Mi amiga Carolina (5)

Este relato continua con las aventuras sexuales que vivimos con mi amiga Carolina en su visita a mi casa, la orgia termina no sin antes disfrutar del sexo de todas las maneras posibles.

MI AMIGA CAROLINA ( V )

Este relato continua con las aventuras sexuales que vivimos con mi amiga Carolina en su visita a mi casa, la orgia termina no sin antes disfrutar del sexo de todas las maneras posibles.

Las dos despertamos calientes, abrazándonos y besándonos, el sexo mañanero es muy delicioso, mis dedos se hundieron en su conchita que ya esta empapada y ella se comía mis tetas, mordía mis pezones duros, vimos a mi marido acostado a nuestro lado y su verga mostraba una pequeña erección, nos abalanzamos sobre ella, y entre las dos le dimos una buena mamada, lo que despertó a Miguel completamente y puso su enorme verga muy dura y caliente, Caro se había acostumbrado a ella ya que ahora se la tragaba entera hasta su garganta como yo lo hago, decidí dejarla disfrutar y fui a ver como estaban Edson y Mariana.

Al llegar a la sala, lo primero que vi fue la tremenda verga del negro colgando sobre un costado de su pierna algo morcillona pero ya enorme, Mariana dormía placidamente, me arrodille junto a Edson y tome su verga en mi mano, aspirando su aroma, la recorrí toda con mi lengua de arriba abajo, hasta sus huevos, que fui lamiendo y chupando también, volví sobre su verga y me la metí en la boca, entonces sentí una mano que empujaba mi cabeza haciendo tragar profundo esa vergota, era Edson que se había despertado y disfrutaba de mi mamada, me la comía profundo, llegaba a mi garganta, me ahogaba con esa rica verga gruesa y caliente, el negro gozaba como le comía la verga y me decía que nunca se la habían mamado así, yo lo hacía mas fuerte y rápido, profundo, rozaba mis dientes por su verga, haciendolo gozar, pero me detuve y lo hice levantar llevándolo a nuestra habitación.

Al entrar a la habitación, vi a Caro montada de frente sobre la verga de mi marido, cabalgándola fuerte, me acerque a ella y empecé a chupar sus pechos turgentes con los pezones duros como piedra, Edson se paró detrás de mí y me penetró por la conchita que la recibió con gusto y estaba bien mojada, así que se deslizó hasta el fondo de una estocada, yo besaba a Caro en sus tetas y bajaba por su cuerpo, lamiendo y chupando su conchita, su clítoris y parte de la verga de Miguel al penetrarla, Edson me cogía fuerte, me tenía tomada por las tetas y me daba embestidas fuertes y profundas, entonces vi como Carolina se sacaba la verga de Miguel de su concha y se acomodaba, clavándosela por el culo, le encanta el sexo anal, mi marido la tomaba de las caderas y dejaba que ella devoraba su enorme verga, le seguí chupando su conchita hasta que vi la verga de mi marido clavarse por completo en su culo, sus huevos golpearon sus nalgas. Le dije a Edson que se acostara en la cama, vi su erecta verga apuntando al techo, me senté sobre él, tomando la misma posición que Carolina y me enterré su verga por el culo, la metía lenta pero sin detenerse, se abría paso en mi culito, estirándolo, haciéndome gozar.

Ahí estábamos las dos cabalgando tremendas vergas que llenaban nuestros culos, gemíamos de placer, nuestras tetas saltaban en cada embestida, pude ver que Carolina le decía algo a Miguel, no escuche que era, pero ambos se levantaron y Caro se acomodo chupando mi conchita mientras la verga descomunal de Edson penetraba mi culito y Miguel se fue acomodando frente a mí, Caro chupó bien su verga y tomándola en su mano la acomodó en la entrada de mi rajita, por un momento me quede quieta, permitiendo la penetración de mi marido, mi concha se abrió excitada, dando paso a otra enorme verga en mi interior, que no se detuvo hasta estar completamente dentro de mí y entonces juntos empezaron con sus embestidas, las dos vergas juntas llenando mis agujeros, cogiendo fuerte y duro, me llevaron a un orgasmo bestial, dando gritos y pidiendo mas y mas que no pararan y a pesar de mi orgasmo no lo hacían, prolongándolo aun mas, mi concha chorreaba, mojando las vergas, Caro lamía lo que podía o besaba mis tetas y mi boca, de pronto noté como Miguel sacaba su verga de mi concha y empujaba sobre mi culo, que ya estaba ocupado por la tremenda verga de Edson, pero no se detuvo, empujó y empujó hasta vencer la resistencia de mi culo que empezó a abrirse, Edson se quedó quieto y yo sentí dolor pero lo estaba disfrutando, Caro entonces con sus manos excitaba mi concha y me decía goza putita, tu culito aguanta esas dos vergas y mas, así que disfrútalas.

