Mexico Lindo y Querido 4 (Amante de Pátzcuaro)
Relato real de cómo uno puede disfrutar de la comida típica de cualquier lugar y hacer feliz la mujer que llevas dentro...
A cababa de llegar a Pátzcuaro, estado de Michoacán… 2 pm…
El hotel era adorable y había viajado antes del resto del grupo para iniciar el montaje del show, el cual sería en la sala de fiestas del hotel y para el cual había hecho un diseño bien lindo… pero hoy tenía la tarde toda para mi, y mi deseo mayor era comerme unos tacos de carnitas, plato bandera de este estado… y que a mi me encanta.
Me di una ducha y pensé, ¿por que no darme un regalo de divinura?, así que luego del baño me puse un buen toque de crema hidratante y me puse una tanga a media nalga de color negro con encajitos que me levantaba mi colita y me la hacía más hermosa, pero su verdadero fin era el poder darle atención a algún buen hombre michoacano que se fijara en mi dulce regalo de los dioses y quien quita y me pasaba la tarde dándome tacos de carnitas pero por todos lados…tenía hambre, estaba sola, ¿por que no?
Sobre mi tanga habría de ponerme algo que no descubriera a mi loca interior de buenas a primeras, sin mi control, debía ser algo que yo pudiera exhibir a mi gusto y en el momento que yo lo decidiera… jaja para eso tenía el suplemento perfecto, unos vaqueros de corte muy bajo a las caderas que de piernas ajustadas me levantaban la cola haciéndola blanco de cualquier deseo por parte de algún macho cabrío y en años como me encantan y si yo así lo quería, dejaba ver mi bellísima tanga de encajes.
Sobre eso un suéter blanco muy grande y que si tenía la suerte de que algún candidato quisiera, se me vería cual vestido corto, estaba ya que me faltaba el aire solo allí disfrutando de mi puesta en escena…ahora a comer y a cazar!
Ya listo bajé al lobby y salí del hotel andando, tranquilamente hacia la zona de comidas un par de calles más al norte de mi hotel, esta ciudad es hermosa y su clima la hacia ideal para una buena caminata en busca del taco/macho perfecto.
Me tope con un restaurante muy pijo y luego con un par más que no me dieron buen feeling, luego de caminar un poco más vi el ideal, primero, porque a pesar de la hora había gente comiendo, eso es siempre buena señal y segundo por la disposición de sus fogones y ollas llenas de carnitas a un costado, este era el bueno, auténtico, donde hacían las carnitas en esos grandes cazos de bronce típicos de la zona… el aroma era suficiente para corroborar mi buen ojo de conocedor a la hora de haberlo escogido.
Me senté en una mesa a un costado donde servían y allí esperé a ser atendido, había un muchachito muy joven atendiendo y otro hombre como de unos 60 años detrás de los cazos sirviendo platillos, el joven vino después de atender a un hombre a un par de mesas de donde estaba yo, este era un hombre de esos con pinta de camionero con un gran bigote, una gran panza y de manos enormes, me gusto y mucho, mucho más que el otro que estaba sirviendo, pero en fin no solo se auguraba una gran comida sino una posible aventura, así que decidí dar mi show en dos flancos, ya veríamos cual pez picaría…
Vi la carta e hice mi pedido, luego me cambié de silla de manera de quedar lateralmente a ambos hombres, me senté empinando mi cola y haciendo ademanes que denotaba mi figura sin exagerar… el chico vino con mi bebida y le pregunté donde estaban los servicios, señalando, como siempre; al final a la derecha después de un pasillo…
Ajuste mis vaqueros para que al levantarme se viera un poco mi tanga, y en el momento en que me pareció que ambos podrían verme me fui levantando con suavidad dejándoles ver mi cola hermosa y mi tanga asomarse… eso me hizo excitar a tope… gemí para mis adentros mientras iba al baño… sentí miradas, realmente no se de cual de los hombres pero las sentí…
En el baño me lavé mis manos y me di una mirada en el espejo haciendo tiempo a ver si alguien venía, pero no, viéndome en el espejo me ajuste mis pantalones de nuevo y regresé a mi mesa… esta vez, el hombre que estaba sentando me hizo un gesto como de saludo y yo se lo devolví con una sonrisa, aprovechando su atención en vez de sentarme me fui a ver los cazos y sus contenidos, las carnitas se veían de lujo, además también tenían, a modo de decoración varias otras cosas típicas. El cocinero me saludó y me dijo; “ya verá güero que no se ha comido unas carnitas mejores” le sonreí y me agaché dándole la espalda al que comía viendo los postres y otros dulces que tenían presentados en el lugar.
