Mi amiga Marta se decide (II)
Ya llevamos unos meses follando, Marta demuestra ser cada vez más viciosa conforme va pasando el tiempo dando lugar a situaciones muy morbosas
Han pasado varios meses desde aquel gran polvo con Marta, durante esos meses hemos podido disfrutar de varios grandes momentos juntos, buenos polvos en los que Marta me fue mostrando cuanto le gustaba el sexo, pero ninguno como el que relataré a continuación:
Marta resultó ser una chica con una dedicación enorme a la hora de complacerme, le encantaba jugar, pero sobre todo lo que le gustaba era el morbo, al principio quedábamos cuando no había posibilidad de que nadie nos interrumpiese, esperábamos que nuestras familias se fuesen a trabajar, de fin de semana, de vacaciones, etc... Aunque poco a poco la cosa empezó a desmadrarse un poco, ella quería más y claro está, yo no me quejaba...
Meternos mano por debajo de la mesa camilla, masturbarnos mutuamente en el cine... Cosillas que iban siendo más o menos “peligrosas”, que si nos veían como mínimo se pusieran nerviosos, parecía que de momento no nos pillaban.
Un día estábamos viendo la televisión en su casa sentados en el sofá mientras que al otro lado de la mesa camilla estaba su hermano menor, tenía dos años menos que nosotros, unos 17, estábamos callados, la película no recuerdo bien cual era, si recuerdo que era de una chica bastante guapa y que en una de las escenas había sexo, un poco light, pero no pude evitar que se me pusiera dura, puede que fuera la situación de estar viendo aquello con Marta y con su hermano lo que puso caliente por el morbo, la cosa es que ella pareció darse cuenta de aquello porque la miré y se rió, menos mal que su hermano no se dio cuenta aunque puede ser que porque estaba MUY ATENTO a aquella escena y tampoco quiso llamar mucho la atención porque se encontraba en mi misma situación.
Marta parece que quiso divertirse y se acercó, eso me puso más nervioso, su hermano estaba allí al lado y yo empezaba a conocer sus intenciones, quería divertirse a mi costa. Tal como había imaginado puso su mano por encima de mi pantalón y empezó a acariciarme la polla que ya estaba en su máximo esplendor, yo quise tocarla a ella, pero no me dejó, echó las piernas a un lado y metió la mano por dentro del pantalón y los calzoncillos, con la cosa de intentar tocarla no me di cuenta siquiera que había desabrochado los botones. Empezó a masturbarme, otra vez me estaba torturando sin poder hacer nada, no sé porqué esa sensación me gustaba tanto, si su hermano supiera lo que estábamos haciendo aquella escena no le parecería NADA interesante...
Cuando estaba a punto de correrme le tuve que sujetar la mano, hubiera sido bastante difícil de disimular aquello, la corrida lo hubiera manchado todo o si salía corriendo al baño su hermano pensaría que a masturbarme por aquella escena, de cualquier manera hubiese sido muy embarazoso de haber seguido por aquellos derroteros. Marta cada vez resultaba más atrevida a pesar de no querer que nadie supiera de lo nuestro, puede que fuese porque eso le daba más morbo a todo o porque pensaba que así sería más fácil hacer ciertas cosas sin que sospechasen de nosotros.
Esa noche yo tomaría venganza, no hacía mucho tiempo que lo habíamos hecho por última vez, tan solo dos días y con aquello me habían empezado a doler los testículos de las ganas que tenía de volver a follarla.
Por desgracia esa noche mi venganza no pudo ser, como no queríamos levantar sospechas cada uno se quedó en su casa ya que al día siguiente había clases y no pegaba salir por ahí. Nos conectamos un rato por Internet y lo único que pude hacer fue verla cambiarse mientras me ponía aún más caliente ya que lo hacía bailando y tocándose, pensé que aquello había sido una muy mala idea ya que mi dolor aumentó considerablemente, me acosté con aquella sensación de ansiedad, de querer presentarme aquella noche en su habitación y follarla de mil maneras haciéndola gritar hasta desmayarse.
