Mi 1ª vez y fue con un hombre (1 - Ádor)
Mi primera relación sexual y fue con un hombre, él me inició, me enseño a hacer mamadas y me penetró por el culo el primero.
Mi 1ª vez y fue con un hombre. ( I - Ádor)
Por aquel entonces yo tenía 18 años, iba en bici por el campo y me paró un hombre para ofrecerme unas mandarinas, yo acepté, me apetecía algo de fruta. Aquel hombre se llamaba Ádor, era alto, delgado de unos 60 años. Nos sentamos sobre un pequeño muro de piedra y mientras me comía una de las mandarinas, él con un rápido movimiento con la mano me dio un pellizco en los genitales. Yo me quedé algo perplejo, y continué como si nada. Lugo repitió el rápido movimiento. Aquello para mí era extraño, nuevo y quizás por eso me atraía.
Continuamos hablando y cambió de conversación para hablar de erotismo y sexo. Me volvió a pellizcar el pene, esta vez noté como su mano apretó la punta de mi polla. Yo sentí algo raro, me excitaba.
Me puso una mano en la pierna y me preguntó si me excitaba, le dije que no.
-¿Si te pongo la mano en otro sitio te apartarás?
Yo me imaginé a que se refería y tenía curiosidad
-No, no me apartaré.
Y me puso la mano sobre mi paquete, por encima del pantalón corto que llevaba para ir en bici. Me preguntó si aquello me excitaba y claro le dije que sí. La dejó allí un rato.
Poco a poco empezó a acariciármela por encima de la ropa, yo notaba que me iba creciendo, era la primera vez que alguien me hacía aquello. Él también notó que me crecía, me iba mirando mientras seguía acariciándomela. En un momento alargo su mano más arriba y empezó a deslizarla por dentro de mis pantalones, yo no llevaba calzoncillos me molestaban al ir en bici, eso pareció sorprenderlo. Me la apretó y me la acarició ya directamente. Notaba su mano sobre mi polla, que sensación tener una mano allí que no fuese la mía, nadie me había hecho eso nunca, ni hombre ni mujer. Era muy excitante, sentir su mano hizo que se me pusiese durísima, al notarlo me dijo:
-¿Me la enseñas?
Yo le contesté
-Claro, pero sácala tú que la tienes en la mano.
La sacó y la miró detenidamente, empezó a meneármela, yo miraba como lo hacía. Me pidió que me pusiese de pie, delante de él y me bajó los pantalones hasta los tobillos. Todo era nuevo para mí, me daba algo de vergüenza estar allí medio desnudo, en un campo, por si me veía alguien, pero estaba excitado y no pensaba en nada más. Se arrodilló y me dijo:
-Voy a probarla un poquito. Te la chupo para ver que sabor tiene, ¿me dejas?
Yo estaba caliente:
-Claro. Vas a ser el primero en hacérmelo, no sé si tengo que hacer algo.
-No me digas que eres virgen
-Sí, nunca lo he hecho.
-Pero ¿virgen del todo? O sólo de mamadas.
-¿Cómo de todo?
-Que nunca has hecho nada, nunca has tenido relaciones sexuales.
-No, nunca. Bueno me he hecho muchas pajas viendo pelis porno.
-Pues no te preocupes. Ahora no tienes que hacer nada. Esto lo habrás visto en las películas y verás cómo te gusta. Luego me lo hace a mí, eh!
-Sí, claro lo que tu digas.
-No te imaginas lo contento que estoy de ser el primero que te va ha hacer una mamada y sobretodo ser el primero al que se la hagas tú.
La cogió con la mano y empezó a pajearme, me sacó el glande, la tenía durísima y me dijo:
-Tienes una buena polla, es gorda pero un poco pequeña, corta, no es muy larga, te debe medir unos 14 cm. Pero bueno, disfrutarás.
