Mi amiga (1)

Cómo terminó una noche de tonteos con una amiga.

Lo que voy a contar es rigurosamente cierto y me sucedió hace apenas un par de semanas, aunque he preferido omitir nombres y lugares.

Todo comenzó un viernes de tantos que salía de fiesta con un par de amigos y un par de amigas. Salimos por la misma zona de cada fin de semana. Tras los primeros dos o tres cubatas, sobre las 2 fuimos a un local al que vamos cada viernes y sábado. Entre bailoteos, risas y miradas alrededor, una de mis amigas me insinuó en cachondeo que necesitaba urgentemente un hombre. La verdad es que con esta amiga las conversaciones siempre habían sido algo subidas de tono, pero nunca había pasado de ahí, por lo que no le dí mayor importancia y nos pusimos juntos a buscar con la mirada un hombre que pudiera satisfacerla. Era un juego divertido que nos permitía a los dos liberar cierta tensión acumulada.

La noche fue avanzando y entre chistes y bailoteos mi amiga me miró fijamente y me dijo “tá me harías un favor?” A lo que respondí en cachondeo que por supuesto, que para eso están los amigos. Nos reímos y seguimos bailando sin dejar de mirarnos. Ella estaba de cachondeo pero, sin duda, el juego era divertido.

Al cabo de unos 15 minutos pusieron una de esas canciones de house caliente que tnato a ella como a mi nos encantan y en plan parodia me acerque a ella por detrás la cogí de la cintura y poniendo mi cara junto a su cuello comencé a bailotear rozándome con ella. No duró mas de tres o cuatro segundos la cosa, pues ella se separó dando un soplido y diciendo “tío, no me vuelvas a hacer eso!”. Pero me lo dijo con una mirada tal que yo sabía que le había gustado.

A las 3 cambiamos de bar y nos fuimos a una discoteca. Allí la cosa se enfrió y pensé que, efectivamente, su propuesta no había sido más que una fantasmada. Un poco mosqueado me puse a bailar y a mirar a otras chicas a ver si alguna mostraba algán interés. Sobre las 4 y media las dos amigas se despidieron y se fueron a dormir, quedándonos sólo los chicos, con lo cual comenzamos el ritual de buscar algán ligue para esa noche.

En eso estaba cuando al cabo de un rato recibí un mensaje de móvil. Era mi amiga, que había llegado a casa y me deseaba buenas noches. Yo le respondí que igualmente y que lamentaba que se hubiera ido a dormir. Al cabo de unos diez minutos recibí otro mensaje diciéndome que no podía dormir, que tenia mucho calor. A lo que yo, con el tono habitual de nuestros vacileos, le respondí que se quitará el camisón, que así dormiría más fresquita.

Ni un minuto tardó en responder que no llevaba camisón y que estaba desnuda en la cama pensando en mi. Este mensaje me alteró, y note como mi polla se ponía dura. Me sonreí y le pregunté por mensaje que en qué pensaba? y que tuviera dulces sueÒos. Al cabo de unos cinco minutos un nuevo mensaje me decía que estaba pensando en mi y en ella haciendo el amor desnudos en la playa bajo la luz de la luna. Me dijo textualmente que estaba chorreando y empapada de sudor.

Ese mensaje me puso enfermo y a partir de ahí comenzó un largo intercambio de sms en los que el uno al otro nos íbamos poniendo cada vez más cachondos. Ella se estaba masturbando en casa mientras yo estaba en una discoteca, empalmado y rodeado de chicas preciosas. La verdad es que lo pasé mal de tan caliente que estaba. En cierto modo me enfadé por el hecho de que ella me estuviera poniendo caliente y porque después tendría que hacerme una paja pues no estaba como para perder el tiempo con la típica conversación de ligoteo con una desconocida. Comenté la situación con mis amigos, los cuales fliparon y siguieron a lo suyo.

La cosa fue a más y en uno de mis mensajes le pregunté si estaba sola en casa, a lo que ella respondió que no, que estaban sus padres. Aán así, y sin decirle nada a ella me despedí de mis amigos salí de la discoteca y me fui con el coche hacía casa de ella. En el trayecto iba parando para mandarle mensajitos en los que intentaba ponerla más caliente sin que supiera que estaba yendo a buscarla.

