Mi abue deja q los vecinos y mi perro me preñen 3
Mi abuelo me vuelve a follar y me hace creer que puedo tener cachorritos, me muestra cómo sería amamantar uno y termino pegada a Tanque
Desperté y estaba acostada en la cama de los abuelos, me sentía un poco adolorida, sentía mi vagina y mis pezones hinchados. Justo en ese momento llegó el abuelo
¿Cómo está mi muñequita?
Me duele un poco el cuerpo
Te haré un masaje rico, ya todos se fueron por cierto. Estaban muy felices, te portaste muy bien
Él caminó hacia mí, pasó por el lado de un estante desde donde sacó un aceite para masajes y luego se sentó a mi lado, se puso aceite y lo frotó en sus manos. Comenzó a hacerme mensajes en la espalda, subía de a poco y llegaba hasta mi cuello, bajaba por mis hombros y luego los brazos, volvía a los hombros, bajó por mi espalda hasta mi colita, creo que se detuvo bastante tiempo masajeando mis dos cachetitos. Luego bajó por mis piernas hasta mis pies, se sentía muy agradable. Subió por mis piernas y esta vez llegando a mis muslos comenzó lentamente a subir acercándose a mi vulva. Me gustaba la sensación que tenía en ese momento, me daban cosquillas por toda la espalda mientras él hacía eso, mientras más se acercaba más cosquillas y además sentía que mi conchita comenzaba a latir. Me afirmó por la cintura y me dijo que me diera vuelta, quedando frente a frente.
- ¿Cómo quedó tú conchita?
Preguntó mi abuelo posando ya toda su mano sobre mi vulva
bien, la siento un poco hinchada
déjame revisar, abre tus piernitas
El abuelo comenzó a tocar mis labios vaginales, luego los separó y comenzó a tocar alrededor hasta llegar a mi clítoris
- Está rojita, pero te haré un masaje que te hará sentir bien
Comenzó a hacer círculos con uno de sus dedos, luego lentamente subía y bajaba para luego volver a hacer círculos, su otra mano bajó hasta la entradita de mi vagina, me hizo cariño un momento y luego de a poco fue metiendo sus dedos dentro. Me di cuenta que me dolía, ardía y aún se sentía caliente, pero estaba excitada y mi mente se dividía entre pedirle que se detuviera o dejarlo seguir. Fue entonces cuando el abuelo sacó sus manos y rápidamente tomó su pene y me lo introdujo de un sólo golpe.
-Nooooo abueeloooo! Me dueleeee
Me tapó la boca y se quedó quieto encima de mi.
- Tranquilita, lo voy a dejar quieto un poco para que te acostumbres y luego seguimos, porque desde ahora mi niña te voy a follar todos los días, quiero que ese bebé sea mío. Quizás olvidé mencionarte que la apuesta incluía que quien te deje preñada tendrá libre disposición para usarte hasta el parto.
Mi corazón latía a mil, mi vagina latía y ardía, cerré los ojos y en ese momento sentí como mi abuelo tomaba mis pechos. Comenzó apretandolos y luego se acercó a uno de mis pezones para lamerlo, de a poco comenzaba a acelerar las lamidas hasta que repentinamente se lo metió todo en su boca y comenzó a succionar, eso me excitaba demasiado y él lo sabía. Sentía que mi vulva estaba muy hinchada y que la lubricación había hecho que de a poco la irritación no pareciera tan terrible, el abuelo comenzó a bombear lentamente, movía sus caderas encima de mí mientras me chupaba los pezones, no pude evitar comenzar a gemir
-Mi pequeñita, vas a ser una hermosa vaquita. Te voy a preparar bien tus tetitas. Ojalá quedes preñadita de mí, imagina lo que te haría el resto. Octavio te haría follar con todos los animales de su granja, incluso el cerdo.
El abuelo se seguía moviendo encima de mi, llevaba un ritmo continuo pero parecía estar excitándose con todo lo que me decía. Sentía como su pene se ponía cada vez más duro dentro de mi.
-Él mismo me contó la vez que dejó a una chiquilla en el establo amarrada, con la máquina para ordeñar en sus tetas y todo su chochito expuesto, los perros peleaban por montarla, las cabras y los chanchos. Y le encanta grabar a ese cabron, creo que no sería mala idea tener algún recuerdo tuyo siendo montada
-Abuelo eso me da miedo
-Ya vas a ver que te va a encantar, como te dije, tú mami también se negaba pero después la pillaba pegada a los perros
-Mi mamá?
-Después hablamos de eso.
Pensaba que de todas formas me daba pánico la idea de que otros animales me violaran. En el campo había visto los miembros erectos de todos los animales, incluso había visto como algunos montaban a las hembras en periodo de apareamiento, pensaba en el enorme pene del caballo y creía que me iba a partir
-Abuelo quiero quedar embarazada de ti
-Entonces vamos a hacer muchas veces esto, bueno? Cuando yo te diga que debes abrir tus piernas lo vas a hacer en el lugar que sea, entendido?
-Si abuelito
Comenzó a acelerar sus movimientos, estaba afirmando mis piernas para mantenerlas bien abiertas mientras me seguía bombeando una y otra vez
-De ahora en adelante te voy a llenar muchas veces mi niñita
-Si si abuelo, por favor lléname de tus bebés
Sus movimientos ahora eran casi golpes contra mi vagina, me afirmaba bien las piernas y metía lo más que podía su pene, parecía que quería llevar hasta el fondo de mi útero. Yo ya estaba fuera de mi, las embestidas de mi abuelo me tenían loca, mis ojos estaban casi blancos y mi mente perdida en el placer
-Toma vaquita rica, bien adentro te dejo la leche
En unas últimas y brutales embestidas mi abuelo descargó todo su semen. Yo caí rendida y cerré los ojos. Sentí que mi abuelo caminaba al baño y por el ruido creo que tomó un frasco con pastillas. A los segundos volvió y se recostó a mi lado. Justo en ese momento Tanque entró a la habitación y en ese instante recordé cómo me había follado hacía un rato. Él se recostó a un lado de la cama, el abuelo lo tenía muy entrenado pero recién hoy me había dado cuenta de lo bastante entrenado que está.
