Mi abue deja q los vecinos y mi perro me preñen 2
Continuación de la historia de cómo mi abuelo, los vecinos y mi perro me dejaron llenita para dejarme embarazada.
Mi abuelo abrió bien mis piernas y se acercó, primero con sus manos comenzó a tocarme tal como sabía que me gustaba. Recorrió toda mi vulva lentamente, me hacía sentir escalofríos y además ya estaba caliente por el orgasmo que me había hecho sentir Tanque. Miró mi rostro ruborizado y agitado, se rió y me dijo
- Sé que estás deseosa pequeña, aquí va
Comenzó a tocar mi clítoris en círculos, lentamente pero cada vez acelerando más, lo apretaba un poco cada cierto rato para luego volver a hacer círculos. Rápidamente acercó también su boca y comenzó a lamer desesperadamente hasta que cuando estaba cerca de explotar de placer metió sus dedos y comenzó ese movimiento interior que me volvía loca. Yo no podía más del placer, gemía como loca, iba a tener otro gran orgasmo cuando mi abuelo sacó sus dedos e inmediatamente lo miré con ojos de tristeza
- Jajajaja, mi pequeña, tan deseosa! Ahora viene lo mejor
Siguió con sus movimientos en mi clítoris y a la vez puso la punta de su pene en mi vagina, yo seguía gimiendo, me encantaba como mi abuelo me tocaba, me volvía loca. Algo de mi estaba fuera de sí, sólo quería por fin sentir su pene. Lo había deseado por años, había visto como se lo metía a la abuela y como ella disfrutaba, mi vagina latía y mi mente sólo deseaba ser penetrada.
- Por favor abue, hazlo ya
Dije en un tono bajito, estaba algo avergonzada de desearlo tanto, de sentirme así de excitada frente a todas esas personas.
El abuelo sonrió pero reflejaba algo de maldad en su mirada, entonces de un sólo empujón metió todo su pene en mi vaginita. Grité pero rápidamente este fue acallado por el pene de uno de los vecinos, lo recibí un poco de sorpresa pero trate de tragar bien inmediatamente para comenzar a succionar. Mi abuelo comenzó un vaivén lento mientras seguía tocándome con sus manos, yo sentía dolor pero a la vez mucho placer. Comencé a sentir manos en mis pechos, lenguas por todas partes, mis manos comenzaron a ser utilizadas para masturbarlos y prontamente el abue comenza acelerar el ritmo
- Te voy a dejar embarazada y te vas a convertir en una vaquita para mí, ya quiero verte con esas tetitas llenitas de leche
El abuelo aceleraba cada vez más el ritmo, estaba vuelto loco penetrandome, yo ya no podía seguir succionando, había sacado el pene de mi boca y estaba en un trance de placer, gemía desesperada e incluso ya no podía evitar gritar
- Ábranla bien que ahora la preño
2 de los vecinos agarraron mis piernas y se aseguraron de mantenerlas bien separadas mientras el abuelo comenzó a acelerar los movimientos de su mano en mi clítoris, yo comencé a gritar y rápidamente tuve un fuerte orgasmo, el abuelo inmediatamente comenzó con fuertes embestidas y a gruñir, sabía que lo que venía era su lechita, lo había visto acabar en mi abuela muchas veces y hacia ese mismo gruñido, era como un animal. Sentí como su pene latía dentro mío y a la vez como mi interior también se contraía una y otra vez, sentía que había sido el orgasmo más largo que había tenido.
- Así es como se preña, caballeros
El abuelo se había asegurado con ese orgasmo que todo su semen quedara bien en mi interior, tenía más posibilidades de ser él el papi de mi cría
Me sentía muy cansada, mi respiración estaba muy acelerada y tenía mucho calor. Alguien se acercó con un vaso de agua, me dieron un poco y luego escuché
- Sigamos, que todos queremos probarla
Faltaba que los otros 5 vecinos acabaran dentro mío
Quien vino después era el médico del pueblo, él veía casi todo tipo de malestares, a mi me había visto desde pequeña, incluso ahora último cuando tuve mi primer sangrado.
