Mi Amiga, el Hermano y el Mejor Amigo

Mi Amiga, el Hermano o el Mejor Amigo????

El último día que fuimos amigas.

Meme y yo nos conocimos durante el primer año de la Universidad y nos volvimos inseparables, estudiábamos juntas y prácticamente vivíamos en mi casa o en la suya, claro que la suya era mucho más interesante, ya que era mi oportunidad para ver a su hermano Santiago.

Santiago es un par de años más grande que nosotras, es morocho de ojos azules y con un cuerpo bien formado por la natación. Yo soy rubia, de ojos verdes con 1.70 de altura y con un cuerpo que es la envidia de muchas mujeres.

Siempre recuerdo el primer día que lo conocí, no podíamos sacarnos la mirada de encima, la atracción fue automática, y el querer sentirnos cerca constantemente, provocándonos con palabras o haciéndonos unas sutiles cosquillas por atrás de mi amiga que odiaba pensar en que podíamos terminar juntos, mas allá de sus comentarios, los cuales me ponían bordo, diciéndonos que ya no podíamos disimular la calentura.

Pero pese a nuestra atracción por respeto a mi amiga trate de enfriar la situación.

Con el correr de los días, nosotras estábamos más tiempo juntas y poco a poco empecé a conocer a sus amigos, entre ellos Alejandro, su mejor amigo. Ale se volvió loco por mi apenas me conoció, y no dudo en hacérmelo saber inmediatamente, si bien no era mi tipo tampoco estaba mal. Alejandro media casi 1.90, era moreno y tenía el cuerpo entrenado por el boxeo. Cada vez que salíamos o que yo iba a su casa, Ale estaba ahí esperando su oportunidad pero nunca se concretaba.

En ese momento estábamos de vacaciones de la Universidad y por lo tanto con mucho tiempo libre, prácticamente salíamos de lunes a lunes. Una noche de verano, en la que salimos a bailar, el calor era agobiante, y yo decidí salir sola del lugar a tomar un poco de aire, cuando caminaba a la salida alguien me agarro de la mano y me tiro para atrás, a la vez que me agarraba fuertemente de la cintura. Quede enfrentada directamente con los ojos de Alejandro quien no dejaba de apretarme contra él. Yo no podía dejar de mirarle la boca, como rogándole que me besara de una vez. Y en el medio del lugar, sin importarnos nada empezamos a besarlos apasionadamente. Sus manos recorrían todo mi cuerpo, metiéndose debajo de la falta y acariando mi coño razuradito. Yo podía sentir su berga cada vez más dura y eso me ponía a mil.

Como el calor y el humo del lugar habían empezado a marearnos decidimos salir de ahí. En la parte de afuera del lugar había una piscina, rodeada por unos bancos donde estaban ya varias parejitas dejándose llevar por la intensidad de la noche.

Alejandro y yo empezamos a caminar por el lugar, sin querer mirarnos de nuevo, hasta que el por fin rompió el silencio. Y me dijo, no puedo creer que esto esté pasando, estuve esperando este momento por casi un año, ocultándoselo a Meme para evitar que se enoje contigo o que te prohibiera estar conmigo, me moría por ver que se sentía besar esos labios. Y esto recién comienza y arrancamos nuevamente con un beso de lo más apasionado, habíamos encontrado un lugar oculto detrás de unos arbustos para evitar que nos vieran. Yo estaba cada vez más caliente y el no dejaba de manosearme, y frotar su pene contra mi cola, yo estaba deseando que la ropa desapareciera y ahí no más me empecé a estremecer hasta que llegue al primer orgasmo. No quería quedarme solamente ahí, así que me acomode y empecé a desabrocharle el pantalón hasta que pude sacarla toda, el me decía que parara que nos iban a ver, pero yo me quería dejar llevar y no me importaba nada. Así que seguí con mi trabajo y empecé a lamerle dulcemente el miembro, primero la cabeza y luego el tronco, hasta tragármela toda. Por la calentura que traía el encima vi que mucho no iba a aguantar y acelere el ritmo para que pudiera para que pudiera gozar como lo había hecho yo hacia un instante. Rápidamente acabo en mi boca, no podía creer como me estaba tragando su leche, y quería más. Así que rápidamente limpie todo con la lengua, procurando que vuelva a quedar erecto, mientras aproveche para darle un beso profundo y que pudiera sentir su sabor en mi boca. Cuando la erección estaba como quería, me puse de espaldas pidiéndole que me penetrara profundamente, y el obedeció sin dudar, y ahí en el medio del jardín del boliche estábamos haciéndolo sin importarnos si nos veían, solo queríamos saciar esa calentura que se había hecho esperar (Siempre había sido bastante exhibicionista y esto no hacía más que acelerarme). No paraba de penetrarme a toda velocidad, tenía las manos en mis pechos y no dejaba de pellizcarme los pezones, me temblaban las piernas en esa sensación conocida del orgasmo, y rápidamente nos vinimos los dos.

