Mi amiga Laura (2)
Me volví para darles la espalda y deje caer mi vestido.
Lau
Como les mencione en mi anterior relato tengo un novio que se llama David, es alguien que me protege y procura siempre hacerme feliz, es un chico al que adoro. Estudiamos juntos, y nos apoyamos mutuamente en la escuela; platicamos mucho de nuestros planes personales y, de lo que queremos para nuestro futuro.
Algunas veces ha intentado tocarme mis meloncitos, pero yo no se lo he permitido, y el lo ha aceptado.
Hoy quiero darle una sorpresa y no me puse brassiere, me puse un sweater delgado azul claro.
Al encontrarnos en la prepa, como siempre nos dimos un largo beso pero hoy al abrazarlo, lo hice más fuerte, apretándolo fuertemente para que me pudiera sentir. El me "noto" se sonrió y me dijo
-Gracias, ángel
Yo continué abrazándolo, y moviéndome ligeramente, para que me pudiera sentir bien, lo cual provoco también que mis sensibles pezones inmediatamente reaccionaran. Lo cual me avergonzó de sobremanera ya que el delgado sweater no los podía contener.
David me tranquilizo de inmediato dándome un dulce y prolongado beso.
El resto de la mañana fuimos a nuestras respectivas clases y a la salida me acompaño a mi casa. Durante todo ese tiempo juntos jamás hizo el mínimo intento de aprovecharse, de que yo no traía nada debajo.
Con respecto a Lau, tuvimos semana y media de mucho estudiar, yo para unos exámenes y ella siempre ha sido muy estudiosa, así que no hubo tiempo de comentar nada sobre lo pasado, hasta que Lau, me dijo:
-Que tal si salimos este fin de semana.
-Me parece bien nos merecemos un receso, después de estudiar duro estas semanas
-Bien le avisaremos a nuestros papas y, diles a los tuyos que te vas a quedar en mi casa, hace mucho que no vienes
-Me parece bien
-A propósito, ponte el vestido negro que te regalaron tus admiradores y, la combinación blanca
-Ahora que lo recuerdas, ni los he visto, pero a donde vamos a ir
-A un antro a bailar.
-Ya sabes que me encanta bailar.
-No se hable más.
Llego por fin el tan deseado fin de semana para irnos a bailar, me di una buena ducha, y me prepare para arreglarme, me puse mis gotitas de perfume, de acuerdo a como me había enseñado Lau, fui al closet a buscar los vestidos y encontré el negro, era muy escotado de la espalda y tenia aperturas por los lados, tome el conjunto transparente blanco y tuve que prescindir del brassiere, me puse las panties blancas de hilo dental, y nuevamente esa deliciosa sensación al subirlas por mis caderas y sentir como iban introduciéndose por mi culito. ¡¡Uahu !!
Me mire al espejo y modestia aparte lucia bellísima, no quise perder el tiempo y procedí a ponerme el vestido, era como dije, un vestido negro, sin el mas mínimo detalle, el diseñador calculo perfectamente, lo que debería lucir era lo que estaba debajo de el.
Me quedaba pegado al cuerpo, como si fuera una segunda piel, y las aperturas dejaban ver en todo su esplendor mi mayor orgullo; mis piernas.
Escuche el claxon del carro de Lau, me puse un abrigo, para que mis padres, no me pudieran ver, porque yo creo que desnuda, estaría mas cubierta. Me despedí de ellos y les recordé que me iba a quedar en casa de Lau, y que yo les hablaría al momento de llegar de regreso.
Salí corriendo al encuentro de Lau, ella de lejos saludo a mis padres, en cuanto vio que mis padres entraron a la casa me dijo:
-Quítate el abrigo, déjame observarte
Me despoje de el.
-Te ves bellísima. Pero hace falta un arreglo.
Empezó a descoser con cuidado las aperturas del vestido, hasta que estas se prolongaron hasta llegar a la altura de la cintura.
-Perfecto, ahora si chica a bailar.
En el trayecto dijo que había que ponerle gasolina al carro, nos estacionamos en una estación de servicio, y me indico.
-Quédate quietecita, cierra los ojos y no los habrás hasta que yo lo indique.
A continuación saco de su cartera su tarjeta de crédito, hizo a un lado mi vestido, para que quedaran a la vista mis piernas, y encima de ellas coloco la tarjeta, y a continuación descendió del carro.
Pude escuchar que algo le decía al empleado, que cuanto era el total y si podía pagar con tarjeta, el empleado le menciono que si.
-OK, no lo molesto si se la pide a mi amiga, mientras busco unas revistas.
