Mi amiga...la gorda 2ª parte

Sacro sacó de su boca la verga de mi amigo y cogiéndome por las nalgas me llevó al camastro, me dejó de espaldas sobre ella sin sacar su polla de mi culo

MI AMIGA…”LA GORDA” 2ª PARTE

Han pasado ya 5 años del fatal accidente de Oscar, mi nombre es Karl, acabo de salir del Centro veterinario donde trabajo media jornada d 10 a 18 h., voy a mi pequeño apartamento y  me preparo un poco de ensalada con carne a la plancha, luego me acostaré un rato a descansar, hoy viernes la discoteca estará a tope, allí entro a las 22 horas hasta las 5 de la madrugada, soy el DJ de la discoteca  Phantom, llevó la música dentro de mi alma, de igual forma que en el centro veterinario, me encantan los animales y ellos me quieren a mí, lo mismo que en la disco, me salen bastantes ligues, pero la máxima duración que he tenido fueron seis meses con el mismo chico, a veces pienso que no encontraré mi alma gemela, aunque mi amigo Jordan, alias Lobo, dice, que todo llega.

Después de una buena ducha he cenado ligero y después de escoger la ropa voy a Phantom, saludo al cachas de la puerta y al resto de personal, en la barra mi amigo Páris, me prepara una copa, se lo agradezco y me dirijo a mi lugar de trabajo, está sonando la música del 8 pistas, que tengo grabada y tomando el control cambio el ritmo, mi mano coge un pequeño mazo de madera y cerca del micrófono doy tres golpes sobre una plancha de madera y gritando digo: ¡Chicos a bailar! Y la música sube el volumen y ya no es tan suave, es marchosa y flipante, yo me muevo al son de ella dejándome llevar y la pista se llena de gente bailando, soltando su energía y sus plumas.

Las horas van pasando, me quito la camisa, quedando mi pecho desnudo mientras el sudor me resbala por él, me llama la atención un joven, que lleva bastante tiempo sentado en la barra del fondo, su mirada parece clavada en mí, pero no lo veo con nitidez, la zona donde está es algo oscura, pero cada vez que miro hacia él nuestras miradas se cruzan, en ése instante Páris se acerca y me entrega una copa y señalando al joven de la oscuridad, me dice, que me ha invitado a la copa, levanto el vaso en forma de brindis hacía él y bebo un sorbo, ¡Joder el líquido resbala suavemente por mi garganta, es whisky de gran reserva, nadie la pide por su elevado precio! El joven también había levantado su copa a modo de saludo, continué pinchando música, cuando miré de nuevo en esa dirección él ya no estaba, al finalizar la noche puse el final de siempre, ordené todo y fui a la barra, mi amigo me dio una copa más y me despedí de todos, salí al exterior, el fresco de la madrugada me relajó, comencé a andar y casi al instante un coche paró a mi lado, una cara muy atractiva asomó por la ventanilla del coche diciendo: ¿Te puedo acompañar a casa? Lo reconocí, el joven de la barra, subí al coche y dijo: ¡Me llamo Craso! Yo respondí: ¡Karl! Le dije donde vivía y partimos, paró el coche frente al edificio, le ofrecí subir, pero lo rechazó diciendo: ¡Tal vez otro día Karl! Y se fue.

Durante toda la semana fue lo mismo, me esperaba y me dejaba en casa, al principio hablábamos de banalidades, pero su voz me inspiraba confianza y charlábamos de todo un poco, le conté lo de mi trabajo con animales y mi vida nocturna, parecía extrañado de que no tuviera pareja estable, pero dije, que mi horario no era lo más apropiado para tenerla, le conté el largo semestre de noviazgo y su final. Al día siguiente, desperté por la tarde y como siempre me di una buena ducha, cuando iba a vestirme llamaron al timbre, no al del portal sino el de la puerta, me enrollé la toalla y fui a ver quién era, al abrir un poco la puerta, me encontré cara a cara con Craso, lo dejé pasar, a modo de disculpa dijo, que una señora iba cargada con bolsas y él había sujetado la pesada puerta aprovechando el momento había subido.

Craso acarició mis brazos ¡Bonito cuerpo! y acercó su boca a la mía, su beso era muy cálido pero potente y su lengua entró dentro de mi boca saboreando mi interior y entonces apareció un enorme gato persa, que se restregó contra nuestros pies, me separé de Craso y cogiendo el gato le susurré: ¡Mi pequeño príncipe, ya has estado de juerga! ¡Te presento a un amigo, Craso! ¡Y éste es Oscar, el príncipe de la casa! Mirando a Craso pregunté: ¿No serás alérgico a los gatos, verdad, porque éste suelta bastante pelo? La mano de Craso acarició al peludo gato, que ronroneó a las caricias y dijo: ¡Oscar no es nombre de gato! Yo contesté: ¡Tuve un amigo con ése nombre y cuando adopté al gato me recordó ligeramente a él!

¿Era tu novio? Yo dije: ¡No, era un amigo muy querido, era algo travieso y divertido a la vez, en su gordura era hermoso además generoso! Craso dijo: ¿Era? Yo añadí: ¡Sí falleció en un desgraciado accidente! Mis ojos se anegaron con lágrimas, entonces Craso dejó el gato dejándolo en el sofá y me abrazó buscando de nuevo mi boca y me olvidé de todo.

