Mi amiga...la gorda 3ª parte

¡Pero funciona a las mil maravillas! ¡Dímelo a mí, cabrón, que me partiste en dos! Susurró Karl quedamente y yo añadí: ¡Y tú a mí!

MI AMIGA…”LA GORDA” 3ª PARTE

Soy Lobo y estamos en la Estación de Francia, en Barcelona, preparados para una sesión fotográfica de moda, la joven modelo Martina está siempre espléndida con cualquier indumentaria, ya hemos trabajados anteriormente y casi siempre reclama que yo haga las fotografías.

Ella se encuentra sentada sobre varias maletas con un traje de noche rojo bastante escotado, un abrigo de piel de lince cubre ligeramente sus hombros, con sus largas piernas cruzadas dejando ver un poco de ellas por el lateral del vestido, con los zapatos de tacón de aguja la hacen aún más sensual, la falsa neblina del andén se acerca y los focos la iluminan de una forma especial, yo detrás de la cámara sobre el trípode voy disparando, le hago una señal, se levanta y casi sin darnos cuenta se le engancha el ruedo del vestido en el fino tacón y está a punto de caer, de entre la bruma artificial aparece un joven, que la salva del tropiezo.

El joven debe medir 1,80, pelo largo color castaño clareado por el sol, nariz recta y ojos verde mar, lleva una chaqueta tejana, sin nada debajo solamente un colgante hasta la mitad del pecho y entre medio cuelga una sola tira llegando casi a su ombligo, con diminutas cuentas del mismo color de sus ojos, pantalones vaqueros bastante ajustados y talle bajo, con un grueso cinturón marrón, igual que sus botas de cordones y de su mano sobre el hombro cuelga una mochila de piel a juego, las mangas de la cazadora están dobladas y en una muñeca se ve un reloj y en la otra una esclava gruesa de plata.

Al parar la posible caída de Martina, ella apoyó su mano plana sobre el amplio pecho del joven mientras que su cara  hacía arriba lo mira asombrada, mi dedo en el disparador se ha activado solo y sigue sacando una y otra foto a mil por hora, realmente la escena es más sensual de lo esperado, pero muy hermosa, ella ahora apoyada en el joven separa el tacón del largo vestido y yo continuó sacando fotos, se quedan hablando un rato y yo doy por finalizada la sesión, la bruma se ha desvanecido, creo que son muy buenas las fotos, me acerco a Martina y le pregunto cómo se encuentra, me sonríe de forma cautivadora respondiendo, que se encuentra bien gracias al joven.

El joven me mira y dice: ¡Me llamó Oscar, pero todos me llaman Fénix! Estrecho su fuerte mano y le doy las gracias por su ayuda y respondo: ¡Mi nombre es Jordan, pero me conocen más por Lobo! Y dirigiéndome a Martina la beso en la mejilla y le digo: ¡Martina, hemos terminado, creo que te gustaran, si pasas mañana te enseño las diapositivas! Ella se despide del guapo galán y se va a cambiar de ropa.

El joven me pregunta si hay algún alberge económico cerca de allí, ya que no dispone de muchos medios momentáneamente, de mi cartera saco una tarjeta mía y detrás apunto unas direcciones y por delante se encuentra mi número del estudio y le apunto el del móvil diciéndole, por si tiene algún problema, que me llame, se despide y silbando se marcha, miro como se va mirando la totalidad de su cuerpo deteniéndome en su trasero, pequeño y respingón.

Guardamos el equipo y me voy al estudio, pasándome el rato dentro del cuarto de revelado, miro el reloj y ya son casi las 11 de la noche, entonces suena mi móvil, contesto, es el joven Fénix, los alberges están llenos, pregunta si hay algún otro, entonces le digo que tome un taxi mostrándole mi dirección, cuando llegue yo me encargo del taxi y cuelgo, tengo un poco de hambre, llamo a un chino pidiendo comida y bebida para dos, ya que supongo que el joven tendrá hambre, 20 minutos después llaman al timbre y bajo al portal, pago el taxi, entonces aparece el del restaurante pago lo convenido y hago subir al joven al estudio, una vez allí le pregunto si tiene hambre, él asiente, le digo que se siente en el sofá blanco y voy a la pequeña cocina, preparo los dos platos, pero antes había dejado dos copas con una botella de vino tinto, sobre la mesa acristalada de centro, me acomodo en un sillón y en silencio comemos, el joven come con ganas, yo con tres bocados ya estoy harto y dejo el resto de mi plato, me acomodo en el sillón bebiendo lánguidamente mi vino saboreándolo miro al joven tragándose la comida mientras mira mi plato medio lleno.

Termina el suyo y le acerco el mío, él me mira diciendo: ¡Comes muy poco! Yo respondo: ¡Ya he comido suficiente, no suelo comer tanto! Él se ríe añadiendo: ¡Mi madre siempre decía, que salía más barato hacerme un traje, que darme de comer! Y los dos nos reímos, hacía tanto, que ya no recordaba el sonido de mi risa, Fénix soltó: ¡Cuando sonríes, se te marcan unos hoyuelos al lado de los labios, haciéndote más hermoso! Lo miro con descaro diciendo: ¡Si me halagas para ligar conmigo, no es lo que busco, te ayudo porque estas en apuros, nada más! Sigo: ¡Ponte cómodo y duerme en el sofá, yo estaré trabajando, descansa un poco!

Fénix se sacó la cazadora recostándose en el sofá bebiendo muy despacio su copa de vino, yo me puse en mi mesa de trabajo, mirando negativos, fotos y diapositivas, marcaba partes de alguna foto, estaba enfrascado de lleno en mi faena, me acerqué a la mesa y llené de nuevo mi copa con más vino, el joven descansaba tendido en el largo sofá blanco de piel, con la parte superior desnuda, tomé una liviana manta de viaje de marta y la puse sobre el cuerpo durmiente, volví a mi mesa y continué trabajando, el tiempo pasó volando, finalmente el sueño invadió mi mente y ésta comenzó a divagar, mezclando unos ojos verdes.