Fue acercando sus labios y me dio un beso en el glande, con la mano derecha la movía y se la metió en la boca. Para mí fue una sensación extraordinariamente excitante, como sus labios mojados recorrían mi glande y luego toda la polla. Pronto se la metió toda entera, se la metía y sacaba, entera, eso sería porque no era muy grande como me había dicho. Yo no podía más estaba a pudo de correrme, se lo dije y él se la sacó y empezó a lamerla, se abajo a arriba y de arriba abajo, llegando a mis huevos. Él me iba mirando y yo a él y a como me la chupaba. Se la empezó a meter de nuevo en la boca, dentro, fuera, dentro, fuera. Yo no pude más y me corrí en su boca, él succionaba para llevarse todo el semen, luego seguía chupándomela y me iba dejando el semen sobre la polla. Yo estaba calentísimo, me la siguió chupando hasta que se me iba quedando pequeña. Aquello fue mejor y más placentero que cien pajas. Entonces me dijo:
-¿Te ha gustado?
-Muchísimo, ha sido genial. La primera vez y ha sido espectacular, que gusto, aunque he durado poco.
-Es normal, la primera vez y con lo excitado que estabas. Bueno ahora tú ¿no?
-Claro, claro ahora mismo.
Me dijo que, me arrodillase pero sin subirme los pantalones, él se puso delante de mí, se bajó los pantalones y ante mí aparecieron unos calzoncillos azules raídos, algo viejos. Me dijo que se los bajara. Se los empecé a bajar poco a poco y descubrí una polla grande, con unos huevos que le colgaban enormes, no la tenía ni medio dura y creo que ya era más grande que la mía, estaba además totalmente depilada, sin nada de vello.
Me dijo que no me asustara al ver que ponía una cara de sorpresa, que el tamaño daba igual.
Empecé a besarla de arriba abajo, luego la cogí con la mano, la sopesaba, que sensación de tener una polla que no era la mía en la mano. Le saqué el glande y empecé a besarlo, hacía olor a sexo, a polla, me excitaba el aroma que desprendía. Poco a poco fui metiéndomela entre mis labios a meterla en mi boca, con una mano le pajeaba mientras me la metía, iba haciendo más saliva y cada vez entraba y salía con más suavidad, empecé a notar cómo iba teniendo una erección, al final se le puso durísima, yo fui notando dentro de mi boca como le iba creciendo. Aquella polla era enorme, gorda y larga unos 28 cm, me quedé impresionado era un pollón. No entendía como aquel hombre podía tener esa polla tan grande, estaba anonadado con el tamaño. Era el doble que la mía. Tenía el glande grueso, con un color rosa morado precioso, los huevos iban adelante y atrás con el movimiento de mi mamada. Se la chupaba y chupaba, y cada vez me gustaba más hacerlo, tener esa polla en mi boca. Era la primera vez que lo hacía y me estaba gustando mucho.
Me decía:
-Para un poco y lámemela, comete mis huevos.
Yo paré de chuparla y empecé a pasarle mi lengua desde los huevos hasta la punta mientras la aguantaba con mi mano derecha. Estaba muy suave al no tener nada de vello. El recorrido de toda la polla era larguísimo para mi lengua. La notaba entre mis dedos, la apretaba, estaba dura, muy dura, luego me metí un huevo en la boca, jugaba con él, con mi lengua, después el otro, los dos a la vez era imposible, no me cabían por el tamaño, eran enormes, los lamía, los degustaba. Seguí con la polla. Le lamía el frenecillo con suavidad, el glande lo pasaba entre mis labios, se lo besaba, después paré y empecé a pajearlo con la mano. Me gustaba mucho chupársela, cogérsela, tenerla en mi mano, en mi boca, que sensación tan nueva y agradable para mí. La piel le subía y bajaba, cubriendo y descubriendo el glande. La cogí con mis dos manos, que sensación sostener una cosa gorda, larga, una polla, en que apretándola con mis dedos éstos no se tocaban, no se juntaban y con mis dos manos no la llegaba a tapar, quedaba el glande fuera, asomado, llamándome para que lo chupara.
El me puso la mano en la cabeza y empujándome me hizo saber que quería que se la siguiera chupando. Me la metía poco a poco, primero el glande, que con lo gordo que era me llenaba toda la boca, luego con movimiento adelante y atrás me la iba metiendo un poco cada vez, hasta que me llegaba a la campanilla, no me la metía toda. Le decía:
-No me cabe toda, es enorme
-No te preocupes que viendo como me la comes, en esa boca te cabe toda, pero tendrás que ir practicando.