Al fin llegó el día siguiente y la posibilidad de poder reunirnos otra vez, era Viernes y habíamos quedado con unos amigos, una pareja y un chaval más que me ponía algo nervioso porque la miraba bastante, afortunadamente se veía claro que ella no estaba nada interesada en el, nos íbamos a quedar allí a dormir, pero lamentablemente solo había dos dormitorios y no pegaba que siendo “amigos” pidiéramos estar solos así que dejamos que la pareja se quedara con uno para ellos y nosotros unimos dos camas pequeñas para acostarnos los tres. Estuvimos un buen rato charlando acostados hasta que el sueño nos venció. Estando dormida ella y lo más importante, él, me dio por tomar la venganza que tanto deseaba, ella llevaba un pijama de dos piezas largo así que aquello me iba a costar un poco pero merecía la pena, como a ella le gustaba aquello tenía mucho morbo puesto que el chaval podía despertarse así que sin hacer movimientos bruscos le bajé un poco el pantalón, lo suficiente, hasta dejarlo por debajo de su culito de infarto, empecé a acariciarla con una mano abriendo un poco sus nalgas y la otra la colé bajo la camiseta.
-Mmmmmhhhh, me encantan estos pechos, justo el tamaño ideal, no muy grandes ni pequeños, se amoldaban perfectamente a mi mano, EY!!! Sus pezones ya estaban erectos ¿Que pasaba ahí?
Una vez que noté aquello ella abrió un poco las piernas y cogió la mano que yo tenía en su culo y la usó para acariciar su coñito por encima del tanga, me soltó y se echó a un lado la tira de éste para dejar su cueva a mi merced, ¿Acaso sabía mis intenciones y se había hecho la dormida? Esta chica no dejaba de sorprenderme. Se dio la vuelta para quedar frente a mi y sin decir nada me besó sensualmente y liberó mi polla del tormento de los pantalones y los calzoncillos mientras con la otra manola guiaba adentro suya. No llegué a meterla del todo, solo la punta, pero aquello bastó para que la situación y unas cuantas embestidas suaves hicieran que ambos nos corriésemos, ella me volvió a besar dulcemente y se levantó para ir al baño. Yo me hice el dormido fingiendo que allí no había pasado nada y cuando ella volvió la volví a besar para quedarnos dormidos de nuevo. Aquel chico parecía haber estado dormido todo el rato así que no nos preocupamos. Sin haber sido un polvo bestial había disfrutado como un enano, pero todavía tenía ganas de oírla gritar mi nombre mientras la follaba.
La mañana transcurrió bastante normal, nos despertamos todos y desayunamos, estuvimos un rato charlando y nos fuimos de allí, fuimos a dar una vuelta por la ciudad, a ver tiendas y a comer por ahí los dos juntos, en las tiendas ella se probó ropa y se compró también alguna cosilla. Claro está que mientras ella se probaba ropa yo me quedaba fuera para entrar solo a dar mi impresión y si era buena me premiaba con algún beso o caricia, como aquella ropa le sentaba como un guante con ese cuerpo pude recibir muchos premios, pero el mayor de ellos fue un conjunto de ropa interior de encaje blanco el cual me moría de ganas de verlo puesto y por supuesto, quitarlo cuando se diese la ocasión. Le gustaba dejarme con las ganas, desde luego disfrutaba muchísimo con aquello.
Cuando volvimos a casa sus padres estaban preparándose para salir con unos amigos y que posiblemente pasarían fuera la noche pues iban lejos,su hermano nos dijo que iba a aprovechar para invitar a unos amigos a ver un partido que echaban en televisión y que también iban a venir algunas chicas entre las que había una en especial a la que le gustaría ligarse. Marta le dijo que ella no se iría, que no estaba dispuesta a tener que irse de casa por mucha fiesta que montase. Nos fuimos a su cuarto, ella estaba un poco enojada, su hermano menor casi la había echado de casa para invitar a unos amigos.
