Mi amiga Laura

Nuevas aventuras de inyecciones a domicilio. En este episodio la destacada es Laura, ginecóloga.

Mi amiga Laura. – Ginecóloga.

Continuando en casa de Laura, después de deleitarnos con un suculento polvete nos quedamos dormidos. Me despertó Laura sobre las 5 de la tarde, Antonio, amor vaya sueñecito que hemos echado juntos. Menos mal que me despertaste. Toco su frente y le digo, parece ser que no tienes fiebre. El supositorio y el polvito me lo ha curado amor.

Ves a la cocina y prepara algo de comer. Preparo algo de picar, unos bocaditos de jamón y queso y yogures. También puse unos vasos de zumo. Todo ello en una bandeja los llevo al dormitorio. Me dispuse a darme una ducha, una vez vestido comimos tranquilamente. Comentando lo a gusto que lo habíamos pasado. Cada vez me sentía más a gusto con Laura. Ella asimismo me lo dijo. Creo que nació el flechazo entre nosotros. El tiempo lo confirmaría. Llevo la bandeja a la cocina. De regreso al dormitorio, siento el timbre de la puerta. Antonio, ve a abrir por favor. No se quien podrá ser. Salgo a abrir y me encuentro con una chica joven de unos 25 años. Me pregunta por Laura y le digo que se encontraba en cama. La invito a pasar y le digo que se espere en el salón. Me dijo que era una vecina del edificio, cuyo nombre es Maria.

Consulto con Laura y me dice, alcánzame la bata. Menudo contratiempo, hazla pasar. Pasa al dormitorio y Laura me presenta como un gran amigo, comentándole que soy Ayudante Técnico Sanitario. Decía que tenía dolor en el bajo vientre.

Mari pasemos a la sala de reconocimientos. Veamos que te ocurre. Yo me quedo en el salón y me dispongo a leer unas revistas.

Mari, pasa detrás del biombo y te desvistes. A continuación te pones la bata de examen y te recuestas en la camilla. Según me dijo Laura una vez efectuado el reconocimiento, parecía tener algunos desarreglos menstruales. Recetándole unos inyectables. Puedes vestirte Mari. Ahora bajas a la farmacia y te traes los inyectables. Dos cajas – Cada envase viene provisto de 3 ampollas de 2 ml., y 3 ampollas de 1 ml.

Yo me ofrecí a bajar a por los medicamentos. Gracias, me dijo Mari es muy amable. No me cuesta ninguna molestia. Enseguida regreso, afortunadamente la farmacia cercana esta abierta.

_Laura, si no te es molestia, cuando regrese Antonio que suba a casa a inyectarme. Asimismo me dices lo de la visita. No padezcas por ello cuando termines el tratamiento Mari. Gracias por atenderme Laura. Que te mejores. Lo mismo te digo Mari, buenas noches.

Regreso de la farmacia, diciéndome Laura que subiera a inyectar a su vecina, es en la puerta 2. Vale cariño voy a inyectarla y luego debo realizar un par de visitas. Toma mis llaves y cuando termines quiero que te quedes conmigo, por supuesto cariño, vendré lo antes posible. Acuéstate y descansa.

Subo a casa de Mari. Perdone que le haya hecho subir, pase por favor. Luego de inyectarme quiero que inyectes también a Carmen, es la chica que tengo interna. No he creído conveniente comentarlo con Laura.

Carmen se encontraba en el salón. Aproximadamente de unos 30 años, morena de estatura media. Nacionalidad, portorriqueña, afincada en nuestro país. Mulata, pelo largo que le llegaba casi a la cintura.

Paso al dormitorio de Mari y me dispongo a prepararle la inyección. Dos ampollas en una sola inyección. Le comento si le habían administrado dicho medicamento. Es la primera vez Antonio, confío en que me sienten bien. Preparado el inyectable, de espaldas a mí, procedió a bajarse el pantalón junto con la braguita. Acostada en la cama me dice, cuando quiera. Procedo a poner el algodón con alcohol sobre su nalga izquierda. Buenas posaderas dije para mí, culete redondito y respingon. Doy una palmadita sobre su nalga y comprobando que se encontraba relajada, procedo a inyectarla. ¿Le duele? Un poquito Antonio. Terminada la inyección, dejo el algodón y le digo puedes cubrirte. Subiéndose la braguita junto con el pantalón, y levantándose de la cama me dice. Me has inyectado muy bien. Eres muy delicado, gracias Mari.