.Pues si es verdad que me está gustando mucho chupártela, así que cuando tú quieras sigo practicando
-Ya iremos quedando y te enseño a chuparla bien del todo.
-Vale, cuando tú quieras, yo estoy dispuesto.
-Sí, pues ahora sigue chupando.
Yo seguí dentro, fuera, dentro, fuera, iba jugando con mi lengua, mientras se la chupaba. No podía a parar de chuparla, me estaba dando una sensación nueva, muy excitante, de tener esa polla en mi boca, de poder disfrutar, porque disfrutaba, me gustaba, gozaba al tenerla en la boca, chuparla, saborearla y saber que le estaba dando placer a él me excitaba a mí. De vez en cuando y sin sacarla de la boca le miraba, él me miraba a mí, miraba como me la metía en la boca y tenía una cara de placer que me excitaba.
Él no quería que parara, yo tampoco, ya llevaba más de 15 minutos saboreando aquella polla. Yo no aguanté ni 3, pero él ahí estaba. Para mi mejor porque así podía disfrutar más tiempo.
Seguía y seguía chupando, en un momento él se puso más rígido y yo sin parar de meterla en mi boca empecé a aumentar el ritmo, cada vez más deprisa y noté una descarga en mi boca, el líquido estaba caliente y no paré de chupar. Él con espasmos en la polla iba descargando el semen en mi boca, yo no paraba de mamar, se me caía la leche por los lados de mis labios y seguía mamando, me llenó toda la boca, me la saqué y le enseñé la boca llena de su semen, jugué un poco con él, le dejaba un poco en el glande y le mostré como me lo tragué, él sonrió. El semen estaba dulce, caliente, enseguida volví a su polla, del glande seguía brotando semen, yo lo chupaba con la lengua, lo restregaba por el glande y me lo tragaba. No podía parar, quería toda esa leche dentro de mi boca, dentro de mí. Se la seguí chupando, notaba como iba perdiendo la erección, pero no paraba de mamarla.
Se le quedó pequeña, aún así era para mí enorme, más grande que la mía, mucho más. Me la metía en la boca. Fue genial, la besé, la chupe y me levanté.
Ádor se subió los pantalones, pero dejando su polla por fuera de la bragueta, yo me los empecé a subir y me dijo:
-No ter los subas del todo, déjatelos por debajo del culo, ¿vale?
-Sí como quieras.
Nos fuimos hasta el muro para hablar. Nos sentamos, yo noté en mi culo el frescor del cemento.
Así sentados él estiró su mano y empezó a cogerme mi flácida polla, me la acariciaba, luego me cogió la mano y se la llevó hasta la suya para que yo hiciese lo mismo. Se la cogí en mi mano, esa polla medio dura, empecé a acariciarla como él me hacía a mí, pasaba los dedos por su húmedo glande. Que estampa más excitante.
-Qué tal ¿te ha gustado?
-Pues la verdad es que sí y mucho. Ni me imaginaba que tener relaciones sexuales me iba a gustar tanto. Y además siempre había pensado que mi primera vez sería con una mujer. Nunca me había imaginado que sería con un hombre y con una polla en mi boca.
-Bueno, eso no importa. En el sexo lo que importa es disfrutar y si tú lo has hecho pues está todo bien, no hay nada malo en el sex que hemos hecho. Y dime ¿te ha gustado más que te la chupe yo o chupármela tú a mi?
-Pues no sé. Que me la chuparas me ha gustado mucho, aunque ha sido corto, no he durado nada. Pero no pensé que me iba a gustar tanto chupar una polla. Ha sido algo nuevo y como tú aguantas tanto he podido tener mejores sensaciones y sobretodo saber que mientras te la chupo tú disfrutas tanto, estás tan excitado, gozas tanto, que creo que me ha gustado más chupártela. Eso de poder darte placer con mi boca me ha excitado mucho a mi.
-Que bien, no sabes lo que me alegro, porque a mí también me ha gustado más cuando tú me la has comido.