Sabía que me veía, así que mis movimientos eran lentos y dulces, volviéndome a levantar me sostuve el suéter de un lado dejándole ver mejor mis “carnitas” a este hombre y por supuesto ya era un hecho que sabía que debajo solo tenía puesta mi tanga negra… esos encajes se dejaron ver muy bien cuando me agaché…
Me volteé regresando a la mesa mientras lo vi como me veía mientras se relamía los dedos luego de haber disfrutado de un bocado, el se chupaba los dedos mientras me veía regresar a mi mesa… había picado… su mirada estaba un tanto desorbitada, volvió a hacer un gesto de tipo saludo y yo volví a sonreírle. El momento había durado un par de minutos pero todo fue como a cámara lenta para ambos, lo se…
Apenas me senté el chico me trajo mi comida y me dispuse a disfrutarla, había dado en el clavo, estaban magníficos mis tacos… los disfruté lentamente mientras de vez en cuando me reacomodaba en mi silla dejando ver algo más de mi a mi a mi amigo del bigote…
Cuando estaba a punto de terminar el chico vino a ofrecerme café o algún postre y le dije que si al café y así mismo le pedí una recomendación para el postre, el me ofreció unos Ates con Queso y acepté…
Esta vez el camionero hizo su primer movimiento; “están buenísimo joven, ya verá que le van a gustar”… me dijo con una voz ronca y muy de macho, además de una sonrisa divina.
Yo : gracias, es que siempre que voy a un sitio nuevo me gusta disfrutar de sus cosas típicas y nunca he comido los Ates con queso…
Camionero : pues ya verá que ricos están…
Ya hecho el primer contacto comenzó a platicar más…
Camionero : y que, ¿solo de paso por Pátzcuaro?
Yo : no, estaré un par de días, vengo por lo del show en el hotel…
Camionero : que padre, ¿así que usted es de la farándula?
Yo: No, se podría decir, trabajo para espectáculos pero no, soy un simple diseñador de eventos…
Al decir “diseñador de eventos” deje salir una que otra pluma a la que agregué una sonrisa pícara.
Camionero : yo ya compré mis entradas, iré a verlo… me gusta mucho esa artista.
Yo : que bueno, por allá nos veremos entonces…
Llegó mi postre y comencé a comerlo, pero de repente el camionero se levantó y se acercó a mi mesa, reclinándose sobre mí plato me dijo…
Camionero : así no se comen los Ates, dejé le explico, ¿me permite?
Diciéndole que si con mi cabeza y mientras aprovechaba para disfrutar del resto de él ya levantado y allí cerquita a mi lado, era enorme. Cogió mi tenedor y tomando un poco de ate y luego un poco de queso y sosteniendo el tenedor para que lo tomará yo me dijo; “deben comerse juntos el queso y el ate”
Yo no tomé el tenedor, yo abrí mi boca y dejé que el me diera el bocado… más directa imposible.
Yo : huy que rico, así si me encanta, gracias…
Mientras le daba las gracias le tomé el tenedor y su mano,… ya yo estaba que me le tiraba encima.
