Mi amiga, su abuelo y yo
El abuelo miraba y no la deje pensar, abrí hambrienta mis piernas y Nuria mirando al centro no pudo resistir la tentación y se lanzó de lleno, yo estaba tan caliente que la coloque sobre mí, retire su braga y por primera vez probé su coñito depilado, mientras ella deboraba el mio.
Estaba dispuesta a disfrutar el verano a tope, acababa de dejar a mi novio y estaba dispuesta a disfrutar sin atarme a nada.
Llegue al pueblo donde veraneábamos ya de noche, en casa me esperaban para cenar y esa noche nos acostamos pronto, estaba rendida del ajetreo del día. En la cama recordé el año pasado y volví a recordar a Nuria, la conocí casi a finales de ese verano, nuestros padres eran amigos. Enseguida nos compenetramos y pasamos juntas las dos últimas semanas, íbamos a la playa, íbamos al pueblo en bici y lo pasábamos en grande, a mi mente vino una noche especial, habíamos ido a la playa con unos amigos y todos desaparecieron pronto, nosotras nos quedamos un rato más, habíamos bebido unas cervezas y empezamos a tontear con lo de bañarse desnudas.
-tú te has bañado alguna vez? –Pregunto Nuria-
-yo no
-lo probamos? –me sugirió-
En unos minutos habíamos dejado nuestros bañadores en la orilla y nadábamos despreocupadas completamente desnudas, tonteamos hasta que en un momento dado, nuestros cuerpos se rozaron, la mire, me miro y sin saber cómo terminamos besándonos, no se quien lo empezó pero al momento mis manos estaban en sus pequeños pechos y sus manos buscaban mis pezones, ambas jadeábamos cuando note que su mano buscaba mi sexo, hice lo mismo que ella y toque los rizos de su pubis, los aparte y empecé a acariciar su rajita, sin dejar de besarnos, mis dedos penetraron y ella me siguió hasta que jadeando llegamos juntas a un orgasmo que nos dejó temblando en el agua, sin decir nada salimos del agua, nos secamos, nos vestimos y no volvimos hablar del tema.
Vendría este año?, me preguntaba, me había acordado de esa noche muchas veces, a mis diecinueve años me gustaban los chicos pero sería de tontos negar que disfrute de esa experiencia.
Me dormí recordando de nuevo la única noche en la que había disfrutado con otra mujer.
A la mañana siguiente interrogue a mi madre y me dijo que Nuria y su familia habían ido como todos los años, este año se habían traído hasta al abuelo.
Me dirigí a su casa y al abrir la verja la vi en el jardín, enseguida se acercó a abrazarme y ambas retomamos de nuevo nuestra amistad, nos pusimos al día, nos excusamos por no habernos llamado con una sonrisa ambas recordamos el porque nos habíamos distanciado.
Estuvimos dos horas hablando y poniéndonos al día, le conté mi ruptura amorosa y ella me conto que estaba con alguien, no me sorprendí cuando me dijo:
-ella vendrá la semana que viene unos días.
Me miro esperando mi reacción, que fue de naturalidad, creo que en el fondo lo supe desde el principio.
-me encantara conocerla. La conocen tus padres?
-si pero ni por asomo saben aún que es mi pareja, creen que somos amigas, aun no estoy preparada creo que aún no lo entenderían, además quiero tenerlo más claro.
-me parece bien
A los dos días y de nuevo inseparables volvíamos a casa del pueblo cuando decidimos parar a darnos un baño, empecé a quitarme la ropa y cuando ya solo nos quedaba la ropa interior nos miramos un instante y seguimos, nos desnudamos completamente y nos metimos en el agua, nadamos largo rato mientras charlábamos y de nuevo nos acercamos, nos besamos y su lengua exploro mi boca largo rato solo abandonándola para ceder el paso a la mía, pegue mi cuerpo al suyo y me gusto la sensación de calor y humedad que nos envolvía. Pero esta vez salimos del agua, nos tumbamos en la orilla y nos abrazamos, sus manos acariciaban mi culo mientras las mías agarraban sus tetitas, más pequeñas que las mías. Nuestros sexos se frotaban y sin dejar de besarme me separo un poco y busco mi rajita caliente y anhelante, me penetro con un dedo, luego otro y yo me arquee rendida al placer de sus caricias, cuando creía que no podía más bajo situándose entre mis piernas, las separo más y bajo su cabeza, al momento su lengua experta lamia mi sexo, me devoraba febrilmente y el calor se extendía por todo mi cuerpo, mi novio jamás me había literalmente mamado nunca así, apretó mi clítoris entre sus labios y succiono hasta que me corrí. Lamio absorbiendo hasta el final mi orgasmo y luego subió a besarme, me excito notar mi sabor en su boca y busque con mi mano su sexo, lo frote, busque su botón y lo friccione hasta que la note temblar.
