Mi amiga Patricia

Me llamo Susana y les cuento como empecé una tarde inolvidable en compañía de mi primo Carlos y su compañera Sonia.

Continuando con Paty después de haberme puesto el inyectable le dije que necesitaba aplicarme un enema. La doctora esta mañana cuando me lo estaba aplicando hubo de suspenderlo, pues me sentía mareada y con fiebre. El enema lo tienes en el baño le dije a Paty, ¿prefieres en el baño o en la cama? Vamos al baño Paty. Me levanto de la cama y paso con ella. Me saco el tanguita y mientras Paty se lava las manos cuidadosamente.

El irrigador estaba colgado sobre el soporte de la ducha y por medidas de higiene la cánula estaba introducida en el mismo ¿tienes lubricante? Por supuesto Paty, abre el armarito y en el cajón hay un tubito de vaselina. Yo aprovecho antes para hacer pipi. Veía que Paty a través del espejo me observaba. Me levanto y me aseo con el papel delicadamente mi coñito. Me gusta siempre rasurarme mis pelitos, dejándome solo un triangulito en el pubis. Que bien arregladito lo tienes Susi ¿lo haces tu misma? Claro Paty aunque a veces voy al centro de estética y me lo hacen allí.

Muy bien Susi, igual me animo y me rasuras el pubis cuando te encuentres algo mejor. Ahora arquea un poco tu espalda y te pones apoyada en la bañera; voy a lubricarte un poquito el agujerito de tu bonito culete. Me pongo tal como ella me dice y me mete el dedo muy suavemente en mi culo. Al sentir su dedo francamente noto placer, ella sin duda se dio cuenta ¿te hice mal? No tranquila Paty. Mas vale así, relájate por favor.

Introduce la cánula previamente lubricada y poco a poco me va entrando el susodicho enema. Aguanto pacientemente casi el ½ litro y poco a poco observaba como iba descendiendo el nivel del irrigador. Al rato me dice:

Susi aguanta un poquito que enseguida acabamos. Los últimos centímetros cúbicos me resultaron interminables pues afloraban algunas gotitas para fuera. Paty por favor, no puedo mas sácame la cánula. Listo cielo enseguida te la saco. Me senté en el water y con mi mano en el vientre expulso todo el contenido.

Paty desinfecta el irrigador a conciencia y se asea de nuevo. Yo con cara de satisfacción me voy rápidamente a acostarme. Mi madre aun no había regresado. Le pregunto a Paty si tenía cosas que hacer. No te preocupes Susi puedo quedarme contigo un rato. Mi madre regreso de la calle y me pregunta que tal me encontraba. Algo mejor mami. Me toca la frente y al parecer me hizo efecto la inyección que me puso la doctora a primera hora de la mañana. Me comenta si deseaba algo de comer. No tengo mucho apetito mama, pero puedes traerme un zumo. Enseguida cariño.

Paty se despidió de mí y de mi madre y quedamos en que luego a la tarde vendría a hacerme compañía y de paso ponerme la siguiente inyección.

Después de traerme el zumo mi madre, me puse a ver la tele un poco. Ella se fue a hacer las faenas de casa y preparar la comida. Al poco rato de estar viendo la tele, la apago con el mando a distancia e intento dormirme un poco. Como es natural cuando una no se encuentra bien no tienes ganas de nada.

Sobre el mediodía me desperté encontrándome con la grata sorpresa de la visita de mi primo Carlos y su mujercita Sonia. Carlos tiene 30 años y de buen cuerpo. Practica mucho deporte y se dedica a la informática.

Sonia es de mi misma edad y de estatura media, algo mas rellenita que yo, pelo negro rizado y sobretodo encantadora. Al verlos me sentí muy contenta pues hacia algún tiempo no nos veíamos.

Sonia vestía muy elegante con un bonito vestido de color negro por encima de sus rodillas. Llevaba unos panty medias como luego pude comprobar y unos zapatos de tacón alto. Aquel día venían para que les acompañáramos a comer fuera de casa. Como es lógico al encontrarme en cama mi madre les dijo que lo dejáramos para otra ocasión. Que no se preocuparan y que se quedaran a comer con nosotras.

Mientras mi madre se encontraba en la cocina y Carlos muy gustosamente la hacia compañía, Sonia se encontraba en mi alcoba y estuvimos charlando de todo un poco. Me comenta que sus relaciones eran muy placenteras y que deseaban tener descendencia pero de momento preferían esperar un poco de tiempo. Por cierto Susi me dijo Sonia. Tengo el anticonceptivo inyectable recetado por mi ginecólogo y hoy precisamente debo ponerme la inyección.

No te preocupes Sonia, cuando venga Paty a la tarde a inyectarme le dices que te inyecte. Ya era la hora de comer por lo que mi madre me pregunta que me apetecía. Yo a penas tenía apetito pero tome algo de ensalada y una cortadita de carne. Ellos comieron en el comedor. Luego ayudaron a mi madre a recoger los platos. Tomaron café y estuvieron charlando un rato. Mi madre decidió descansar un poco no sin antes decirle que si deseaban descansar podrían ocupar la habitación de invitados con toda confianza.