Mañana y los días sucesivos serán 2 inyectables, uno en la mañana y otro en la noche.

Así es Antonio, Laura es una buena ginecóloga. Salimos de la habitación y le dijo a Carmen que se preparara para sus inyecciones. Enseguida Mari, Antonio pasemos a mi alcoba por favor. Una vez en el dormitorio, me mostró el envase de los inyectables.

_ 6 ampollas de 4 ml., aplicación intramuscular profunda. Relajantes musculares. Una ampolla al día. Tratamiento por dolencias cervicales.

Llevaba un vestido con una cremallera al dorso. ¿Puede bajarme la cremallera? Por supuesto Carmen. Pude verle el torso desnudo, esa piel color de ébano. Subiéndoselo hasta la altura del tanga, color azul marino, pude verle el culo con toda la perfección de nalgas prietas. Preparada la inyección, colocada en la cama aun se baja el tanga. Tomo el spray del alcohol y echo unas gotitas en la nalga izquierda frotando con el algodón.

Introduzco la aguja y muy despacito le voy aplicando la inyección. ¿Le duele? Una leve picazón, no se preocupe lo hace muy bien. Aplico de nuevo el algodón en el pinchacito y le digo, puedes incorporarte, se sube el tanga y se baja el vestido. Le subo la cremallera del vestido. Gracias Antonio.

Voy directamente a casa de Cristina a inyectar a su hija. Llegaba puntual, sobre las 20.30 horas. Paso a la habitación de Cristinita, y enseguida preparo su inyección. Vamos cariño le dice su madre, echando el cobertor de la cama hacia abajo, a la altura de su lindo traserito. Bajándole un poquito la braga hasta donde comienza la rajita de su culo, procedo a inyectarla en la nalga derecha. Subiéndose de nuevo la braguita la cubro con el cobertor. Que descanses jovencita, gracias Antonio Hasta mañana.

Su madre me acompaña hasta la puerta. Mañana procura venir pronto Antonio. Sabes que tengo que trabajar, veremos como me las arreglo. No quisiera dejarla sola a la nena. No te preocupes, me das un telefonazo al móvil. Buenas noches y hasta mañana. Adios Antonio, gracias.

Últimas visitas de la noche, Pepa y Laura. Como sabéis Laura, se encontraba desde el sábado en el apartamento de Pepa. Hoy domingo por la noche, llego aproximadamente pasadas las 21.00 horas al domicilio de Pepa.

Laura fue la que salia a recibirme, deduje que sospecharía algo del ratito que estuve con Pepa en la mañana administrándole los consabidos enemas. Laura me dice, buenas noches Antonio, has llegado a buena hora. Hola Laura, buenas noches. Paso al dormitorio de Pepa. ¿Qué tal Pepa? Bastante mejor, aunque con mi culito dolorido por las inyecciones. Pues aun no hemos terminado con tu tratamiento. Os quedan a cada una 3 pinchacitos. Me dispongo a prepararles las inyecciones.

Laura me dice: Antonio tengo una pomada que puede irle bien a Pepa. Espera y te la traigo. Leo las indicaciones y efectivamente, era adecuada para aliviar los dolores. Dale un masajito a Pepa en los glúteos. Pepa se puso boca abajo en la cama y bajándose la braguita hasta medio muslo le dijo a su amiga. Adelante cariño, dame el masajito.

Laura se coloca sentada en la cama y destapando el frasco de la pomada, pone una porción sobre las nalgas de Pepa. Seguidamente procede con sus manos a aplicarle la pomada en el culete. Que bien me lo haces Laurita y como me alivia. Luego si lo deseas te aplico yo el masaje. Claro cariño, lo que tú quieras.