-no ha estado nada mal Raquel –me dijo aun con la respiración agitada-
-me ha gustado, pero…
-no pienses Raquel. Esto no te encasilla en ninguna parte, relájate y disfrutémoslo, tenemos una semana por delante, deja que me quite la espinita de disfrutarte.
Esa noche pensé en sus palabras y decidí que era verdad, quería experimentar, quería sentir, que me impedía explorar nuevos horizontes? A penas dormí esa noche pero en contrapartida me desperté con las ideas claras, quería disfrutar esa semana con Nuria, fui a buscarla y se lo hice saber.
-Nuria estoy dispuesta a dejarme llevar
-me alegro
Se acercó a mí y me dio un suave beso en los labios antes de coger las bicis y dirigirnos al pueblo, de camino a este paramos y nos alejamos del camino, allí nos desnudamos y nos arrodillamos sobre nuestras ropas y empezamos a acariciarnos, sus manos resbalaban por mi piel y busco el calor entre mis piernas, estaba chorreando cuando por fin me penetro con dos dedos, mi sexo anhelante no dejaba de manar fluidos que resbalaban por sus dedos, quise darle lo mismo y la imite consiguiendo ambas corrernos en pocos minutos. Aun sin saciar seguimos besándonos, frotando nuestros cuerpos buscando más placer, una sensación de ser vigilada me puso en alerta, busque hacia ambos lados hasta que las caricias de Nuria hicieron que olvidara hasta mi nombre, su lengua buscaba entre mis piernas el botón hinchado y palpitante, lo succiono y me corrí de nuevo sin dejar de tocarla hasta conse3guir que ella también gritara entre gemidos.
Ninguna de las dos vimos al hombre que se masturbaba mirándonos a lo lejos.
Nos vestimos y fuimos a reunirnos con el resto del grupo. Por la noche al regresar a casa volvimos a parar, esta vez en la playa. Nos desnudamos y gozamos esta vez en la arena, retozamos y volvimos a corrernos entre jadeos, de nuevo ninguna de las dos vio la sombra que nos observaba en la oscuridad de la noche.
Dormí en la gloria totalmente saciada y feliz, aun palpitaba mi sexo caliente.
Pasaron dos días en los que no dejamos de tocarnos y darnos placer, nunca había tenido tantos orgasmos.
Ninguno de esos días vimos al hombre que nos observaba mientras trazaba un plan. No fue hasta el tercer día cuando fuimos plenamente conscientes de ser observadas.
Estábamos en nuestro claro en el bosque, desnudas después de haber tenidos dos orgasmos, cuando una sombra se hizo más visible, al saberse cazado salió de las sombras y nos dejó heladas.
Era el abuelo de Nuria quien caminaba hacia a nosotras, ambas intentamos cubrirnos en vano.
-no importa, ya os he visto. Llevo días viéndoos retozar pequeñas golfas. Al principio no podía creerlo, pero poco a poco me fui acostumbrando al hecho impensable de que a mi nieta le gustan los conejitos.
-abuelo…
-calla Nuria, tu madre sabe esto?
-no Abu como crees, por favor no se lo digas
-y que gano a cambio?
-haremos lo que quiera señor –dije al borde de las lágrimas- pero no lo diga
-hay algo que podéis hacer
-si abuelo lo que quieras –dijo Nuria sin sospechar lo que el viejo estaba pensando-
-quiero que lo hagáis siempre ante mí, quiero veros mientras retozáis sin esconderme
-pero abuelo eso es…
-inmoral?
-si eres mi abuelo y no debería…
-no debería gustarme ver a la putita de mi nieta retozar con su amiguita? Que creéis que escandalizara más a vuestros padres?
Ambas sopesamos las cosas y supimos que nos tenía en sus manos.
-veo que os habéis decidido, vais a hacer ante mi lo que os pida durante los próximos días?