Mis manos fueron desnudándolo y él tiró de mí toalla dejándome desnudo tomé su mano y fuimos al dormitorio, me senté al borde de la cama, deslicé su bóxer, su larga y gruesa verga saltó al aire yo exclamé: ¡Dios, que hermosa! ¡Solo recuerdo una como esta, la de un amigo y la llamamos “la gorda”! Las manos de Craso sobre mi cabeza me incitaban a lamer su poderosa verga, mi mano sujetó el tronco y poco a poco la fui lamiendo, después chupando y finalmente metiéndola dentro de mi boca, hasta casi ahogarme, él no me apretaba la cabeza, me acariciaba, pero yo tan goloso intentaba tenerla bien dentro, mi otra mano acariciaba sus huevos, él gimió, sus manos sobre mis hombros me tumbaron sobre la cama y entre mis piernas comenzó a chupar mi verga, su boca era genial, me producía cosquilleo por todo el cuerpo, sus manos estaban bajo mis nalgas que las iba apretando de forma acariciante.

Chupó mis genitales y levantando mi culo, enterró su boca en mi ano ¡Que lengua me estaba dilatando con rapidez con cada pasada de la misma! Mi ano comenzaba a palpitar de placer, se incorporó y sujetando su verga la fue clavando dentro de mí, me dolía pero el placer era inmenso, poco a poco se abría paso dolorosamente y quedó bien encajada en mi culo, puso mis piernas sobre sus hombros y comenzó a follarme ¡Que placer tan inmenso! Su verga salía casi en su totalidad entrando de nuevo hasta el fondo, haciéndome gemir con cada embestida.

Me puso de lado y él detrás clavando su miembro de nuevo, levanté mi pierna apoyándola sobre su muslo y su mano no paraba de acariciarme, mi verga trotaba sobre mi plano vientre, entonces deslizó su mano sobre ella y fue masturbándome muy, muy lentamente, como para hacerme sufrir de un agónico placer, nuestras bocas luchaban entre ellas saboreándonos, los dos gemíamos de placer y en una embestida más noté los chorros de semen invadiendo mi culo, tanto placer provocó que mi verga escupiera a través de su mano salpicando las sábanas y parte de mi cuerpo, Craso dejó su verga dentro, poco a poco se fue retirando quedándonos abrazados, nuestra respiración fue calmándose, entonces preguntó: ¿Ése amigo Oscar, cómo murió?

Le fui relatando todo, tal como ocurrió y que los tres habíamos intentado, en vano tirar del brazo de Lobo para ayudarlo, mientras él sujetaba a Oscar, pero el brazalete en la muñeca de Lobo se había partido y desapareció con Oscar en el fondo de aquella catarata, le conté el grito desesperado de Lobo llamándole sin darse cuenta que tenía una vena seccionada y salía mucha sangre, los interrogatorios y la visita de los padres del joven Oscar. Volvió a preguntar: ¿Por qué no vives con ellos en ese piso? Yo respondí: ¡Estuvimos casi un año allí juntos, pero nos faltaba algo, ya no era lo mismo, todos de alguna manera nos sentíamos culpables! Y nos fuimos distanciando, yo entré a trabajar en el centro veterinario y más adelante cuando abrieron la discoteca me cogieron de DJ.

Nos llamamos por el móvil, para no perder el contacto y nos juntamos una vez al año en el piso, de todas maneras Jordan (Lobo) se ha convertido en el cabeza de esta extraña familia, él se encarga de pagar el alquiler de nuestros pisos, el mío, el de mi hermano mayor Dani y también de Robert. Craso me interrumpió diciendo: ¡Debe ser millonario! Yo sonriendo continué: ¡Todo lo que gana lo invierte ayudando, tanto a nosotros como a otros chicos, se pasa mucho tiempo preparando los espectáculos y viaja de vez en cuando al extranjero, pero no gasta nada en sí mismo!  Craso dijo: ¿Espectáculos?

Volví a reír diciendo: ¡Sí, dentro de dos días creará otro nuevo, siempre parece alto secreto, ni mi hermano me cuenta nada y eso que ocurre en Phantom, se hace una vez al mes y la entrada cuesta 500 euros y siempre hay cola, parece que todo lo que toca se convierte en éxito! Yo averigüé, que me habían elegido como DJ, gracias a él, cree que yo no lo sé. Otro ejemplo es Robert, ellos se conocían desde pequeños, pero una de las fotos de Lobo sirvió para la publicidad y el logo de Phantom, a mi hermano Dani le echó un cable en el gimnasio y les propuso actuar en la discoteca.

El día del espectáculo, cuando terminamos entran los utileros a preparar el escenario, las luces, la música, los controles y las cámaras, lo dirige todo. El primer espectáculo fue muy modesto, pero de gran impacto y corrió la voz rápido y cada mes uno distinto, cada vez más sofisticado. Miré la hora y dije: ¡Tengo que currar! Nos metimos en la ducha y nos vestimos, me llevó en coche a la discoteca.