-Sí, mejor porque poder pasar mis labio, mi lengua por tu glande, tan gordo, morado y luego metérmela en la boca poco a poco, sentir esa sensación, llenarla de saliva, me pone caliente.
-Ya veo que sí te ha gustado de verdad, sí. El sexo es lo mejor del mundo, placer, dar sexo y recibirlo es placer.
-Sí sí que es verdad. Y cuando he notado que te corrías en mi boca con todo ese semen caliente, saliendo a borbotones y tanta cantidad que no medaba tiempo a tragármelo, ha sido genial. Que gusto.
-A mi me ha gustado cuando has jugado con él en mi polla y luego te lo has tragado.
-Es que lo he visto hacer en la pelis porno. Mira por eso también creo que ha sido por lo que me ha gustado más chuparla. Cuando he visto en alguna peli una mamada siempre pensaba en que se sentiría al hacerlo y me imaginaba que era yo el que lo hacía, para intentar imaginar cómo sería la sensación de tener una polla en la boca, pasarla por los labios y notar una corrida. Y así me hacía pajas.
-Pues ahora ya sabes lo que se siente, placer. Y si quieres yo te hago alguna paja y tú me la chupas.
-Claro, siempre que quieras, yo estoy dispuesto.
-Pues iremos quedando. Ah! Un consejo lo mejor es que te depilas todo, la polla y los huevos y la parte de abajo del ombligo. Es más suave así y da más gusto tocarla y chuparla.
-Claro lo haré lo he notado con tu polla, bueno con tu pollón porque es enorme.
Quedamos varias veces más, siempre empezaba él chupándomela y seguía yo. Me iba enseñando y yo practicaba con su pollón. Además cada vez aguantaba más, él me decía como hacerlo. Siempre iba recién depilado y parecía más joven, sé que eso le excitaba mucho.
En una de las veces en que me la estaba chupando empezó a masajearme con la mano izquierda los huevos y fue pasando poco apoco su mano hasta llegar a mi culo, me lo acariciaba. Luego dejó de chupar y me dijo que abriese un poco las piernas. Así lo hice. Y empezó a acariciarme el ano. Yo me dejaba hacer, eso me excitaba.
-Te gusta que te tocara el culo eh!
-Sí sí me gusta, me gusta
Se puso un dedo en la boca, se lo llenó de saliva y lo llevó a mi ano. Así húmedo tenía una sensación más placentera, seguía chupándome la polla y empecé a notar como hacía presión con su dedo e iba penetrando en mi ano, hasta que me lo metió todo. Me dio un espasmo en la polla.
-Te ha gustado, y mucho, lo he notado en tu polla.
-Si, sí es una sensación nueva, que gusto.
-Pues espera y verás.
Empezó a chupármela y mientras sacaba y metía su dedo en mi culo, cada vez más aprisa. Estaba húmedo y no costaba que entrara, siguió asís y me corrí, el jugaba con mi polla y con su dedo metido en mi culo.
Se levantó y me dijo:
-Iba a preguntarte si te había gustado, pero he notado que sí.
-Sí mucho, cuantas cosas me vas a enseñar en el sexo.
-Bueno pues a mí me gustaría ser el primero en meterte la polla por el culo.
-¿Qué?, la polla. No sé. Bueno... si tú quieres sí. A mí también me gustaría probarlo, y con lo que tú me estás enseñando te mereces ser el primero, que tu polla sea la primera en penetrarme. Si quiero que seas tú el primero. Pero ¿no me dolerá?
-Mira, te voy a ser sincero, la primera o primeras veces duele, hace daño 7y puede que mucho, y además tú tiene un culito estrecho y claro se tiene que abrir un poco. Pero luego con 4 o 5 veces que lo hagamos ya no te dolerá, ya verás.
-Pues tendrá que ser como con las mamadas, practicar. Me la tendrás que meter varias veces, hasta que no duela. Aunque viendo el tamaño de tu polla no sé, me asusta, pero quiero probarlo.
-Pues cuando está preparado me lo dices y lo hacemos.
-Vale, pero si me gustaría una cosa, que fuese en una casa, en una habitación que podamos cerrar, estar tranquilos, relajados y con tiempo para hacerlo sin prisas y que nos puedan ver. Un sitio que podamos desnudarnos enteros y hacerlo un buen rato.