-si –contestamos ambas-
-esta noche en la playa a las doce
Y se fue por donde había venido, ambas decidimos que no pasaría nada porque el viejo nos mirara un poco. No pensamos jamás que esperara más que eso, solo era el principio de sus planes para nosotras.
Esa noche llegamos puntuales a la playa, él ya estaba allí, sentado cómodamente en unas piedras ante él una gran sabana en la arena.
-venid niñas
Nos acercamos, descalzándonos nos pusimos en la sabana y esperamos instrucciones.
-quiero ver vuestras tetitas
Nos desnudamos de cintura para arriba y mire a Nuria, en el fondo me daba morbo la situación, esa vez hizo que nos tocáramos las tetas, nos lamiéramos y al final nos tocamos hasta corrernos.
-así mis niñas, sois un encanto.
-abuelo esto no está bien
-pues a mí me ha parecido divino, al principio las primeras veces que os vi me daba reparo, pero me excitáis tanto que empecé a seguiros y ese mismo día con lo activas que sois ya me tenías loco. No queréis un poco más? Nuri no quieres lamer su cosita?
No la deje pensar, abrí hambrienta mis piernas y Nuria mirando al centro no pudo resistir la tentación y se lanzó de lleno, yo estaba tan caliente que la coloque sobre mí, retire su braga y por primera vez probé su coñito depilado. Nuria no aguanto nada y enseguida me dio a probar sus jugos y me abandone a la delicia de su lengua viendo como el viejo con la mano dentro de su pantalón se manoseaba sin dejar de mirarnos.
Dos días y muchos orgasmos después, ante la mirada del pervertido viejo retozábamos de nuevo ya acostumbradas a sus miradas, no hablaba solo ordenaba posturas y pedía ver más. Sobre todo cuando una vez al día se masturbaba sin sacarla de su pantalón. Tuvimos que dejarlo a medias, ese día Nuria salía con sus padres de compras y volvimos pronto del claro en el bosque. Nos despedimos en su puerta y volví a casa recién corrida y aun algo caliente por parar antes de hora.
Media hora después sonó el teléfono y al cogerlo vi que era Nuria desde casa.
-hola Nuria, al final no te vas? –Le pedí contenta-
-no soy Nuria, soy su abuelo, busque tu numero en su móvil, se me ha bloqueado el ordenador, podrías echarle un vistazo? Necesito mandar un correo y ellos no vendrás hasta después de cenar.
-claro, ahora voy
-no quiero molestarte
-no estoy haciendo nada
Era cierto, estaba aburrida tocándome perezosamente sin lograr nada, me había quedado a medias y estaba caliente. Coloque mis ropas y Salí hacia casa de Nuria
El abuelo me abrió.
-pasa cielo, está en mi cuarto
Eche un vistazo y lo tenía todo pulcramente colocado, me senté en la silla del escritorio y empecé a trastear el ordenador.
-lleváis mucho tiempo juntas? –me pidió-
-no, solo desde la semana pasada
-sois lesbianas o solo es un juego?
-yo no lo soy, pero me gusta lo que Nuria me hace sentir, tenía novio hasta el mes pasado.
-Nuria sí creo que lo es
No conteste ya que su afirmación era cierta, sentía su aliento en nuca mientras seguía en el ordenador y el sentado detrás de mí.
-me vuelve loco miraros, nunca soñé disfrutar tan cerca del placer de dos jovencitas.
Dicho esto empezó a masajearme los hombros, al principio estaba en tensión pero fui relajándome, mientras el ordenador se reiniciaba me apoyo en su pecho y sus manos se posaron en mis pechos, sus dedos gordos friccionaron mis pezones que enseguida se endurecieron. Era tan morboso ser acariciada por un viejo que además era el abuelo de mi amiga – amante…
-cierra los ojos, me muero por tocar tu piel desde hace días
Obedecí y me deje llevar por sus dedos hábiles que ahora se habían metido por el escote de mi camiseta y buscaban mi piel caliente, sus manos eran ásperas y eso me encantaba, las sentía más sobre mi piel febrilmente caliente.
Me bajo la camiseta a la cintura y desabrocho mi sujetador, amaso mis tetas.
-que suave eres cielo, que tetitas más ricas.
Después tocarlas bien bajo por mi vientre, se metió por la cinturilla de mis pantaloncitos cortos y busco mi rajita.