Eso me llevo a relajarme por completo y entregarme al placer, de un nuevo empujón la verga de Miguel se clavó hasta la mitad, me deja caer con mi espalda sobre el pecho del negro, abrí bien mis piernas y así con una ultima estocada, la verga se clavó toda en mi culo, sentía punzadas de dolor, pero al empezar a moverse los dos macho, el dolor dejo paso a un placer inmenso, que poco a poco me fueron llevando a un nuevo orgasmo, las dos enormes vergas llenaban y estiraban mi culo que sin embargo se abría recibiéndolas y devorándolas y mi amiga hundía sus dedos en mi concha, lo que me llevó a tener una acabada descomunal, mis jugos salían como chorros, gritaba y gozaba, los machos me cogían intensamente prolongando mi orgasmo al máximo, quede rendida sobre el cuerpo de Edson, convulsionada por el tremendo orgasmo, Miguel se salió de mi y acostándose en la cama, Caro lo montó pero ahora de frente a él, montándose en su verga por la conchita, Edson siguió cogiendome un poco mas, pero luego me dejo sobre la cama y se dirigió sobre Carolina, chupo dos de sus dedos y los pasó por el culito de Caro, preparándolo para la entrada de su verga, Carolina estaba muy caliente y cabalgando fuerte la verga de Miguel, le gritó a Edson que se la cogiera por el culo, que le metiera toda su tremenda tranca y Edson no se hizo rogar, abrió bien sus nalgas y casi sin compasión la clavó de un golpe, su verga se metió hasta la mitad en el culito estrecho de mi amiga, que dio un grito ahogado de dolor, el negro se quedó quieto dejando que el negro culo se adaptara a la verga y esperando que mi amiga le dijera que hacer, enseguida Caro le pidió que siguiera.

Entonces Edson continuó penetrándola hasta clavarla toda, así mi amiga recibía ahora lo mismo que yo acababa de disfrutar, y la cogieron fuerte y duro, ella gemía, gritaba, pedía mas y más, que no pararan de cogerla, su cara daba muestras de algún dolor pero de mucho placer, eso la llevo también a acabar en la misma forma que yo, intensa y salvajemente y mientras lo hacía fue Edson el que ahora tomó su verga y apuntó a la conchita de Caro, juntándola a la de Miguel, se la fue clavando entera, el orgasmo que mi amiga tenía le permitió recibirla con esfuerzo pero soportándola y entonces los dos machos empezaron a embestirla muy fuerte y duro, Caro recién terminaba de tener un orgasmo y ya tenía otro, los dos machos empezaron a gemir, sus vergas seguro se hinchaban dentro de mi amiga, que entre gritos de placer recibió la descarga de semen caliente de parte de las dos enormes vergas, la de Edson se salió, chorreando sobre las nalgas de mi amiga, aproveche para mamar su verga y recibir las ultimas descargas en mi boca, luego de limpiar la verga de Edson, limpie las nalgas de mi amiga y por ultimo la verga de mi marido.

Quedamos los cuatro extenuados, abrazados, besándonos y acariciándonos, luego de un rato los hombres decidieron bañarse, con Caro fuimos a ver sí Mariana aun dormía, la encontramos en el sillón desnuda y muy dormida, entonces entre las dos empezamos a chuparla, se despertó y entre las tres no besábamos, nos chupábamos, mi boca estaba en la conchita de Mariana y la de ella en la Caro, luego las hice sentar y traje dos consoladores, uno blanco, grande y grueso y otro negro que parecía la de Edson que tenía un arnés para ponerse en la cintura, tome el de mano y empecé a coger con el a mis dos amigas, pasaba de una conchita a la otra y también por sus bocas y la mía, saboreando los jugos de ambas, en ese momento llegaron los dos machos, desnudos algo mojados y con sus vergas duras de nuevo, Caro fue con ellos y entre los dos empezaron a meterle mano por todos lados, mientras yo seguía cogiendo a Mariana con el juguete, ella gozaba y acariciaba sus pequeños pechos.

Giré y vi como Caro estaba montada por el culo sobre Miguel y que Edson apuntaba su descomunal verga a ese estrecho agujerito, que pronto ya no lo sería tanto, me detuve viendo la escena, las dos vergas empezaron a desaparecer en el culo de Caro, su cara denotaba un gesto de dolor intenso, daba gemidos ahogados, pero estaba dispuesta a gozarlo y luego de un rato que su culito se adapto a las dos enormes vergas, el dolor cambió por placer y ella gozaba como loca con las dos vergas enterradas en el culo, entonces me puse el arnés y empecé a cogerme fuerte a Mariana, su conchita era muy estrecha y me costaba penetrarla, se notaba que no había tenido muchas penetraciones, pero la fui estimulando y la verga entro una buena parte y su conchita se puso jugosa y lo disfrutaba, al mismo tiempo oía un grito de Caro que anunciaba que había acabado muy fuerte de nuevo, y luego se levantaron y se acercaron a mí Caro y los dos machos con sus tremendas vergas duras y erectas, viendo como me cogía a Mariana que gozaba y estaba a punto del orgasmo, pero Edson dijo que sería bueno que ella probara una de verdad, Mariana se negó diciendo que a ella no le gustaban los hombres.