Una vez que sus padres se había ido los amigos del hermano fueron llegando, como él dijo vinieron 3 chicas bastante guapas de unos 15 o 16 años, una de ellas me atrajo bastante, era morena, pelo liso y corto, me gustan mucho las chicas así y ella que ya parecía haberse calmado y olvidado su enfado lo sabía así que bromeando me dijo que dejase de mirar a la chica, que se me caía la baba. Me miró y noté ese cara de <>.
Las chicas se quedaron apartadas del resto del grupo mientras veían el partido, Elena, que era la chica que me había gustado charlaba mucho con Marta (¿Que estaba tramando ahora?). Nos enteramos por las otras dos chicas que Alejandro estaba bastante interesado en Elena, parece que nuestros gustos en chicas coincidían bastante. En el segundo tiempo me dí cuenta que ambas habían desaparecido, supuse que Marta estaba intercediendo por Alejandro, no eché mucha cuenta hasta que Marta vino a buscarme y me dijo que la había dejado abandonada por el partido, que fuese un rato con ella, me cogió de la mano y en plan juguetón me llevó. No me dirigía a su cuarto, me llevaba al cuarto de baño, la puerta estaba cerrada y ella la abrió de golpe.
Cuando pude ver lo que había detrás de aquella puerta me quedé con cara de tonto o algo parecido y la chica que estaba allí se espantó, Elena había ido al servicio a orinar y ahora alguien había abierto la puerta de par en par y la estaban mirando la chica con la que había hablado toda la noche y su amigo al que al parecer aquello lo pilló también por sorpresa, se puso roja como un tomate, Marta se acercó a ella y la chica se echó atrás así que la sujeto bien fuerte y la besó, la chica seguía en shock, no sabía que estaba pasando, Marta volvió a besarla, yo abandoné mi asombro ya que ahora todo empezaba a encajar. Marta no había dejado atrás su enfado y pensaba hacérselo pagar a Alejandro de alguna manera usando a aquella chica. Me hizo una seña para que me acercase y cerrase la puerta, cuando me acerqué la chica ya había recobrado un poco el sentido de todo aquello y quiso subirse los pantalones corriendo, pero Marta la detuvo, le dijo que aquello le gustaría y que esperase, Elena se quedó quieta con los pantalones y las braguitas bajados.
Marta la acercó de nuevo a sí misma y la volvió a besar mientras le acariciaba la entrepierna, aquello me estaba poniendo muy cachondo, aquella chica de por si me atraía mucho y ver a Marta besándola y tocándola era demasiado para mi. Mi polla empezó a cobrar vida y Marta le dijo a Elena que me mirase mientras yo me tocaba por encima del pantalón, empezó a desabrochar su camisa y dejó a la vista sus pechos que estaban cubiertos por un inocente sujetador de Hello Kitty, todavía aquella chavala no sabía a que venía desde luego, no se imaginaba que Alejandro quería algo con ella y no venía preparada para seducir a nadie, de hecho dudo que alguien hubiese visto su cuerpo desnudo alguna vez. Era tímida, no sabía que hacer, Marta le quito la camisa y desabrochó su sujetador dejándolo caer. Los pechos de Elena eran más pequeños que los de Marta, tenían el encanto de los pechos de una chica muy joven e inocente. Me acerqué para tocarlos y Marta me miró con mala cara.
No quiero que la toques, es mía, quiero que me mires como la toco y la preparo.
¿La preparas para que?
Quiero que te la folles, es su primera vez y no quiero que Alejandro disfrute de su virginidad me susurró al oído.