El empleado se acerco por la ventanilla donde me encontraba yo, a pesar que era de noche y estaba muy oscuro, pero por la luz de la gasolinera le permitió observarme, y yo con los ojos entre abiertos observaba la escena, el pobre hombre, estaba a punto de un ataque.
Vio la tarjeta entre mis piernas, y pensando que estaba yo dormida tomo la tarjeta de entre mis piernas, y volteo para ver que nadie lo mirara, y empezó lentamente a acariciar mis piernas, primero una, luego la otra, yo sentía su mano áspera y callosa sobre mis piernas, y en lugar de sentirme incomoda, notaba que me empezaba a excitar.
Hice como que me iba ha despertar, moviéndome un poco, para permitirle "ver" mis panties. Creo que este recuerdo le durara por mucho tiempo, y quizá nunca le vuelva a suceder.
Pero para su mala suerte, se escucho la voz de Lau.
-Esta todo correcto
El pobre hombre dio un brinco por la impresión, y se dio un fuerte golpe en la ventanilla del carro, yo haciendo pucheros me aguante para evitar soltar una carcajada.
Llego Lau, se subió al carro y me dijo:
-Te divertiste
-Si yo soy un ángel tú eres una *diablesa
.* .
Ahora si directo, a bailar.
Después de 10 minutos llegamos al lugar, se escuchaba que estaban interpretando una salsa, ya me andaba, por estar en la pista.
Entramos al local, era un lujar lujosísimo y fastuoso, alfombrado desde la entrada hasta que llegamos a la recepción donde entregamos nuestros abrigos. Y Lau, le entrego una tarjeta al empleado.
Adelante señoritas, sean bienvenidas.
Si afuera era fastuoso, adentro era deslumbrante.
-Como diste con este lugar, nunca habíamos venido, y te tratan como si te conocieran de toda la vida.
-Fue un amigo de mi novio Fernando- el que me recomendó y me dio un pase, para que no hubiera problema por tu edad, aunque con ese vestido y ese cuerpazo que se te ve, nadie pensaría que eres todavía una niña.
Otro empleado, nos lleva hasta el frente de la pista, y nos dio un súper lugar, yo embobada, veía para todos lados, una escenografita tipo griega, estatuas, columnas, repito, espectacular.
Y oh sorpresa, entre las personas, que estaban, disfrutando del ambiente, se encontraban los dos caballeros del almacén, los que me habían regalado la ropa y el perfume.
De repente, se escucha por el sonido.
-Srita. Jessi, sirva acompañarnos por favor.
Lau, me dice:
- Adelante - y me coloca algo en el oído.
-P ero, que sucede.
- Vamos, que te están esperando y escucha todo lo que te diga.
En ese momento me di cuenta, que lo que puso en mi oído era un auricular, para que pudiera escuchar lo que ella me indicara.
Subí al escenario, y el maestro de ceremonias anuncia
-Sras. y Sres. tenemos el privilegio de contar esta noche como todos los fines de semana, de una debutante y hoy contamos con la presencia de la bellísima Jessi, les pido por favor un caluroso aplauso.
A continuación se apagan todas las luces, dejando solamente un haz iluminándome a mi, y se escucha de fondo, la melodía "Una pálida sombra", interpretada por Procol Harum. Y escucho la voz de Lau.
- Jessi querías bailar, pues empieza.
No hizo falta que me lo pidiera otra vez, con esa melodía, me empecé a mover con toda sensualidad, arrancando del publico un ah, seguido de aplausos.
Escucho la voz de Lau, que me dice.
-Linda lo estas haciendo de maravilla, sigue bailando.
Ya pasado el primer instante de asombro, continué moviéndome sensualmente a lo largo de la pista.
Algunas veces me arrodillaba y hacia a un lado mi vestido para que pudieran observar mis muslos y mi pantie.
-Muy bien nena, ahora vete quitando lentamente el vestido.
Al escuchar como, ese público tan selecto, se entusiasmaba, con mi manera de bailar, otra vez yo era el centro de esas miradas, que aunque yo no veía, suponía que recorrían todo mi juvenil cuerpo.
Pase mis brazos sobre mi cabeza, y provoque que se pararan mas mis meloncitos y haciendo que mis pezones, que apuntaban hacia arriba, se resaltaran sobre mi vestido.
Entonces procedí a levantar sobre mi cabeza la tira del vestido, y sosteniéndolo a la altura, de mí pecho.
Escuche la voz de Lau.
