Mezclando fluidos

Compartiendo casa de vacaciones.

Por fin habia llegado el dia de mis medias vacaciones!! Me tocaba trabajar pero solo media jornada de tarde hasta el cierre, afortunadamente por ser lunes no tardaría mucho. Con esto de la pandemia se nos ocurrió a alquilar una casa rural una semana. Que estuviera cerca para ir y venir a trabajar. Así aunque no podíamos ir de vacaciones, disfrutábamos igual del verano con piscina para nosotros solos.

Cuándo llegué encima del mostrador tenía un paquete que habían traído de correos. Había mucha fruta fresca suelta por la cajita, y en medio había un regalito especial, era un dilatador anal no muy grande, metalizado y la parte que queda fuera del culito tenia una piedra color turquesa rodeada de brillantitos preciosa.

Había también un sujetador de media copa que deja la mitad de la teta fuera dejando el pezón sin tela. Y unas braguitas a juego con una apertura en medio. Hice el cierre mas rápido de toda la historia con las prisas y la emoción de todo lo pervertido que me esperaba.

Me recogían ellos del trabajo en su coche y después de todos los saludos nos fuimos camino a nuestra casita de alquiler para pasar el fin de semana en remojo con la piscina, bebiendo, comiendo y follando.

Ya en el coche ella iba atrás me dio dos besos y el último un morreo, según ella para destensarme del trabajo, funcionó claro. Pero ahora mi tensión era por otra cosa.

Habíamos hablado sobre ese fin de y dejemos en acuerdo que íbamos a tratarnos como una pareja de 3 durante la estancia, siempre y cuando no hubiera mas gente.

Mi primera reacción fue de sorpresa y quedarme parada pero al momento me recompuse y empezamos a bromear de lo que íbamos a follar hasta quedar escocidos y hablar de cosas nuestras y sin importancia.

De vez en cuando, como pareja nos dábamos besitos, nos tomábamos de la cara y nos sobábamos bien por las tetas, incitando

Él, delante conduciendo lo miraba todo y se sacó la polla.

Las dos riendo como locas y con nervios le dijimos que estuviera pendiente a la carretera. Un poco mosca por no poder participar dijo que se la iba a dejar así de todas formas. Que le apretaba el pantalón decía.

20 minutos más tarde, ya al día de todo, e instalando lo poco que había nuestro en la casa.

Nos pusimos cómodo con nuestros bañadores para la piscina, la bebida y unos porritos.

Al rato de estar sin hablar, escuchando el silencio de la noche, cada uno a su bola por un momento despejando las mentes.

Pasada una hora estábamos, sentados en la escalerilla con él en medio, con un puntazo muy divertido, riendo hasta de las sombras y entrando en calor con los chupitos.

Nos besamos entre los tres, jugábamos a rozarnos como una pareja sola, metiéndose mano todos.

Yo ya tenía ganas de ir calentando el ambiente y le saqué la polla enorme. La dejé así, tiesa apuntando a nosotras que jugábamos con nuestras lenguas encima del capullo, rozando levemente y él soltando juguitos ricos que recogía y pajeaba de arriba abajo. Se echó hacía atrás apoyado en los codos, y cada una de nosotras sentada a horcajadas en cada pierna. La altura de la escalera lo dejaba de pelvis para arriba del agua, cosa que permitía que jugásemos con todo en la superficie.

Él se dejaba querer por ese momento, viendo dos coñitos abiertos encima suya y cuatro tetas grandes delante de su boca para morder. Nos cogía de la cabeza y nos obligaba a besarnos mientras pellizcaba nuestros pezones. Estábamos muy excitados y desesperados por follar ya, y nos fuimos a la casa.

Habíamos puesto dos colchones en el suelo para dormir juntos. Yo cogí mi nuevo juguetito y se lo enseñé a ella.

Me hizo ponerme de rodillas encima de sus piernas, lo hice con ganas, rozando nuestra piel suave pero fria del agua. Gozamos como perras, nuestros gemidos eran tragados por nuestros beso lleno de saliva y lujuria. Resumiendo estábamos muy cerdas.

Estábamos mas pendientes de ver las caras de placer de la otra que de él. Me obligó a agacharme otra vez agarrada del pelo. Así a cuatro patas encima de ella, con las piernas abiertas y el culo en pompa el se acercó y se comía mi coño desde atrás, cogiendo fluidos con los dedos y llevándose al agujerito pequeño. Metía solo el principio del dedo y lo giraba dentro, dilatando el momento, tenía un dedo haciendo presión en la pipa, apretando tanto que dolía, metió el dedo de golpe en el ano, haciendo gritar de dolor, pero que a ella le dio más morbo aún y me azotó en las nalgas, abriendo las para él, le apretó la cara con mi ojete y me lo follaba con la lengua olvidando mi dolor, moviendo mi cintura buscando más. Lo sacó arrasando con mi placer de golpe. Lo cambió por el dilatador con la piedra y mi culo se veía abierto y resaltado por el color azul turquesa de la piedra. Ella miraba desde abajo toda la escena pellizcando su pipa fuerte y soltando chorritos. Se corría sin parar suspirando suave sin llamar la atención.

A mi me había cortado todo el puntazo, tenía el coño dolorido, muy hinchado de tanto que estaba aguantando,

Él me apartó de un tirón girando mis piernas, subió mi culo encima de sus muslos y me dejó así abierta de par en par. Paró y me observa, estamos recuperando fuerza y aire.

Puso la mano abierta encima de mi, quedando el dedo gordo dentro, y los demás dedos apoyados en mi coñito abierto, ummm mojaba sin parar, agitaba la cintura de delante atrás, ahhh... quería más. Con la mano libre abrió los labios exteriores dejando la bolita fuera. Tiraba de él, lo pellizcaba y a mi me ponía como una perra. Estaba ansiosa, queria que me follaran ya. Pero a él, le gusta retardar la cosa, le gusta dejarnos agotadas, bien folladas y sucias con restos de su semen. La cogió a ella y tiró del brazo con cariño y la besaba con ganas, la acariciaba con en brazo libre mientras ha parado de darme placer a mi. Lo cierto es que me gustaba ver su confianza.

Ella. Ella sentó su coñito gordito y rico a pocos centímetros de mi boca. Y yo estaba deseando agarrar la. Metí las manos por debajo haciendo presión con la boca hasta no poder respirar y saqué la lengua dura y lento por toda la rajita hasta llegar a la fuente de fluidos, de la que bebí sorbiendo, metía dos dedos y sacaba sacando más. Era la segunda vez que me comía un coño y me estaba encantando.

Escuchaba cómo ella soltaba gemidos y guarradas por la boca que hacia que tuviese el chocho con un charquito del que él mojaba dedos y chupaba. Él no paraba de meter y sacar los dedos, me pidió que cuando me fuese a correr lo dejara ir.

Quería que eyaculara directamente.

Estaba apunto de correrse ella y correrme yo, notaba chorritos pequeños caer culo abajo. De pronto sin esperarlo se agachó, y puso la boca en plan satisfayer sorbiendo todo mi corrida calentita y bebiendo de mi. Yo lamiendo la pipa de ella la mordi haciéndola soltar fluidos dulces y salados que yo tragaba con gusto. Él seguía sin correrse y dijo que prefería alargarlo y esperarse a la noche y dejarnos descansar.