Mi amigo Clítoris (2)
Ya sabéis dónde está el clítoris y también cómo funciona, os habéis hecho amigos, ahora os toca pervertiros de verdad.
Soy de la opinión que toda mujer debería tener un consolador bajo la almohada. No hay dinero mejor invertido ni pilas más amortizadas. Sin embargo, muchas mujeres se sienten reacias a estos artilugios de placer precisamente por lo que comentaba en la introducción: en su casa sólo puede haber un pene, el de su marido. Que si el hombre podría sentirse herido en su orgullo, que si la convivencia entre dos penes es difícil, que si es una forma de infidelidad... Celos, envidia, odio... ¡¡Mamma mía!! Atención la que lía un simple cilindro de plástico con forma fálica. A ver, nenas ¿de quien es el agujero? ¿Quién va a disfrutar del orgasmo? Pues que le den por c... a las inseguridades machistas. Entre lesbianas, a nadie se le ocurriría ponerse celosa porque a la novia le gusta vibrar por efecto de las pilas, al contrario, se pide permiso para jugar juntas y aleluya.
Si estáis solteras y sin compromiso, felicidades, ya no hay excusas para pasar de largo ante un sexshop. Animaos a entrar o, si os da vergüenza, en Internet hay cientos de sexshop online a los que sólo les interesa vuestra tarjeta de crédito y no emitirán juicio alguno sobre vuestras compras. Os advierto que con los juguetes eróticos pasa lo mismo que con las Nancys o las Barbies: se comienza por lo básico, y acabas coleccionando la cama de la Nancy, el armario de la Nancy, la ropita de la Nancy, el coche de la Nancy... Hay instintos que no se pierden, una vez has dado el paso en el consumismo erótico, no podrás parar, cada año desearás el último modelo de vibrador. Haceros con una bonita caja para ir guardando vuestras futuras adquisiciones en orden y libres de polvo (el polvo de ácaro, para el otro espero que le deis mucho uso).
¿Por dónde empiezo? Hay tantas cosas preciosas que comprar ¿verdad? Por eso voy a regalaros un consejo, que el juguete sea sencillo y funcional. Cumpliendo esos requisitos, luego podéis pedirle que tenga forma de delfín o que brille en la oscuridad (todo eso existe por si pensabais que el comentario iba de cachondeo). Para vuestro estreno como futuras sexshop-adictas, recomiendo un dildo vibrador acuático de tamaño pequeño/mediano (12-15 cm). El tamaño en juguetería, sí importa. No vayáis a buscaros un falo realistic de 25 cm porque sólo acabará sirviendo para decorar la estantería. ¿Dónde vais con tanto paquete?? Si en próximas compras, preferís algo mayor, siempre podéis dejar el primero para el sexo anal.
También tendréis dudas con el material de fabricación. El jelly (gelatina) suele ser el más económico pero se ensucia con facilidad (se adhiere la pelusilla), la ventaja es que es blandito y no da tanta sensación de plástico como el látex . Sin embargo, el látex es la mejor opción económica; duradero e higiénico, tendréis juguete para años. Si la pasta os sobra, entonces compradlo de silicona , reúne las características del látex pero tiene un tacto más parecido a la piel y es más flexible. El PVC puede estar bien para masajeadores externos pero en dildos mejor que no. Lo mismo con las bellezas de metracrilato, como decorativo está muy bien pero es durísimo y poco agradable de tener dentro.
Tipos de juguetes. No pretendo hacer un catálogo de sexshop, acabaría cansada de tanto juguete, pero os voy a dar una clasificación general de todo lo que podéis encontrar, para que tengáis unas nociones básicas de cultura erótica (debería ser asignatura obligatoria en la universidad).
Masajeadores/vibradores Su función es estimular el clítoris y la vulva. Los hay con formas divertidas y anatómicos. Estos vibradores ya se consideraban imprescindibles en el siglo XIX, todo un clásico para eliminar el stress y depresiones estacionales.
Dildos Llamados también consoladores y más antiguos todavía que los vibradores. Nuestras ta-ta-ta-ta-tarabuelas los utilizaban de madera, cuero o de cualquier cosa moldeable (ante la necesidad...). Además del uso personal, se pueden utilizar con arnés para dar placer a tu pareja (chico o chica, yo no discrimino). Los hay con diferentes formas: curvados para el punto G, en forma de cono para el sexo anal (plug), realistas (de tu estrella porno favorita), de fantasía (muy bonitos para regalar), dobles, imitación de penes de animales (sobre gustos...), etc. Recomiendo que sea vibrador para un placer completo.