A las 5 de la mañana me esperaba con el coche, volvimos a mi apartamento, nada más entrar me comenzó a desnudar y yo a él teníamos prisa, su cuerpo era perfecto, me cogió en brazos llevándome a la cama, me dejó tumbado mirando el techo y su boca fue chupándome la verga con mucha insistencia, me hubiera gustado estar siempre así, su boca era una delicia, mi verga estaba totalmente dura y a punto de reventar, tiró de mí levantándome y me colocó detrás de él, de pie apoyó sus brazos en la cama y me ofrecía su prieto trasero, me agaché lamiendo tan espectacular manjar, el ano muy estrecho y cerrado, pero mi lengua insistente lo fue aflojando, comenzaba a palpitar. Me puse de pie y sujetando mi verga fui clavándola dentro de él, gimió con fuerza, levantó una pierna y la puso bien estirada lateralmente sobre el borde de la cama, mis manos acariciaban esa perfecta espalda y finalmente agarrándome a su estrecha cintura comencé a penetrarlo con rotundidad, mientras entraba y salía de tan apetitoso culo, besaba y lamía su espalda, su ano se contraía apretando aún más mi verga al entrar dentro, movía su culo en rotación y gimiendo solté mi semen dentro de él, cuando no salió más me retiré del culo.

Hice que Craso se tumbara boca arriba y subiendo a la cama me senté sobre esa gorda verga clavándomela profundamente, mi cuerpo subía y bajaba, cabalgando con fuerza, al poco incliné mi cuerpo y lo besé dejando que él tomara la iniciativa y los movimientos de su pelvis subiendo y bajando, me llenaban de un placer inmenso, cada vez apretaba más hondo y noté su final llenándome con su preciado líquido. Poco después se vistió dejándome durmiendo plácidamente.

Al día siguiente, repetimos sexo toda la tarde, él me penetró y después yo a él, me acompañó a la discoteca y más tarde lo vi tomando una copa y hablando con mi amigo Páris, le entregó un paquete y poco después se fue. Antes de marcharme, mi compañero me entregó el paquete de parte de Craso junto a una nota, que rezaba:

Mi querido amigo, siento partir de repente, tal vez pueda ver el nuevo espectáculo, no sé si podré, pero me gustaría que vistieras con estas prendas, creo que excitarás a más de uno, sobre todo a Páris, que tiene debilidad por ti. Tal vez es tu media naranja. Hasta más ver.               CRASO

Al llegar a casa miré las prendas y me quedé sorprendido, un pantalón vaquero gastado y roto en algunas partes, una camisa de seda muy entallada, sin mangas y a cuadros después un suspensorio blanco roto, tirando a marfil, un grueso cinturón marrón con una hebilla y grabada una orca saltando en el mar, finalmente unas magníficas zapatillas deportivas altas a juego con el cinturón, comencé a probarme todo y al terminar, mirándome al espejo dije: ¡Realmente estoy para comerme! Los rotos de los pantalones, eran geniales y muy sugestivos, el bolsillo trasero izquierdo colgaba medio suelto junto a parte de la tela donde tenía que estar y de esa forma se veía un poco el trasero, en la parte delantera derecha había un corte casi en vertical pero algo inclinado desde la mitad de la bragueta hacía abajo y al andar o moverte aparecía ligeramente mi verga dentro del suspensorio, la cinturilla del vaquero era bajo y se veía ligeramente el principio de la ranura de mi trasero, la camisa a cuadros tan liviana, sin mangas resaltaba mis pectorales, mis brazos y el plano vientre, entonces me encontré mirando la hebilla del cinturón y no sé porque unas lágrimas se deslizaron de mis ojos.

El día del espectáculo no vi a Craso, pero estaba tan orgulloso por todos, el escenario, la música, las luces y la sensualidad impregnaba a todos en el local, de nuevo fue un éxito rotundo, como siempre Lobo desapareció terminada la función, dejando el éxito a los que habían actuado, en este caso eran mi hermano Dani, su amigo Miguel, otro joven del gimnasio Peter y el entrenador Javier. Todo fue brillante e impactante, me acerqué a Páris que me entregó una copa, como estaba fuera de la barra besé sus labios y él respondió abriéndolos levemente y respondió metiendo su lengua dentro de mi boca, su mano sobre la rotura frontal de mi pantalón, nos abrazamos fundiéndonos, esa noche en mi apartamento hubo fuegos artificiales.

Páris me penetró tres veces y yo tres más a él, quedando extenuados pero ambos felices, mentalmente le di las gracias a Craso.


Cuando llegué al apartotel, estaba cachondo por el espectáculo de Phantom, había ido pero estuve todo el rato en un sector distinto para no encontrarme con Karl, todo fue tan excitante, que me habría pajeado allí mismo, algunos clientes se tocaban las pollas.

A las 24 horas en punto, las luces disminuyeron al mismo tiempo subía un escenario al fondo del local, a cada lado descendieron unas enormes pantallas, la música era suave, de pronto un ruido estridente de llaves y una proyección central, en ella se veían dos policías y dos jóvenes esposados a la espalda, les quitan las esposas y los cachean tocando todas las partes del cuerpo, les obligan con amenaza a desnudarse, quedando los jóvenes en calzoncillos de hilo blanco y los empujan hacia delante del escenario, ya no era proyección, los policías eran, Javier el barbudo y el rubio Peter, los jóvenes detenidos Dani y Miguel, casi ni me había dado cuenta que durante la proyección había subido una pared de grueso cristal y empujan fuerte a los chicos cerca de esa pared transparente, los policías toman unas gruesas mangueras y las abren soltando unos fuertes chorros sobre los desdichados jóvenes, que ante tal potencia chocan contra la pared de cristal, apretando sus cuerpos con gestos de dolor, los espectadores al ver los chorros en su dirección se habían echado atrás soltando gritos, al ver que no se mojaban aplaudieron a rabiar, los chicos seguían agobiados por los chorros de agua, pero enfurecidos a pesar del agua fueron reptando acercándose a los policías y finalmente cortan el agua, cogiendo a los uniformados y lanzándolos contra el cristal y entonces ellos abrieron el agua sobre los policías.