-Muy bien chiquita, ve hacia la esquina a tu derecha, donde se encuentran los caballeros que pagaron tu ropa, ya es hora de recompensarlos, con un caminar lento y moviendo mis caderas me acerque hacia ellos, y de un golpe deslice mi vestido a la altura de mi cintura, lo cual provoco que oscilaran mis meloncitos al ser liberados, provocando, aullidos y gritos, Los tenia a mis pies.
Empecé a pagar mi deuda, ahora deslice mis manos, sobre mis costados hasta llegar a mi pecho, empecé a jalar mis pezones, a rasguñarlos, luego con ambas manos apretándolos y soltándolos, originando que volvieran a oscilar y provocando aplausos y silbidos de la concurrencia.
Mi volví, para darles la espalda y deje caer, mi vestido, dejando a la vista mi precioso culito. Y me dije Jessi, deuda pagada.
En este momento ya no había nada que me hiciera parar, la música, los gritos, me estaban llevando a un punto de excitación máxima.
Sentía que con el movimiento de mi baile, como se iba introduciendo más mi breve pantie, pero ahora por delante, lo que me estaba provocando una masturbación.
Nuevamente escuche la voz de Lau que me indicaba que me moviera al otro extremo del escenario.
-Alto, detente, abajo se encuentra un modesto empleado que habrá gastado todo su paga, para poder entrar.
-Vas a premiarlo, quítate tus bragas, y a él, para envidia de todos, le vas a permitir, que haga lo que quiera, besarte, morderte, darte una nalgada, lo que quiera.
Me acerque hacia donde se encontraba, lleve mis manos a un costado y empecé a desanudar uno de los extremos de mi pantie, luego el otro extremo, abrí mis piernas, lo que hizo, que cayeran al piso, arroje mis zapatos a un costado y me mostré totalmente desnuda a él. Y podía imaginar que me besaba mis pezones, mi conejito, mis muslos en fin, TODA.
Me arrodille, para recostarme, y abrí las piernas, para que me pudiera ver mejor, y tal como dijo Lau se acerco y quizás por timidez, solo me dio un beso en mis muslos, al tiempo que gritaba, como loco, ¡¡ ES VIRGEN!! .y todo el público, hombres y mujeres gritaban al unísono en fin la locura, yo del susto inmediatamente cerré las piernas, y me preguntaba como se habrá dado cuenta, no creo que se haya visto mi himen.
En fin, que debido a la euforia, di por terminado mi baile, recogí como pude mis ropas y me puse encima el vestido, se encendieron las luces y el locutor también eufórico, gritaba.
-Démosle una cariñosa despedida a nuestra debutante.
Prendieron las luces para que pudiera regresar a mi lugar, y a pesar que regrese corriendo, pude observar los rostros de algunos espectadores, me veían extasiados, con admiración, deseo, lujuria, en fin no podría describirlo.
Me acerque a Lau y nos dimos un largo beso.
-Fantástico, increíble.
Yo todavía excitada y sin poder contenerme por lo que había pasado, no pude contestar.
En eso se acerca uno de los mesero y me da un pequeño morralito.
-Srita. Jessi es para usted
Sorprendida le di las gracias.
Tomamos nuestras cosas y a toda carrera y entre risas, abandonamos el lugar.
En el trayecto a la casa de Lau, me recosté y vinieron a mi mente todos los acontecimientos de estos últimos días, hasta que Lau me despertó y me dijo
-Llegamos a casa
Sus papas ya se ido a dormir, pasamos al refri por un vaso de leche, no lo tomamos, y como buenas chicas lavamos nuestro vasos, pero no parábamos de reír.
Finalmente nos fuimos a la recamara de Lau, y al pasar por la recamara de sus padres, desde afuera los saludamos
-Buenas noches chicas, como les fue.
-Muy bien, ¡si hubieras visto a Jessi, bailo como nunca.
-Que bueno, descansen como buenas chicas.
-Gracias
Entramos a la recamara, y esta noche sabíamos que no iba a ser como las demás noches que hemos dormido juntas.
-Jessi, voy a darme una ducha, espérame no te duermas.
-Como crees, cuando termines de bañarte, no te seques, ven así desnuda, David me ha dicho, que se excita, mucho al verme llegar a la escuela con el pelo húmedo.
-Porque, dice eso.
-No se, dice que se imagina, que segundos atrás estabas desnuda bañándote. Y eso lo vuelve loco.
Mientras venia Lau, me quite el vestido negro, y quede totalmente desnuda, ya que por salir corriendo del club, no me puse mis panties.
