Mi amiga Sandra parte 2

Acompañé a mi amiga a su casa a tomar un algo, ella me enseñó una nueva ropa interior que compró, me sedujo y terminé dándole la culeada que hacía mucho tiempo soñaba con darle, y la pasamos increible...

Ella se sentó a mi lado, muy cerca, y me miraba con intensidad, de una manera que me hizo poner bastante nerviosa, parecía que quería decir o hacer algo, pero yo no sabía qué, y tal vez para muchos este era el momento perfecto para dar el primer paso, llevarla a la cama y tener una buena noche de sexo, pero ese no era mi fuerte, necesitaba que ella me diera una señal indiscutible de que quería estar conmigo, no quería un rechazo o un lio por malinterpretar las cosas.  Terminamos de tomar el algo y me invitó a su habitación.

-          Mi Clau, ven te muestro algo

-          Sí, dale – Dije tímida

-          Mira el último conjunto que me compré, del que te conté hace un rato – Dijo mientras me mostraba un sexy brasier rosado con su respectiva tanga en encaje

-          Woooowww, está super, nena – Dije admirada – Me imagino que te va a quedar espectacular

-          Quieres vérmelo puesto? – Dijo insinuante

-          Pues claro, eso sí, si no te molesta

-          Tan boba, si me molestara no te lo diría – Afirmó mientras me miraba pícara

Todo me imaginaba menos que mi amiga se fuera a desnudar delante de mi tan tranquila y con tanta naturalidad como lo empezó a hacer en el momento.  Se quitó la blusa húmeda del sudor del ejercicio que habíamos estado haciendo tan solo un rato antes, y me mostró sin pudor sus grandes senos, sostenidos por un brasier blanco de realce que difícilmente podía contenerlos.  Yo intentaba disimular mi interés pero sentía que la cosa se ponía dura, bastante “dura”.

Luego se quitó los tenis, el pantalón de sudadera, y pude gozar con el espectáculo en vivo de su sabroso culo, ya que gozaba de una cadera ancha que coronaba un par de piernas muy bien torneadas, que, a pesar de ser un poco gordita, para mí era bastante excitante.  Yo miraba disimuladamente su entrepierna, cubierta por unos calzoncitos azules de lycra que marcaban muy sensual su pubis, me lo imaginaba como sería, limpiecito, afeitado, carnoso, woooooowwww, el ambiente se calentaba…

Ella me miró pícara, y solo dijo:

-          Qué? Por qué me miras así?

-          Así como? Nada…  Es que me asombra que te empelotes aquí conmigo como si nada…

-          Por qué? Así de fea estoy? – Dijo en tono melancólico

-          Fea? Ja ja ja…  Ya quisiera yo ser así de fea – Afirmé

-          A ver, muéstrame, yo quiero verte…  Qué ropa interior usas?

-          Ay, no!  Me da pena…

-          Hmmmm, tan boba, como si yo no supiera lo que tienes entre las piernas – Dijo

-          Pues bueno, si no te molesta, pero si no te gusta como me veo, al menos no te burles

-          Y por qué me voy a burlar, eres mi amiga, al fin y al cabo

Me quité tímidamente la blusa, mostrando mis pequeños senos cubiertos casi en su totalidad por un brasier verde menta, y sin esperar a que yo me acabara de quitar la blusa, ella vino y me quitó el leggins de flores que tenía puesto.

-          Muestre a ver, mija, deje de ser tan boba!

-          Ole, me vas a empelotar, es que me quieres violar o qué?

No dijo nada, solo me miró intensamente y me agarró posesiva las nalgas, me bajó los calzones y mi verga saltó juguetona mostrando su erección que hasta ese momento había podido disimular con dificultad, pues aunque yo no soy muy vergona, la tanguita sí es muy pequeña para guardar mi pajarito excitado.  Ella me besó apasionada, y yo le correspondí, mi excitación se elevó en solo cuestión de segundos, y quemó por completo mi timidez y prudencia ante la inesperada situación.  Nuestro beso se hizo cada vez mas intenso, casi que desesperado, al parecer mi amiga estaba muy hambrienta y urgida por una buena cogida.

-          Claudia, hazme tuya ya mismo, tengo muchas ganas! – Dijo excitada

-          Mi Sandra, no sabes las ganas que tenía de estar contigo

-          Y por qué nunca me lo dijiste?