El fuerte chorro destrozó las camisas de estos, al cerrar el agua se acercaron arrancándoles el pantalón y cayendo todos al suelo se peleaban por tener el control, unas cámaras en el suelo y diversos ángulos mostraban cualquier acción del escenario en las pantallas, el suelo era transparente emitían las imágenes de ellos de diversos ángulos mientras se peleaban, los calzoncillos blancos se fueron rasgando en la refriega y los policías estaban con suspensorios, con su cinto y la porra al lado, los chicos estaban sentados sobre el trasero de los polis y tomando las porras las metían entre las nalgas de los funcionarios frotándolas, poco después frotaban sus vergas dentro del roto calzoncillo sobre el trasero de ellos, la música iba subiendo a medida que se manoseaban, los policías intentaban salir de debajo, uno consiguió darse la vuelta, Peter y sus manos ya no luchaban se deslizaban por el mojado cuerpo del joven Dani sentado sobre él, el joven Miguel frotaba su cuerpo sobre las nalgas del otro policía Javier, finalmente se fueron levantando mientras se acariciaban, los suspensorios mojados dejaban traslucir la dureza de sus vergas, poco a poco se juntaron los cuatro besándose y mientras mirabas el sensual cuadro, la pared de cristal desapareció.

Al mismo tiempo del techo bajaba un cilindro de metacrilato de cuatro metros de diámetro con una abertura lateral, los cuatro entraron cogidos de la mano y una vez dentro fueron acariciando sus cuerpos mientras se besaban y de pronto un fuerte rugido y al son de fuertes timbales, los hizo elevar del suelo, comenzaron dando vueltas, unos subían y otros bajaban, finalmente se cogieron las manos uniendo sus cuerpos en el aire se besaban, acariciándose y frotando sus cuerpos, del suelo comenzaron a subir gotas, que fueron empapando sus cuerpos dejándolos aceitosos, ahora suspendidos en el aire con posturas claramente teniendo sexo, primero en parejas, luego intercambiándose entre ellos y finalmente los cuatro,  sus cuerpos se frotaban una y otra vez, Dani parecía penetrar a Miguel con las piernas levantadas, Peter detrás de Javier hacía lo mismo de pie, junto a la música sonaban leves gemidos, otra vuelta en el aire y estaban penetrándose juntos, las parejas se intercambiaban y las vergas abultaban dentro de los suspensorios y los calzoncillos muy notoriamente, mientras daban volteretas en el aire parecían estar haciéndose mamadas, como si fuera un 69, finalmente se fueron arrancando los calzoncillos y suspensorios, quedando desnudos en su totalidad, con sus verga erectas y formando un circulo juntando sus brazos y sus piernas, con la espalda ligeramente inclinada hacia atrás y  mirando como al cielo, sus cuerpos fueron descendiendo quedando unidos, la luz se fue apagando lentamente y del suelo salieron rayos de luz hacia arriba, sus cuerpos muy pegados y se besaban, mientras junto a la música se oían gemidos de orgasmo y del techo caía bastante purpurina sobre sus cuerpos aceitosos , casi al mismo instante cuatro cañones en la parte superior del local también disparaban purpurina sobre los asistentes, finalmente solo gemidos y la luz fue desapareciendo.

Una gran ovación sacudió todo el local, el espectáculo había durado más de hora y media, realmente era genial, se abrieron las luces del local y entonces cerca de la barra vi a Karl y Páris besándose, sonreí y salí del local muy satisfecho.

Esa noche me masturbé recordando lo visto en escena y pensando en años anteriores, al soltar mi semen sobre mi cuerpo se me escapó de mis labios un nombre, me mordí los labios mientras seguía eyaculando a placer.

A mediodía fui a un gimnasio, el joven de recepción, me enseñó todo el local, le pregunté, si tenían trainers personales, él asintió, marcó un busca y apareció Dani, me presenté ¡Me llamo Sarco! le dije, que buscaba un entrenador personal y me dijo sus horarios, para poder combinarlo y quedamos de acuerdo, tanto en precio como la hora, pero su mirada parecía indicar, que no lo necesitaba y quedamos para ése mismo día a las 18 horas.

Tanto ése día como los siguientes fueron agotadores, Dani parecía satisfecho por lo bien que yo hacía lo que me mandaba, en alguna ocasión palpaba mis hombros y bíceps, en alguna ocasión lo pillé mirando mi abultada entrepierna, llevando el pantaloncito de lycra tan ajustado mi verga resaltaba aún mucho más, al cruzar nuestras miradas él desviaba la suya, parecía incluso tímido, a veces yo tocaba mi verga poniéndola más acomodada y lo miraba con descaro sonriéndole, siempre al terminar me duchaba y entraba en la sauna, una tarde, encontré a Dani en el vestuario besándose con Miguel y deduje que estaban liados, pero cuando estaba en la sauna medio amodorrado, entró Dani sentándose cerca de mí, mi verga dentro de un bañador de natación celeste abultaba mucho más.