Se acercó entre mis piernas abiertas, tocó mi clítoris y comenzó a masajear suavemente
- Por fin te voy a tener, deseo esa conchita hace tanto tiempo, cada vez que te veía en la consulta quería comerte y finalmente podré hacerlo. Y lo haré cada vez que vayas a control de tu embarazo, ya verás que disfrutarás cada consulta e incluso el parto será delicioso, lo vas a disfrutar tanto que vas a querer tener muchas crías, te va a encantar estar preñada.
Yo sentía mi conchita muy hinchada, podía sentir cómo latía y que de alguna forma todo esto me tenía muy caliente, pero estaba muy cansada
- Por favor, déjenme descansar
Se escucharon varias risas
- No vamos a parar hasta que todos nos vaciemos en ti, te vamos a dejar llenita
Miré al doctor y también se reía, luego puso cara de deseo y de un sólo golpe metió todo su pene en mi vagina hinchada, sentí cómo ardía pero a la vez me hacía sentir bien, comencé a gemir inmediatamente
- No querías parar?
Dijo uno, y todos rieron
El doctor hizo exactamente lo mismo que mi abuelo, pero fue mucho más violento al penetrarme, cada embestida era muy fuerte y en un momento pellizco mis pezones haciéndome gritar.
De repente comencé a sentir cómo un orgasmo venía y mis gemidos lo hicieron notar, el doctor aumentó sus movimientos en mi clítoris y también en sus embestidas, me penetraba con violencia una y otra vez muy rápido hasta que los dos acabamos, yo en un exquisito orgasmo que me hacia contraer una y otra vez mi vagina
Ooh pero si esa vaginita quiere tragarse mi pene y hasta la última gota de mi semen
ya ya, me toca - se escuchó
Una y otra vez me penetraron hasta que todos me habían acabado dentro no sin antes por supuesto darme un orgasmo.
Cuando el último acabó pensé que todo había terminado ahí pero aún no
- Falta que te dejen algunos cachorritos dentro
Dijo uno y todos volvieron a reír. Yo miré a mi abuelo
Por favor no abue!
Tranquila, vas a ver cómo te gusta. Tú mamá al principio tampoco quería y le terminó gustando
Había quedado un poco helada ¿con mamá también hacían estas cosas? pero no tuve mucho tiempo para pensar, habían amontonado varias almohadas en el suelo quedando una especie de torre alta, me pusieron sobre ellas y quedaba perfecto para que mi colita estuviera en alto, así en cuatro patas pero muy cómoda para ser honesta. Se sentaron a mi alrededor, uno sujetó mi pie mientras otro del otro lado hacía lo mismo, me mantenían un poco abierta de piernas. Otros se habían acomodado más cerca de mis tetitas, las tocaban y apretaban, incluso uno se acercó a succionar mi pezón.
- Vamos Tanque
Escuché a mi abuelo decir a mis espaldas
- Abuelo por favor no!
Trataba de moverme pero me sostenían para que no me moviera, yo realmente tampoco ponía tanta resistencia ya que siempre hacía caso a mi abuelo, sabía que debía hacerlo pero tenía mucho miedo
Tanque primero comenzó a lamerme por todas partes, iba por toda mi vulva incluso llegando a mi ano, todo esto me ponía a mil y no entendía muy bien por qué me estaba gustando tanto.
- Ahora quiero que saques tu lengua y jadees como te hemos enseñado, vas a ser una perrita obediente, si?
Saqué mi lengua y miré a mi abuelo con ojitos de miedo, pero asentí con mi cabeza. Jadeaba mientras mi perrito seguía humedeciendo mi vagina. De pronto se detuvo por lo que yo también detuve mis jadeos, hubo un pequeño silencio, sólo estaba de fondo la música que aún sonaba a lo lejos en mi cabeza.