-          Pues no creía que te fuera a gustar…

-          Bobis, por eso nunca pudimos tener nada, como nunca te decidiste

-          Nunca he sido buena para eso de la conquista, por eso me quedé sola

-          Bueno, no mas charla, vamos a la acción – Dijo animada

Nuestras bocas se volvieron a unir en un apasionado beso, sentí su lengüita invasora entrando en mi boca y jugando con mi lengua, me empujó hacia la cama, agarró posesiva mi plátano que ya estaba bien tieso y firme, dispuesto a complacer a mi amiga en todo lo que se le antojara.  Se lo echó a la boca y empezó a mamármelo desesperada, yo lo sentía super delicioso,  pocas veces siento rico cuando alguien chupa mi pájaro, pero esta nena estaba empeñada en hacerme la mejor mamada y lo estaba haciendo super bien.

Su lengua pasaba como loca por la rajita de la cabeza, mientras sus labios carnosos aprisionaban el cuerpo de mi picha y la masajeaban placenteramente de arriba abajo, por momentos lo soltaba y se iba a pegarse de mis huevos, a chuparlos con igual pasión, mientras su manita traviesa agarraba posesiva mi palanca y la pajeaba placenteramente.

-          Mmmmmm, no te detengas, mamita, sigue chupando, lo haces super bien… - Decia yo excitada

Yo solo oía los placenteros ruidos que su mamada hacía, mientras sentía corrientazos de placer que recorrían todo mi cuerpo de arriba abajo, esta viciosa me iba a hacer venir en un santiamén, y yo no quería venirme tan rápido, pues quería cogerla y darle una culeada inolvidable.

-          Espérate, nena, yo también quiero comerte ese pastelito – Dije – Acomodémonos en posición 69

-          Mmmmm, siiiiiiii, dale

Nos hicimos en pose 69, yo le bajé su provocativa tanguita azul y descubrí su sabrosa pucha, depiladita y de labios carnosos, tal como me la había imaginado, y me pegué como una loca a chupar sus provocativos pétalos.  Mi lengua la lambía de adelante hacia atrás, y luego penetraba frenética su cuevita del placer, mientras ella seguía engullendo ávida mi verga que estaba dura, y con muchas ganas de clavarse en todos sus placenteros huequitos.

-          Ay, mi Clau, que rica está tu palanca, me encantaaaaaa

-          Y es toda para ti, mamita, me muero de ganas de clavártela en tu rica florecita

-          Siiii mor, yo también quiero que me la metas y me hagas hasta pa’vender!!!

Seguimos haciendo nuestro placentero 69 y lo disfrutábamos cada vez más, pero yo sentía que ya no iba a poder contener, y me iba a venir en su garosa boquita, el placer que me daba era demasiado intenso, y con esta hambre atrasada que tenía de tanto tiempo sin sexo, estaba demasiado ganosa.  Sin embargo, ella se vino primero que yo, o eso al menos creo, pues la sentí gemir con mas ganas mientras su boca apretaba con mas fuerza mi pipicito, y su conchita se humedecía cada vez más.

Me soltó y se incorporó en la cama, y me indicó que me sentara, mientras ella se horqueteaba sobre mí, quedando frente a frente, cogió mi verga y se la metió todita en su sabrosa panocha, la deslizó placenteramente sobre mi duro palo hasta el final, y empezó a cabalgarme como loca, como si estuviera corriendo por su vida, yo agarré sus sabrosas nalgas posesivamente, mientras la cogía con pasión, como todo este tiempo lo había soñado.

-          Mi Clau, dame duro, como a rata!!! – Decía desesperada

-          Carnuda deliciosa, te voy a dar tu merecido, vas a ver, condenada!!!

-          Siiiii, así, rikooooooooo…

Solté el broche de su brasier y lo quité presurosa, dejando que sus grandes tetas saltaran frente a mi cara, y me tiré a coger los botones en flor de esos jugosos melones con mi golosa boca, empecé a mamarlos apasionada, mientras apretaba su grande papaya con mis manos, y le partía en dos ese jugoso pastel con mi parada verga.  Ella se estremeció de gusto cuando sintió mi boca chupando frenética sus pezones oscuros y provocativos.

