Mi amigo cachas

Aunque vivo en pareja de vez en cuando me tiro a un colega cachas.

Vivo en pareja, tengo 27 años y desde hace cinco estoy con un chico. La monotonía a veces me hace chatear en busca de nuevas experiencias. Hace unos meses conocí a Lolo un tío de 47 años , de unos 170 cm. , muy cachas , depilado , muy macho y pasivo que le encanta follarse a jóvenes, mas bien que lo follen bien follao .

La primera vez que quede con el, fue en su casa me dijo que me sacara los pantalones en el ascensor y entrara en bolas en su casa. Al entrar estaba esperándome a cuatro patas en el pasillo, con el culo en pompa.

Me dirigí hacia el y comencé a comerle el culazo con gusto. Grande, duro, rasurado, se veía que bien trabajado. Le estuve comiendo el culo unos buenos diez minutos con la lengua, mientras tanto me pajeaba y mi polla alcanzó sus 19 cm. bien hechos. El se pajeaba y se tiraba de los piercings que tenia en las tetas. Gozaba como un animal. Me pidió que le metiera un dildo que tenia encima de la mesilla. Ese monstruo debía medir unos 30 x 6 cm. le lubrique el culo con saliba y crema y comence a meterselo poco a poco, me pedia que fuera despacio pero estaba tan cachondo que una metida se lo clave hasta la empuñadura, en ese instante grito de dolor, pero una vez acomodado ese pollon dentro suyo me pido que le diera mucha caña con el. Mis líquidos preseminales salían a borbotones de mi polla, mientras follaba aquel agujero maravilloso con ese pollon de plástico y viendo aquel cachas de mis sueños pidiéndome más.

Le deje dentro la polla de plástico, me enfunde un guante de látex y bien de crema y me dispuse a meterle mi mano allí dentro. Poco a poco el esfínter fue dilatando y cediendo ante mis embestidas, hasta que por fin allí a cuatro patas les clave la mano en su culazo. Le pedí que se pusiera de pie para comerle el nabo mientras le fisteaba asi lo hizo, con mi mano derecha dentro, comencé a comerle la polla hasta que ondanadas de leche caliente me cayeron en los labios, la nariz, la cara. Su orgasmo fue brutal, gemía como un cabrón mientras salían sus chorros de esperma en mi geta. Finalmente le saque la mano y mientras las acaba le comí todos los jugos que salían de aquel culazo. Se arrodillo ante mí y me hizo la mejor comida de polla que nadie me había hecho. Hasta que me corrí y se trago todo mi semen.

Quedamos tendidos en el suelo del pasillo durante un buen rato exhausto.

Mire mi reloj y me di cuenta que era tarde, mi novio me esperaba en casa. Salí corriendo y olvide mis gayumbos, por lo que tuve q volver a recogerlos otro día, pero esa es otra historia