Mi abuela me desea
Relato de como el joven nieto de una abuela la hace feliz.
Mi abuela me desea
Mi nombre es Alejandro, vivo en el norte de México, y voy a contarles lo que me paso hace algunos meses con mi abuela
Tengo 26 años y soy ingeniero en sistemas, y cuento con mi propio negocio, y desde hace ya algún tiempo me empezaron a llamar la atención las mujeres maduras, en especial las que son mayores de 60 años
Todo comenzó en la casa donde yo vivo, donde también me acompaña mi abuela que tiene 78 años, vivimos solo ella y yo ya que mi familia falleció hace 3 años accidentalmente en un autobús cuando hiban de viaje, los únicos que no hibamos en ese autobús eramos mi abuela y yo, por lo que la noticia nos impactó mucho, tanto que nos deprimimos, y solo nos hacíamos compañía ella y yo solos.
Mi abuela se mudó conmigo unas semanas después de la tragedia, por lo que ya con su compañía ya no me sentía tan solitario.
Mi abuela Rosa, en su juventud habia sido una mujer muy bella, pero ahora el tiempo ya había hecho estragos en su cuerpo, era de estatura mediana, tenia el cabello casi completamente cano y las arrugas en su cara eran notorias, sin embargo esas características en una mujer madura, me vuelven loco, y solo de pensar de estar en la cama con una mujer asi me excito demasiado.
Por mi vida ya habian pasado muchas mujeres, ya que tengo la suerte de ser muy atractivo(1.82m de estatura, blanco, con musculos definidos y fuertes, buenas piernas, y un pene de 20 cm y grueso que a hecho gritar de placer a cada mujer con la que he estado). Me gusta vestir vaquero, con los jeans ajustados que por cierto marca muy bien mi herramienta, pero no quería ningún tipo de compromiso, solo quería pasarla bien de vez en cuando.
Cuando mi abuela se mudó a mi casa siempre fue muy atenta conmigo, se encargaba de tener la casa limpia, de tener comida lista, ropa limpia, siempre se preocupaba de que no me faltara nada, a la vez que me hacía compañía y yo se la hacía a ella para sentirnos mejor por la perdida de mis padres y mis hermanos menores.
Un día mientras yo regresaba de mi trabajo y entre en la cocina, vi a mi abuela agachada limpiando la estufa, y pude ver que no llevaba sostén y vi como sus senos colgaban de un lado hacia otro, esa visión hizo que tuviera una erección.
Esa misma noche después de cenar mi abuela y yo conversamos un poco sobre mis padres y mi abuelo, y traté de cuestionarla sobre el terreno sexual.
Extraño mucho a tu abuelo hijo, y si han sido muchas las veces que lo extraño por las noches a lado de mi cama- diciendo esto algo apenada.
Yo ya habia sorprendido a mi abuela algunas veces mientras estaba sentado o de pie que me miraba el bulto que mis ajustados pantalones vaqueros formaban.
Un dia mientras estaba en la cocina me dijo:
"Hijo me podrias hacer el favor de bajarme una olla grande que esta en un estante de la cocina" yo inmediatamente acerque la escalera, subiendo para bajar la olla grande, mi abuela se coloco debajo mio para sujetar la escalera, mientras bajaba la olla, pude observar como mi abuela observaba la enorme protuberancia que se marcaba en mis pantalones, casi se le salian los ojos.
Bajandome de la escalera ella dijo:
Hijo llevas muy apretados esos pantalones, mira hasta tu pajarito se te nota mucho, dijo apenada, aunque bueno ya no es pajarito, creo que ya a crecido mucho dijo con una leve sonrisa.
Es cierto abuela Rosa, pero asi me gusta vestirme- le dije.
Cuando se llego la noche en mi cama pensaba sobre lo que habia pasado, y me excite con solo de pensar que mi abuela deseaba mi verga.
