Mi amiga el novio y yo

Esta vez les cuento cuando don Pedro me uso a su antojo

Mi amiga el novio y yo

Hola de nuevo soy Lucia y ahora les contaré otra aventura que tuve que don Pedro, solo nosotros dos. Como todos mis encuentros con los papas de Patricia son muy buenos y activos, y esta vez por estar solos no fue menos excitante.

Era media tarde cuando sonó el teléfono en casa, me dispuse a atender y era el padre de mi amiga,-“vení enseguida putita, que tengo ganas de coger”-me dijo y cortó. Ni corta ni perezosa me lave bien mis partes de sexo a mil, porque no quería hacerlo esperar y tampoco dilatar el tiempo me sequé cambie de interiores y salí rauda a gozar a la casa de mi señor. Cuando llegué entré como siempre diciendo :-“permiso buenas tardes”- y continué mi camino para adentro. Y ahí estaba don Pedro, sentado en el sofá  con las piernas abiertas y mirando la TV.:-“vení putita, siéntate a mi lado, pero primero sácate los calzones y mostrame el culo”- Como ya venía preparada para algo así, me saque la bombachita la tire encima de una silla, me di media vuelta, me acerqué a él, me subí la mini y me agaché para que pudiera verme bien. Estiro su brazo y rozo mi pocillito marrón con el dedo, me corrió un escalofrío  y lo corrió hasta mi conchita, que ya estaba mojada por la calentura que tenia, jugó un ratito tocando mi clítoris, y metiendo medio dedo adentro, haciendo que mis gemidos fueran alto y pronunciado:-“si don Pedro así, meta el dedo por favor”- le decía yo y él cumplía mis deseos, introduciendo mas su dedo. .-“bien Lucia querida- me decía- ahora me toca a mi gozar” me saca de un tirón el dedo que tenía dentro mío, se levanta y se saca la ropa quedando desnudo, también lo hice yo, su pija estaba bien parada, se notaba sus venas y su gran cabeza mirando el techo, recuerden que era curva para arriba. Ni corta ni perezosa, me arrodillé ante él y comencé a chupársela, los gemidos que emanaban de su boca me decían que estaba por buen camino y continuaba, agarrándole los testículos y cuando podía mi dedo rozaba su culo, eso lo desesperaba, su pene daba un brinco cada vez que sentía mi dedo en su ano. .-“si puta-acotaba- ahora te vas a sentar en mi verga y te la metes toda en la cotorra”. Sus deseos eran ordenes para mi, se sentó en el soga y me puse a caballo de su enhiesta verga, la acomodé en mi vagina y me la metí de un tirón, quedé ensartada rozando mis labios mayores en la base de su pija, ambos dimos un grito, no tanto de dolor sino de gozo y comencé a girar mis caderas y el a chupara mis tetitas, pasando su lengua y tratando de agarrar con sus labios mis pezones, aquello era indescriptible, el gozo de sentirla bien adentro y la forma de que me agarrara mis senos era hermoso. :-“ si don Pedro siga así, que me gusta, que divino la tengo toda adentro”- acotaba yo y continuaba girando mis caderas tratando que fuera más adentro. Luego de un rato y de haber acabado varias veces yo me dice:-“ahora métetela en el culo que quiero darte leche, puta”- Como estaba bien lubricada con mis jugos saque su pene, y me puse  de rodillas en el sofá, con las piernas bien abiertas y mis nalgas levantadas para facilitar la penetración. Él se levanta y me abre bien las nalgas y me escupe el culo, dejándome una sensación de bienestar y calentura, afirma su pija donde se termina la columna y empuja, saliendo su pene rápido hacia abajo, hasta que encuentra el agujero de mi pocillo marrón y ahí empuja fuerte metiéndose hasta la mitad :-“ aaaaahhhh dueleeeee ay ay”- solo atinaba a decir, aunque mi cola ya estaba bien grande igualmente el dolor lo sentía, pero no había terminado mis lamentos de dolor cuando  empuja y me la mete hasta el fondo. Y no espera nada saca y mete con fuerza y sin compasión, me toma por debajo de mis brazos me hace palanca en mis hombros y continua taladrando, la deja toda adentro y comienza en círculos , mi culo siente todo eso y escucho sus lamentos y me dice que está bien así, que soy su puta y que le gusta cogerme de esa manera, ahí me acaba, un  chorro de leche sale de su pija y siento que se ensancha un poco y queda más caliente, mientras tanto mi dedo jugaba con mi coño y así podemos acabar juntos. Yo empujaba hacia afuera y el hacia adentro así podíamos sentir más la penetración. Después que quedó satisfecho saco de un tirón su pene, me dio una nalgada y me dijo que me fuera. Saliendo él hacia el baño a lavar su miembro, yo comencé a vestirme y cuando estuve lista, me fui, feliz y con el ano con leche y medio dolorido.

Esta fue una aventura mas con don Pedro, espero que les hayan gustado. Y gracias por los correos que me envían, soy feliz. Besos

luciamas@outlook.com.ar