Le invité a que se sentara en mi mesa diciéndole; “ ¿bueno y que más me va a enseñar de Pátzcuaro o de sus costumbres?”
Camionero : pues fíjate que yo de Pátzcuaro no soy, soy de Irapuato, voy en camino hacia mi casa, ya terminé mis entregas de hoy. Siempre que pasó por acá entró a comer. Pero igualmente le conozco varias cosas que le podría recomendar, como el lago… que es una hermosura…
Volvió el chico con mi café y preguntó si quería algo más; pero el camionero se adelantó a mi respuesta y le dijo al chico; “tráete dos copitas de charanda…”
Camionero : ya vas a ver que bien te sienta esto después de comer…
Simplemente sonreí y suspiré para mis adentros disfrutando de sus cortejos, era obvio ya para mi que este señor quería algo más… Llegó el chico con las copitas y las bebimos.
Yo : huy… esto está fuerte pero me fascina… que rico…
Mientras me reía y le decía esto puse mi mano en su muslo y le apreté un poco, sus piernas, eran fuertes… preámbulo del resto de este macho…
Camionero : a ver chavo, tráete dos más!
Yo : ¿pero y usted como que me quiere emborrachar?
Camionero : sólo es una más para alegrarnos más aun, además si no le molesta te puedo acercar a tu hotel, es más tengo tiempo y si quieres te puedo llevar a un mirador donde se puede ver el atardecer y las vistas del lago son únicas… ¿Quieres?
Yo : me encantaría…sonreí…
Me tomé la otra copita de un sorbo y pedí la cuenta, pagué y le pedí a mi macho que me disculpara un momento que iba al baño antes de irnos… volviéndole a acariciar su muslo… creo que la Charanda me estaba desatando de más…
Llegue al baño y pude soltar el gemido que tenía dentro desde hace rato… me bajé el pantalón frente al urinario y mientras descargaba mis vejiga, pensé que quizá podría entrar mi macho en cualquier momento, así que me bajé un poco más mis pantalones dejando mi cola en mostrador y lista para recibir cariño… apenas hice esto sentí que la puerta se abría, casi me desmayé de la excitación, luego escuche unos pasos, luego casi derritiéndome sentí unas manos que tomaban mi nalga desde abajo con dulzura y deseo y escuché una voz que me decía… “lástima que estoy trabajando y ya al parecer estas ocupada mi putica, mira que ricas nachas tienes… ya me gustaría ver si otro día las convidas”
Volteé de inmediato al descubrir que era otra voz, otras manos… era el cocinero que me veía con cara de enfermo y dejando su mano adentrarse más entre mis nalgas… sonreí
Eso me derritió, pero ya tenía a mi otro macho fuera esperando, y una vez calmado mi sorpresa y excitación, medio me volteé y acariciándole su polla tiesa debajo del delantal y su ropa le dije; “tranquilo, vendré mañana…”
Me acomodé mi tanga, me subí mi pantalón, le volví a agarrar de su polla y me despedí con un besito en su mejilla…
Cocinero : mira que divina estas, dichosos los afortunados mi Diosa, acá te espero, toda esta verga es tuya…
Salí del baño dejando a mi cocinero caliente con sus manos en su polla y solo…
Al verme regresar el camionero se levantó y me pidió que le siguiera afuera…
Detrás del restaurante estaba estacionado su camión, un gran remolque de esos que jalan grandes containers, pero sin ninguna carga en el momento…
Abrió mi puerta y me pidió que subiera, el me tomó por las caderas para ayudarme y casi me corro…
Condujo por unos minutos colina arriba y luego se introdujo en una carretera pequeña bien llena de árboles por ambos lados de la carretera, unos minutos después volvió a girar entrando ahora en un pequeño camino de tierra… luego de unos pocos minutos, se abrió una vista absolutamente hermosa del lago de Pátzcuaro y ya casi era el atardecer…
Nos bajamos y me quedé viendo este hermoso paisaje, era tan bello y sublime que por unos segundos me olvidé donde y con quien estaba, pero de repente sentí que unos enormes brazos me tomaban por detrás…
Camionero : disculpa mi abuso, te ruego me permitas esto, me traes loquito…
Su abrazo fue fuerte y completo haciéndome sentir su hombría entre mis nalgas de una manera muy sensual.
