Mi alumna preferida
Lo que comenzó con una simple consulta terminó en una relación de sexo y placer.
Mi nombre es Andrés; tengo 33 años y llevo ya 10 años de casado con mi esposa. Mi relación con ella sin ser óptima, es satisfactoria y hasta como hace 2 años atrás habíamos llevado una vida bastante normal. En la cama, nos entendíamos bien, aunque ella se ha negado a ciertas cuestiones como sexo oral y anal. Yo no puedo decir que he sido un santo, por cuestiones de trabajo he tenido que salir bastante fuera de la ciudad y me he dado mis escapaditas, pero nada del otro mundo ni demasiado interesante... hasta hace dos años.
Una de mis ocupaciones es asistir a un programa de estudios universitarios. En el grupo eran 15 estudiantes, de ellos 6 chicas. Una de ellas no tenía ninguna base previa en la materia que yo dictaba (ecología aplicada) y le veía que "volaba" en clases y su nota en el primer examen no se hizo esperar (no llegó a 4/10). Ella se mostró muy preocupada por esta calificación y fue a conversar conmigo. Ella asumió su error y me pidió si le podía reforzar algunos temas de clase. Yo accedí, en un principio sin ninguna otra intención que el profesional, aunque no puedo negarla que tenía unas tetas que me volvían loco y, al parecer ella estaba muy consiente de eso.
Quedamos en vernos luego de clase como a eso de las siete de la noche en la recepción del hotel. Ella fue puntual y llegó con una blusa con un escote bastante insinuante y sin brasier, pues se notaban claramente sus pezones levantados por sobre la tela, lo cual solo al verla mi miembro comenzó a despertar. Estaba con jean muy ceñido a su cuerpo que dejaba ver los contornos de su ropa interior, lo cual me exitó aún más.
Yo le sugerí ir a mi habitación, en donde había una mesa de trabajo y podíamos estar libres del ruido del restaurante (muy buen pretexto). Como yo había estado ya varias veces en el hotel, el recepcionista no tuvo ningún inconveniente que subiera con ella a mi habitación. Nos sentamos, ella sacó su cuaderno y yo comencé a explicarle, aunque me trababa en algunas partes. En medio de la explicación ella dejó caer "accidentalmente" su lapicero y los dos bajamos a recogerlo y en ese entonces ella puso la mano sobre mi pierna, muy cerca de mi miembro y me sonrió insinuante.
Yo no pensé dos veces y le besé. Ella por supuesto correspondió con mucha pasión mi beso y llevó directamente la mano a mi miembro, ya completamente erecto. Yo metí la mano entre sus grandes tetas y ella comenzó a gemir. Esto me exitó aún más y le quité totalmente la blusa y le comencé a chupar sus pezones. Ella seguí gimiendo y tratando de safar mi correa y mi pantalón, tarea yo que ayudé, dejando mi miembro al descubierto.
Me dio el mejor sexo oral que haya probado y acabé en su boca y luego yo correspondí de igual manera. Creo que se fue una o dos veces y luego comencé a meter mi dedo entre sus nalgas. Al principio lo rechazó, pero luego lo aceptó y lanzó un grito de placer que debió haberlo oído todo el hotel. En ese instante yo le lubriqué un poco más y le penetré lentamente hasta meter todo mi miembro. Acabé en su culo y luego nos acostamos.
Luego de un rato comenzamos nuevamente, esta vez si por adelante. Ella gimió esta vez más fuerte y se fue dos veces antes de que yo acabe. Por precaución lo hice fuera y ella nuevamente se chupó todo lo que quedó.
Luego de esto nos vimos todos los viernes, alternando placer con estudio. Por supuesto que aprobó el curso.