Abrí el morralito, y oh sorpresa, estaba llena de billetes, el de menor denominación era uno de $500. , era una pequeña fortuna, también había unas notas, tarjetas de presentación, donde me hacían todo tipo de proposiciones de salir, ir a cenar, amorosas, etc.
Ya no pude leerlas todas, porque oí a Lau, que salía del baño, y tal como se lo pedí, salio del baño desnuda y escurriendo todo su cuerpo de agua, apague la luz del cuarto y le dije que abriera la ventana de la recamara, ya que había una bellísima luna, y ella iba a ser testigo de lo que iba a pasar, al abrir entra una rica brisa, que provoco que Lau se cubriera su cuerpo con sus manos.
-No te cubras, acércate.
La vi. acercarse lentamente, al principio de mis relatos, les comente que aparte de inteligente es bellísima, a mí en lo personal me encantan sus ojos color miel, y unos labios (que aquí decimos, de medio beso)
Le hice un lugar, junto a mí en la cama, la luz de la luna nos iluminaba a ambas, como minutos atrás, me iluminaban las luces del club.
Sin decirnos nada, nos acercamos y nos dimos un suave beso, me acerque a su oído y le dije
-Mi cuerpo es todo tuyo, has lo que quieras con el; besa, muerde, lame, dame unas nalgaditas, quiero que mi piel memorice todos esos lugares que se van a excitar al ser tocados por ti.
Y efectivamente, se inicio un bellísimo ritual, continuo besándome, mientras nuestras manos recorrían nuestros contornos.
Los besos subieron de intensidad, cada vez eran mas apasionados, luego su lengua fue abriendo mis labios y se introducía en mi boca. Yo hice lo mismo, imitándola.
Sentía su boca, como fría, algo que no había sentido con David.
Continúo bajando, hasta llegar a mi cuello, en ese momento di un pequeño quejido, ese era otro punto que mi piel sintió especial. Continuo deslizando su boca, y llego a mi oído, me dio unas ligeras mordidas, y guau, introdujo su lengua en el interior de mi oído, y me hizo gritar. Yo sentía que estaba próxima a un orgasmo.
Ahora continuo bajando, hasta llegar a mis meloncitos, beso mi pequeña aureola, luego la otra. Mis pezones, se endurecieron como queriendo llamar la atención de la boca de Lau.
Hasta que Lau se acerco a ellos y los beso, los mordió, los lamió; indudablemente ese era un punto mágico, porque yo me empecé a convulsionar a la llegada de un orgasmo.
Yo nada mas me dejaba hacer, estaba aprendiendo, lo mas que hacia yo era, acariciarle su espalda.
Continuo deslizándose hacia abajo, introdujo su lengua en mi ombligo, lo succionaba, y continuo bajando, y cuando yo pensé que por fin iba a llegar a mi cli.
Pues no, lo que hizo fue rodarme, hasta quedar de espaldas a ella, ahora, con las puntas de sus pezones, me empieza a acariciar mi espalda. (yo pensaba, y esta de adonde aprendió todo esto, si finalmente es una mocosa, igual que yo)
Como adivinando mi pensamiento, balbuceando me dice
-Alejo (su novio) y yo lo hacemos, todas las veces que podemos, igual que los estamos haciendo tu y yo, pero además para que te enteres, yo todavía soy virgen.
Tú deberías hacer lo mismo con David, les serviría de desahogo
Continuo ahora con mis nalguitas a las que mordió, beso y para hacerme caso me dio un par de nalgadas, una suave y otra bien fuerte, que me hizo gritar, afortunadamente, ya tenia una almohada cerca, y pude ahogar mi grito, no de dolor si no de placer.
Y finalmente me volvió a rodar, quedando boca arriba, nos miramos un rato y me dijo, que a continuación le hiciera lo mismo que ella me iba ha hacer.
Puso su conejito al alcance de mi boca, y ella se inclino, poniendo su cara cerca del mío.
Y a continuación yo empecé ha hacer lo mismo que ella me hacia, con diferencia de un segundo después de que ella me lo hacia a mi.
Empezamos besándonos la parte interior de los muslos, otra parte súper sensible y nada mas de pensar en el próximo objetivo yo llegue a otro orgasmo mas intenso que el primero.
Finalmente llego a mi rajita a la que lamió, beso, succiono, y finalmente llegamos a nuestros cli. Dentro de la tremenda excitación, pensé: si Alejo ¡ no tiene cli !
Después para que no se me olvidara la lección, repetí en ella todo, lo que había aprendido.
Y así continuamos, no se si minutos, horas, o una eternidad, hasta que entrelazadas, nos quedamos dormidas.