Con los ojos cerrados noté la mano de Dani acariciando mi muslo subiéndola desde la rodilla hasta cerca del bañador, mi verga comenzó a crecer al contacto de su mano acariciante y tensaba hacia un lado el bañador, casi para reventarlo, entonces su mano se apoyó sobre el bañador, abrí los ojos mirándole, Dani soltó: ¡Tienes una verga enorme! Su mano sobre el bañador frotaba la verga a todo lo largo, aflojé el cordón de la prenda sacando al exterior mis huevos y la verga, el soltó: ¡Dios es enorme, solo he visto una igual de esplendida y la llamaba “la gorda”!

Tomé su mano poniéndola sobre mi verga, su mano subía y bajaba lentamente, de pronto se agachó entre mis piernas acercando sus labios al miembro, la lengua repasaba todo el tronco arriba y abajo, después comenzó a chupar el capullo, continuó tragándose parte de la verga, yo gemía y él seguía tragándose más mi verga el sonido de su boca chupando era de satisfacción, hice que se levantara y bajé su bañador inclinándome comencé a chuparle la verga, mientras mis manos apretaban sus nalgas separándolas y mis dedos rozaban su ano acariciándolo distraídamente, ahora él gemía sus manos acariciaban mis hombros y nuca, sacó los pies de su bañador y dándose la vuelta, se apoyó sobre el banco con una pierna doblada y apoyada en él, descaradamente me ofrecía su culo, me bajé el bañador y pasé mi lengua por su ano varias veces escupiendo saliva sobre él, sujetando mi polla lo fui penetrando con lentitud pero constante, quedé totalmente clavado en su interior, levanté su cuerpo y girando su cara  busqué su boca, nos fundimos en un profundo beso mientras el dolor de mi verga en su culo disminuía.

Dani movió su trasero y sujetando sus caderas lo fui embistiendo una y otra vez, cada una más potente que la otra, ambos gemíamos mientras nuestras bocas se saboreaban, entonces retiré toda la verga y sin sujetarla le ensarté de nuevo, soltó un profundo gemido.

Le di la vuelta y apoyando sus hombros sobre su toalla, mis brazos bajo sus rodillas lo levanté en vilo y mi verga entró de nuevo dentro de él, la expresión de su cara eran de tal placer, que me enardecían más, mi follada fue en aumento y terminé llenando su culo con mi semen, salí de su interior y sentándolo en el banco superior comencé a chuparle la verga, mientras nuestras manos   acariciaban nuestros cuerpos no podía resistirse a mis apretados labios sobre su verga y terminó gimiendo al tiempo que me llenaba la boca con fuertes chorros de semen, nos besamos y pasado un rato fuimos a la ducha.

Al día siguiente me llamó al móvil retrasando nuestro entrenamiento hasta las 21 horas, antes del cierre a esa hora me encontré con Dani y su amigo Miguel, nos presentó y comenzamos con los ejercicios, ahora tenía a dos trainers para mí solo, del pantalón de lycra había cortado un hilo de la costura del trasero y no llevaba el suspensorio debajo, mi verga no tan aprisionada abultaba todavía más, más cuando estaba tumbado levantando pesas, detrás se encontraba Dani, para sujetar las pesas y con la piernas ligeramente separadas tenía una amplia visión de su abultada verga dentro de su pantalón de lycra, cuando tomaba las pesas la acercaba a mi cara, Miguel al final del banco sujetaba mis tobillos para que no los levantara del suelo y su mirada no se apartaba de mi entrepierna.

Las manos de Miguel iban subiendo acariciando mis piernas y mi verga iba despertando de su letargo, Dani tomó las pesas dejándolas en el soporte y apoyándose sobre la barra acercó su entrepierna casi cerca de mi boca, puse mis manos en sus nalgas empujando su pelvis más hacía mí y mi lengua fue resiguiendo el contorno de su verga mojando la lycra del pantalón, ya estaba empalmado, la mano de Miguel había sacado mi verga y los huevos fuera del pantalón y su lengua repasaba todo mi tronco haciéndome cosquilleos que recorrían todo mi cuerpo, su golosa boca fue chupándola de una forma muy lenta y placentera. Ahora estábamos solos en todo el local, no quedaba nadie más y estaba cerrado.

Miguel tumbó su cuerpo sobre el mío frotando su verga con la mía y su boca se unió a la mía lamiendo y chupando la verga de Dani, después de bajarle el pantalón, nuestras bocas ansiosas lo hacían gemir de placer, sacó su verga de nuestras boca  e hizo levantar a Miguel, dejándolo donde estaba antes él, yo me di la vuelta, quedando mi cuerpo boca abajo sobre el banco, pero las piernas a ambos lados se apoyaban sobre el suelo, como si estuviera montando a caballo, con el cuerpo inclinado, bajé el pantalón de Miguel y engullí su bonita verga, él empujaba mi cabeza con sus manos obligando a tragarme más hondo su verga, mientras Dani se sentó detrás de mí lamiendo mi trasero sobre la lycra del pantalón, su lengua encontró el pequeño desgarro en la costura, separó un poco más los lados abriendo un orificio mayor y su lengua entró por él lamiendo mi ano, él ya se había sacado el pantalón y notaba el contacto de su verga cerca, yo estaba en la gloria y de pronto Dani apartó su lengua y metiendo un dedo de cada mano rasgó la totalidad de la costura dejando al descubierto mi culo además de la verga y los huevos.