Me fui despertando sobre las 7 de la mañana, sobre mis hombros tenía la manta puesta, me había quedado dormido con los brazos apoyados sobre mi mesa y la cabeza sobre ellos, Fénix debió despertar y ponerme la manta encima, miré al sofá, él seguía durmiendo muy plácidamente, su torso desnudo, sin el cinturón y dos botones del pantalón abiertos, era una hermosura de joven y tan inconsciente de su belleza, mi corazón estallaba de gozo admirándolo, cubrí de nuevo su cuerpo con la manta y fui preparando el desayuno, café cargado y tostadas con un poco de miel, el olor del café debió despertar al joven, que se acercó a la pequeña cocina preguntándome por el lavabo, se lo indiqué, poco después apareció con el cabello húmedo, se había duchado con rapidez, le puse un café y le ofrecí tostadas, señalé la nevera por si quería leche, pero negó con la cabeza.

Al terminar volví a mi mesa, continuando el trabajo de la noche anterior, un rato después noté su presencia detrás de mí observaba las fotos que yo iba descartando, otras marcando, dijo: ¡Son muy buenas! Yo mientras manoseaba las fotos dije: ¡Si quieres trabajar de modelo puedo hacerte unas fotos para que las presentes, creo que te podría ir muy bien, eres muy fotogénico! ¡Y no lo digo para ligar contigo! Fénix sonrió y yo también.

Se acercó a un gran ventanal mirando el comienzo del día, lo noté pensativo y dije: ¡Gracias por la manta! Me miró añadiendo: ¡Gracias a ti, por tú sofá y tú manta! Se apartó del ventanal y fue a la cocina, al volver traía en su mano dos tazas más de café, ofreciéndome una, se lo agradecí, se sentó en el sofá en silencio y continué con mi labor, de mi cartera saqué unos billetes  y se los di, le apunté la dirección de mi piso y le comenté, que estaría allí sobre las 13 horas, por si no encontraba sitio, le dejaría una habitación, él cogió mi móvil y apuntó su número, me lo comentó al mismo tiempo que se ponía la chaqueta y tomaba su mochila de piel, diciendo: ¡Voy a dar una vuelta, hasta más ver! Y me besó en la mejilla, yo estaba estupefacto, tanto por la expresión que había usado, como el beso en la mejilla, me recordó viejos tiempos, pero no le di más vueltas.

Finalmente algo más tarde, apareció Martina, le mostré las diapositivas y quedó encantada con el resultado, se marchó muy feliz.

A la hora indicada ya estaba en casa, quince minutos después sonaba el timbre del portal, abrí cuando llegó el ascensor le dije la clave para abrir la puerta y apareció sonriente diciendo: ¡Esto parece Fort Knox! Le mostré el piso, soltó un silbido diciendo lo grande que era, para mí solo, le conté, que pertenecía a un amigo y habíamos vivido 5 personas en él, pero ahora estaba solo yo, dejé su mochila en mi habitación, se cambió de ropa  poniéndose algo más cómodo y al salir dijo: ¿Quién es el gordo seboso de la foto? Yo irritado respondí: ¡Sí es el dueño del piso y sí era algo grueso, pero eso no justifica, que le puedas faltar el respeto! Fénix se puso colorado y rápidamente se disculpó, yo continué: ¡Para mí era muy querido, a pesar de todo era bueno, algo cándido y generoso, desapareció en las cataratas de Iguazú hace más de 5 años! El joven Fénix dijo: ¿Erais amantes? Yo respondí: ¡Sí, amigos y de vez en cuando amantes, así era Oscar! Al decir su nombre después de tantos años, sentí como una liberación, Fénix se acercó a mí abrazándome repitiendo: ¡Lo siento, lo siento! Añadió: ¿Sí yo fuera él, me amarías con la misma intensidad? Miré sus ojos replicándole: ¡Tal vez, pero tú no eres él! Él continuó: ¿Por qué no rehaces tu vida? Dije: ¡Tal vez sería lo más fácil, pero mi corazón continúa esperando su vuelta!

Mientras él abrazaba mi cuerpo, mis brazos estaban laxos a mi lado, acercó sus labios a mi oído y dijo: ¡Cuando hay tormenta y caen los rayos y truenos, mi aya decía, que era un ogro, que soltaba los truenos y después el agua, para ahogar al mundo, tú dijiste para calmarme, es el diablo que envía los truenos y los rayos, pero los ángeles enviaban la lluvia para apagarlos! Al oír esas palabras por mi cara resbalaban lágrimas de dolor. Mis brazos apretaron con fuerza al joven preguntando: ¿Quién eres, que pretendes atormentarme de esa forma? ¡Soy Oscar! Dijo el joven, tomó mi cara entre sus manos besándome las lágrimas y después buscando mi boca, mis ojos continuaban soltando lágrimas mientras saboreaba su boca, produciéndome un gran placer y entonces me desvanecí.

Cuando abrí los ojos, estaba en mi cama desnudo cubierto por la sábana y a mi lado el joven que aseguraba ser Oscar de lado me miraba con cara de preocupación ¿Te encuentras mejor? Asentí con la cabeza mientras lo miraba detenidamente, sus ojos verdes eran como los de Oscar, era lo único en su parecido, entonces dijo: ¡Debes descansar y comer más, te estás consumiendo, también dejarás las pastillas que tomas para poder dormir y para estar despejado, ahora ya no las necesitas, me tienes a mí a tu lado! Su mano fue bajando por mi cuerpo y finalmente cogió mi verga diciendo: ¡He echado de menos a “la gorda”! Mi muslo notaba la dureza de su gruesa y larga verga y dije: ¡Tú la tenías larga, pero es mucho más gorda! Él añadió: ¡También era mucho más gordo y más bajo, pasaron años para conseguir éste cuerpo, muchos médicos, muchos cirujanos y muchas clínicas!

