Mi alumna consentida (2)

A petición de uno de los lectores les relato otra de mis aventuras con mi "querida alumna"

Bueno,  esta vez les voy a contar una más de mis experiencias con Catalina.  Me imagino que quien está leyendo esto ya sabe cómo comenzó nuestra relación.  Después de ese comienzo Catalina y yo hemos seguido con esto, y la siguiente es una de esas muchas ocasiones en que hemos tenido relaciones en el colegio.

Una mañana, mi mujer me sorprendió con la noticia de que se iría a la casa de su madre en una ciudad cercana durante toda una semana, yo le dije que no se preocupara mientras pensaba en TODO lo que podría hacer en su ausencia con "mi querida alumna".

Al llegar al colegio donde trabajo, antes de ir a mi oficina a organizar mis papeles como acostumbro le dije fingiendo no darle mucha importancia a una de las compañeras de Catalina que necesitaba hablar con ella respecto a una actividad en la cual necesitaba su colaboración - ya que ella es vocalista de un grupo musical del colegio- y que fuera a mi oficina lo más pronto que pudiera.

Cuando estaba en mi oficina, tocaron la puerta abrí y al ver que era ella le dije que pasara y cerré la puerta con llave.  Ella estaba parada junto a mi escritorio, dándome la espalda aproveché y miré sus piernas y lo bien que le quedaba su uniforme de falda azul y camisa blanca, volteo su cabeza un poco y me miró de  manera indiferente mientras me preguntaba qué era lo que quería.  Yo me le acerqué despacio y abrazándola por la espalda le contesté que ella sabía lo que yo quería, ella solo reclino su cabeza mientras yo subía mis manos de su cintura hacia sus senos e intentaba abrir su camisa, y preguntó como para sí misma:

-¿algún día acabará esto?

-No..... si de mí depende esto será eterno- le dije besándole el cuello...

La voltee de manera que quedamos cara a cara, y me recliné sobre ella obligándola a apoyarse en mi escritorio.  Ella quedó sentada con las piernas abiertas y con la parte inferior  colgando del escritorio y yo besaba su boca, su cara, su cuello mientras acariciaba sus piernas y subía mis manos por sus muslos.   Estuvimos así un rato, hasta que yo decidí empezar a desnudarla, me separé de ella y comencé a desabrochar los pocos botones de su camisa que estaban aun cerrados.  ella me dijo:

-no, ahora no... -e intentó volver a abrochar su camisa, yo me sonreí de manera irónica mientras me preguntaba si la muy ilusa pensaba que yo la iba a dejar irse así como así.

-quítate la camisa- le dije en un tono serio

Ella me miró de manera traviesa y con un tono caprichoso me dijo: - no, ahora no quiero...    y se acomodó el brasier antes de cerrar el último botón. Esa imagen me excitó mucho, y le repetí que se quitara la camisa, ella sólo negó con la cabeza y se bajó del escritorio.  Yo la atajé en cuanto lo hizo y la empujé contra la pared, le sujeté los brazos y la besé de la manera más indecente que lo hubiera hecho jamás.

Ella respiraba con fuerza, cuando me dí cuenta de esto le solté las manos y rodee con mis piernas las suyas mientras abría su camisa y se la quitaba. Luego desabroche su falda que automáticamente cayó al suelo.  Vi que su ropa interior era blanca y al parecer muy fina, así que retiré su brasier con el máximo cuidado que me permitía mi excitación y me apresure deshacerme de la corbata y la camisa.

Ella estaba recostada contra la pared, respirando agitadamente y mirándome mientras yo me desnudaba.  Yo la cogí de la cintura y la atraje hacia mí, le mordía el cuello mientras le susurraba que la deseaba con todas mis fuerzas, mientras la abrazaba sentía como sus senos se aplastaban contra mi pecho, así que me agache para besárselos, ella colocó sus manos en mis hombros y con una acariciaba mi nuca, yo por mi parte bajé una de mis manos para probar qué tal estaba su conchita, cuando la toque ella gimió, así que metí mi mano en su pantie y mi dedo índice en ella y lo moví mientras mordía sus senos, ella comenzó a gemir cada vez con más fuerza así que me retiré y bajé sus panties, se los quité y los apreté en una de mis manos, ella estaba agitada y muy excitada, así que al incorporarme Subí mi mano libre por su pierna y conforme hacia esto se la iba levantando de tal forma que al estar totalmente de pie, su pierna izquierda estaba levantada de manera que facilitaba la penetración, yo que ya estaba a mil me apoye sobre ella y comencé a introducir mi pene, mientras hacia esto ella intentó gritar, y antes de que lo hiciera le puse sus panties en la boca, no quería que alguno de mis colegas, las otras alumnas o la misma directora se dieran cuenta de lo que estaba pasando, y empecé a moverme, sus caderas me seguían el ritmo y sus uñas se enterraban en mi espalda, yo gemía su nombre, no pude evitarlo y ella intentaba sin éxito hacer lo mismo.

Al rato me cansé de esta incómoda posición y sin dejar de penetrarla, la levanté del suelo cargándola y busque sentarme en el lujoso sillón que correspondía a la oficina de un profesor de un excelente colegio privado, como yo, merecía, allí dejé que me cabalgara mientras yo quitaba los panties de su boca y la besaba introduciendo lo más que podía mi lengua en su boca.  Ella me correspondía hasta que yo me corrí dentro de ella y ella tenia un orgasmo. Quiso quitarse en cuanto terminamos y yo la obligué a quedarse un momento más sobre mi, abrazándome.  Me daba mucho morbo pensar que estaba dentro de la niña más linda del colegio,sintiendo como sus senos se aplastaban en mi pecho... realmente no me apetecía sacar mi verga de dentro de ella.

Oímos la campana que anunciaba el recreo, así que ella se retiró de encima de mí y comenzó a vestirse. Yo hice lo mismo y aproveché para decirle que debía decir en su casa que pasaría algunas noches en casa de otra compañera o algo así, por que a partir del día siguiente me acompañaría en mi casa durante la ausencia de mi mujer... ella me miró de manera traviesa y me dijo: claro profe, así lo hare...  aunque eso ya es otra historia.

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