En silencio le di a entender que podía hacer lo que quisiera, ajuste mi cola a su ariete duro bajo su pantalón y con mi mano le tomé la suya y la llevé hasta mi boca donde me metí su pulgar entre mis labios y se lo chupé con deseo…el movió sus caderas afincándome más aun su hombría entre mis nalgas…
Sin soltarme nos hizo retroceder varios pasos sin dejar de ver el atardecer hasta apoyarse en el frente de su camión que tenía un gran parachoques y que le servía de asiento… una vez allí metió su otro brazo dentro de mi suéter acariciándome hasta llegar a mis pezones desnudos… mientras me comenzaba a besar el cuello de forma bien cachonda… yo le buscaba su hombría con mi cola, ya quería sentirla más…
Poco a poco volteé y una vez frente a frente me desabroché mi pantalón y me lo baje hasta media nalga, el inmediatamente me cogió el culo con su mano enorme mientras yo le desabroché su pantalón dejándolo caer y viendo debajo de sus bóxer como una gran carpa escondía su buen pedazo de carne que ya me quería comer..
Se me quedó viendo a los ojos y de un golpe me besó comiéndose mi boca y yo dejando entrar a su lengua mientras ya con sus manos me había bajado los pantalones hasta los muslos y descubría toda mi cola a placer…
Ese beso duró un buen rato, hasta que de una forma pícara le dejé de besar y me volví dándole la espalda y dejando que mis nalgas, tan solo con la tanga, le dieran un beso a su polla tan solo bajo esos finos bóxer de algodón, suspiré mientras las telas me penetraban poco a poco y sus brazos me abrigaban…
Yo : quedémonos así un ratito, no querrás que me pierda el atardecer ¿verdad?
El no dijo nada, solo sentí que se bajaba su bóxer dejando que su polla me llenará con sus líquidos mis nalgas que ya estaban locas por sentir más…
Así sin dejar de ver ese hermoso atardecer fui bajando poco a poco mi tanga hasta quedar expuesta a su carne completamente, el sin dejar de acariciarme el pecho debajo del suéter con su otra mano comenzó a acariciar mi pollita feliz…
Moví mis nalgas de lado a lado con suavidad dejando que en cada milímetro de movimiento su polla fuera adentrándose entre mis hermosas nalgas hasta que sentí que su glande, duro y caliente ya había llegado a la puerta del placer, mi anocoño estaba encantado con el visitante…
Sentí su presión y su calor… pero yo quería que esto durará más… así que me separe y con un movimiento rápido me agaché dándome vuelta y comencé a chuparle ese hermoso ejemplar de pene… con mucho deseo al principio metiéndome hasta donde me podía tragar y luego suavemente cual dulce en paleta, le besé su cabeza divina y lubricada con sabor a miel hasta saciar mi deseo y también hasta que comencé a sentir que este machote estaba a puntito….