-Vale, yo busco un sitio y cuando lo tenga te aviso. Pasamos allí toda la tarde y si quieres hasta toda la noche.
-Sí todo el tiempo que haga falta y el que tú quieras.
Nos volvimos a ver un par de veces más en el campo, la última me estuvo acariciando y mirando bien el culo y el ano. Me dijo que le gustaba mucho, que era bonito, pequeño, algo durito y con un ano estrechito. Especial para meterme la polla.
Un viernes me llamó:
-Ya tengo una casa, si quieres mañana te recojo en la plaza y vamos, está un poco lejos para ir en bici.
-Vale ¿a qué hora?
-A las 6
-Vale.
-Ah! Mañana sobre las 5 te limpies bien el culo por fuera y por dentro, para esto lo mejor es que te metas una manguerita y lo llenes de agua y luego la tiras, lo haces un par de veces y te vienes limpio.
-Si claro iré bien limpio para ti.
-Y también haz como con la pollita, te depilas todo, el culo y la zona del agujerito y por debajo de los huevos.
-Vale iré bien limpio y de pilado.
Me recogió con el coche, ene le camino ya puso su mano en mi paquete. Yo notaba como empezaba a tener un erección, él también lo notaba, claro, quitaba la mano para cambiar de marcha y luego o me daba un pellizquito o me la ponía encima.
Llegamos y me enseño la casa, tenía un salón con cocina, un baño y dos habitaciones una con cama de matrimonio, allí me dijo que lo haríamos. Nos tomamos algo mientras me explicaba como lo haríamos, poco a poco, sin prisa para disfrutar.
Nos fuimos a la habitación, él me desnudó a mí y yo a él, eso nos excitaba y calentaba. Nos tumbamos en la cama, el me pajeó un poco para animarme y calentarme, decía. Luego yo bajé entre sus piernas, le cogí la polla con una mano y se la empecé a mamar, cada vez iba aumentando de tamaño un poco más, el glande ya me llenaba l aboca, se le puso durísima, según decía por chupársela y por lo que le excitaba en saber que me iba a desvirgar el culo. Yo cada vez que le oía decir eso me calentaba más. Me excitaba. Se la chupé un rato, me dijo que se la llenara bien de saliva, luego me puse a cuatro patas, con los brazo algo bajos y la cabeza agachada, así quedaba mi culo un poco en pompa. Él se puso saliva en los dedos y empezó a masajearme el ano, en círculos. Yo notaba como resbalaban sobre mi agujero y me gustaba mucho, luego con su mano me separó las nalgas, bajó la cabeza y empezó a pasar su lengua, a lamerme el culo, chuparme el ano. Yo tenía que respirar despacio, con suspiros profundos, que gusto me daba aquello, que sensación más excitante, aquella lengua recorriendo mi culo con rápidos movimientos y de vez en cuando notaba como la puntita de su lengua se introducía en mi ano.
Me lo mojó bien, me lo llenó de saliva y se puso de rodillas detrás de mí. Cogió un botecito de la mesita y me dijo:
-Te voy a poner un poco de vaselina, será mejor.
-Con lo mojado que me lo has dejado igual no hace falta.
-Ya, pero como es la primera vez te pondré un poco, entrará más suave y te dolerá menos. Ya cuando lo hayamos hecho más veces no te hará falta.
-Vale lo que tú digas, tú sabes de esto.
Con los dedos me puso lubricante, estaba fresco, me metió un dedó y ya noté lo suave que entraba.
Empezó a separarme un poco las nalgas con una mano, con la potra sostenía su polla, dura y empezó a restregarme el glande por el culo, como si fuesen sus dedos, me lo pasaba arriba y abajo, rozándome el ano.
Me dijo que si estaba preparado, le contesté que sí y muy caliente. Empecé anotar presión sobre mi ano, ya noté como se iba abriendo, mucho, muchísimo, el glande iba penetrando mi culo, tenía que hacer respiraciones profundas, aquello me dolía y mucho, notaba como si fuese desgarrándome, me lo abría mucho, me dolía, en un momento noté como se me abrió mucho y se cerró un poco. Pero notaba que seguía abierto, me dijo que ya había entrado el glande:
-Respira y relájate, ya está la punta, el glande, dentro que es lo más grueso. Ahora poco a poco el resto. ¿Te duele?