La mano de Dani tomó mi verga y los huevos llevándolos hacia atrás de forma que podía lamerlos y su lengua repasaba una y otra vez mi ano, que palpitaba, noté el contacto de su saliva deslizándose sobre mi ano y cogiendo su verga la fue metiendo en mi apretado culo, gemí pero seguía teniendo la boca ocupada con la polla de Miguel, era un gran placer para mí chupársela y la polla de Dani entrando y saliendo constante de mi culo me daba aún mayor placer, sus manos sujetas a la cinturilla de lycra del pantalón me penetraba con tanta fuerza como si estuviera cabalgando sobre un rápido corcel ¡Me follaba muy bien, notando su verga dentro palpitando! y de pronto su verga estalló en mi culo llenándome de dicha y de semen. Casi al mismo tiempo Miguel terminó dentro de mi boca, relamí mis labios saboreando su néctar.

Dani incorporó mi cuerpo y girando mi cara nos besamos, Miguel se quitó el pantalón y dándome la espalda se sentó a horcajadas delante de mí y ofreciéndome su lindo culo, sus manos se apoyaban sobre la barra de pesas, las manos de Dani terminaron de romper mi lycra delantera y sin sacar su verga de mi culo cogió la mía apuntando al culo de Miguel, que fue echando el trasero hacía atrás clavándose él mismo mi verga, se quejaba de dolor, pero continuaba empujando hacia atrás gimiendo, tenía la polla dolorida y con ganas de correrme, apreté mi esfínter y noté la verga de Dani crecer de nuevo, acaricié la ancha espalda de Miguel mientras besaba su nuca, giró su cara y nos dimos la lengua, mi cuerpo comenzó a deslizarse adelante y atrás, follando y siendo follado de nuevo, mis movimientos lentos primero fueron acelerando el ritmo. Miguel se levantó sentándose frente a mí separando las piernas y clavé de nuevo mi gran estaca en su culo, ahora él veía mi cara y mi verga clavándose dentro de él, apreté sus tetillas mientras lo traspasaba y de pronto mi verga reventó llenando su cálido culo con mi semen, Dani sacó su verga de mi culo y acercándose a Miguel la metió en su boca en el mismo instante que soltaba su corrida, llenándole totalmente con su semen.

Toda esa semana disfrutamos los tres con sexo muy variado, me invitaron a su apartamento y hablamos de todo un poco, a Dani le pregunté por “la gorda” y me habló de antaño cuando vivían todos juntos en el piso de Oscar, al mencionar ése nombre lo hizo con dulzura, le pregunté por el tal Oscar y me relató el accidente de las cataratas, que al tirar del otro brazo de Lobo, él podría salvar a Oscar, como si nosotros fuéramos un contrapeso, pero al romperse la pulsera fue el trágico final de joven regordete, cayendo y rebotando en los salientes, mientras Lobo gritaba a viva voz su nombre, todo fue muy dramático para todos en especial para Lobo, de alguna forma se siente culpable.

Dani comentó: Gracias a Lobo, todos tenemos más o menos trabajos estables, por ejemplo salvó éste gimnasio en quiebra, nos propuso actuar en la nueva discoteca Phantom, dio trabajo a mi hermano Karl de DJ allí también, se preocupó de Robert, le hizo unas fotos fantásticas y después de la primera actuación en Phantom le salieron desfiles y creo que ahora está fuera del país rodando una serie para televisión, tenemos una vida bastante buena, pero él desde el accidente sufre de insomnio y se busca trabajo a cualquier hora del día o la noche, ahora seguro que ya está trabajando en el próximo montaje de la discoteca, cuando lo veo mi corazón da un vuelco.

Sabes, que al volver de Brasil, continuó estudiando bioquímica y empezó a trabajar en un laboratorio, de esa forma ganaba dinero y le servía de prácticas, también hacía fotos para catálogos, dos años después lo ficharon para una agencia de publicidad y ahora solamente hace trabajos muy selectivos ganando una pequeña fortuna por cada uno, paga el alquiler de todos los apartamentos, además compró el gimnasio, cargó con los gastos de reforma, poniéndolo a mi nombre. Me sabe mal por él es fabuloso, nos escucha, aconseja y nos levanta la moral.

Yo pregunté: ¿Y no está con nadie? ¡Con tantos modelos guapos tendrá alguien especial! Dani negó con la cabeza, añadiendo: Según me contó Robert, tiene encuentros con chicos de pago, pero él podría tener a quien quisiera, lo que no quiere es estar atado, como si esperara a alguien especial.

Me despedí de ellos volviendo pensativo al hotel.

