Mi amiga el novio y yo (7)
Un castigo ejemplerizante que me dieron don Pedro y doña Elvira
Mi amiga el novio y yo (7)
Hola amigos, soy Lucia, y quiero compartir con ustedes mi alegría por la cantidad de correos que he recibido, por estar contando mis aventuras sexuales con mi amiga Patricia y ahora con sus padres-
Les conté que don Pedro y doña Elvira son muy estrictos conmigo, en cómo me comporto en la calle y lugares donde concurro, se dan maña para saber mis actos y si algo no les gusta me castigan, a veces con penitencia dolorosas, como aquella vez que fui al centro de mi ciudad y estando ellos sentados al sol en un banco de la plaza, saludé a viva voz a un amigo de una acera a la otra, levantando alto mi brazo y sin querer mi mini, se levantó un poco demás, mostrando mis muslos parejos y fuertes a todo el que quisiera mirar.
Cuando volví a casa, me llamaron por teléfono diciendo doña Elvira:- “De inmediato a casa. Ya!!!” y por el tono de su voz, calculé que la cosa no era linda, rápido me puse una ropa interior muy sexy que les gusta, de esas que solo tapan los labios de afuera de mi conchita, y Salí :-“ En un rato vuelvo”- dije en casa y salí disparada. Alli me esperaba un buen rezongo y una penitencia dolorosa.
Nada más entrar doña Elvira, que es quien lleva la voz cantante, me aterrizó de una cachetada :-“puta barata, que te pansas? Que vas a andar gritando y mostrándote?!!”-diciendo esto me levantó de los pelos y me tiro encima de don Pedro, quien me agarro y me puso sobre sus rodillas con mi colita al aire, de un tirón, la señora me rompió el bikini y ahí nomas entre los dos me dejaron los cachetes rojos, de tanta palmada que me dieron. Me dolía mucho los golpes y suplique:-“ perdón perdón amo no lo vuelvo hacer más!!!”- pero no tuvieron piedad, cuando se cansaron me tiraron al suelo y me dejaron allí:-“ te quedaras así hasta que nosotros te ordenemos otra cosa, puta!!”- me dijeron y se fueron a otra habitación, mis nalgas me ardían y dolían, pero era un castigo bien merecido por no comportarme a la altura de las circunstancias.
Al rato me llaman y don Pedro me dice que quiere acabar en mi boca:-“ chúpame la pija y trágate toda la leche”- me ordenó y me puse de rodillas ante él, le abrí la bragueta, saque su pene y chupe como nunca su rica verga, no dejando una sola gota que escapara de mi boca, cuando hube limpiado bien su miembro, me dijo doña Elvira :-“ ahora ándate puta, que ya te llamaremos cuando tengamos ganas de vos”- me acomodé mi pollera y sin ropa interior de abajo me marché con mis nalgas muy doloridas , parecía que tenía hormigas. Llegué a casa y por suerte pude entrar sin que se dieran cuenta, porque me imagino que mi aspecto no era el mejor, derecho a ponerme alguna crema para suavizar el ardor que tenía por los golpes. Ahora ya sabía cómo debía comportarme en la calle, debo de ser una señorita bien recatada.
Y ese fue unos de los castigos que he recibido de parte de mis amos. Son muy celosos, y me quieren cantidad. En otro relato les contare alguna otra aventura que he tenido con ellos, donde tenemos sexo en distintas maneras y formas, y eso me deja muy contenta, porque me usan y me gusta. De nuevo gracias por los correos, me ponen linda que me escriban. Besos