-Sí me duele, pero lo aguantaré, quiero sentirte dentro.
Empezó a apretar un poco su polla, siguió penetrando mi culo poco a poco, me dolía, pero como iba despacio lo soportaba. Me dolía y sólo pensaba en que era su polla, aquella que tanto me gustaba la que estaba entrando en mi culo y eso me excitaba, me relajaba y la deseaba dentro. Seguía sin para, echando hacia atrás de vez en cuando un poco y volvía a metérmela. Me apretó fuerte y paró. Me cogió una mano y la llevo hasta su polla, me la había metido toda, sólo quedaba sus huevos y un trocito que ya no entraba, sus piernas ya tocaban las mías. Tenía el culo muy abierto, me dolía, me había metido su polla, toda, su enorme polla de 28 cm en mi pequeño culo.
-Ya la tiene toda dentro ¿que tal?
-Bien me duele un poco, noto el culo abierto y tu polla apretándomelo. Me duele pero notar tu polla ahí dentro me gusta.
-Relájate, ahora poco a poco iré sacándola y metiéndola, hasta que se acostumbre un poco tu culo y luego te follaré ya sin parar.
-Vale, vale.
-Pero ¿te gusta?
-Si me duele pero me gusta mucho. Es una pasada sentir tu polla en mi culo.
Empezó a sacarla y notaba como un vacío, era un dolor peor que al metérmela, era como si se me vaciara el culo, como si me lo sacara hacia fuera. Que malo.
Luego volvió a meterla, lo prefería, me gustaba más. Iba cogiendo cada vez un poco más de ritmo, dentro, fuera, dentro, fuera, mi culo se iba relajando, mi ano se iba acoplando al enorme tamaño de aquella polla, se iba acostumbrando a sé penetrado por ese pollón. A estar abierto mientras me la metía y sacaba, entonces noté que mi polla se ponía dura, tenía una erección y me salió un poco de semen, le miré:
-¿Qué pasa?- me dijo
-Nada que me he corrido un poco.
Alargó su mano hasta mi polla, me tocó el glande mojado, empezó a pajearme un poco, sacó más semen y lo restregó por mi polla. Me dijo:
-Si siendo tu primera vez te has corrido, es que esto te gusta más de lo que yo me había imaginado.
-Si que me gusta, sí. Mucho. Ahora entra más suave, aunque con lo grande que es tengo el culo super abierto.
-Sí tu culo se ha abierto y acostumbrado al tamaño y a ser follado. Ahora es para que disfrutes.
Así siguió metiéndomela y sacándomela, con sus manos apoyadas en mis caderas, en mis nalgas, sujetándome para embestirme con más fuerza. De vez en cuando me separaba las nalgas y miraba como entraba su polla en mi culo. Con ese ritmo constante sus huevos golpeaban los míos en cada embestida. Eso hacía que mi erección no bajara, además de por el placer que me estaba dando al follarme por el culo.
Estuvo un buen rato penetrándome, este hombre aguantaba muchísimo. Al final empezó con un ritmo más fuerte, con golpeteos, cada vez se agarraba con más fuerza a mis caderas y de pronto noté una embestida fuerte y descargó dentro de mi culo un líquido caliente. Durante varias embestidas iba descargando todo su semen dentro de mí. Todas las sensaciones que tenía eran tan nuevas, tan agradables, notar como se corría dentro de mí, dentro de mi culo, aquella enorme polla, fue sensacional fue puro placer.
Descargó del todo, empezó a perder la erección, la sacó y se tumbó boca arriba, a mi lado, jadeando y con una cara de felicidad absoluta. Yo estiré las piernas y también me tumbé, boca abajo. Le miraba su sonrisa no desaparecía de su cara. Había disfrutado y mucho. Yo también y no me lo podía creer.