Siguió hablando: Mi cuerpo estaba cayendo rebotando contra los salientes una y otra vez, los golpes me destrozaban por todos lados, de mi boca ya no salían quejidos estaba destrozada, el agua me arrastró hacia otra cascada, más golpes y mi mente solo era capaz de recordar una cosa, que mis queridos amigos, te habían sujetado a ti, mientras yo caía sin remedio, ellos te salvaron, pero a mí nadie intentó salvarme, mi cara rebotó contra las piedras notando el sabor de la sangre en mi boca y el rio me arrastró lejos como si fuera la eternidad, no notaba mi cuerpo estaba inerte, el agua entraba dentro de mi llenando mi cuerpo y continuó recibiendo golpes por todos lados, ya esperaba el final, vi una luz brillante, después no vi nada más, era el final.

Desperté 6 meses después de estar en coma, me dijeron que me habían encontrado una tribu y la ONG, que trabajaba con ellos habían llamado a un helicóptero y me trasladaron al hospital, mi cuerpo estaba destrozado por todos sitios y me encontraba dentro de una máquina, que respiraba por mí, avisaron a mis padres, pero les hice prometer, que no os contarían nada, partes de mí mejoraron, me operaron las piernas destrozadas y las alargaron, me tuvieron que reconstruir toda la cara, las mandíbulas y los dientes, me dieron a elegir para la reconstrucción, lo mismo mi cuerpo, años y años de sufrimiento, mientras alargaban las piernas y mi cuerpo se adaptaba, finalmente el engrosamiento de mi verga con peneplastia, dietas, ejercicio, además del sabor agridulce del odio y la venganza contra vosotros.

Dije: ¿Has conseguido tú propósito? ¡No crees que también sufríamos por tu desaparición! Yo a veces tengo la visión de tus manos resbalando de mi antebrazo y el brazo, tus manos casi resbaladizas sujetándome la muñeca y yo tirando de ti sin poder hacer nada más que tirar y tirar, veo a los chicos tirando de mi otro brazo para evitar tu caída, pero tus manos resbalan llevándote algo brillante contigo y cayendo al abismo. Si has de castigar a alguien es a mí, no pude sujetarte. Oscar puso su largo dedo sobre mis labios diciendo: ¡Empecé con Karl, pero cuando relató el accidente, pensé en lo que decían mis padres y yo no quería escuchar, estuvisteis allí hasta que retiraron la búsqueda, pero me recordó algo más, las picaduras de los mosquitos y la crema que me ponía para evitarlos, ahora me doy cuenta, que mis manos resbalaban por la maldita crema! Fui visitando uno a uno y todos dijeron lo mismo, que tú te desvivías por ellos, sacándolos a flote, sin embargo nadie te ayudó a ti, tú sigues añorando al que fui y eso no es bueno. Me gustaría volver a empezar de nuevo, Oscar terminó en el fondo de las cataratas.

Yo dije: ¡Puedes volver a tu piso, al fin y al cabo esto es tuyo, para el fin de semana me iré a mi estudio! Él dijo: ¡También podrías quedarte aquí y compartimos el piso, aunque sea solamente como amigos! Entonces tendiéndome la mano añadió: ¡Me voy a presentar de nuevo, me llamo Oscar, pero mis amigos me llaman Fénix, el renacido! Cogí su mano diciendo: ¡Me llamo Jordan, mis amigos me llaman Lobo! Nos miramos a los ojos y tirando de su mano lo acerqué a mí y mis labios buscaron los suyos, al separarnos dije: ¡Encantado de conocerte Fénix! Él dijo: ¡Lo mismo digo Lobo!

Nos abrazamos con fuerza saboreando de nuevo nuestras bocas, puso su cuerpo sobre el mío sus brazos doblados acariciaban mi cara y mi cabello, su mirada no mentía, sentía algo por mí, tal vez llevaría tiempo averiguarlo. Levantó mi mano derecha sobre la almohada y lentamente fue soltando los cordones de mi ancha muñequera, intenté impedírselo, pero dijo: ¿Por favor? Y dejé que siguiera, mirando su cara, al terminar la retiró dejándola en la mesita, miró fijamente la larga y retorcida cicatriz, que cruzaba casi en diagonal sobre las venas, su dedo la resiguió y sus labios se posaron también sobre ella, la fue besando, después me besó de nuevo, esa era la ternura de Oscar, apoyó su cabeza sobre su mano comentando: ¡Sabes, la operación de engrosamiento del pene, era para tenerla igual que la tuya, por las noches ponía la mano encima, pensando que era la tuya y me quedaba dormido! ¿Y los consoladores que usábamos? Yo respondí: ¡Están en tu cuarto, allí no se ha tocado nada!

Fénix soltó: ¡Me gustaría tener sexo contigo, pero hoy ya has tenido demasiadas emociones, esperaré el tiempo que tú decidas, pero me gustaría dormir junto a ti! Finalmente no hemos comido nada, yo dije: ¡Se me quitó el apetito, tal vez más tarde! Apagué la luz y noté su mano sobre mi verga mientras susurraba: ¡mi gorda! Y en muchos años dormí plácidamente, sin pesadillas.

Mi pensamiento divagaba, me encontraba en una playa tropical totalmente desnudo tumbado sobre la arena, mi mano reposa sobre mi frente y los dedos sobre mis cerrados ojos, evitando el sol, el calor del astro rey calienta de tal forma, que siento su contacto sobre mis pectorales endureciendo mis tetillas y mi verga está muy dura, palpitando sobre mi vientre plano, salta una y otra vez, siento una mano tomarla con ternura, bajando la totalidad de la piel, unos labios lamen todo el capullo y la lengua se desliza a lo largo del tronco, gimo de gusto, me acarician los genitales y la boca comienza a chupar mi verga, entreabro los ojos y veo una cara muy hermosa con ojos verdes entre mi piernas, veo sus manos sobre mis tetillas acariciándolas, mientras la boca va engullendo mi verga, poco después mi ano palpita al ser frotado por un dedo húmedo, no lo mete solamente lo frota por fuera, el placer es tan indescriptible, noto la saliva resbalar de mi verga sobre mis huevos, los labios aprisionan la cabeza de mi verga chupando con intensidad y yo murmuro: ¡Oscar tu boca no me engaña, tu cuerpo es Fénix, pero tu boca es como siempre, me haces feliz! Su lengua resigue el frenillo mientras su mano aprieta mi polla, los dedos de la otra mano acarician la cicatriz de mi muñeca, vuelvo a gemir y exploto, de mi verga sale una gran cantidad de semen mojando la cara de ojos verdes, llenándosela de esperma, se golpea la cara con la verga, mientras salen los últimos restos de ella, la golosa boca se zampa toda mi polla completamente apretando sus labios dejándola limpia, ya no recordaba la última vez de haber tenido tan placentero orgasmo final.