Gracias tía le dijo Carlos, yo te tomo la palabra. Sonia prefirió hacerme compañía por lo que le dije se pusiera cómoda y que se quitara el vestido. Se sentó en la cama y me dijo que le bajara la cremallera del vestido. Se puso de pie y sacándose el vestido pude admirar su maravilloso cuerpo. Quedándose en pantys se le transparentaban las braguitas de color blanco haciendo juego con el sujetador del mismo color. Se descalzó y sentada en la cama se desprendió de los pantys. Le hice sitio en mi cama y se metió entre las sábanas.

Sonia, quítate el sujetador estarás más cómoda. Deseaba fervientemente acariciar sus lindos senos; de acuerdo Susi como desees. Oye por cierto he visto el irrigador colgado en el baño ¿te aplicaron un enema? Así es Sonia luego a la noche debo ponerme otro. Verás Susi es que Carlos desea que mantengamos un trío, el problema es que tu madre se encuentra en casa. Buscaremos otro momento Sonia ahora por favor sácate el sujetador; dicho esto me hizo caso. Yo me quité el camisón quedándonos las dos solo con las braguitas puestas.

Procedimos a acariciarnos conjuntamente. Sonia se entretuvo en acariciarme los senos mientras yo separando un poco las piernas me masturbaba por encima de la braga mi caliente coñito. Luego nos desprendimos de las braguitas y nos dedicamos a masturbarnos mutuamente introduciéndonos los dedos la una a la otra en la vagina.

Sugerimos de practicar un 69 por lo que Sonia se puso a horcajadas sobre mí. Nos prodigamos fuertes lametones en el coño y culo respectivamente alcanzando oleadas de placer y aunque difícil nos corrimos casi al mismo tiempo. Aún no sentimos ni a mi madre ni a Carlos por lo que decidimos levantarnos de la cama y pasar al baño a asearnos un poco. Sonia se puso la ropa interior y le presté una bata para cubrirse. Yo me puse unas braguitas limpias y me cubrí la parte de arriba con una camiseta

Decidimos que Sonia fuera a despertar a Carlos. Mi madre vino a mi alcoba para preguntarme como me encontraba. Me dijo que al estar Carlos y Sonia bajaría a la tienda a hacer unos trabajos por la computadora. Que cuando tuvieran que marcharse Sonia y Carlos que por favor la avisaran.

Carlos también vino a la alcoba. No te preocupes tía, le dijo a mi madre. Tomate el tiempo que necesites que con mucho gusto le haremos compañía a Susi.

Cuando se hubo marchado mi madre decidimos dar rienda suelta a nuestros deseos, concretamente hablando del enema que me pusieron por la mañana Carlos decidió aplicarle uno a Sonia y otro a mi. Sonia se mostró algo reacia pero asintió si se lo aplicaban con la perita de goma. Para ello Carlos fue a la farmacia a comprarla, al cabo de unos veinte minutos estaba de nuevo en casa con la perita tan deseada por Sonia. Trajo de dos tamaños una mediana sobre ¼ de litro y otra más pequeña.

Le dije que fuera a la cocina e hirviera manzanilla. Mientras Sonia fue al baño a por el lubricante.

Una vez hervida dejo el recipiente que se enfriara un poco. Pusimos un plástico sobre la cama y Carlos procedió a llenar las peritas. Sonia se puso desnuda arrodillada sobre la cama y yo me entretuve en separar esas nalgas tan preciosas y observar de nuevo el lindo agujerito de su culo. Me puse lubricante en el dedo y lo puse sobre el lindo agujerito dándole masajes. Cuando introduje la punta del dedo dio un pequeño respingo; ay Susi ¿te hice mal? Un poquito nena pero aplícame mas lubricante por favor.

Comencé dándole suaves masajes en el interior de su ano por lo que ella mirándome muy excitada me dice, sigue así por favor. Yo estaba de rodillas junto a ella y con la otra mano me acariciaba mi coñito. Carlos se desvistió completamente y pude contemplar su pene semi empalmado. Vamos nena llego el momento de introducirte la perita, por supuesto amor comienza ya. Ponte al borde de la cama Sonia.

Yo le abrí las nalgas a Sonia y Carlos con la perita lubricada la puso dentro de ese rico agujerito presionando sobre la base de la misma. ¡Uy! que dulce me lo haces papi decía Sonia sigue por favor. Le puse un almohadón bajo su vientre y aguantaba pacientemente como iba entrándole el líquido en su interior. Yo me puse caliente de ver como mi primito Carlos le administraba la lavativa a su compañera. Vamos Carlos le dije acaba rápido que quiero que me pongas otra lavativa a mí. Acababa de terminar con Sonia y esta se levantó rápidamente de la cama dirigiéndose al baño. Carlos fue tras ella con la perita a desinfectarla. Nuevamente en la habitación Sonia salía toda relajada y por supuesto desnudita. Acostándose a mi lado me puse de costado y le dije que me lubricara el culito. Por supuesto Susi. Delicadamente me puso lubricante y me metió el dedo dándome unos masajes inolvidables. Me puse como anteriormente estaba ella. Con el culo en pompa y muslos separados junto al borde de la cama. Carlos se entretuvo ahora con mi culito en meterme la lavativa. Yo aguantaba muy bien como poquito a poco iba entrándome todo el contenido. Se me escaparon unas gotitas de orina del gusto que me estaba dando la lavativa. Me levanté corriendo y pasé al baño a expulsarla. Ahora vendría lo bueno. (continuará)