Mi amante cibernético parte 3
Siguiendo con el relato anterior de la aventura que tuve con mi querido Roberto, me grabo en vídeo mientras yo estaba vestida de sirvienta y lo subió a Internet
Siguiendo con el relato anterior de la aventura que tuve con mi querido Roberto, luego de haber comprado aquel traje de sirvienta que el mismo Roberto había elegido para mí ya que a él le excitaba y a mí me encantaba.
Nos fuimos al hotel en su vehículo pero en el camino Roberto nuevamente comenzó acariciarme el cabello y darme pequeños jalones, dándome a entender que quería que le diera otra mamada, ya que él tiene una obsesión con las mamadas y chupadas que les doy, y pues él no quería que mi boca se despegara por mucho tiempo de su hermoso pene.
Así que en el trayecto al hotel mi cabeza estuvo metida entre sus piernas mientras él iba manejando, mi boca solo se despegaba de su pene cuando iba a lamerlo, besarlo o escupirlo.
Dure como unos 15 minutos dándole una espectacular mamada, introducía su pene hasta el fondo de mi garganta para luego sacarlo todo lleno de saliva, uuf me encantaba ver como un hilo de saliva formaba un puente de mi boca hacia su hermoso glande.
Ya yo estaba muy mojada y excitada Roberto no paraba de gemir me tomo de los cabellos y bajaba mi cabeza con cierta velocidad como si se tratara de un balón de baloncesto.
Saque mi lengua húmeda y le hice una rica paja por unos segundos y se corrió en mi lengua, botando una leche muy deliciosa y espesa, me dijo que me la tragara y así lo hice, me limpie luego lo limpie a él y me recosté en sus hombros a dormir mientras llegábamos al hotel.
Una vez llegamos al hotel me di una ducha, el me dijo que cuando saliera de la ducha me ponga el traje de sirvienta, y que entráramos en un juego donde yo era la sirvienta y el mi patrón, que hiciera el juego lo más real posible.
Salí vestida de sirvienta y comencé a limpiar todo el cuarto con un plumero que tenia, mientras mi papi Roberto estaba acostado en la cama tomándose una cerveza viendo el partido de futbol, el se quejaba mucho de que su esposa no lo atendía sexualmente mientras yo seguía limpiando la habitación, cada vez que me iba a inclinar para recoger algo del suelo levantaba mucho mi culito para que Roberto me viera el hilo que tenia bajo la falda de sirvienta, me gustaba mucho ese juego ya que me sentía una puta mientras lo calentaba.
Ya había pasado varios minutos que yo estaba limpiando y ya quería entrar en el verdadero juego, así que me dirigí Asia su cama con la escusa de arreglarla mientras él estaba allí, y mientras arreglaba su cama y él seguía acostado se me ocurrió una travesura tire su cerveza a propósito derramando la cerveza en sus short exactamente a la altura de su pene.
Con cara de perversa le pedí disculpa y con mi plumero comencé a pasarle las plumas a forma de “limpiar” por sus shorts exactamente en su pene,
El cual no tardo mucho en ponerse erecto rápidamente a tal grado que se hizo una carpa en sus shorts, para ponerlo mas cachando se me paso una idea por la cabeza volví a tomar la lata de cerveza pero esta vez la vacié completa en aquella carpa que hacia su pene, lleve mi boca así su carpa toda empapada de cerveza y comencé a succionar aquella cerveza de sus shorts y su pene, uff eso lo volvió loco y a mí me prendió mas.
Procedí a quitar su short y su ropa interior quedando al descubierto solo su pene, y ya nuevamente le estaba dando otra rica mamada, no quería que se corriera aun porque esta vez quería que me follara así vestida de sirvienta.
El tomo el mando esta vez me coloco en la cama me levanto la falda, hizo un lado mi hilo e introdujo su lengua en mi rajita, haciendo circulitos y saliendo entrando y besando mis labios vaginales uff aquel hombre me hizo correr en pocos minutos.
Me coloco en 4 patas como perrita en celos, me subió la falda hasta la espalda bajo mi hilo hasta las rodillas e introdujo su enorme pene en mi rajita me tomo de los cabellos y comenzó a darme fuerte nalgadas, diciéndome que era su putica venezolana que como yo no había ninguna, empezó a bombearme fuertemente y yo no paraba de gemir y gritar.
Luego saco su verga de mi vagina y comenzó a follarme por mi culito haciéndome gritar de emoción y de dolor al mismo tiempo, yo solo gemía y mordía la almohada hasta que no se cómo me hizo nuevamente correrme con solo follarme por el culo, segundos después el se corrió dentro de mi culito llenándome su semen caliente por dentro.
Luego de esos dormimos y al día siguiente Roberto me llevo al aeropuerto pues ya era hora de que me fuera a mi país pero fue una experiencia grandiosa espero visitarlo pronto