Mi actriz porno favorita - Capítulo Cinco

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Capítulo5

Llegó a pensar que incluso podría tratarse de una broma, pero sin embargo allí se encontraba, sentado en una de las mesas más apartadas de aquella pequeña y discreta cafetería, pensando si vendría o si no, cuando de pronto, apareció por la puerta del local aquel esbelto cuerpo cubierto con una larga gabardina y luciendo unas oscuras gafas de sol en su rostro para no ser reconocida.

-         Perdona… ¿Te hice esperar demasiado? – y con aquel tono de voz tan dulce y característico suyo ya no quedaba ninguna duda, era ella, entonces tras deslizar un poco sus gafas de sol para mostrar sus acaramelados ojos, pidió permiso para tomar asiento y se sentó enfrente del muchacho.

-         No sabía cómo reaccionar ante tu invitación del otro día… - dijo Shuichi.

-         Perdona, sé que fue muy repentino pero… supongo que necesitaba desconectar un poco y hablar con alguien, entonces vi el tweet que me pusiste dándome ánimos y te reconocí y bueno… supongo que apareciste en el momento adecuado, por segunda vez… al final voy a terminar pensando que eres mi héroe particular o algo así.

Megumi soltó una pequeña risita mientras que Shuichi no pudo evitar sonrojarse ante aquellas palabras.

-         Yo tan solo soy un fan y alguien que te admira…

-         Y eso lo noto y lo valoro mucho, en tu casa ya me di cuenta de que no eras un mal chico, si no, me hubiera largado enseguida.

-         P-pero igualmente dime una cosa Megumi… ¿Por qué yo? Supongo que una chica tan popular como tú tendrá mogollón de amigos… y yo no soy más que un chico de instituto y un fan más. – ante aquella pregunta, Megumi iba a tener que necesitar unos instantes para pensarse una respuesta.

-         Porque realmente no tengo amigos… Shuichi.

-         ¿N-no tienes amigos? Perdona… tal vez no debí…

-         No te preocupes, al fin y al cabo esta vez la vida que elegí. – soltó un pequeño suspiro. – Como comprenderás, no llevo una vida fácil y por supuesto, no es aceptada por muchos, mi familia me dio la espalda al ver lo decidida que estaba al meterme en este mundillo y dedicarme a él, y en cuanto a amistades bueno… de normal los chicos quieren acostarse conmigo y las chicas me tienen algo de “envidia” por tener a todos los chicos detrás y también les suele costar un poco aceptar la vida que llevo.

-         Pero… ¿Y antes de meterte en ese mundillo? Es decir… tienes veinticuatro años, empezaste en él a los dieciocho si mal no recuerdo.

-         Bufff… mi vida en el instituto tampoco fue nada fácil, nunca he sido una “buena influencia” o eso decían, aunque debo decir que parte de los rumores que circulaban sobre mí me los había buscado yo sola.

-         ¿Rumores?

-         Bueno… es un tanto vergonzoso pero, mi cuerpo se desarrolló un poco antes que el de las demás chicas de mi clase, eso me hizo ser algo más deseada por los chicos y bueno… perdí la virginidad a los catorce, con un chico que tenía tres años más que yo.

-         V-vaya… eso no lo esperaba…

-         Yo era una tonta enamoradiza… empezamos a salir y después de desvirgarme me dejó… entonces empecé a tomarme la vida de forma diferente por dos motivos, primero: estaba decepcionada y pensaba que el amor era una mierda, y segundo: realmente poco tardé en descubrir que me encantaba el sexo.

-         ¿Entonces…?

-         Sí, los rumores que empezaron a circular sobre mí fueron porque empecé a enrollarme con quien me apetecía cuando me apetecía, y eso no fue muy aceptado por nadie… hasta que llegó un día en que, tenía dieciséis años, creo, iba caminando bien tarde por la calle sin demasiadas ganas de regresar a casa cuando un hombre que tendría cerca de cincuenta años me propuso sexo por dinero, sin más.

-         Y… ¿qué pasó?

-         Pues que acepté, estaba en una época de mi vida en que todo me daba igual, me llevó a un hotel, el corrió con todos los gastos y yo me dejé hacer de todo por él.