-estas mojada golfita, ya sabía yo que lo de esta mañana te había dejado a medias
-si
Metió un dedo en mi vagina y note como fluía, entraba y salía sin resistencia varias veces, junto otro dedo y otro hasta penetrarme con tres, los abría de una manera que me hacía mojarme más y más.
-abre bien las piernas nena
Me penetraba sin piedad, mis jugos resbalaban por sus dedos mientras el besaba mi cuello, mordisqueaba mis hombros y así me llevo a un potente orgasmo que me dejo temblando. Sin dejarme pensar tiro de mis manos y tras ponerme de pie me bajo el pantalón y las braguitas, me hizo sentar en la mesa del ordenador, acerco su silla y poniendo mis pies sobre sus piernas se colocó en medio, se acercó y separo los labios de mi sexo quedando expuesta así ante su atenta y hambrienta mirada.
-que coñito más hermoso, no me extraña que a mi nieta la vuelva loca.
Yo solo podía jadear de caliente que estaba.
-voy a probar si sabe tan bien como parece
Se acercó aún más y note su áspera y caliente lengua entre los pliegues de mi carne
-que bien sabes nena había olvidado el sabor de un conejito tierno.
Lamio cada rincón de mi sexo y cada movimiento de su lengua me acercaba al borde del precipicio, dos dedos hurgaron dentro de mí, entraban y salían sin descanso hasta que me arquee en el mayor orgasmo de mi vida.
Aun temblaba cuando vi cómo se relamía y se metía la mano en el pantalón, ver a ese hombre meneársela mientras se lamia mis jugos y me miraba me pareció lo más excitante del mundo. Me incorpore y él se levantó sin sacar su mano, metí la mía y toque por primera vez su polla, caliente, gorda y lista para mí. Su jadeo sonó en toda la casa cuando empecé a meneársela allí de pie ante mí , movía las caderas contra mi mano cuando no pude resistir más, me arrodille y bajando su pantalón deje que su polla se plantara ante mí, la mire unos segundos y comprobé que era tan gorda y grande como supuse, mucho más que la de mi novio, saque mi lengua y empecé a lamerla, a mordisquear la punta mientras acariciaba sus huevos.
-si nena, que bueno. Sigue mamándola
Se apoyó en el escritorio jadeando mientras dos gotitas de semen se escaparon y los relamí con deleite.
-si no para putita me correré
Lejos de parar succione más fuerte y enseguida dos grandes chorros de semen se estrellaron en mi garganta, succione hasta la última gota.
-gracias cielo, ha sido la mejor mamada de mi vida.
Nos tumbamos en la cama y me quede dormida hasta que dos dedos me abrían de nuevo el coñito, el abuelo quería más. Abrí los ojos y le vi, de lado mordía mis pezones mientras entraba y salía fuertemente.
-sí, más fuerte, destrózame
-si mi niña
Dos minutos después me corría de nuevo entre sus dedos, él se tumbó de espaldas y vi como su erección apenas se disimulaba bajo el pantalón del pijama, me puse de lado, baje el pantalón y empecé a acariciar ese duro trozo de carne. Estaba excitadísima quería ese trozo dentro de mí.
Me puse de pie, me abrí de piernas y ante su estupefacta mirada primero y sus gemidos después fui bajando mientras esa polla me llenaba por completo, me la metí por completo y me quede parada
-que estrecha estas, muévete putita, fóllate a este viejo
Sus palabras de nuevo me pusieron a mil y empecé a cabalgarle mientras el masajeaba mi culo, baje el torso y agarro mis pezones, los mordisqueo y me palmeo el culo mientras decía:
-si zorrita, así apriétame la polla con tu estrecho conejito
Me empujo sobre la cama, se levantó y me puso a cuatro patas, se colocó detrás y me penetro de un golpe, se quedó quieto y mientras me azotaba el culito entraba y salía sin piedad.
-eres una zorrita de primera
Decía sin dejar de azotarme ni de follarme hasta que note como me recorría el orgasmo, me corrí como una salvaje mordiendo las sabanas. Saco su polla y enseguida note su semen en mi culito caliente por los azotes.
-toma tu lechita putita
Me decía mientras me esparcía su semen por todo mi culito.
Ambos caímos en la cama derrotados y permanecimos medio dormidos hasta que la puerta se abrió y en la penumbra vi la silueta de Nuria en la puerta….