Mi abuela
Durmiendo con mi abuela, ella me enseña a masturbarme.
Siendo yo un bebé, creo que tenía un año, tuvimos que abandonar mi país por problemas políticos. Mi padre, mi madre y mi hermano mayor, nos fuimos a vivir a España, donde vivimos tranquilamente por 15 años. Sin embargo, la situación se fue poniendo un poco difícil para mi padre y en mi país natal todo había ya vuelto a la normalidad, tomamos nuestras pertenencias y volvimos. Todos, menos mi hermano mayor, que ya estaba establecido y con esposa e hijos.
Nos quedamos a alojar en la casa de mi abuela, mientras mi padre encontraba trabajo.
Se imaginaran el reencuentro, de mi madre con su familia. Me presentaron un montón de gente que nunca jamas en mi vida había visto, el tío no se cuanto, la tía no se como y como mil primos, entre ellas primas bastante buenas. También conocí después de 15 años a mi abuela. 70 años la señora, gorda, piel morena, con un par de tetas descomunales.
La casa de mi abuela era muy vieja y grande, sin embargo no tenía muchas habitaciones, solo tres habitables: la de ella, la de su hermana (una vieja que vivía con mi abuela mas vieja que ella), dos que estaban repletas de cachureos que no se podían dejar en ninguna parte, y una pieza al fondo de la casa la que sería destinada para mi y mis padres. Mi hermana chica, supuestamente dormiría con mi abuela.
Sin embargo, la primera noche, mi hermana lloró y no quiso acostarse en la pieza de mi abuela.
Como solución me mandaron a mi a dormir con ella. La verdad me dio un poco de lata, pero no me quedó mas que decir que si.
La pieza de mi abuela era grande, tenía un cama de dos plazas y habían adaptado un colchón de una plaza botado en el piso para que yo durmiera ahí.
Esa misma noche, me dio una lata terrible, ya que como hacía calor, yo dormía solo con calzoncillos o en pelota, pero comprenderán que esa señora aunque era mi abuela, era una completa desconocida, como para andar empiluchandose ahí. Tuve que acostarme con la parte de abajo del pijama.
Me encontraba acostado en el piso, cuando mi abuela entró a la pieza y comenzó a sacarse la ropa, para ponerse su camisa de dormir. Yo como caballero, me daba vuelta todas las noches para dejar que ella se cambiara. Sin embargo, tenía 15 años, comprenderán que en un país completamente nuevo, sin amigos ni amigas y mi sexualidad que estaba al 100% , me estaba volviendo loco.
En España tenía una pieza solo y en la noche era sagrado correrme una paja antes de dormir, pero ahora estaba completamente fregado.
La idea de que mi abuela, detrás mío, se sacaba la ropa y se ponía su camisa de dormir sin sostenes, como podía comprobar cuando se levantaba al baño, con esas dos tremendas tetas colgando, me tenía mas que caliente.
Un día, me fijé que en mueble que estaba a mi lado, había una foto cuyo borde estaba compuesto por un espejo. Lo que hice, fue colocar esa foto de forma tal, que cuando me diera vuelta, podría ver las tetas de mi abuela cuando se pusiera su camisa de dormir.
Esa noche no aguaba la excitación a la espera que mi abuela entrara a la pieza. Cuando al fin sucedió, me dí vuelta y comenzó el espectáculo. Mi abuela se sentó en la cama para sacarse los zapatos. Luego se soltó por detrás su falda la que cayó al piso. Tapada solo con una blusa grande y floreada, saca su camisa de dormir de debajo de la almohada. Mirándome a mi recostado, comenzó a desabotonarse la blusa. Dos tremendos melones de un tamaño increíble quedaron prisioneros de un sostén gigantesco, de color beige.
Estirando sus manos hacia atrás, desabrocho este sostén y como una avalancha sus dos gigantescas tetas cayeron por la fuerza de gravedad. Eran gigantescas, quedando casi a la altura de su abultado estómago. Dos tetas morenas, grandes, con pezones también muy grandes y negros. Tal vez para muchos no encuentren excitante esta visión, pero para mi, era la gloria.
Estaba casi acabando de solo verla. Luego se puso su camisa de dormir celeste y se metió a la cama, avisándome que ya podía darme vuelta.
Seguimos viendo tele. Tuve que esperar que apagara la luz y la tele, para poder levantarme la baño, con un bulto en mi pijama descomunal.
Apenas cerré la puerta me masturbé y en segundo me corrí en honor a la tetas de mi abuela.
Esta escena se repitió por varias noches. Yo pasaba mucho calor en las noches, al dormir con el pantalón que no estaba acostumbrado. Ya tomé un poco mas de confianza y cuando mi abuela se acostaba yo me sacaba la parte de abajo, quedando en pelotas. Un día conversando con ella respecto a lo mismo, me dijo que no me preocupara por ella y que durmiera con calzoncillos y desde ese día lo hice así.