-          Aaayyyy mamacita, que riko me las chupas, no pares, noooooo

-          Mmmm, mi Sandra, eres toda una delicia de hembra, así como me gustan, tetonas, culonas, y bien pichadoras – Dije animada

-          Uy amor, me estás culeando mas riko que cualquiera de mis ex novios, por qué no lo hicimos antes

-          Bueno, pero nunca es tarde, mami

-          Vente ya, mi Clau, quiero sentir tu leche caliente en mi cuca…

-          Siiiiii mamacita, te voy a mojar toda tu rika torta, vas a ver…

Aceleré el ritmo de mi culeada, y le di como a violín prestado, como decimos aquí, hasta que exploté dentro de su caliente y mojado chocho.

-          Querías leche, pues toma leche, pedorra!!! – Grité poseída de gusto

-          Siiiiii, rikoooooo, mamacitaaaaaaaa, emparámame el biscocho…

-          Uy mamita, que placentero ese chochito tuyo, kiero maaaaasssss!!!

Ella se incorporó nuevamente y yo la cogí de la cadera y le indiqué que se pusiera a cuatro patas, al estilo perrito, mi pose favorita, y así lo hizo.  Cogí su carnudo culo, le di unas cuantas palmadas, luego unos besitos, mientras que ella gemía de pasión y de ganas de que la cogiera salvajemente, como hacía solo un momento.

-          Mátame mi Clau, dame la puñalada del marrano, pero yaaaaaaa

-          Aquí tengo lo que quieres, tarrao, toma relleno, culona!!!

Mientras tanto volví y le zampé mi chimbo entre su sabrosa empanada, ella chilló de gusto cuando sintió la embestida y mi pájaro entrando furioso en su caliente y mojado chocho, le agarré las tetas y empecé a amasarlas con pasión, mientras mi verga le daba la paliza de su vida.  La cama chirreaba y se sacudía sin parar, parecía que se fuera a desbaratar de tanto movimiento, pues las dos estábamos como poseídas, calmando nuestras ganas y nuestra hambre de sexo.  Yo sentía el roce de su caliente cuca en mi firme palo como nunca, era espectacular, y le daba cada vez con mas ganas, mientras ella me gritaba que no parara hasta que la hiciera mear de la dicha.

-          Claudia, mor, dame como a rata, no pares, por tu madre que no pares!!!

-          Oh, Sandra culona, como me haces gozar, perraaaaaaa…

-          Así, así, así, asíiiiiiiiiiii…

-          Vente mamacita, quiero sentir ese biscocho bien mojadito, venteeeeeeeeeee!!!

-          Ayyyyyy, siiiiii, me vengooooooooo

Su cuca me apretaba el pirinolo de manera loca, mientras ella se contorsionaba de gusto, y así yo tampoco lo pude evitar, y le solté el teterao de leche dentro de su húmedo pastel.

-          Me hiciste venir, viciosa, toma leche caliente, culisabrosaaaaaaaa….

-          Aayyyyy, riko, riko, rikooooooo….

Las dos caímos desfallecidas en la cama, yo encima de ella, cansadas de delirio y de placer, pero felices, yo la besuqueaba ansiosa, con ganas de devorarla, y ella también hacía lo mismo mientras acariciaba mi escurrido pajarito intentando reanimarlo para seguir la faena, quise pedirle que me diera su culito, pues es lo que mas disfruto, pero pensé que era demasiado pronto.

-          Entonces mi Clau, cómo te sientes?

-          Pues super, mami, de verdad que me sorprendiste, nunca pensé que fueras tan buena en la cama

-          Ni yo, incluso yo no creía que aun te gustaran las mujeres

-          Mmmm, pa’que veas, la vida te da sorpresas

Reímos un rato, jugamos, nos chupamos las tetas, bueno, yo chupé sus sabrosos melones, y ella mis incipientes senitos, yo quería seguir boliando, pero ella me dijo que debía madrugar a trabajar, que dejáramos para seguir mañana, yo acepté, nos vestimos, nos dimos unos buenos besos de despedida y quedamos en seguir nuestras aventuras el próximo día, así que me dispuse a ir a casa.

Esa noche casi no pude dormir pensando en lo rico que la habíamos pasado, y en las ganas que tenía de cogerla y darle por el culo sin compasión, aunque para ser sincera, disfruto mas los culitos con una verga adelante, pero sabía que con mi amiga la iba a pasar muy bien de todos modos, casi no me puedo dormir esa noche de tanto tirar pajas por ella…