Era su venganza, quería que la chica no fuese virgen para su hermano, quería que yo le quitase ese placer. Marta le besó los pechos y Elena se estremeció, mi chica fue bajando por su vientre y llegando a su pubis con una cantidad de pelo escasa. No es que se hubiese depilado, es que no tenía todavía mucho vello púbico, eso se notaba, Elena estaba muy nerviosa y excitada aunque no sabía muy bien que iba a pasar, ya estaba bastante pillada con que la hermana de su amigo la estuviese tocando y besando con otro chico al que no conocía mirándola como para pensar en lo que podría venir a continuación...
Marta empezó a acariciarle su coñito mientras me miraba juguetona y le chupaba los pezones, yo no sabía cuanto tiempo podría aguantar aquello sin unirme, estaba viendo a dos chicas desnudas, mi chica estaba besando a otra y eso me ponía a cien, me bajé los pantalones y dejé mi polla libre, estaba muy dura, la chica me miraba mientras me masturbaba viéndolas a ella y parecía que aquello le gustaba cada vez más porque se relajó bastante y se dejó hacer, ya parecía adivinar que vendría a continuación, Marta empezó a lamerle el coño y me hizo acercarme, mientras le comía el coño empezó a masturbarme ella misma para luego cogerle la mano a Elena y que ésta continuase el trabajo, Elena era bastante inexperta y no atinaba a masturbarme mientras mi chica le daba placer, no paraba de gemir, yo la besé, no queríamos que se nos escuchara, aunque los demás estaban viendo el partido que se escuchaba desde allí.
Marta empezó a intercalar su coño con mi polla, yo besaba a Elena y empecé a tocar sus pechos, eran pequeños pero con un tacto increíble y sus pezones estaban totalmente erectos, se los empecé a lamer y a chupar, Marta se centró más ahora en Elena e hicimos que llegase a su primer orgasmo. Su primera vez estaba siendo un trío, estaba experimentando dos cosas a la vez, una chica tocándola y un trío, su primera vez estaba siendo bastante intensa. Una vez se hubo corrido Marta hizo que se pusiese con ella a lamer mi polla, las dos chicas lamían mi polla a la vez, Marta bajaba a mis huevos y los chupaba mientras Elena lamía toda la polla desde los huevos a la punta, empezó a atreverse un poco más y empezó a meterse la punta poco a poco y con su lengua acariciaba la punta.
Yo estaba a punto de correrme, pero no quería que su primera mamada resultase en una corrida de pleno en su boca así que le dije a Marta que terminase ella, Marta desplazó a Elena diciéndole que lo quería para ella, que si quería lo compartía luego, pero que quería sentirlo todo ella antes, empezó a chuparme la polla intensamente y cuando me venía chupó aún más fuerte, aquello hizo que mi corrida fuera directa a su boca. Ella paró y se separó, se acercó a Elena y la beso, Elena fue un poco reticente al principio, pero Marta la agarró y la volvió a besar, a Elena no pareció agradarla desde el primer momento, pero cedió y recibió mi leche de la boca, ambas se besaron durante al menos dos minutos pasándose la leche y al final se la tragaron.
Ummmhhhh, quiero más, mi polla quiere más, quiero follaros.
Creo que tu amigo todavía no está listo, habrá que ayudarlo a recuperar sus fuerzas, ¿No?
Elena volvió a su trabajo, empezó a lamer mi polla de nuevo, se la metió en la boca y la chupó como había visto a Marta hace unos momentos, mi polla empezó a crecer en su boca más y más, Marta se tocaba mientras observaba el espectáculo. Cuando mi polla estuvo a punto indiqué a Elena que debía parar, aprendía muy rápido y de seguir así me volvería a correr y esta vez no la avisaría. Hice que se voltease, la senté en el inodoro y la abrí de piernas, quería probar ese coñito virgen, quería saborear ese coñito que no había conocido polla todavía así que la lamí, estaba delicioso, le metí un dedo y le chupé el clítoris todo lo bien que sabía, ella empezó a gemir intensamente, aquella chica me ponía muchísimo, quería follarla ya así que no pude aguantar más y acerqué mi polla a su coño, lo acaricié con la punta, y empecé a penetrarla suavemente, su cara se desencajó al principio a pesar de estar muy húmeda parece que le dolía un poco, se la saqué y volví a chuparle el coño otra vez para que se relajase, esta vez le metí dos dedos para que su coño se ensanchase un poco más, su cara pasó de nuevo de reflejar dolor a placer, volvía a gemir así que seguí con aquello un poco más y ella me pidió que volviese a meterle la polla que la quería sentir ya.