Cuando abrieron el paquete se encontraron con dos réplicas exactas de mi enorme polla junto a dos anillos para las suyas  y la nota decía:

Me habéis hecho muy feliz, me gusta veros juntos, espero que lo disfrutéis mucho, como no necesitas un entrenador personal, no abuses de los esteroides. Hasta más ver. SORCA


Estamos en Niza, rodando una serie de acción, parece ir todo muy bien, estoy hablando con el joven que me dobla en las escenas de alto riesgo, es muy guapo y creo que le gusto un poco, entonces me llaman para una escena más para finalizar la jornada, tengo que ir saltando de una azotea a otra y finalmente aterrizar sobre unas colchonetas, hay bastante gente observando y de pronto la orden: ¡Acción! Cuento hasta cinco y comienzo a saltar con suma facilidad, me he entrenado a fondo y cuando me lanzó sobre las colchonetas, me doy cuenta que están en mala posición, espero lo peor y ya estoy cayendo desde una altura de tres pisos, me veo amorrado al suelo, cuando de pronto alguien se abalanza sobre mí haciéndome caer sobre las mullidas colchonetas, levanto la cara y me encuentro frente a un joven adonis, le doy las gracias, por su rapidez, el director que se dio cuenta de todo y comenzó a vociferar por los responsables, se acercó a mí preocupado, le dije, que estaba bien gracias al joven, éste se presentó diciendo me llamo Sacro, yo respondí: ¡Mi nombre es Robert! De pronto llegó corriendo mi doble, se llama Lucien, está preocupado por mí, le digo que todo va bien y le presento a mi salvador, se dan la mano midiéndose entre ellos, Sacro es alto y muy hermoso, me lo imagino desnudo y casi me empalmo de pensarlo.

La toma ha sido válida y el fin de la jornada, recuerdo que tendré varios días de descanso antes de volver a actuar, invitó al joven y guapo Sacro a mi remolque y ha aceptado, para mi satisfacción, Lucien se fue a buscarme una bebida refrescante y volvió con bebidas para los tres, el joven Sacro miraba el interior del remolque, parecía cómodo en cualquier lugar, nos fue contando sus viajes por distintos países, era un trotamundos, después de beber me fui desnudando para cambiarme de ropa y volver al hotel, Lucien no apartaba la vista de mi cuerpo, era la primera vez que me desnudaba delante de él y también de un extraño, ambos medían sus fuerzas con las miradas, mi enamorado metió la mano dentro de su bolsillo colocándose bien la verga que le crecía en su interior.

El guapo Sacro veía crecer la verga de mi joven doble, mientras sonreía ligeramente y mirándome soltó: ¿Siempre te gusta provocar, para que se enfrenten por ti?

Con la toalla en mi cintura me acerqué a él y mi mano se posó sobre su entrepierna, me recorrió tal escalofrío, que aparté mi mano, él con suma rapidez la cogió llevándola sobre la entrepierna de Lucien obligándome a frotarla sobre el pantalón, su mano quemaba la mía, pero sentía un placer notando la dura verga de mi compañero de rodaje, Sacro apartó su mano de la mía y miré a Lucien a los ojos, estos lo expresaban todo, me amaba y disfrutaba con mi contacto, Sacro se colocó detrás de él y pasando sus manos fue abriéndole la camisa, sacándola del pantalón, deslizó la prenda de los brazos del joven, yo fui acercando mis labios a la boca de Lucien y paseé mi lengua sobre los suyos, separó ligeramente los labios y mi lengua entró en su boca, sus desnudos brazos me abrazaron con fuerza, nuestras bocas y lenguas se exploraban mutuamente, como si fuera mi primera vez, yo estaba muy excitado, la toalla en mi cintura palpitaba al ritmo de mi verga, nuestro recién llegado continuó abriendo el pantalón de Lucien y deslizándolo hasta el suelo, levantó un pie y sacó el calzado, después el otro, le bajó el bóxer sacando todas las prendas incluidos los calcetines, soltó mi toalla, nosotros apenas éramos conscientes de lo que iba haciendo seguíamos besándonos.

Tomé la temblorosa mano de Lucien y nos tumbamos en el camastro del remolque, Sacro se sentó en el pequeño sofá cercano a la cama, se abrió la camisa también un poco el pantalón y sonriente nos observaba. La verga de Lucien ardía de deseo, tirando de su cuerpo hice que se pusiera a horcajadas frente a mi cara y mi boca comenzó a chupar su espléndida verga, gimió, mi boca se tragaba profundamente su verga mientras mis manos no paraban de acariciar su cuerpo, él movía su culo adelante y atrás mientras entraba su verga en mi boca, su cálida mano echada hacia atrás masturbaba mi polla mientras la restregaba contra su culo.

Le hice darse la vuelta dejándome su culo frente a mi boca y Lucien comenzó a chuparme la verga, primero con timidez, pero cada vez era mejor que la anterior, sus manos acariciaban mis huevos y  entonces levanté mis piernas ofreciendo mi espectacular culo, su boca buscó con rapidez mi ano mojándolo intensamente con su saliva, sus manos separaban mis nalgas, comenzó a alternar su lengua con los dedos que entraban abriéndome para mi deleite, yo hacía lo mismo chupando su culo metiendo mis dedos dentro, nuestras respiraciones eran agitadas. Se dio la vuelta colocándose entre mis piernas y sujetándome los tobillos me fue metiendo su verga, yo gemía notando la fuerza del miembro, apoyó sus manos sobre la cama y apoyándose sobre los dedos de sus pies, se inclinó sobre mi cuerpo obligándome a tener mi culo más levantado y parecía que hacía flexiones, de tal forma que su verga se clavaba una y otra vez dentro de mí, me follaba a conciencia mirando mi cara, separó mis piernas a los lados y su boca buscó la mía, mientras me penetraba soltaba su saliva dentro de mi boca, que yo tomaba con ansia saboreándola, ahora arremetía con más intensidad, mis gemidos de placer morían en nuestras bocas y me llenó el culo con su semen, con tal potencia, que se me erizaba el vello, me besó con mucha fuerza con sus últimas sacudidas.

