos? -Puede venir un momento...? Salimos del entorno del despacho y llegamos a un recodo donde parece haber cajas de material, fardos, mantas y unos colchones. -Mire jefe por ahí atrás parece estar roto ese panel. Yo lo voy a inspeccionar y al rato cuando veo que está todo normal y salgo, veo a los dos chicos desnudos y con sus miembros duros e inhiestos. -Pero qué haceis??? -Jefe sabemos que le gusta, lo vimos el otro día, queríamos darle una sorpresa... -Pero, pero... yo... no... Los dos chicos me acariciaron, me desnudaron y me empezaron a comer la polla y la boca. Cuando llevábamos un rato uno de los chicos hizo una seña y los otros dos acudieron presto. -Pero sois los cuatro... Si, jefe nos gustas y queremos darte esta sorpresa. Me sentía más que desnudo, quería que me vieran todo, que la cámara no se perdiera nada que pudiera transmitir todo lo que estaba gozando. Me metí dos pollas en la boca y las chupé a la vez. Uno de los chicos me puso boca arriba y me penetró rápidamente mientras me follaba tenía una polla en cada mano y otra verga en la boca. Estaba dando todo, como le dije a Jean Daniel, Miraba a la cámara con la mirada más lascivia que podía, mientras tenía una polla en la boca, otra en el culo y una en cada mano que meneaba con soltura. Me sentía muy, muy caliente y me gustaba sentirme tan maricón, creo que eso fue lo que le gustó a Jean Daniel que me dijo -Sigue, sigue así me estás poniendo a mí supercaliente.- Le dije que me hicieran un doble anal y no dejaran de meterme las dos pollas por la boca. Le pareció bien a Jean Daniel y procedimos primero a meterme las dos pollas por el ano y en una posición que la cámara captara las dos vergas en el ano y depues las dos pollas en la boca. Jean Daniel nos dejó hacer, sobre todo a mí que iba de polla en polla metiéndomelas indistintamente por el ano o por la boca. Jean Daniel dio la orden de correrse lo más rápidamente posible en mi cara y boca para que fueran la mayoría de las corridas a la vez. Uno detrás de otro se fueron corriendo en mi cara y boca mientras yo me iba tragando todo el semen que podía. Cuando quedaba uno me corrí yo también mientras me tragaba el semen que me echaba. -Bravo, bravo Alfons, Magnifique!! bravo Genial!!! quedé exahusto y tendido en un colchón mientras descansaba un poco. -Sublime Alfons, sublime... (Continuará)