Es temprano para dormirme y de lado miro dormir plácidamente a Lobo, su verga se empalmó al poner mi mano sobre ella, acaricio sus genitales, los huevos están plenos, hace tiempo que no suelta su semen, deslizo la sábana hasta los pies y con cuidado me pongo entre sus piernas, mis manos descansan sobre su bonito y amplio pecho ¡Cuánto lo he echado de menos! Mi mano sujeta su potente verga, bajo su piel y gime, deslizo mi lengua sobre su tronco y mis labios se apoderan de su capullo, Lobo entreabre los ojos y me mira, luego murmura algo, que apenas oigo, solamente las palabras de Oscar y  cuerpo de Fénix, cuando consigo que su polla explote lo hace sobre mi cara, mientras me la golpeó con ella sacando las últimas gotas de semen y mientras me trago la totalidad de su polla me masturbo con fuerza, terminando sobre mi vientre, paso la mano por mi cara, luego por mi vientre y con mi boca saboreo el semen de ambos juntos de nuevo ¡Que placer! Voy limpiándome la cara y el vientre, lamiendo mi mano, después me tiendo de nuevo cubriéndonos con la sábana, antes de quedarme dormido susurro: ¡Siempre te he querido y siempre te querré, pase lo que pase a partir de ahora!

El aroma de café me despierta, miro el reloj y son las 7 de la mañana, miro a mi lado y Lobo no está aquí, me levanto desnudo y voy al baño que ambos compartíamos, me doy una ducha rápida y elimino cualquier rastro de la noche anterior mientras sonrío, me pongo una camiseta y el vaquero, mis pies descalzos apenas hacen ruido sobre el parquet, Lobo está sentado frente a una mesa de dibujo en un rincón del salón, está trabajando tan ensimismado, que apenas nota mi presencia, veo su taza vacía y en la cocina preparo una más para él y otra para mí, se la llevo sustituyéndola por la otra, me dice: ¡Gracias Fénix! Miro por encima de su hombro y quedo anonadado, ha hecho un bonito dibujo de un ave Fénix y lo ha calcado varias veces y cada uno de diferente color.

Miro una pizarra blanca cercana y veo distintas hojas colgadas en orden, en la primera parece que el ave azulada revolotea alrededor de un rosal, la segunda, una rosa roja abre sus pétalos y parece que ambos bailan, en la tercera un gran sol central suelta rayos que atraen al ave de forma subyugadora y ésta dejando sola a la rosa parte en pos del sol, la cuarta los destellos del sol atrapan una y otra vez al fénix envolviéndolo en una danza sugestiva de pasión, el ave va cambiando de color y pasa a ser de un rojo intenso con motas doradas, mientras la rosa se apaga, finalmente en la última el ave fénix estalla dentro del sol y cuando la suelta aparece renacida de color oro, con plumajes rojos y azules, dirigiéndose a la rosa y bailando frente a ella, esta revive abriéndose para recibir de nuevo al ave, se juntan desnudándose mutuamente y la rosa cierra lentamente sus pétalos en torno a ellos, se traslucen las siluetas a través de esos pétalos. Los trazos y colores eran geniales, pero pensé en la dificultad del montaje.

Me acercó detrás de Lobo apoyando mi mano sobre su hombro, gira su cara, besa mi mano, acerco mis labios y beso los suyos, cuando separamos los labios pregunto: ¿A qué hora te has levantado? Él contesta: ¡Sobre las 5 de la mañana, he dormido más que nuca y todo gracias a ti! Añadió: ¡Tu boca es inigualable, gracias por hacerme feliz! Mientras me separaba de él dije: ¡Voy a ir a buscar mis cosas al hotel y vengo dentro de un rato! Él asintió, me terminé de vestir y salí silbando.

Hora y media después estaba de vuelta en el piso, usé mi llave de siempre, me llegó el sonido de una voz distinta de Lobo ¡Sabes, que  será el mejor de todos, desnudos desde el principio, yo te haré un trabajito digno! Entré en el salón y un joven mulato apoyaba sus codos sobre los anchos hombros de Lobo mientras sus manos quedaban sobre el pecho de éste, me acerqué a ellos, entonces Lobo dijo: ¡Fénix, éste es Jarret, el compositor de la música de los espectáculos! El tal Jarret se incorporó mirándome de arriba abajo soltando un fuerte silbido de piropo, diciendo: ¡Claro tú eres el Fénix, Lobo que callado lo tenías, es pura perfección! Tendiéndole la mano lo saludé dándole las gracias, el joven era más alto que yo, algo delgado, con buen cuerpo pero sus ojos de color celeste delataban la mezcla de razas, su pelo rizado muy oscuro realzaba sus bonitas facciones, cara angulosa, nariz algo respingona pero ancha y labios muy carnosos.