No quise hacerla esperar, empecé a meterla de nuevo, pero esta vez más rápido, estaba muy mojada y entró mucho más rápida, ella gemía más fuerte así que la metí hasta el fondo y la follé intensamente, sus gemidos aumentaban en volumen, eso me dio más fuerzas, ya no me importaba que nos oyesen, oírla gemir así me ponía más y más, Marta estaba masturbándose al lado nuestra, de verdad disfrutaba viéndome follar a aquella chica, era toda una guarra. Elena estaba totalmente entregada así que que decidí darle la última lección de su primera vez, la levanté y me senté yo, le dije que se pusiera ella encima, ahora quería que ella me cabalgase, que sintiese que ella dominaba aquello, ella se puso encima y se metió la polla en su mojado coñito, empezó a moverse torpemente, yo la agarré por las nalgas y la ayudé a coger ritmo, ella tomó nota ya que empezó a cabalgar con más soltura, primero adelante y atrás y luego combinando el movimiento con arriba y abajo, mi polla entraba y salía cada vez más rápido, ella ya no necesitaba mi ayuda, estaba gimiendo y jadeando sin control, íbamos a corrernos a la vez, la hice parar, esta chica no tomaba la píldora, no quería correrme dentro de ella así que la volví a sentar y le comí el coño hasta que se corrió en un orgasmo que la dejó totalmente exhausta.
Marta que había estado allí observando todo se percató de lo poco que me faltaba y se lanzó a por mi, había estado masturbándose todo el tiempo, estaba deseosa de polla y me besó con pasión.
- Mirarte como te la follabas me ha puesto a cien, la quiero, follame, quiero tu polla dentro de mi, quiero sentir tu corrida en mi coño ¡¡¡YA!!!
Se puso de espaldas a la pared con las piernas abiertas y se abrió los labios vaginales dejando bien a la vista su agujero, era una imagen muy pornográfica, ella estaba desesperada por ser follada y yo debía saciar ese apetito, fui hacia ella y la tomé por las nalgas, ella se enroscó a mi y mi polla entró casi al instante en su mojado coño, se debía haber corrido varias veces mientras me follaba a Elena. Saqué mi polla un momento de su coño y la puse en su culo, al estar tan mojada mi polla estaba muy lubricada, su culo todavía era un misterio para mi, pero esta vez estaba desesperada por recibirla, se la empecé a meter poco a poco, ella protestó, pero esa protesta se transformó muy pronto en placer, en aquella postura la follé por el culo, aquel agujero tan estrecho hacía gran presión en mi polla y no pude aguantar mucho, mi corrida inundó su culo y ambos quedamos abrazados. Yo ya no podía más, había follado a Elena y a Marta y me había corrido dos veces, mi polla había quedado seca, Marta me besó y nos vestimos para salir de allí, fuimos a su habitación e hicimos el paripé para que no sospechasen.
Unos días más tardes Alejandro dejó de hablarnos por un tiempo y nos enteramos que el sabía lo que había pasado, Elena no solo no era virgen, sino que no había quedado muy satisfecha con el, Marta se había vengado de su hermano y además había obtenido doble placer de ello pues había además probado el sexo anal. Yo gané el placer de desvirgar a Elena con Marta y haber probado el culo de mi chica y Elena una primera vez muy completita.