Después del masaje les digo, bueno quien es la voluntaria a inyectarla primero. Yo mismo, dijo Pepa. Ya estaba colocada y totalmente relajada con todo su trasero desnudo. Sentado en la cama, me dispongo a darle con el alcohol y el algodón en la nalga izquierda. Introdujo la aguja y la inyecto suavemente.

Laura mientras fue al baño a lavarse las manos, tenía una batita por encima de las rodillas. Saliendo del baño, se quita la bata quedándose en ropa interior. Se acuesta junto a Pepa y se baja la braguita. Vamos campeón, ponla en el mofletito que mas te guste. Paso al otro lado de la cama en concreto a la parte derecha y procedo haciendo lo mismo, me siento en la cama y me entretengo en sobarle el culo con el pretexto del alcohol y el algodón. Administro la inyección, toda lentita en su nalga derecha. Ya estáis servidas les digo. Mañana acabáis el tratamiento. Recordad en llamar a Laura la ginecóloga para pedirle cita. Probablemente deberá revisaros de nuevo.

Me despido de ambas deseándoles buenas noches. Les comento que me encontraba cansado y que marchaba para casa rápidamente. No tenía porque contarle mis andanzas. Deseaba estar de nuevo con Laura la doctora y pasar toda una noche junto a ella. Antes de irme Laura me dijo que procurara venir a primera hora de la mañana.

Salgo deseoso de estar con Laura y de camino a su casa compro comida preparada a base de sándwiches, y yogures. A las 22.00 me encontraba en casa, pasando rápidamente al dormitorio.

Hola mi amor. ¿Cómo te encuentras? Un poquito mejor cielo. Que bueno que hayas llegado. Cenamos tranquilamente y me dice ves preparando mi inyección. Mientras la preparaba se puso boca abajo en la cama. Por momentos me estaba enamorando de ella.

Le bajo la braguita y le digo. ¿Dónde mi amor? Ponla en el lado derecho por favor. Masajeo su linda nalga y la inyecto muy suavemente como requiere el medicamento. Paso al baño a tirar la jeringa desechable a un cubo hermético, para tal fin, como compresas, etc.

Me lavo bien las manos y me refresco la cara. Acto seguido, me desnudo y me meto bajo las sabanas junto a ella. Cuanto deseaba este momento. Entrelazados nos dedicamos a propinarnos caricias mutuamente. De espaldas a mi, le saco las braguitas lentamente y me quito el slip, desnudos los dos, ella coge el pene y se dedica a masturbarme lentamente, mientras yo introduzco mi dedo en su vagina, y la voy calentando, notando sus juguitos calidos como mojaban mi dedo. Pasamos a efectuar el 69, linda postura para mí. Ella se mete el pene en su boca y yo mientras me dedico a mojarle el agujerito de su ano con mi lengua, pasando indistintamente del culo al coño. Deseaba penetrarla, por lo que se coloca de espaldas en la cama y procedo a meterle el pene en toda regla, le puse una almohada bajo sus nalgas y la fui penetrando lentamente, le digo que coloque sus piernas sobre mis hombros, dedicándome a besarle sus pantorrillas y muslos. Mientras me la follaba, por debajo procedo a insertarle el dedo en su rico agujerito del ano. Como me pones mi amor, continua así por favor. Me encontraba muy excitado por lo que le dije que estaba a punto de correrme. Aguanta un poquito cielo, me viene el orgasmo. Échame tu lechita dentro mi amor. Después de tanto placer pasamos al baño a lavarnos. A ella le preparo una ducha vaginal y yo mismo me encargo de administrársela, para ello nos metimos en la bañera y me daba morbo meterle la cánula curvada en esa deliciosa vagina.

Nos secamos mutuamente y nos metimos en la cama, pongo en hora el despertador para las 8 de la mañana. Estaba rendido y relajado a la vez, después de haberle echo el amor. Al ratito nos quedamos dormidos, juntos nuestros cuerpos desnudos bajo las ropas de la cama.