Jarret preguntó: ¿Usarás mapping, para el sol o para el rosal? ¡Tendrás que partirte los cuernos pensando en todos los detalles, pero como siempre terminas acertando en todo! Entonces Lobo dijo: ¡Tengo que pensar un poco más en ello, pero esta vez te necesitaré presente arriba, manejándolo todo, yo voy a ser la rosa! El joven moreno dijo: ¿Voy a ocupar el atrio de Dios? Girándose hacia mí añade: ¡Es donde Lobo dirige todo el montaje, lo controla todo y allí no entra ni Cristo! ¡Espero no defraudarte! Y Lobo añadió: ¡Si lo haces te corto tu bonita polla, entendido! El joven Jarret se cubrió con sus manos la entrepierna soltando: ¡Serás capaz! Lobo sonriendo dijo: ¡No lo dudes, pero antes disfrutaré con ella! Y los dos comenzaron a reír, todo era un juego para ellos, Jarret preguntó: ¿Cuándo tendré el storyboard? ¿Te quedas a comer? dijo Lobo, y luego hablamos más tranquilamente de todo, tengo que darle vueltas en la cabeza, yo acaricié su cabeza diciendo: ¡Te va a estallar de pensar tanto, tú idea es genial, tal vez entre todos podríamos dar ideas y podrías descansar un poco más! Jarret dijo: ¡Fénix tiene razón, últimamente te estabas quedando en los huesos, es hora, que alguien se cuide de ti, llama a los chicos y comemos todos juntos, a ver que sale de todo esto! ¡Será una locura, pero bendita locura!

Lobo tomó su móvil y escribió un breve mensaje: ¡SOS, con acompañante a comer hoy! Y lo envió a Karl, a Robert, a Dani y Javier el barbudo, del gimnasio.

Yo miré a Lobo y me dijo que dejara mis cosas en mi antigua habitación, hice lo que me pidió, mientras ellos dos llamaban a varios restaurantes que servían a domicilio y pidieron la comida, yo fui sacando la ropa del armario y colgando las de nuevas tallas, enfrascado en ello no oí la puerta, que se abrió en varias ocasiones, cada uno de los excompañeros conservaba la llave y la clave no se había cambiado, salí al salón con algunas de las camisas, que yo había confeccionado diciendo: ¡Lobo, tenías razón, eran horrendas…! Y mi boca quedó muda, allí estaban todos, Karl con Páris, Dani con Miguel, Robert con Lucien y Javier con el rubio Peter, todos me miraban unos con asombro, los últimos con interés, entonces Lobo dijo con solemnidad: ¡Os presento al nuevo Oscar! ¡Nuestro Oscar! Recalcando ¡Nuestro Oscar! ¡Pero yo le llamo Fénix!

Yo dije: ¡Cada uno me conocéis con otro nombre, tú Karl como Craso, Dani como Sarco y Robert como Sacro, modismos de Oscar! Lobo resumió ligeramente lo que me había ocurrido, saltándose el odio y la venganza contra ellos, al terminar poniéndome una camisa antigua delante de mi cuerpo dije, como para quitar hierro al asunto: ¡Aquí caben tres de nosotros! Todos reímos, me acerqué a ellos abrazándolos con cariño y disculpándome por haberlos engañado, añadí que quería saber cómo les iba a todos, antes de reaparecer de nuevo. Trajeron la comida y preparamos entre todos la gran mesa y Lobo dijo: ¡Ahora hablaremos del próximo espectáculo, después podéis preguntar a Fénix lo que queráis saber!

Se les explicó a grandes rasgos la idea, se les preguntó sobre salir desnudos desde el principio y casi todos pusieron alguna objeción, se habló de todo un poco, las hojas dibujadas fueron pasando de mano en mano, todos decían que era buena idea, se les ofreció la posibilidad a Páris y Lucien de participar, aceptaron encantados, Lobo había tomado varias notas en las hojas dibujadas y les dijo, que pronto empezarían los ensayos en la discoteca, cuando estuviera cerrada al público, pasado el mediodía, después empezaron a preguntarme casi todos, pero Karl estaba más apagado que nunca, estaba sentado a mi lado y acercando su boca a mi oído preguntó: ¿Y la verga, también? Mirándole besé sus labios respondiendo: ¡Solamente en grosor! ¡Pero funciona a las mil maravillas! ¡Dímelo a mí, cabrón, que me partiste en dos! Susurró Karl quedamente y yo añadí: ¡Y tú a mí!

Comenzaron a desfilar, en espera de la nueva llamada para los ensayos, finalmente quedamos Lobo, el moreno Jarret y yo.

Cogí los dibujos poniéndolos en orden y tomé unas hojas más, calqué algunas siluetas, mis dibujos no eran tan buenos como los de Lobo, pero presenté mi idea en burdos dibujos a los dos que hablaban de la música, diciendo: ¡El final dentro de la rosa es muy romántico y erótico, pero pienso que tal vez se puede hacer algo más dramático, con casi el mismo final! Les pasé el primer dibujo, Fénix arranca la flor para tenerla siempre junto a él, pero al arrancarla ésta pierde los pétalos y se va consumiendo, ante esto Fénix quiere terminar su vida junto a la rosa y se dejan caer dentro del sol, que los quema a ambos, pero el renacer del Fénix hace que salgan del sol sujetando con fuerza a la rosa, que entonces también renace de nuevo junto a él elevándose. Final.

Jarret dijo: ¡Me gusta es un buen final y más espectacular! Lobo pensativo dijo: ¡Me encanta mucho más, que el mío! Mirándome preguntó: ¿Tienes vértigo? Respondí: ¡Que para nada y puedo soportar tu peso, sobre mí cuerpo! Lobo dijo: ¿Los cuerpos pintados o con maillots? Jarret dijo: ¡Creo mejor pintados, los chicos del sol con tanga de pedrería brillante y podrían soltar ráfagas de serpentinas doradas sobre el público! Continuó diciendo: ¡El problema es los tres cambios de color del Fénix! Nosotros dijimos: ¡Genial! Lobo dijo: ¡No hay problema, habrá tres Fénix, Karl será el de color azul, Robert el rojo y dorado y Fénix, finalmente el dorado final! ¡Los otros seis serán los rayos del sol!

Estábamos los tres mucho más relajados, habían puesto unos chupitos de whisky, Jarret fumaba tranquilamente, señalando a Lobo  dijo: ¡Sabes, me encontró en el pasillo del metro tocando, me dio su teléfono después de preguntarme si solamente tocaba temas conocidos, dije que podía tocar cualquier cosa, por la tarde lo llamé y vine aquí, cada vez que monta un espectáculo me llama, también me consiguió trabajo en una agencia de publicidad y en una emisora de radio, Lobo es genial, me encanta verlo tan bien de nuevo, estaba bastante apagado! Entonces el aludido dijo: ¡Hey, que estoy aquí, de cuerpo presente! Y el joven Jarret se tiró encima de él, sobre el sofá con su mano en la entrepierna de Lobo mientras decía: ¡Tú sí, pero ésta no está presente! ¡Ja ja ja! ¡En quien estará pensando! El joven se levantó diciendo: ¡Bueno chicos, nos vemos, voy a currar un rato, Lobo, nos llamamos! Y se marchó, dejándonos solos.