Pero Edson pensó que eso no era así y le dijo que era porque nunca había tenido dos buenos machos como ellos, entonces me corrió a un lado y apunto su tremenda barra caliente a la conchita de Mariana, que intentó resistirse, pero caliente como estaba y apenas sentir la descomunal verga penetrarla se entregó por completo, lo que Miguel aprovechó para poner su verga en su cara y ella no dudó en comérsela, no le entraba toda en la boca pero la comía fuerte, Edson la cogía fuerte y duro y Miguel tomaba su cabeza haciéndole tragar su verga todo lo que le cabía en la boca, Mariana gemía de placer ahogada en la verga de mi marido, vi como Edson intentó metersela por el culo, pero Mariana dio un tremendo grito de dolor, él no insistió pero le dijo a Miguel, que ese iba a ser para el porque era muy pequeño para su verga, entonces se sentó y levanto en vilo el pequeño cuerpo de Mariana, clavándola sobre su verga, ella se afirmó a su cuello y lo cabalgaba gimiendo fuerte, Miguel se acomodó por detrás y mojando sus dedos fue abriendo su culito, hasta que lo notó listo para recibir su verga, la acomodó en su agujerito y empujó despacio, apenas entró, Edson la cogía mas fuerte para que se abriera bien, la cabeza de Miguel entró, venciendo la resistencia del culito que a partir de ahí se relajó dando paso a la verga de mi marido, que empezó a embestirla y tomando ritmo con Edson, los dos llenaban los agujeritos vírgenes de Mariana que chillaba, extasiada de placer.

Con Caro nos habíamos juntado y abrazado, nos besábamos, pero no perdíamos detalle de lo que pasaba con Mariana, hasta que la vimos acabar, su orgasmo, fue bestial, intenso, fuerte, su cuerpo se convulsionaba, cabalgaba sobre las dos vergas, hasta que de un ultimo grito cayó, casi desmayada sobre Edson que la dejo recostada en el sillón. Y los dos machos no dijeron que nos arrodilláramos y los mamaramos para hacerlos acabar, algo que no fue difícil ya que los dos venían casi al borde, yo mame a Miguel y Caro a Edson, bastaron unas pocas chupadas para que las vergas estuvieran a punto de explotar, entonces junte mi cara a la de Caro y los dos machos se pajearon un poco hasta empezar a lanzar casi juntos abundantes chorros de leche sobre nuestras caras, golepaban mis mejillas, las de mi amiga, entraron en nuestras bocas, caían sobre nuestras tetas, nos bañaron en su semen caliente, los lamimos y limpiamos bien sus vergas y luego entre las dos nos besábamos y limpiamos nuestras caras de su lechita compartiéndola en nuestras bocas y bebiéndola, mientras lo hacíamos, vi a Edson tomar su verga ahora flácida y apunto hacia nosotras, nos sorprendió un chorro de liquido amarillo y caliente que se estrelló contra nuestras caras, el negro nos estaba meando a todas, su verga lanzaba una abundante lluvia dorada que caia por nuestros cuerpos, a la que de inmediato se sumo Miguel que también nos rociaba con su meada, sobre nuestras bocas y cara, bañaron nuestras tetas y corría por nuestras conchitas, así nos dieron hasta la ultima gota y quedaron sentados exhaustos en el sillón.

Con Caro nos chupamos todas completas, lamiendo jugos de hembra leche de macho y meadas y haciendo un 69 volvimos a regalarnos un nuevo orgasmo, no tan intenso como los que habíamos tenido pero también placentero y luego las dos nos pusimos sobre los machos, parándonos en el sillón, pero cuando creían que les ofrecíamos nuestros jugos solo recibieron nuestras meadas calientes y abundantes, pero la recibieron con placer como habíamos hecho antes nosotras, nos descargamos completas sobre ellos y luego nos dieron una mamada a cada una, limpiando bien nuestras conchitas.

Así terminó la historia mientras Caro nos visitó en mi casa, y como yo se las he contado pero luego ella quiso pasar los siguientes días en un hotel, donde también vivimos algunas locuras, pero eso decidí que se los cuente ella en un proximo relato.

Esperamos sus comentarios y sus votos por nuestras experiencias vividas.

angela_lobo@hotmail.com

carolinacruzj@hotmail.com