Mi adorado amo 3º Capitulo
Una nueva fiesta
MI ADORADO AMO
Capitulo tres
Las comidas se hacían con todo el mundo vestido. Siguiendo las instrucciones de Marcos, el anfitrión, sus dos doncellas me llevaron al vestidor, donde había una gran cantidad de vestidos.
Las chicas eran muy jóvenes, calculo que de mi edad, y mi complexión casi igual a la suya, me valían sus tallas.
Me vistieron de bunny boy. Body ceñido sin tirantes, con un gran pompón blanco haciendo de cola, medias de rejilla hasta medio muslo, zapatos de medio tacón, puños con gemelos en las muñecas, pajarita al cuello y por supuesto la diadema con las orejitas. Me encontraba precioso, a ver si me regalaba este vestido también
La entrada fue espectacular, todo el mundo aplaudió cuando entre con los movimientos mas sexy que pude. Marcos me acaparó durante toda la cena. Me sentó de lado en sus rodillas y con su tenedor me ponía trozos de comida en mis labios, para que se la pasara a su boca. El servicio y yo habíamos cenado antes de servir la mesa.
Terminada la cena, Marcos me llevo de la mano a la sala de juegos, seguidos por todo el mundo. Una vez allí, me abrazo con fuerza y me beso con pasión durante un buen rato y me pregunto que me gustaría hacer. Yo mire con curiosidad al cepo, y el entendió
Te gustaría probarlo ¿ Eh ? – Dijo sonriendo. Asentí con la cabeza.
Me quitó el body, la pajarita y los puños, dejando lo demás y me condujo al aparato.
Colocó mi cabeza en los semicírculos inferiores de la tabla y cerro la parte superior dejando apresada mi cabeza y mis manos. Me abrió las piernas y ató mis tobillos a unas anillas en la base del aparato, el cual tenia también una barra donde apoyaba la parte inferior de mi estomago.
Todos los elementos se podían ajustar en altura y posición Me colocaron con las piernas abiertas en vertical, el torso paralelo al suelo y la barra de la barriga bien ajustada, casi estaba yo con los pies sobre las punteras. Nunca me había visto yo tan inmovilizado y expuesto y eso empezó a causarme una enorme excitación.
Mi amo le dio un gato de nueve colas a Marcos, este de cuero y el usó una fusta.
¡ Mira, aun no hemos hecho nada y ya se esta poniendo cachondo ! – Me azoto en las nalgas con la fusta, provocandome una oleada de excitación por todo mi cuerpo.
No te he dado permiso para empalmarte – Nuevo fustazo en la espalda.
Marcos, azótale la polla y los huevos, veras que cachondo se pone.
Desde atrás y moviendo el látigo me azotó por el medio de las piernas. Al tercer azote, yo ya no podía controlar mi erección y me empalme por completo. Mi amo le pasó la fusta a uno de los invitados y me dio una bofetada en la cara. Eso le encantaba. Y a mi. Después de varias bofetadas, uno de los invitados preguntó si podía hacerlo el.
Por supuesto – Contestó mi amo – Pero mano abierta y sin tocar los ojos.
Todos se apuntaron y recibí una docena de bofetadas que me dejaron las mejillas coloradas. Por detrás seguía recibiendo azotes, ya no sabia ni quien me golpeaba. Todo el mundo se había desnudado. Mi amo se dedico a darme golpes en la cara con su polla, ya casi totalmente erecta mientras yo intentaba apresarsela con mi boca.
¿ Quieres comértela, eh zorra ? – Unos pocos segundos dentro de mi boca y ya tenia su polla totalmente dura. Despacio pero sin detenerse introdujo su miembro hasta que mi nariz se enterró en su vello púbico, parando unos momentos, para seguir moviendo su polla en mi boca.
¿ Como puede entrar tan adentro ? – Preguntó uno de los invitados. – Tiene que pasar por su garganta ¿ No ?
Claro. Requirió cierta practica. – Respondió mi amo. – Al principio no podía, le daban arcadas, pero conseguí adiestrarlo.
Unos dedos empezaron a lubricar mi ojete. La polla que entró a continuación era la de Marcos, sin duda, aunque no podía verlo era la mas grande que yo había catado. Mientras las dos pollas se movían en mi culo y en mi boca, el resto de los invitados me azotaba ocasionalmente en la espalda y en el pecho, aumentando mi excitación.
Después de un rato, Marcos aceleró su movimiento, al mismo tiempo que me estrujaba los pezones hasta que soltó su leche en mi interior, provocandome un nuevo e intenso orgasmo. Poco después, mi amo detuvo su polla totalmente dentro de mi boca y entre gemidos eyaculaba dentro de mi garganta.
Poco tiempo estuve vacío Según se retiraron sus pollas, dos de los invitados me metieron las suyas por delante y por detrás. A pesar de haberme corrido, yo seguía muy excitado y tuve otra erección cuando sentí a los dos tipos dentro de mi. Todos los invitados sin excepción disfrutaron de mi cuerpo, metiéndomela por el culo, por la boca, azotándome, afoteándome, estrujando las tetitas, etc. A uno de ellos se le antojó correrse en mi cara, en fin, si el disfrutaba por mi de acuerdo. Creo que yo tuve tres o cuatro corridas, perdí la cuenta.
Mientras me follaban los invitados, vi que el anfitrión y mi amo tenían una charla que me dio la impresión de que hablaban de algo importante, mirando hacia mi de vez en cuando.
Todo el mundo estaba desparramado por las colchonetas, exhaustos, solo se habían dedicado a mi, al resto de los pupilos ni los tocaron, yo fui la estrella de la noche.
Mi amo se acercó al cepo y me liberó totalmente. Luego me llevó hasta la mesa del bufe y se sirvió un copa para el y un refresco para mi.
¿Sabes ? – Me dijo – Marcos esta totalmente encoñado contigo, quiere que te quedes con el.
¡Queee! No acordamos que me pudieses ceder indefinidamente
Eso no estaba en nuestro trato, por eso lo estamos hablando. Como ves Marcos esta forradísimo y ha hecho una oferta muy generosa, para ti 10.000 euros al mes durante dos años y mantenido, después se revisaría Es una gran oferta y eres libre de aceptarla.
¿ Y tu ?
Bueno, sabes que tengo una buena posición, no tanto como Marcos, pero me ha ofrecido 200.000 euros de compensación
¿ Quieres que me quede con el ?
Lo que tu quieras, aprovecha la ocasión. Y seguro que Marcos también te hará regalos. Y no es un amo tan estricto como yo.
Ummm – Hice un gesto como de frustración
¡JAJAJA – Se rió el amo – ¡Ya le diré que te de caña! Por cierto, las condiciones son exactamente las mismas que conmigo.
¿ Podre estar contigo alguna vez?
Claro, si Marcos me invita. Y lo hará
Marcos estaba muy bueno y estaba forrado. Seguro que conseguiría mas aun aparte del sueldo. Me pareció una gran ocasión y decidí aceptar. Me puse el collar en el cuello, me acerque a Marcos y le ofrecí la correa. Después de un momento de titubeo, el comprendió y tomó la correa.
Se despidió de todo el mundo, indicando a las sirvientes que condujeran a sus dormitorios a las personas que deseasen quedarse a dormir y me llevó a su dormitorio.
Continuara