Sin mirarme Lobo dijo: ¡Antes que lo preguntes, te diré que sí, hemos tenido algún encuentro, pero es muy bueno en su trabajo! Yo dije: ¡Estuvimos unos meses teniendo relaciones y amándonos, a escondidas de los otros, nunca te pedí mantener celibato, además yo había desaparecido! Me miró con cara seria diciendo: ¡Sí desapareciste y me quedé sólo, enfrentándome a todo, a los chicos, que se sentían culpables, a tus padres llamándolos cada semana, para saber cómo estaban y si habían novedades, terminar de estudiar y buscar dinero para salir adelante, en el piso allí donde miraba te veía haciendo algo y el corazón se me paralizaba, te echaba de menos!

Se llenó de nuevo el vaso tragando el whisky de un solo trago, me levanté lentamente y acercándome a Lobo aparté su mano del vaso y lo levanté en vilo pasando mis manos bajo sus rodillas y sujetando su cuerpo pegado al mío, lo llevé el dormitorio diciéndole: ¡Déjame amarte, te quiero!

Lo fui desvistiendo y finalmente me quité mi ropa con rapidez, lo dejé tumbado sobre la cama y me puse sobre su cuerpo, mi mano acarició su cara y mis labios buscaron los suyos, reacios al principio, pero fueron cediendo ante mi insistencia y nos besamos, el sabor del alcohol me llenaba la boca, pero mi lengua saboreaba todos los rincones de la suya, poco a poco su lengua entró dentro de la mía y sus manos antes laxas, apretaban mi nuca contra su cara, nuestras verga, ahora de igual tamaño habían crecido en tamaño debido al frotamiento de mi cuerpo sobre el suyo.

Tomé su verga metiéndola entre mis muslos y fui haciendo movimientos de penetración, masturbando de esa manera su verga, mi lengua se paseaba sobre su barbilla mordisqueándola también por el cuello, sobre la yugular deposité mis labios mordiéndole ligeramente, fui subiendo comiéndome su oreja y mi lengua entró dentro de ella, gimió, al poco busqué de nuevo su boca, sus manos acariciaban mi espalda y se detenían sobre mis nalgas, las apretaba y separaba, me gustaba mucho la sensación de pertenecerle, pero no estaba seguro si él me aceptaría de nuevo tan facilmente.

Deslicé mi cuerpo quedándome tumbado boca abajo a su lado mirándole, paseé la lengua sobre mi labio y él puso su cuerpo sobre mi espalda, notaba su dura verga sobre la raja del culo, su boca fue mordiéndome la nuca y el cuello, paseó su lengua dentro de mi oreja, suspiré, buscó mi boca devorándola, sus manos reposaban sobre los míos algo doblados, ahora comenzaba a pasearlas sobre mis marcadas costillas y los laterales de mi cuerpo, terminando pasando sus manos por mis ingles y tomando mi verga la bajó hacia abajo, sus manos sobre mis hombros mientras él descendía hacia abajo, su lengua se paseaba por todos los rincones de mi espalda, continuó bajando y su boca se paseaba sobre mi culo lamiéndolo y mordiéndolo, separó mis nalgas con sus manos y enterró su deliciosa boca dentro de mí, mi ano ya  estaba palpitando esperándole, la insistencia de su ansiosa lengua fue abriéndose camino.

Al poco su lengua siguió bajando y fue a mis huevos, continuó con el tronco endurecido de mi verga, solté un gemido cuando su boca chupó el capullo, su boca siempre me causaba un gran placer, giro un poco mi cuerpo levantando mi pierna sobre su hombro y llevó su ariete a mi ano, fue rotundo clavándola de una forma contundente, una mano acariciaba mi pierna y muslo, la otra masturbaba mi polla con lentitud, sus embistes eran muy fuertes, mi culo ardía, pero mi deseo de tenerlo dentro de mí persistía una y otra vez, cuando consideró que ya estaba bien abierto, me puso boca arriba, levantó mi culo de tal forma, que solamente mis hombros y cabeza tocaban la cama, mis piernas separadas y dobladas hacían que mi verga quedara tan solo a unos centímetros de mi boca, en mi ano metía tres dedos y los sacaba después, los chupaba y de nuevo los metía, se levantó y de pie sobre la cama, separó sus piernas y tomando su poderosa verga la clavó de nuevo en mi culo, mi verga goteaba de gusto, saqué la lengua y lamí mi propio capullo.

Puso la almohada doblada bajo mi cabeza, ahora podía chuparme mejor mi propia polla, mientras él continuaba traspasando mi culo, los tres dedos y a continuación su polla, tres dedos y polla, finalmente solamente su verga entraba y salía de forma más acelerada, sus manos sujetaban mi verga masturbándola y me daba ligeros golpes en la boca con ella y yo la capturaba chupándola, nuestras respiraciones eran muy aceleradas y Lobo con un gruñido estalló en mi culo llenándolo con todo su semen, su mano masturbó mi verga y solté mi semen dentro de mi boca saboreándolo, cuando terminé él dirigió mi verga hacía su cuerpo y doblándose de tal forma comenzó a chupármela con gran placer de mi parte, la suya seguía dentro de mi culo, poco a poco se fue retirando.

Se tumbó sobre mi cuerpo y nos besamos con intensidad, cuando separamos nuestros labios preguntó: ¿Te he hecho daño? Yo hice un gesto negativo y lo besé de nuevo, descansamos un rato, Lobo me abrazaba con tal fuerza, temiendo que yo desapareciera de nuevo.