Poco después Lucien se montó sobre mi verga cabalgándome a su gusto, se inclinó dejándome tomar la iniciativa y lo follé con ganas hasta que casi exhausto me vacié en su culo mientras nos besábamos, su culo se había abierto como una flor para recibirme, agotados nos tumbamos uno al lado del otro, miré a Sacro, que sonreía, mi mirada fue descendiendo terminando sobre la pernera de su pantalón allí se marcaba su voluminosa verga bastante apretada por la prenda. Besando de nuevo a Lucien le dije: ¡No te enfades conmigo, pero me gustaría mostrarte una maravilla y hasta tal vez deberíamos probarla! Y nos acercamos a Sacro, le sacamos el calzado y mientras yo le bajaba el pantalón, Lucien le quitó la camisa.

La verga saltó de repente al bajarle el pantalón y Lucien se quedó asombrado, sus manos acariciaron el amplio pectoral de Sacro mientras deleitaba su mirada con la gruesa y larga verga, paseó su lengua sobre sus labios, yo cogí con mi mano tanta magnificencia y acerqué mis labios sobre el colorado capullo lamiéndolo chupándola casi de inmediato, mientras ellos se besaban, mi boca dejaba mucha saliva sobre la verga, subiéndome en el sillón y sujetándome en la parte alta del respaldo mi culo fue descendiendo sobre la verga que Sacro la sujetaba con su mano y me la fui clavando, la verga iba abriendo camino, dolía, pero eran superior el afán de tenerla clavada, cuando estuve bien ensartado, mascullé ¡Lobo! Y mi culo fue subiendo y bajando, Sacro chupaba la verga de Lucien que estaba a su lado y gemía.

Sacro sacó de su boca la verga de mi amigo y cogiéndome por las nalgas me llevó al camastro, me dejó de espaldas sobre ella sin sacar su polla de mi culo, él se puso de rodillas, casi al final de la cama con su cuerpo inclinado sobre mí doblándome las piernas, Lucien se  fue acercando y sus manos fueron acariciando el duro trasero de Sacro, de pie fue soltando saliva en el agujero de ése apetitoso culo y tomando su verga la fue metiendo dentro de Sacro, que gimió y fue moviéndose adelante y atrás follándome y siendo follado, ahora los tres gemíamos, Lucien empujaba fuerte sobre Sacro y éste se enterraba más dentro de mí, las manos de mi compañero le pellizcaba los pezones besándole y mordisqueando su nuca, Sacro estalló dentro de mi culo llenándome con su simiente suspirando con fuerza, me besó la boca, Lucien sujetando los hombros de Sacro lo fue bombeando soltando su semen dentro de Sacro, se fueron separando y se tumbaron en la cama, al ser estrecha nos pusimos de lado.

La verga de Sacro continuaba dura, decidí ponerme detrás de él y al no correrme antes, yo tenía ganas de probarlo y me fui clavando en su culo, Sacro pasó su brazo alrededor de la cintura de Sacro obligándole a juntar se espalda a la parte delantera de él y sujetando su verga la fue entrando dentro de Lucien, él se quejaba, pero empujaba su culo atrás clavándose más la polla enorme de Sacro y moviéndome los empujaba uno contra el otro, gemían y yo también, Mi colega gemía diciendo: ¡Dios, me partirá en dos, pero es genial! Yo aceleré más mis embestidas corriéndome dentro de Sacro y éste volvió a correrse dentro de Lucien, al separarnos yo chupé la verga de mi amigo y él la de Sacro, Lucien terminó de nuevo en mi boca

Fuimos a cenar y hablamos, me preguntó: ¿Por Lobo? Yo dije, que mi amigo tenía una verga igual a la suya y fui comentando nuestras vivencias, contando también lo del accidente de Oscar y también le dije, que los espectáculos se veían en varias discotecas gay del otros países y las recaudaciones de esos días iban destinados a una institución, sin ánimo de lucro “Fundación Oscar”, en cada país, para ayudar a los jóvenes con problemas de autoestima y otras secuelas de maltrato, preguntó por Lobo y le comenté que parecía casi un ermitaño, pero lo quería mucho, ya que me había ayudado a salir de mi problema con los polvos en la nariz, él lo sufrió a mí lado y veló por mí todo el tiempo, por otro lado se siente responsable de la desaparición de Oscar, pero si vieras su cicatriz en la muñeca, te quedarías de piedra, ahora se la cubre con un brazalete de cuero de casi un palmo de alto, en mi enfermedad, alguna vez vi que se lo quitaba y acariciaba la cicatriz casi con amor.

Por la noche en mi hotel tuvimos sexo los tres de nuevo y por la mañana Sacro se despidió de nosotros y a la tarde en recepción me entregaron un paquete, dentro el último modelo de móvil, alta tecnología, con una nota:

Me gusta mucho tu amigo Lucien, te hago un regalo por darme esperanza, si ya tienes uno, se lo puedes regalar al guapo Lucien. Hasta más ver. SACRO


Voy camino de vuelta y la última parada será la más difícil para mí, estoy nervioso por encontrarme con Jordan, el conocido Lobo y casi tengo miedo de éste encuentro…

Continuará