Cuando llegué frente a su casa aparqué y le mandé un mensaje diciéndole que había salido a la puerta de la disco y que quitara el sonido del móvil porque le iba a llamar. Me respondió que no lo hiciera, pero de todos modos llamé. Oí su voz ronca y entrecortada y le dije que la deseaba, que quería follarla como nadie lo había hecho nunca. Ella me dijo que le encantaría. A lo que respondí “si de verdad te encantaría te espero abajo”. En eso se hizo un silencio, después respondió que no me creía y tras intercambiar algunas frases le dije que se asomará al balcón. Lo hizo al cabo de un par de minutos, y ver desde las alturas a mi amiga con el pelo revuelto y un fino camisón rosa que se puso para salir al balcón me hizo decirle por el móvil…baja o subo a por ti.

Sigilosa se vistió con un vestido blanco de punto de una pieza y bajó. Al verme sonrió y me miro maliciosamente. Mi amiga es una chica realmente guapa y sexy. Siempre le he dicho que se parece a Denise Richards, y no solo por su cara, sino también por sus enormes pechos.

Entró y se sentó en el asiento del copiloto. No se atrevía a mirarme así que mirando al frente dijo “qué demonios estamos haciendo?” a lo que respondí que nada malo. Me miró de reojo y suspiró. Nos quedamos unos segundos callados. La situación era bastante más violenta de lo que nos habíamos imaginado tonteando por el móvil. Me volvió a mirar y me dijo “lo siento, pero será mejor que suba otra vez”. Le dije que bueno, que si no estaba cómoda, que de acuerdo. Me dijo “buenas noches y mejor sin los dos besitos”. Abrió la puerta y salio. Paso por detrás del coche y se fue para su portería, entró, cerró y se giró para despedirse. En ese momento no pude más y le hice una seÒal con el dedo para que viniese un momento. Dudó y salio de nuevo de la portería. Se acercó al coche y bajé la ventanilla para decirle algo. Ella se acercó y inclinó el cuerpo para vernos a través de la ventanilla. En ese momento le dije que estaba preciosa y sin esperar su respuesta la cogí suavemente por la nuca y le di un beso en los labios. Nos quedamos un segundo embobados y abriendo los labios se acercó para besarme. En ese momento la cogí por el pelo y la retuve a escasos milímetro de mi boca. Nuestros labios prácticamente se rozaban pero la tenia bien cogida, ella forcejeaba suavemente y me decía “ven aquí”. Yo le dije que no, y en un suave y lento movimiento le pase la lengua por los labios. Ella rugía “ven aquí, cabrón” y al final accedí y nos dimos un morreo que duró por lo menos cinco minutos.

Cogiéndola por el pelo la separe un momento la mire y le dije “quieres que te folle?” y ella me dijo “no hará falta te voy a follar yo”! y abalanzó su cuerpo hacia delante. En ese momento me volví como loco y accioné el botón automático subiendo la ventanilla y dejándola atrapada a la altura del vientre. Esperaba que se enfadara o que al menos protestara jugueteando, pero sólo me dijo “me tienes atrapada, eh?”. Eso me descolocó y sin pensarlo le baje los tirantes dejando sus pechos al aire, que colgaban a altura de mi cabeza. Estuve lamiéndolos y jugueteando. Mientras lamía uno acariciaba el otro. Ella se puso como una moto y paraba de repetir “fóllame, cabrón!”.

Mientras le lamía los pechos, ella me acariciaba el pelo y metía la mano por debajo de mi camisa acariciando mi espalda. En un momento dado me detuve y le dije “ahora me la vas a chupar”. Me eche para atrás y ella alargo los brazos y tras pasar su mano por encima de mis pantalones acariciando mi polla me desabrochó el cinturón, los botones y me bajó la cremallera. Comenzó a sóbrame la polla por encima de lo boxers, y estuvo así como cinco minutos que se me hicieron interminables hasta que la saco por arriba y, finalmente, me empezó a pajear lenta y voluptuosamente.

Me acariciaba los huevos y me pajeaba de una forma lenta y tremendamente sexy, cómo si fuera muy experta, aunque yo sabía que apenas había estado con un par o tres de novietes. Intentó echar la cabeza hacia abajo pero al estar atrapada por la ventanilla no llegaba a mi polla, con lo cual yo tuve que hacer fuerza sobre mis piernas hasta elevar cuerpo y mi polla. De esta manera conseguí que llegara a lamerme el capullo. Estuve así unos segundos, pero me cansé y bajé sobre el asiento para descansar.