Tanque se montó sobre mí y comencé a sentir su pene intentando penetrarme un par de veces fallando, hasta que encontró la entrada y de un sólo golpe me metió todo su miembro caliente, sentía hirviendo todo dentro de mí, grité y miré a mi abuelo que estaba parado frente a mi con cara de súplica, pero él hizo un gesto de enojo a lo cual entendí inmediatamente que debía ser obediente. Saqué mi lengua y comencé a jadear mientras Tanque estaba en un frenético mete y saca, sentía que no terminaba nunca, todos estaban mirando y masturbándose, con aquella escena habían vuelto a tener grandes erecciones. En eso el abuelo se da vuelta y agarra el vibrador, yo abrí mis ojos muy grande, me gustaban mucho los orgasmos que ese juguete me daba. Se dió la vuelta quedando a mi espalda, ya no lo veía pero comencé a sentir el ruido de la vibración, Tanque aún estaba en este mete y saca cuando sentí la vibración en mi clítoris. Yo jadeaba y estaba fuera de mi, mis ojos ya ni siquiera enfocaban bien, gemía fuerte cuando me di cuenta que uno de los vecinos estaba grabando aquella escena
Así te vamos a recordar perrita, disfrutando como un perro te deja cachorritos dentro.
Está como loca disfrutando como la preñan
No puede parar de gemir cómo una perra, mírenla, ya ni siquiera piensa, sólo quiere que la follen
Mientras me humillaban comencé a sentir que venía el orgasmo, gritaba y temblaba cuando sentí que algo crecía dentro de mi vagina, a la vez mis paredes se contraían apretando lo que fuera que estaba creciendo dentro mío, haciéndome sentir aún mejor
Tanque se quiso bajar pero estaba pegado a mi, yo me asusté pero mi abuelo se acercó
- Tranquila, estarán un rato pegaditos, toma agua por mientras
Tome agua como pude y miré al resto, todos seguían masturbándose viendo que estaba pegada a Tanque. Justo en ese momento él se movió y sentí como si un tapón hubiese salido de mi vagina
- El embudo
No sabía a qué se refería el abue, pero me tomaron y me dieron vuelta, las almohadas pasaron a estar debajo de mi colita y quedé con las piernas abiertas con toda mi vulva expuesta mirando hacia arriba, el doctor se acercó a mí y puso un espéculo en mi vagina abriéndola bien, otro puso un vibrador pequeño en mi clítoris pegadolo con cinta y luego pusieron un embudo dónde todos comenzaron a masturbarse frente a él
Ahora sí que te vamos a dejar bien rellena
Que rica nietita sacaste Manuel
Es que con esa hija que tienes, no me extraña que les saliera tan rica y caliente
Y ya van a ver, que con las hormonas del embarazo se ponen más calientes, pareciera que necesitaran un pene todo el día adentro
No me quejaría si le tuviera que dar todo el día a esta putita
La mantendría preñada siempre
La haría mi vaquita personal
Yo haría que se la follen todos en la granja, desde el cerdo hasta el caballo, seguramente las cabras también serían felices con esta hembrita
me encantaría amarrarla en el camarin de la sede, que todos los que jueguen fútbol el día que vamos nosotros también la puedan usar, esta cosita rica merece ser compartida
con la leche que tendrá nos alimentaría a todos
hay que estimularle harto sus tetitas Manuel, que suerte de tarea tienes
todos los días lo haré, te lo aseguro
Su conversación me tenía muy caliente y el vibrador hacia lo suyo, comencé a agitarme mucho
- Como te pone a mil saber cómo te usaríamos ¿verdad? Aquí viene perrita, te vamos a usar
Uno a uno comenzaron a acabar en el embudo y el semen corría hacia mi interior, estaba a mil y finalmente tuve un último y fuerte orgasmo, haciendo que mi vagina se comiera todo el semen que acababan de meterme
El doctor me sacó el especulo pero me dejaron en la misma posición, él le dijo a mi abuelo
- Déjala así un rato. Llevamela cuando tenga su primer atraso y ahí le hacemos una eco transvaginal, le va a gustar. Si le vuelve a llegar su menstruación vamos a tener que repetir el proceso de inseminación
Todos comenzaron a vestirse y yo me quedé ahí, no podía ya moverme del cansancio así que solo cerré los ojos y me quedé dormida