Más tarde cenamos ligero y hablamos del montaje, que podía ayudarle en algunas cosas, Lobo aceptó pero dijo, que nos esperaban días muy intensos, para que todo fuera a pedir de boca, esa noche cada uno se fue a su habitación y comenzó a llover, primero de forma liviana, paro después con viento fuerte arreció la tormenta de verano, seguramente al día siguiente estaría despejado.

La puerta de mi habitación se abrió, Lobo entró diciendo: ¡Tengo miedo de las tormentas! ¿Puedo dormir contigo? Separé la sábana y él entró a mi lado, pasé mi brazo entre la almohada y su hombro de forma acariciante, él se acurrucó a mi lado, su mano descansaba sobre mi pecho y poco a poco la deslizó sobre mi cuerpo hacia abajo dejándola sobre mi verga, su contacto me excitó y comenzó a crecer, su mano la cogió acariciante y fue bajándome la piel, subía y bajaba de nuevo, apartó su mano y se puso boca abajo.

Bajé la sábana y me coloqué entre sus piernas, las separé y de rodillas incliné mi cara enterrándola en su culo, su agujero estaba muy cerrado, mi lengua fue repasando el ano una y otra vez, se fue aflojando, pero mi insistencia consiguió que fuera relajándose, aparte sus nalgas metiéndole mi lengua, dejé resbalar saliva sobre su agujero y me incorporé sujetando mi verga y la paseé por tan rica ranura y fui empujando lentamente, se quejó, sus manos apartaban un poco mis ingles, pero continué entrando muy lentamente, la expresión de dolor de su cara, me decía que lo pasaba mal, pero dejó que continuara clavándome en su culo, cuando quedó bien empalado, deslicé mi cuerpo sobre su espalda y busqué su boca, nos besamos.

Fui moviendo mi culo con mi verga clavada en él, para que se fuera acostumbrando, apoyándome sobre los codos levanté mi trasero sacando un poco mi verga, enterrándola de nuevo, Lobo gimió, lo repetí varias veces más y cada vez la sacaba más afuera, enterrándola con fuerza, sus manos apretaba la almohada cada vez que me clavaba en su culo, pero soltaba gemidos y no de dolor, mis enculamientos eran más feroces mientras besaba su nuca, giré su cuerpo dejándolo sobre el mío boca arriba, lo incliné a un lado y nuestras bocas se encontraron, él dobló sus rodillas y separó un poco su trasero de mi pelvis dejándome espacio para mis embestidas, que fui arreciando contundentemente, veía su verga trotar con mis golpes de polla, de su bonito agujerito salía líquido pre seminal de placer, mis manos sobre sus perfectos pectorales iban acariciándolo y las tetillas estaban como piedras, las fui pellizcando y con un fuerte empujón su verga comenzó a soltar semen salpicándonos hasta la barbilla de ambos, al apretar su esfínter hizo que yo experimentara un placer tan intenso, que estallé dentro de su culo, llenándolo con mi semen, nuestras bocas no se habían separado en ningún momento. Bajó su trasero sobre mi pelvis clavándose de nuevo mi verga y soltó un profundo gemido.

Lobo me miró diciendo: ¡Eres el segundo, que perfora mi culo! Pregunté: ¿El segundo? Él sonriente añadió: ¡Primero Oscar y ahora Fénix! Lo besé con cariño, nos pusimos de lado y con mi verga clavada en él, acaricié su cuerpo y de esta forma nos quedamos dormidos.

Casi nos despertamos al mismo tiempo, nos besamos y fuimos a la ducha, nos enjabonamos uno al otro, mientras le pasaba el jabón por la espalda, mis manos se entretuvieron acariciando su ano, sus manos apartaron las nalgas y metí mi verga dentro de su apetitoso culo, mis manos le acariciaban el cuerpo, lo perforé de nuevo esta vez sin dolor  y entonces comencé a mearme dentro de su culo, giré su cara besándolo, la caliente orina resbalaba entre sus piernas, acaricié su verga y él fue soltando su caliente líquido, nos separamos y de frente nos besamos de nuevo, nuestras bocas no se cansaban nunca y dijo: ¡Te has vuelto muy vicioso! Yo dándole una palmada en la nalga repliqué: ¡Tú me enseñaste mucho! Continué: ¡No he tenido que apartar mi barriga, para penetrarte! Lobo dijo: ¡Me gustabas antes y ahora también, me enamoré de ti, aunque no quería reconocerlo! Añadió: ¡Cuando te pille esta noche, te vas a enterar, prepárate! Respondí algo guasón: ¡Ja, eso será si me pillas!

Mientras desayunábamos hablamos del trabajo que teníamos, llamadas y alguna visita, yo le dije que tenía que cambiar el colchón de mi cama, que estaba muy hundido debido a mi antiguo peso, él me comentó que tendríamos que practicar saltos y acrobacias, me fue describiendo su visión del espectáculo, le pregunté si conocía a gente preparada para enseñarnos en tan poco tiempo, dijo, que tenía que hacer unas llamadas, entonces tomé mi móvil y marqué el teléfono de mis padres, al instante hablaba con ellos, se interesaron por mi estado, preocupados por mi interés en la venganza a mis amigos, les dije como estaban las cosas y el futuro montaje, les pregunté sobre unos clientes suyos, a los que habían diseñado un pabellón en Las Vegas (EEUU), para las prácticas de sus espectáculos, me pidieron mi correo, que antes les llamarían y tal vez nos pudieran ayudar en algo, dejé a Lobo hablando por el móvil y fui a escoger una nueva habitación, dos horas más tarde estaba de vuelta, tenía un mensaje en mi móvil, abrí mi portátil y conecté con la persona que me había enviado el mensaje, estuvimos hablando bastante rato, llamé a Lobo y se puso a mi lado, por videoconferencia estuvimos hablando de la idea del espectáculo, nos hizo una serie de preguntas, que mi amigo fue respondiendo y el corto plazo, que disponíamos y para qué fin se destinaban las ganancias, antes de desconectar dijo, que hablaríamos por la noche (hora en España).