Como quien quiere disimular nos acomodamos la ropa y volvimos al boliche a buscar a nuestros amigos, cuando encontré a Meme estaba por demás pasada de copas así que no nos quedo otra que acompañarla a la casa ya que no estaba en condiciones de llegar sola.

Durante el viaje en taxi, Meme dormía y nosotros aprovechábamos para no parar de besarnos. Llegamos rápidamente al departamento, Meme tenía dos camas en su habitación así que la acostamos en una y nosotros nos acomodamos en la otra.

Yo aproveche para cambiarme y ponerme el pijama de verano que tenía en su casa, era un pantaloncito muy corto y una remera bastante trasparente con tirantes finitos. Lo cual provoco que Alejandro rápidamente tenga otra erección. Tratábamos de no hacer ruido ya que mi amiga dormía en la cama de al lado, pero supongo que por lo que había tomado podríamos incluso haberlo hecho sobre ella que no se habría enterado.

Alejandro me besaba los pezones succionándolos despacito, lo que me hacía no dejar de gemir, fue bajando por mi abdomen hasta llegar a mi coño, el cual se encontraba empapado. Empezó a meter la lengua sin parar en mi ano, lamiéndome del clítoris al ano sin parar. Cuando veía que estaba por acabar soplaba suavemente sobre mi clítoris alejándose y volviendo a empezar, lo hizo unas tres veces, yo no podía mas, iba a explotar y así fue, encerré su cabeza con mis piernas empujándolo con mis brazos para adentro y gritándole que no pare no podía contenerme. Y acabe en una tremenda explosión en un orgasmo que no tenia fin, fue como tener tres orgasmos juntos, y caí sobre la cama.

Me repuse rápidamente ya que seguía caliente y no quería parar, me levante y vi su tronco duro y colorado, no pude evitar llevármelo a la boca inmediatamente, no podía parar era increíble. Me pedía por favor que lo deje cabalgarme de nuevo, que me pusiera en cuatro, y yo rápidamente obedecí.

Me hizo sentir su cabeza contra mi coño, y rápidamente me embistió, yo estaba tan mojada que fue perfecto. Empezó a cabalgar con fuerza sin parar, era increíble la velocidad a la que íbamos, los dos no parábamos, y fue tal la excitación que acabe de nuevo, el me sostenía por la cadera para que no me callera, pero él tampoco podía mas, así que saco su pija de adentro mío, me voltio y acabo en mis tetas, esparciéndome la leche por todas partes.

Los dos nos derrumbamos en la cama, y nos dormimos.

Al poco tiempo me levante sobresaltada, pensando que tenía todo su semen en mi cuerpo y que no  me podía quedar así por si Meme se levantaba, así que escabullí al baño para ducharme.

Salgo de la ducha y pude ver que ya había amanecido así que aproveche para salir al balcón a tomar ese lindo aire fresco de la mañana y prender un cigarrillo, si bien prácticamente nunca fumo, el día lo ameritaba.

Me senté en el piso del balcón solo con la tanguita y la remera, sin pensar que había alguien más en la casa…

De repente veo que la persiana de la habitación de Santiago estaba levantada y él me estaba viendo. Así que trato de estirar la remera para taparme, pero era tarea imposible, y lo veo como se sonríe de lejos con esa sonrisa picarona que me volvía loca.

A los pocos segundos  sale al balcón solo con unos bóxer negros, que le quedaban ajustados a la perfección, marcándole ese culo precioso que tenia, sin contar lo que todavía no había visto.

Se sienta al lado mío, y me dice: Hola preciosa, no es muy temprano para fumar? Y me quita el cigarro y lo apaga. Ya mi aliento se había congelado.

No sabía que decir, pensaba si nos había escuchado, me quería morir.

Le digo, pensé que no había nadie, no sabía que estabas aquí.

Me explica que había salido a un recital y había vuelto temprano a casa. Te incomoda?

No, no para nada es tu casa, me sorprendió.

Porque si hubieses sabido que estaba lo hubieses hecho conmigo en lugar de con él??

Automáticamente me puse bordo y baje la cabeza para no enfrentar su mirada. Pero rápidamente pensé que tenía que solucionarlo.

Así que levante la vista para enfrentarlo, lo mire directamente a los ojos diciéndole la verdad, nunca tuve dudas entre él y tu… siempre fuiste tú, solo que no te decidiste…

La próxima continúa la historia entre Santiago, Alejandro, Meme y Yo (Mica)…