Bolas chinas Esas traen historia. Se ha dicho mucho pero la verdad es que su función es fortalecer el músculo del perineo después del parto. Muy útiles también para adquirir fuerza en las paredes vaginales y dejar de ser pasivas en la penetración. Si las llevas durante un rato, sobretodo caminando o en movimiento, favorecen la sensibilidad vaginal y te preparan para un buen orgasmo después pero no mientras. ¿Me explico? Por si solas no resultan tan excitantes aunque ahora han sacado unas vibradoras que tal vez.
Huevos del amor Un huevo que vibra, se mete dentro y va con mando a distancia. No necesita más explicaciones, el resto os lo podéis imaginar.
Cremas estimulantes Se han puesto de moda no hace mucho. Las podéis encontrar como lubricante, como aceite de masaje o directamente como estimulador de clítoris. Su función es dilatar con efecto calor los vasos sanguíneos y provocar una excitación más intensa. No suponen ningún riesgo para la salud pero a algunas mujeres les molesta la sensación.
Además de juguetes, en una sexshop se pueden comprar vídeos, juegos eróticos, kits románticos (con velas y plumas de masaje), aceites y pinturas corporales comestibles, kits de bondage (con esposas), anillos vibradores para utilizar de complemento con el dildo o el chico, condones de sabores, lencería de caramelo, libros, etc etc.
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Mucha tecnología pero, a la hora de la verdad, el secreto del placer radica en la mente. Así de sencillo. Por eso, en esta guía no podía faltar un capítulo dedicado al mundo de la fantasía .
El ser humano es el único animal capaz de evocar imágenes conscientemente para provocarse excitación. ¿No es fascinante? Pues esa es la esencia más básica del erotismo.
No dependemos de una época concreta de celo (aunque las hormonas también juegan su papel), ni hemos de esperar pacientemente a tener un sueño sexual para desfogar la tensión acumulada. Nos basta con utilizar la imaginación, ese regalo de incalculable valor otorgado por mami Naturaleza. Un poco de fantasía y podemos transportarnos a una situación ideal, acelerar los latidos de nuestro corazón, bombear sangre a las partes nobles y, finalmente, estallar en un orgasmo multicolor.
Es tan sencillo que me cuesta creer que el uso de la fantasía en la masturbación, y la masturbación en sí, no sean considerados principales derechos humanos. Al contrario, existen países (muchos) donde esta fantasía erótica es criticada como demoníaca, los libros que de ella tratan son quemados y sus autores encarcelados o acusados de enemigos públicos. ¿Por qué se empeñan los estados de esos países en tener a sus ciudadanos y ciudadanas tan reprimidos e insatisfechos? ¿Es para controlarlos mejor? ¿Es para que la posible dicha que obtendrían de tan "sucias" prácticas no les abra los ojos a la realidad en la que viven? Por no hablar de las costumbres claramente misóginas (ablación) destinadas a que las mujeres se conviertan en máquinas reproductoras insensibles a la excitación sexual.
Volvamos a occidente y encontraremos que, a pesar de nuestro culto al erotismo y a lo pagano, no estamos libres de la castración mental, sobretodo nosotras. Sí, sí, nosotras, tan inteligentes, tan evolucionadas, el futuro de la raza humana, y a veces no somos capaces ni de encontrarnos el clítoris. No hay lugar a la fantasía erótica si no sabemos llevarla a su apoteósico orgasmo. ¿Cómo, si vivimos encerradas en un cuerpo que parece que no nos pertenezca, que es tan extraño que no nos atrevemos ni a tocarlo?
Bien, ya sabéis dónde está el clítoris y también cómo funciona, os habéis hecho amigos, ahora os toca pervertiros de verdad. No hay excusas. Olvidaos por un momento del clítoris y concentrémonos en la cabeza. Tumbaros en la cama desnudas, cerrad los ojos, relajaos... Comencemos por una fantasía sencillita. ¿Preparadas?
"Estás en una playa desierta vestida con un bikini de esos que se atan con lazada (pequeños detalles importantes). El día es cálido y el agua del mar no excesivamente fría, te das un baño. Mientras estás nadando, una ola mala te desata el sujetador y lo lanza hacia delante. Corres a buscarlo pero desaparece entre las aguas. ¿Y ahora qué? No tienes más ropa que la puesta.
De pronto, un bañista (o una bañista o quien te apetezca) aparece sujetando la parte superior de tu bikini. Salvada. "Es mío", dices pero él/ella no te contesta. Nada hacia ti por debajo del agua y te desata la braguita sin que tengas tiempo a reaccionar. Debes recuperar tu bikini como sea o no podrás volver a la orilla. Nadas tras el ladrón que te lleva hacia las rocas y deja tu bikini sobre una. Te da vergüenza acercarte porque vas desnuda pero no tienes más remedio, el bañista no tiene intenciones ni prisas de querer marcharse a otro lugar."