Sobre las 21 horas contactaron de nuevo con nosotros, estábamos cenando y con nosotros estaba Jarret, que había traído una primera melodía, después de hablar vía Skype, Jarret nos felicitó por haber conseguido ayuda tan rápido, más tarde fuimos a la discoteca Phantom a ver al resto de los chicos, iba a ser la primera vez que Lobo iba como cliente después de los dos últimos años, cuando estuvieron todos les comunicamos la noticia, que tendríamos ayuda de un grupo muy profesional, que a partir del día siguiente nos tocaba ponernos las pilas, para estar a esa altura, desde Las Vegas venían a echarnos una mano, tanto en el montaje, en el vestuario y junto a la música, la coordinación del espectáculo, todos estaban alucinados y felices, bebimos para celebrarlo.

Me acerqué a Páris y le pregunté si todo iba bien con Karl, el joven sonrió diciéndome, que era fabuloso y los dos tenían mucho en común y los dos disfrutaban estando juntos, le contesté, que me gustaba verlos así de felices, después de bailar un poco y beber aún más volvimos al piso, Jarret vino con nosotros y se quedó a dormir, ya que había bebido más de la cuenta y no le dejamos coger la moto. Tomamos unas copas más y Jarret se quedó en el salón con su teclado y sus cascos tocando música´

Nosotros fuimos al cuarto de Lobo, después de ajustar la puerta casi me arranca la ropa mientras que su boca se apretaba contra la mía y mientras me la forzaba murmuraba: ¿Te acuerdas de esta mañana? Yo asentí y dijo: ¡Ahora lo vas a pagar caro! Yo estaba desnudo y él puso sus manos sobre mis hombros obligándome a agacharme, mientras se desabrochaba su pantalón sacando su polla, que comenzaba a estar dispuesta para la acción, su mano sobre mi nuca me fue obligando a tragarme su verga una y otra vez, apenas podía respirar, pero me gustaba verlo de forma tan dominante y el sabor de su verga me gustaba mucho, mis manos bajaron su pantalón sacándole el calzado, la verga ya estaba en pleno apogeo, cogió mi brazo tumbándome sobre la cama de forma invertida, mi cabeza colgaba de los pies de la cama, ahora su verga entraba en mi boca tocándome la campanilla y mis manos apretaban sus nalgas y buscando su agujero con mis dedos.

Lobo inclinó su cuerpo sobre el mío y comenzó a chuparme mi verga que estaba como una roca de dura, el morbo que me producía su manera de tratarme me gustaba tanto, que gemía de placer, su boca en mi polla y sus dedos mojados entraban en mi culo abriéndolo posesivamente, dos dedos de cada mano separaban mi ano dilatándolo bastante, giró mi cuerpo dejándome con la cabeza apoyada sobre la almohada y levantando mis piernas enterró su boca en mi culo mordiéndome las nalgas y mi agujero que estaba palpitando, su lengua se deslizó profundamente, alargó su brazo a la mesita y del cajón cogió los dos consoladores, que habíamos usado tantos años antes, uno lo metió en mi boca, el otro en la suya y ambos fuimos chupando esas vergas postizas de látex de igual tamaño que las nuestras, tomó el de su boca que estaba chorreando saliva y sujetándolo por los falsos huevos me lo fue metiendo dentro del culo, yo gemía pero seguía chupando el mío, cuando estuvo todo dentro lo fue moviendo para abrirme más todavía, entonces cogió su verga y la fue metiendo junto a la falsa, yo me quejaba, dolía un montón, pero su cara de puro vicio me hizo aguantar y ahora tenía dentro dos vergas de igual tamaño.

Me quitó el caramelo de mi boca y su boca se juntó con la mía saboreándonos, mientras mi ano se ajustaba a la doble penetración, incorporó su cuerpo y con el falso pene que yo había chupado se lo fue metiendo en su culo, yo notaba que su verga crecía todavía más dentro de mí, sus talones juntos sujetaban la falsa verga dentro de él y su mano me acariciaba el cuerpo mientras su verga entraba y salía de mi culo junto a la otra, los dos gemíamos con fuerza, tanto placer y tanta pasión nos elevaba al paroxismo y pasado un buen rato de penetrarme comenzó a llenarme con su leche, notaba la sacudida de su polla mientras soltaba los chorros dentro de mi culo, tal placer provocó que mi verga, después de tanto palpitar sin apenas tocarla fuera escupiendo mi semen sobre mi cuerpo mojándome todo el pecho y el plano vientre, poco a poco fue sacándose su consolador, después el mío, quedando solamente su verga dentro, levantó mi culo casi en vertical mientras él se ponía de pie y fue llenando mi culo con su caliente orina, había tomado unas toallas poniéndolas para no manchar la cama, cuando terminó enterró su boca en mi ano bebiéndose su semen y su orina.

Dejó resbalar mi cuerpo y su lengua fue lamiendo todo el semen derramado por mí sobre mi cuerpo, finalmente se tumbó encima de mí buscando mi boca, que lo recibió con sumo placer, poco después nos quedamos dormidos fuertemente abrazados.

Por la mañana, encontramos a Jarret durmiendo sobre el sofá de piel, dormía plácidamente con los pantalones puestos, pero desabrochados los botones  delanteros, su cuerpo moreno estaba relajado pero sobre parte de él se veían restos de semen esparcidos por encima, nos miramos y sonreímos, cuando se levantó con el ruido en la cocina se acercó diciendo: ¡Menuda noche tuvisteis, cualquiera pega ojo, con vosotros dos al lado, abrí un poco y me pusisteis tan cachondo, que no pude contenerme, menudo cuadro, me habría metido por medio con gusto, buenas vergas gastáis los dos! ¡Me daré una ducha para que se me baje la calentura!

Mientras desayunábamos los tres, Jarret comentó, que tenía que buscar otro apartamento, ya que el hijo de la dueña se había separado y lo necesitaba para él, Lobo me miró, formulando una pregunta silenciosa y asentí, entonces le dijo, que se trasladase al nuestro, que había habitaciones de sobra y le saldría muy barato, por nada.