“Quiero esa polla dentro de mi” me dijo a continuación, y me volvió a besar, lamiéndome la oreja y el cuello sin dejar de masajearme los huevos. Yo estaba a tope y le dije, si quieres que te folle tendrás que ser buena. Puso una cara de niÒa mala irresistible y me dijo que haría lo que yo quisiese. Entonces le dije “saca un brazo fuera y mastárbate!”. sin dudarlo un segundo saco su brazo derecho y comenzó a pasárselo por el coÒo bajo su vestido. Me la quede mirando y le dije “eres muy mala, eh?” y ella sonrió y me dijo un si que ahogo con otro morreo apasionado.

La cogí del pelo por la nuca y la separe diciéndole quiero que te masturbes por detrás, por encima la espalda. Me miró y lentamente paso su mano por detrás y tal como le había pedido se comenzó a masturbar por detrás. En eso me volví a incorporar y puse mi polla al alcance de su boca, y con un mayor esfuerzo conseguí que me chupara todo el capullo. Estábamos así y la situación era sáper caliente. Eran las cinco y media pasadas, estaba ella delante de su casa masturbándose con medio cuerpo dentro de un coche. Pensé que había perdido el juicio y le dije, entra que te van a ver, pero solo respondió “me da igual!” y en un ataque como de lujuria se subió el vestido dejando a la vista casi todo su culo. Por suerte a esas horas no había nada en la calle, pero si algán vecino hubiera salido sin duda no habría creído lo que hacia su vecina.

Yo estaba sáper caliente así que le dije que me pajeara mientras me la chupaba y le dije que me iba a correr. Ella dijo “y yo me lo voy a tragar todo”, intensificó el ritmo de su paja y en menos de un minuto me corrí en su boca y ella se lo tragó todo tal como me había dicho. “Mmmmmm, me vuelves loca” me dijo y yo volví a sentarme y me la quede mirando, sorprendido de ver cómo todas las cosas que me había contado sobre su apetito sexual, y que yo había tomado como simples fantasdias o fantasmadas, eran ciertas.

La cogí de nuevo por el cuello y la morreé. La muy guarra no se había tragado mi semen y me lo pasó. Al principio me dio asco pero era tan caliente la situación que me gustó. Ella siguió acariciándome la polla y me dijo “ahora me vas a dejar así?” a lo que no respondí. Baje un poco la ventanilla pase mi brazo a fuera y comencé a pasar mi mano sobre la suya, que entraba y salía de su coÒo. Toda su mano estaba mojada y en un momento metí un par de dedos junto a los dos o tres que ella ya tenia dentro. Gimió y me dijo “quiero que me folles”…y yo, mirándola fijamente, le dije “ah si? y porqué tendría que follarte?” a lo que respondió “Porque si no, me voy a follar al primero que pase por aquí”

Esto me pusó a cien y deslicé mi mano hacia arriba como si la fuera a retirar, pero a medio camino me detuve y sin apenas darle tiempo a reaccionar le metí el dedo corazón en el culo. “aaaayyy” gimió ella. “Te gusta?” pregunté, a lo que respondió gimiendo un largo siiiiiiii. Lo metí y lo saqué, y cuando volvió a entrar eran dos dedos, y después tres.

Estaba tan mojada que los dedos entraban sin problemas, cosa que, en parte, me sorprendió pues con alguna otra chica que lo había intentado le había dolido un poco. En ese momento dejó de masturbarse y paso su mano sobre la mía para marcar el ritmo….”sigue así, cabrón” me dijo y nos volvimos a morrear salvajemente mordiéndonos la lengua y los labios”

Mientras la besaba vi a un tío de unos 40 que se acercaba por la acera, baje el cristal de la ventanilla y le dije “pasa para dentro que por ahí viene un tío”. Ella se limitó a responder “es igual”. Yo me sorprendí y le dije, “te da morbo? o quieres que el también te folle?”. se me quedo mirando y me dijo “quiero que se ponga cachondo viendo como me follas”. Seguimos a lo nuestro y el tío pasó de largo dudando, supongo, si ofrecerse a participar.

Cuando el tío hubo pasado tiré de ella para adentro y conseguí, con esfuerzos, meterla dentro del coche.

Aterrizó en el asiento del copiloto, y sin dudar ni un segundo se quitó el vestido que le había quedado arrugado como un cinturón, se puso a 4 patas sobre el asiento y me comenzó a comer la polla y los huevos como nunca nadie lo había hecho. Estaba como fuera de si. Yo, mientras, pase una mano por su espalda la baje por su culo le metí el dedo gordo en el ano y los otros cuatro en el coÒo. Los metía, los sacaba y los apretaba como unas pinzas, a lo que ella no paraba de responder “siiii, cabrón”. En eso, la eché para atrás, encendí el motor, metí primera y me puse en el carril para conducir. Ella mientras me lamía la oreja y me decía guarradas. La miré de frente, como enfadado, la agarré por el cuello de nuevo y le dije “chápamela guarra”. Se me quedo mirando muy seria y medio un bofetón, sonrió y comenzó a comerme la polla mientras yo conducía muy lento, en primera y sin poder cambiar de marcha pues ella estaba echada sobre el cambio.