-Y si quedo preñada de Tanque?
Mi abuelo se detuvo un momento a pensar, no sabía lo que pasaba por su cabeza (ahora entiendo que probablemente pensaba en si mentirme o decirme la verdad)
-Tendrás que follar todos los días con él, es bastante ardiente, le gusta mucho estar fofollando.-
-Y tendré que darle leche a los cachorritos? ¿No me van a morder?
-No mi niña, si quieres después le pedimos un cachorrito a la vecina, su perra acaba de parir, así vas a ver que te va a gustar mucho.
-Podríamos pedírselo ahora?
-Jaja, bueno mi niña, yo iré, tú descansa.
Mi abuelo se vistió y salió de la habitación. Yo me asomé por la ventana que daba donde la vecina, deje las cortinas cerradas y miraba sólo por un espacio pequeño, tratando de que no me vieran. Logré ver que mi abuelo tocaba el timbre y salía una mujer bajita, de unos 30 y algo, muy bonita la verdad. Mi abuelo miró a todas partes por lo que me agaché inmediatamente esperando que no me hubiese visto, cuando me volví a asomar ví que estaba él besándola y tocando sus tetas, la empujó hacia adentro y cerraron la puerta. A los 5 minutos la puerta se abrió nuevamente y venía mi abuelo con uno de los cachorritos.
Volví a acostarme y esperé paciente.
-Listo, le dije que estabas un poco enferma y querías estar con un cachorrito un rato
-Y cómo está ella?
-Sara? Bien, pero le dije que debía apurarme ya que te estaba cuidando
-Aah, bueno, ahora entonces, ¿qué hacemos?
-Bien, quiero que te pongas en cuatro patas, como una perrita, pero apoyándote en tus codos, para que tus pechitos queden bien abajo.
Hice lo que él me dijo, e inmediatamente sentí su mano acariciando de nuevo mi vulva.
-Tanque, ven
Hizo un gesto para que tanque subiera a la cama
-Abuelo no otra vez
-Tranquila mi niña, te va a gustar, confía.
Puso a Tanque detrás de mí y le dió la señal para que lamiera mi vagina, yo comencé a exitarme nuevamente a pesar de que sentía que mi vagina ya no podía más, me ardía, aunque las lamidas de tanque me aliviaban el dolor.
En ese momento mi abuelo se acercó por un costado con el cachorrito.
-Esto no te va a doler mi niña, déjamelo a mí
Acercó el cachorrito a mi pezón y él por instinto comenzó a buscar inmediatamente succionar, lo dejó recostado ahí y en dos segundos el cachorro estaba succionando mi teta. Comencé a sentirme aún más caliente, Tanque estaba a punto de hacer que me corriera y ahora con el cachorrito en mi teta sentía que estaba a mil. Comencé a gritar cuando mi abuelo se sentó justo frente a mi y me puso su pene en la boca, me agarró del pelo y comenzó a mover mi cabeza
-Eso es mi perrita, ahora viene lo más rico
Volvió a hacerle la señal a Tanque y él inmediatamente se subió a mi espalda y comenzó a hacer un movimiento de mete y saca que se acercaba cada vez más a mi entradita. Trataba de sacar mi boca para decirle que no a mi abuelo pero él me la sujetaba fuerte
-Tranquilita, si te va a gustar
Tanque finalmente dió con mi entrada y metió de una su pene rojo y grande, inmediatamente comenzó un frenético bombeo mientras mi abuelo seguía haciéndome chuparle su miembro y a la vez el cachorrito lamía con gran ímpetu esperando sacar leche de mis tetitas
Yo realmente lo estaba disfrutando, era demasiada estimulación, cuando mi abuelo finalmente soltó mi cabeza y me agarró del pelo para levantarla.
-Ahora mira esto, y te quiero con la lengüita afuera como una perrita.
Hice lo q me dijo, él levantó y sacó al cachorro de mi teta, sentí que iba por mi costado cuando note que lo estaba poniendo a la altura de mi vulva. Sentía la respiración del cachorrito en mi clítoris mientras Tanque seguía follandone frenéticamente, cuando comienzo a sentir lamidas seguidas de succiones en mi clítoris. Mi abuelo lo sostuvo cada vez más cerca hasta que el perrito logró engancharse de mi clítoris y comenzó a succionar con todas las intenciones de sacar leche de ahí. Comencé a gritar nuevamente, sentía que iba a explotar de placer, estaba a punto de tener un gran orgasmo y mi abuelo lo estaba disfrutando. Disfrutaba verme montada por Tanque mientras un cachorro me succionaba el clítoris y yo con mi lengua afuera, mis ojos casi blancos, nuevamente fuera de mi.
El pene de Tanque comenzó a inflarse en mi interior y junto con eso vino un gran orgasmo mío que a la vez apretó su bola, haciendo que él me llenará completamente y que quedáramos pegados un buen rato.
-Mientras se despegan iré a devolver el cachorro, quizás me demore un poco así que tranquila, descansa
Tanque se acostó y yo bajé tb mi culito junto con él, seguíamos pegados pero acostados, así que cerré los ojos y sin darme cuenta me dormí.