-         V-vaya…

-         Al poco tiempo, algunas revistas empezaron a interesarse por mí, y aunque mis padres estaban en contra de ello, yo acepté lo que me ofrecían: empecé a trabajar de modelo, eran fotos normales pero… con el tiempo empezaron a ofrecerme trabajos para trabajar de modelo para lencería o trajes de baño, decían que tenía un cuerpo perfecto para ello, y así fue como le conocí a él, a mi representante, la persona que me ha llevado hasta donde estoy ahora.

Hubo un pequeño momento de silencio antes de que Shuichi contestara tras recibir tanta información de golpe.

-         Veo que has pasado por mucho…

-         Perdona… te he acabado contando mi vida en un momento. – dijo Megumi aparentando estar algo avergonzada.

-         N-no te preocupes… realmente… me agrada que confíes en mí… pero dime, ¿Puedo preguntarte qué es lo que te pasó aquella noche antes del evento?

-         Ah… aquello…

Esta vez sería Megumi la que iba a necesitar unos instantes en silencio antes de hablar.

-         Voy a casarme Shuichi, estoy comprometida con mi representanta.

Fueron palabras que Shuichi no iba a saber asimilar, fue tan inesperado que no encontraba respuesta para ello, pues realmente, acababa de sentir como si algo en su interior se hiciera pedazos.

-         Aquella tarde discutimos, verás… supongo que sabrás cómo funciona este mundo en el que estoy metida, nadie puede saber nada sobre mi vida privada, y si se supiera que estoy a punto de casarme… antes del evento le dije que todo eso me daba igual, que quería comunicarle a todos mis fans que nos casábamos, quería compartir ese momento de felicidad con todos vosotros, pero él se negó, así que… bueno, se me fueron las ganas de asistir al evento, y entonces fue cuando me encontré contigo.

-         Felicidades, Megumi, me alegro mucho por ti, de verdad. – fue lo único que Shuichi pudo responderle mientras por dentro cada vez se sentía más mal y a la vez como más entristecido.

-         Muchas gracias Shuichi. – le dedicó una cálida sonrisa. – A veces tenemos diferentes puntos de vista y eso pero… realmente estoy muy enamorada de él, ha hecho mucho por mí y bueno… ciertamente sé que es la única persona en este mundo que podría estar conmigo.

-         ¿A qué te refieres?

-         Ya lo sabes, Shuichi… no tengo un trabajo muy normal precisamente, es la única persona que he conocido que es capaz de aceptar que mi trabajo consiste en acostarme con otros hombres, aunque bueno… es un poco raro todo esto ya que él mismo es mi representante y quien se encarga prácticamente de todo.

Aquellas palabras le hicieron pensar, ¿Lo aceptaría? ¿Sería capaz de aceptar él algo así?

-         Bueno… todo lo que me has contado quedará entre nosotros, lo prometo. – la respuesta que le dio Megumi tan solo consistió en una cálida sonrisa.

Entonces aquel encuentro había llegado a su fin, para intentar llamar menos la atención salieron por la puerta trasera del local que daba a un pequeño callejón.

-         ¿Sabes? Me siento mucho mejor después de hablar contigo, aunque… esta vez no tengo ninguna foto ni nada para agradecértelo.

-         Ah… no te preocupes por eso… - y prácticamente antes de que terminara de hablar, la joven idol se abalanzó sobre su joven amigo para abrazarle.

-         ¿Tienes suficiente con esto…? – fueron las palabras que murmuró la joven tras un par de segundos, no tardando demasiado Shuichi en empezar a notar sus enormes pechos sobre su cuerpo.

-         S-sí…

-         ¡Entonces nos vemos!

Y tras separarse repentinamente, la curvilínea idol se despidió para salir de aquel callejón quedándose Shuichi algo atontando sintiendo todavía el tacto de sus enormes pechos sobre su cuerpo.

Pero aquella felicidad no iba a durar demasiado, en cuanto Megumi llegó a casa, su representante y prometido le estaba esperando en ella.

-         Así que… quedando con un “amiguito”, y bien jovencito por lo que veo.

-         ¿P-perdón? ¿Qué quieres decir?

Sin decir palabra, el representante sacó su teléfono móvil para enseñarle unas fotos que le habían enviado, en ellas, aparecía Megumi en la cafetería de hace un rato con Shuichi.

-         ¿Has contratado a alguien para que me espíe? La única cosa que te pedí fue un poco de distancia…

-         ¿Y qué pasaría si alguien te hubiera visto? ¿Quién es ese chico y por qué quedas con él? ¿Es que a caso quieres que le haga una visita?