Así conducimos unos diez minutos hasta mi casa, que debe quedar a unas 20 travesías de las suya. Aparqué sobre la cera y le dije ponte el vestido que mis vecinos te van a ver. Obedeció y yo me subí los pantalones, me los abroché, y salí.

Nada mas entrar en la portería me echó de espaldas contra la pared y se abalanzó sobre mi. Estuvimos besándonos como locos durante cinco o diez minutos, mientras yo le metía mano al culo. Cuando lograos separarnos un momento, y sin dejar de mirarnos, llamamos al ascensor. cuando ya llegábamos a mi planta, piqué el stop y desabrochándome los pantalones le dije “ahora me la vas a volver a chupar, guarra”. Me dió otro bofetón, esta vez más fuerte, y me dijo “no me llames guarra”. Al cabo de un segundo se arrodillo para chupármela, pero no le deje. La cogí por las axilas la levante, la voltee y la puse de espaldas a mi y de cara al espejo que hay en la pared del ascensor.

Le comencé a lamer la oreja y a darle besitos y mordiscos suaves en la nuca mientras le pasaba una mano por la cintura y le acariciaba el coÒo. El coÒo más lubricado que he visto en mi vida. Mientras la besaba y magreaba me saqué la polla y subiéndole el vestido se la comencé a restregar contra sus culo.

Ella me miraba a través del espejo con una cara de lujuria que me volvía loco. “Quieres que te folle” le pregunte? Y ella no respondió…se limito a lamer el espejo como si se lamiera a sí misma. En ese momento no pude mas, agarré mi polla y la apunte a su ano. Ella abrió los ojos y dijo “Nooo!” y yo empujando suavemente dije “siiiiii” y le metí todo el capullo de una vez. Ella gimió con un poco de dolor. Entonces, acariciándole el vientre con la mano le dije “eres virgen por aquí verdad?” y ella respondió que sí.

Bajé mi otra mano otra vez a su coÒo para recoger su flujos y con ellos me embadurne la polla sin darle tiempo a preguntar, y con la polla sáper lubricada por sus jugos se la metí y comencé a follarla lentamente metiendole poco menos de media polla. Al ver que ella gemía aceleré el ritmo mientras la masturbaba y al cabo de apenas dos o tres minutos le dije “me voy a correr” y ella dijo “espera, cabrón” con lo cual metó mi polla hasta el fondo de su culo y la deje ahí quieta, concentrándome en masturbarla, hasta que se corrió, arqueándose y chillando.

“Bésame” me dijo! Y arqueé mi cuerpo sobre su espalda y nos dimos un beso largo y profundo. La acaricie y le dije lo preciosa que era y le di besitos en las mejillas y le acariciaba el pelo. Ella sonrió y reclino su cabeza junto a la mía

Estaba suspirando, satisfecha, y yo seguía con mi polla en el fondo de su culo. Estuvimos así como cinco minutos hasta que lentamente comencé a sacar mi polla. Cuando ya salía el capullo me detuve y se la volví a meter hasta el fondo, a lo que ella respondió con un gemido largo y suave. “cabrón…me encanta” seguimos así unos minutos, follándole el culo muy lentamente mientras le acariciaba el pelo y le besaba las mejillas..hasta que no pude más y le dije me quiero correr en tu cara y me dijo “córrete cariÒo”. Se la saqué, se arrodilló frente a mi y comenzó a lamerme los huevos y la polla a lo largo. Después, me agarró los huevos con una mano y comenzó a chupármela hasta que le dije “me voy a correr” con lo que ella aceleró la mamada, pero yo la separé y poniéndole la palma de la mano en la frente la eche para atrás y le dije “espera, quiero verte bien”. reposé el capullo sobre la lengua y me me pajeé hasta que me corrí llenándole toda la cara de semen, con un par de chorros sobre su frente y su pelo.

Cuando dejé de pajearme, ella me cogió la polla y me la chupó hasta que quedó flácida. Entonces, en un ambiente muy caliente y muy tierno a la vez, pasé dos dedos por su frente y su pelo recogí el semen y le metí los dedos en la boca. Ella los chupo y los dejó limpios. Entonces se incorporó y mirándome a los ojos me dijo “me quieres?”

(continuará…)