Por la mañana como era domingo, no trabaje y todavía me encontraba durmiendo, solo estaba acostado con un pequeño calzoncillo tipo bikini de color azul, no habia cerrado la puerta, entonces despertando y semiabriendo los ojos, vi como mi abuela estaba mirando fijamente mi entrepierna, decidí llevarlo mas lejos, asi que empece a roncar, para que ella viera que estaba completamente dormido, asi que ella al notar eso, se acerco mas a mi, sin dejar de mirar el bulto que habia dentro de mi ropa interior, asi que acercando su cabeza empezó a oler el bulto, y después vi como empezaba a acercar su mano para tocarlo, lo rozó con las yemas de los dedos, eso me excitó demasiado asi que mi verga empezó a pararse, cuando sucedió eso, mi abuela se asustó y salió rápidamente de mi habitación.
Esto había hecho que mi verga quedara completamente dura, y tuve que masturbarme para sacar de mi toda mi excitación, hasta que arrojé todo mi semen fuera. Eso confirmó mis sospechas, mi abuela deseaba mi verga, había pasado mucho tiempo desde que mi abuelo falleció hace 10 años y ahora su necesidad de compañía había despertado.
Ese día después de levantarme y desayunar salí un rato a dar una vuelta y pensar sobre lo que había sucedido, al regresar por la tarde, estaba buscando a mi abuela, hasta que la encontré, estaba en la lavandería, me quedé con la boca abierta cuando la sorprendí oliendo los calzoncillos que habia usado esa mañana, los restregaba contra sus narices y cerraba sus ojos, ella al darse cuenta de mi presencia inmediatamente los escondió, y apenada me dijo-
Que se te ofrece Alejandrito
yo sin darle tanta importancia al asunto, solo dije:
"Nada abuela Rosa, solo quería ver si se encontraba en la casa" respondí,
dejándola, mi verga reaccionó inmediatamente, mostrando una enorme erección.
En dos días ella cumpliría 79 años, así que decidi darle el mejor regalo que pudiera tener-
Llegándose el día la lleve a cenar a uno de los mejor restaurantes de la ciudad, hablando sobre cosas de la familia, de nuestras vidas. Al terminar, ofrecí llevarla al cine, pero me dijo que ya se encontraba muy cansada, y que solo quería ir a casa a descansar.
Llegando a la casa, ella me dio un tierno beso en la mejilla agradeciendo que estuviera con ella en ese día acompañándola.
Le ofrecí que viéramos una película antes de dormir, ella aceptó, asi que nos sentamos en el sofá, yo a un lado de ella.
La película contenía algunas escenas sexuales, lo que nos empezó a inquietar a los 2, mi abuela suspiró.
Yo pregunté: y ese suspiro abuela?
Ella dijo: nada, solo extraño la compañía de mi marido, a veces me siento muy sola.
Usted no esta sola, me tiene a mi, para hacerle compañía, le dije, y como vivimos juntos y me gustaría estar asi mucho tiempo, me gustaría atenderla a usted en todos los sentidos. Me gustaría atenderla como hombre si usted me lo permite.
En eso mi abuela me interrumpe y dice:
Pero que cosas dices Alejandrito, tu eres mi nieto, el hijo de mi hija, es pecado eso.
Yo se que usted me desea abuelita Rosa, le dije, se como me a mirado últimamente, vi cuando olía mi ropa interior que habia usado.
Así que me acerqué a ella, y puse una de sus manos en mi entrepierna, que para ese entonces mi pene ya se encontraba completamente erecto.
Ella abriendo los ojos exclamó:
Oh se siente tan duro, acariciándolo sobre mis apretados pantalones.
Después tomándola de la mano le dije que fuéramos mejor a su habitación.
Llegando a su recámara, la deposité en la cama lentamente, empecé a acariciarla lentamente, tocando sus pechos sobre la ropa que tenía, besando su cuello, empecé a desabotonar el discreto y largo vestido que llevaba, quitándolo completamente, ella se dejó hacer diciendo:
Ahh si asi tócame hijito, hace tanto que no me acariciaban.
Comencé a besar y mordisquear lentamente sus senos , que estaban caídos pero aún así me encantaban, ella solo gemía y disfrutaba.
Después le quite sus medias, y muy lentamente sus grandes calzones blancos que traía.
Quítate también la ropa hijo, me dijo, quiero verte también.
Comencé a quitarme mi camisa, y mi abuela gimió al ver mi abodomen y mis brazos fuertes marcados.