Me llevé una mano a mi culo, me paseé los dedos por el ano, estaba abierto, bien abierto, húmedo, mojado, metí un dedo y entro suave, muy suave, lo saque y lo llevé a la boca, me tragué aquel líquido, mezcla de semen y flujos de mi culo, estaba bueno, él me miraba incrédulo de ver lo que hacía, y me dijo:
-Si que te ha gustado, si que has disfrutado, mira que te gusta el sexo, no se como has aguantado sin probarlo antes.
-No lo sé, la vereda, pero me alegro de haber aguantado y que hayas sido tú, con tu enorme y preciosa polla el primero que me ha follado por el culo.
Mientras, miraba su polla, estaba aún medio dura, le salían unas gotas de semen en le glande, me bajé hasta llegar a ella y empecé a chuparla. Tenía un sabor nuevo de polla con semen y con esencias de mi culo, me gustó ese sabor, lo miraba y él me miraba a mí, sonriendo, me tragaba todo el semen que aún le quedaba, se le puso un poco dura. Que gusto tener esa polla en mi boca después de haberme follado por el culo. Se la dejé bien limpia.
Me acosté boca arriba a su lado, él estiró su mano hacia mi polla y me dijo:
-Ahora le toca a esta disfrutar y soltar lo que le queda dentro.
-Ahhh vale sí.
Empezó a acariciarme. Me pasaba su mano por la polla, por los huevos. La cogió con la mano y empezó a pajearme, iba moviendo su mano arriba y abajo, arrastrando la piel y tapando y destapando mi glande. Pajas yo me había hecho muchas y era la primera vez que alguien me hacía una. Y que bien me la hacía. Su mano cubría casi toda mi polla, me la tapaba casi por completo. Que diferencia de pollas teníamos. Subía y bajaba cada vez con más ritmo, con esa mano apretándomela me corrí. Él seguía pajeándome mientras me salía todo el semen, me cayó sobre la barriga y en su mano. Lo refregó por mi polla, jugó un rato con el y me puso un poco en la boca, me lo tragué. Yo ya había probado mi semen antes, estaba algo amargo, el suyo era más dulce y sus corridas eran tremendas, más intensas, con mucha cantidad, yo sacaba poco. Aquella diferencia seguramente sería por el tamaño, pensaba yo.
No quedamos hablando. Me dijo:
-¡Te ha gustado eh!
-Muchísimo y eso que me duele porque con el pollón que tienes me has dejado el culo bien abierto.
-No te preocupes se te irá cerrando y ya te digo que con 4 o 5 veces más ya no te dolerá.
-Pues entonces será maravilloso porque si hoy con dolor me ha gustado, cuando no me duela tiene que ser espectacular.
-Ya verás, con el culito que tienes, tan bonito, pequeño, redondito, con un ano estrecho. Hay que abrirlo un poco. Me encanta que sea así, pequeño por que al meterla aprieta más la polla y eso da más placer. Me encanta follarte el culito.
-Pues me alegro y con lo que más disfruto es sabiendo que te doy tanto placer, con la boca, con el culo. Además yo me excito muchísimo al hacértelo y saber que disfrutas conmigo.
-Que alegría me das. Ahora ya no eres virgen y me alegra mucho haber sido el primero que te ha follado la boca y el culo. Ya has tenido relaciones sexuales. Es difícil encontrar a un joven, virgen y dispuesto a que le metan la polla por el culo como tú.
-Es que me he enamorado de tu polla. Me ha dado tanto placer que no puedo estar sin ella. Necesito chuparla y notarla dentro de mi culo.
Así nos quedamos y acabamos durmiendo.
Por la mañana al despertarnos no pud4e más que agacharme hasta su polla, empecé a pajearla y tuvo una erección, Ádor me miraba, me la acerqué a la boca, olía muy bien, a sexo, un olor de haber tenido semen sobre su glande toda la noche y como si se hubiese oxidado, era un olor a polla muy excitante, me la metí en la boca y tenía un sabor muy parecido a aquel aroma, que gusto. Le hice una mamada para acabar de despertarlo y para poder desayunar aquella leche caliente que al rato descargó en mi boca.
Desde entonces mantenemos relaciones sexuales de forma esporádica pero continua. Me encanta que él disfrute y yo poder disfrutar con esa preciosa y enorme polla dentro de mi boca y dentro de mi culo.