Una noche ya con la luz apagada, me encontraba corriendo una paja en silencio, con una servilleta para recoger mi semen. Mi abuela al parecer escucha el sonido de esta y me pregunto si estaba bien. Yo quedé helado. Les respondí que si, pero me pareció que mi abuela no quedó muy convencida.
Pasó un mes y yo aun durmiendo con mi abuela. Ella siempre llevaba un jarro con agua, para beber en la noche. Por descuido mío al sacarme la polera, bote el jarro con agua, el que fue a parar directo a mi colchón. Lo secamos con mi abuela, pero no fue suficiente. Por la hora que era, mi abuela me dijo no me quedaba mas remedio que dormir con ella, en la misma cama.
Esa noche un poco mas calurosa que las anteriores, aun con calzoncillos estaba transpirando, y mas aun durmiendo en la misma cama con otra persona.
Mi abuela también me hizo le mismo comentario respecto al calor.
Se paso hoy para hacer calor
Si abuela, demasiado calor, y para colmo esta habitación no tiene ninguna ventana
Al menos tu estas casi desnudo, yo con esta camisa, me estoy muriendo de calor.
Yo de todas formas tengo calor.
Pasaron como 15 minutos y mi abuela sentándose en la cama ....
Mi amor, me va a disculpar, pero no puedo dormir con este calor a si que me voy a sacar la camisa
Por mi no se preocupe
Aparte que ya te tienes que ir acostumbrando a dormir con una mujer semi desnuda, cuando te cases.
Ja ja ja
Aunque estoy segura que no va hacer tan guatona como tu abuela.
Se sentó en la cama y se sacó su camisa. Lo mejor de todo es que no esperó a que yo me diera vuelta, como la luz estaba apagada, no hubo necesidad. Sin embargo estar acostado en la misma cama con esas tetas al aire, que hace rato me traían caliente, fue mucho para mi.
Al poco rato sentía como mi abuela al parecer dormía. No aguanté mas y me saque la verga por un lado y comencé a masturbarme muy despacio. Estaba concentrado en no respirar muy fuerte, cuando mi abuela, se sienta en la cama y prendiendo la luz me sorprende
¡Que estas haciendo!
Nada
Como que nada,
Nada abuela
Ella levanta la sabana y se encuentra con mi erecta verga
¡Niño por Dios, te estabas corriendo una paja!
No abuela ( mientras con mis manos me tapaba mi verga)
Como que no, mira como estas
Lo siento abuela
Pero niño, esas cosa hace mal ( creencias de viejos )
Disculpa abuela
Que cosas ..... haber .....Bueno, no lo hagas mas
No abuela
Esas cosas hacen mal, te haces daño, te la vas a lastimar
Yo rojo de vergüenza, no sabia que mas decir. Mi abuela volvió a apagar las luz y estuvimos callados como 5 minutos., hasta que ella rompe el silencio....
Dime algo... lo haces con mucha frecuencia
No tanto
Dime la verdad, soy tu abuela y debes confiar en mi
Bueno, la verdad a veces si
Que cosas . y bueno ... no creo que a tu edad hayas estado con alguien, y por eso debes tener ganas seguramente, pero te puedes dañar. Debes hacerlo más suave no tan fuerte
Como?
Déjame que te muestro.
No lo podía creer, mi abuela me agarró la verga y con sus arrugadas manos comenzó a hacerme una muy suave paja
Ves como se hace?
Si (casi sin moverme por la calentura)
Mmmm parece que te esta gustando ...... ¿ quieres que siga?
Si abuelita .. sigue
Mmmmm es la primera vez que me dices abuelita debe estar gustándote mucho
Si se siente super rico
Y dime, que te ha puesto tan caliente?
Una cosa
Que cosa .... no creo que sea estar con esta vieja con las tetas al aire
Si abuela eso mismo
Te gustan estas grandes tetas que tiene tu abuela?
Si, me gustan mucho
Quieres tocármelas?
Me dejas?
Si quieres, ven y tócale las tetas a tu abuela
Ohhhh abuela, que ricas las tienes
¿Te gustan?
Si mucho
Quieres chupármelas
Si
Dale, pero suavecito
Comencé a chuparle las tetas a mi abuela. Eran las primeras tetas de mi vida y hasta el día de hoy las más grandes que he tenido en mi boca. Chupé como un niño sus tetas, una y otra vez, sin cansarme de hacerlo, mientras mi verga se frotaba con la mano de mi abuela.
No me pidan mas. A esa altura, mi calentura estaba al limite y termine descargándome en la mano de mi abuela. Ella se sorprendió la cantidad de leche que me salió.
Me dijo que ahora si me quedaría tranquilo, y limpiándose la mano con algo, se dio vuelta y me dejó mas que satisfecho.