Quité mis ajustados pantalones, y mi pequeña tanga que llevaba y que apenas podía ocultar mi enorme erección y mis huevos llenos de esperma.
Mi abuela al verme completamente desnudo se sorprendió y abriendo los ojos dijo:
Hijo pero que grande la tienes, es más de la mitad de lo que tenía tu abuelo, gimió
Y es toda para usted abuelita, y diciendo esto, la puse entre sus labios.
Mi abuela lentamente empezó a rozar la punta de mi pene con su boca, se notaba que no tenía mucha experiencia, pero aún así, sentir sus calientes labios rodeando mi pene, me hicieron gemir de placer, después de un rato sentí que me hiba a venir, asi que sacándola de su boca, bajé lentamente sobre los labios de su vagina que estaba completamente cubierta de por una mata de vellos blancos; Con mi lengua comencé a rozar su clítoris y a meter un dedo lentamente en su vagina, mi abuela comenzó a gemir fuertemente mientras yo con mi lengua seguía jugando con su clítoris y metía otro dedo mas.
Ahh si, asi alejandrito, asi ahhh, me encanta como lo haces siii sii, ahhhh
Diciendo esto, hice que abriera completamente sus piernas y me subí encima de ella, haciendo que sintiera el peso de mi cuerpo sobre ella y tratando de ser delicado a la vez.
Ella me miraba fijamente a los ojos, esperando a que lo hiciera de una vez.
Coloqué la punta de mi pene en su vagina, rozándolo levemente con su clítoris, haciendo que mi abuela gimiera.
Comencé a meter la punta lentamente, mi abuela gritó de dolor ahhhh.
Pensé que por su edad su vagina estaría muy floja, pero me sorprendió al sentirla muy apretada.
Haciendo fuerza logré meter la mitad de mi pene, arrancándonos a los dos un gemido, comencé un lento bombeo hasta que enterré todo mi pene en su vagina, mi abuela gimió y me abrazó fuertemente.
Dejé pasar unos segundos para que mi abuela se acostumbrara al enorme tamaño de mi verga.
Empecé a sacar lentamente mi pene de su apretada vagina, y poco a poco lo inserte de nuevo, y empecé a penetrarla lentamente.
Mi abuela gemía y cerraba sus ojos diciéndome:
Ahhh asi asi hijito, ahhh me estás partiendo hijito mio, ahh, asi asi la quería toda dentro de mi.
Después de algunos minutos empecé a penetrarla mas fuerte, imprimiendo velocidad en el bombeo, haciendome gemir de placer ahh ahh si ahhh.
Mi abuela empezó a retorcerse debajo de mi, se puso tiesa, gritando:
Sii asi Alejandrito, dale mas a tu abuela, si asii, ahhhhh, ahhhhh
Mi abuela se vino abundantemente, dejando salir todos sus jugos.
Ahh sii nieto mio, asi, ahora tu, termina dentro de mi, dame todo tu semen, dámelo si sii ahhh ahhh.
Diciendo esto, la penetré más fuerte, y gimiendo le dije:
Ahhh si si abuelita mía, siii me vengo, aquí tiene, mi lechita toda para usted, ah ahhhhhhh.
Metiendo mas profundo mi verga en su interior, empiezo a descargar todo el semen que mis bolas tenían, depositándolo todo en su caliente vagina.
Si asii hijito, todo dentro siiii ahhhhh gimió mi abuela.
Quedándome encima de ella unos momentos más, seguí cogiendomela lentamente, hasta que me giré y me acosté a su lado, mi abuela respiraba agitadamente, su vagina estaba completamente llena de sus jugos y de mi semen.
Me dio un beso en la mejilla y me dijo:
Muchas gracias Alejandrito, por hacerme sentir viva otra vez, a sido el mejor cumpleaños en mucho tiempo. Lo que mi abuela no sabía es que yo había disfrutado enormemente tambien, diciendo esto nos quedamos dormidos.
Han pasado 6 meses, y yo sigo cogiéndome a mi querida abuelita, al menos 2 veces por semana. Y ella recibe toda la atención que su querido nieto le da.
Si hay alguna madura por ahí que este interesada, o para cualquier comentario mi correo es: puroamor_arath@hotmail.com