Bien, en este punto concreto de la fantasía, comenzáis a notar excitación. De eso trata la fantasía erótica, de recrear una situación que os de suficiente morbo como para que el hipotálamo entienda que va a haber fiesta y envíe las hormonas pertinentes a hacer su trabajo. Resumiendo, que ya estáis mojaditas y a punto para la siguiente fase: ya podéis acariciaros el clítoris, despacio, sin prisa, y seguimos con la fantasía .
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La acción de acariciar el clítoris se convierte en un acto reflejo cuando estáis concentradas en la fantasía. Si al principio de estas prácticas erais muy conscientes de la clase de movimientos que le aplicabais a vuestro amigo, ahora os sorprenderéis ante unos dedos autómatas que no necesitan orden alguna. Saben lo que tienen que hacer, así que la mano entre las piernas y la cabeza en la playa.
"Te acercas a la roca tratando de que el agua te cubra por entero. El/la bañista te estudia fijamente, tiene malas intenciones, seguro. Tratas de alcanzar tu bikini pero lo ha dejado muy alto (ya digo que tiene muy malas intenciones). Él/ella salta al agua y te acorrala contra la roca, no puedes escapar, y entonces sientes como se aprieta contra tu cuerpo, se aprovecha de tu desnudez e intenta acariciarte entre las piernas. A pesar de tu resistencia, lo consigue. Te frota con insistencia, le suplicas que pare pero no te hace caso, entonces te introduce un dedo. Sigues pidiendo clemencia pero en realidad te arde todo de la excitación.
Él/ella se pega más a ti, te hace sentir su órgano duro como una piedra, si es chico, o su vientre palpitante si es chica. Te gira de cara a la roca, te abraza por detrás mientras sigue acariciándote y explorándote. Ya no te resistes, quieres sentirlo dentro."
¿Cómo vamos? Muy bien, espero. Es importante que en este punto no perdáis la concentración. Cualquier interrupción os obligaría a volver al principio, gajes de ser mujer, aunque las segundas intentonas suelen proporcionar un orgasmo más intenso. De hecho hay un ejercicio avanzado que consiste en parar cuando el orgasmo está a las puertas pero sin que haya comenzado todavía. Entonces se espera unos minutos, hasta que la excitación haya bajado a la mitad, y se vuelve al ataque. Se necesita práctica para encontrar el momento exacto, pensad que si el orgasmo ha comenzado y frenáis, lo perdéis, aunque físicamente habréis alcanzado el climax y vuestro clítoris no estará tan dispuesto para un segundo orgasmo instantáneo. Todo es insistir.
De momento, dejaremos los experimentos para cuando llevéis unos cuantos orgasmos sobre vuestras conciencias. Recordad: concentración y sin parar . ¿Notáis como sube la excitación? Ya se acerca el momento.
"El bañista chico se saca la herramienta del bañador. Piensas, no, no, pero careces de voluntad. Notas como se va adentrando despacio, como te cubre por entero con su falo caliente y ansioso de acción."
A ver, los mirones de la última fila. Sí, vosotros. Esta es una guía para chicas ¿qué hacéis leyendo? Bueno, podéis seguir pero calladitos, que aquí estamos tratando de concentrarnos.
"La bañista chica te penetra con sus dedos (o cualquier otra cosa). Notas como disfruta teniéndote a su entera voluntad, como quiere robarte el orgasmo. Es humillante pero a ti también te gusta estar en esa posición: el pecho contra la roca calentada por el sol, tus piernas abiertas y tu sexo sumiso que recibe esos dedos que parecen querer fusionarse contigo."
Atención, ahora no paréis.
"Ya no puedes más. Él/ella aumenta la velocidad, quiere llegarte hasta el fondo, dominarte por completo y utilizarte para su propio placer. Y tu quieres que lo haga, quieres que siga y te arranque eso que te sube por momentos, que quema, que te envuelve... Sigue, sigue, sigue, sigue, sigue.... Uahhh!!! Estallido, tu cuerpo se ha convertido en llamas y el de él, el de ella, el de los juntos."
Ardes y poco a poco, muy poco a poco, vas volviendo a la realidad. Tus dedos se han detenido, los ojos te hacen chispitas y un montón de flujo te corre entre las piernas. Puedes chuparlo, está rico. Saborea tu triunfo porque ya has conseguido eso tan extraño llamado orgasmo.
Tranquilas y relajadas, permitidme que siga hablando sobre la fantasía erótica. ¿Creéis que con una sola fantasía tendréis para toda la vida? No, hijas no, que al final todo cansa y hay que ir buscando ideas nuevas .