Me detuve y levanté para volver a besarle, esta vez fue el que de forma inesperada y con firmeza tomándome por los brazos me puso de frente al camión y agachándose comenzó a besarme la cola mientras balbuceaba lo divinas que le parecían mis nalgas, sacando su lengua me comenzó a lamer por todas partes y usando sus manos separo mis carnes para adentrarse en mi anocoño lo más profundamente que se podía… ahhhhh gemí y juro que se debe haber escuchado a más de un kilometro… abrí mis piernas lo que mis pantalones me permitían y empine mi cola dándole todo lo más profundo de mi valle del placer…. Huy!!! esa lengua estaba dándome un hijo y así me lubricaba a fondo y por todas partes mi piel…
Yo: asiiiiii, dame así…. Métemela más cabrón…. Ahhhhhh
Camionero : lo que te voy a meter es otra cosa perrita…. Ven acá que te voy a hacer más mujer de lo que ya eres…
Se levantó y apuntando su pene erecto, vibrante, lubricado, gordo y caliente a mi entrada a la felicidad, yo empine mi cola dándole el culo a placer cuando sentí como comenzaba a penetrarme suavemente, poco a poco pero firmemente, mientras yo no podía respirar de lo excitada que estaba, una vez faltando un par de centímetros grité desde el fondo de mi placer y moví mis caderas hacia el haciéndole penetrarme hasta donde ya no se podía mas… sentí sus bolas pegarse a mis nalgas…. Arqueé mi espalda en un signo vivo de la lujuria y el placer en el que estaba envuelto mi cuerpo… mientras el taladrándome de abajo hacia arriba haciéndome dar saltitos con cada embestida…
Así me tuvo cual muñeca entregada recibiéndole bien dentro de mi y respirando como loca del placer hasta que comenzó a gruñir y temblar como un monstruo, dándome aún más duro haciéndome inclusive sentir un poco de dolor, cosa que me hizo excitar aún mucho más, duro y duro me penetraba cuando sentí como toda su leche me llenaba por dentro y el temblando me seguía dando carne… fue una explosión absoluta, le dije quédate allí bien adentro y con solo una pequeña caricia a mi pollita estalle en un orgasmo divino mientras apretaba mis nalgas haciéndole gritar de placer; “que rico mamita!!!”
Allí estuvimos unos minutos mientras el me acariciaba mi pecho con toda su carne dentro de mi… me besaba el cuello y yo colgaba de su enormidad mientras comencé a sentir que regresaba a la vida su carne poniéndose cada vez más dura dentro de mi otra vez…
El me soltó y salió de mi diciéndome, ven vamos a la cabina…
Casi me cargó a peso y me ayudó a subir, pero no podía con los pantalones a medio muslo, dándose cuenta de ese impedimento me permitió quitármelos, me los saqué y subí un escalón y cuando estaba a punto de subir el otro y entrar en la cabina sentí como su cara se metía entre mis nalgas haciéndome gemir como una loba en celo…. Ahhhhh, su lengua se adentró en mi anocoño lleno de su propio néctar y comenzó a comerse todo ese néctar dejándome el culo limpio y listo para recibir más, seguí trepando en su camión sin que el dejara de magrear mi trasero a placer, fue como escalar la cima de la lujuria…
Ya una vez arriba me liberé y fui directamente a una especie de cabina que tenía detrás de los asientos y donde había una camita, viéndole de frente el se tumbó sobre mí besándome y compartiendo sus restos en su bigote conmigo en un beso ardiente mientras yo levantaba las piernas dejándole el camino abierto para que me volviera a meter toda su dureza dentro de mi.
Así fue como sentí esta vez con violencia como me penetraba por completo y de una vez haciendo que nuestras carnes cantarán en sonidos de percusión ancestral….
Otra vez me penetraba cual martillo mecánico dándome durísimo y sin dejar de pasarme su lengua por la cara y con sus brazos haciendo palanca en mis muslos para que mi culo se empinara más aun recibiéndole a placer… “huuuuuy asiiiii ahhhh que ricoooo coñooooo” gritaba yo… cuando de repente acercándose a mi oído me dijo; “quieres que te lo deje adentro para vez? “siiiii lléname de tu leche mi amorrrrr, dámela toda dámela duro asiiiii, ahhhhh….
Siguió embistiéndome cada vez más rápido, más profundo y más duro hasta que comenzó a hacer esos gruñidos de monstruo que avisaban de su explosión, solo que esta vez su panza subía y bajaba acariciando mi pollita haciéndome acabar al segundo que sentí como comenzaba a derramar toda su leche en lo más profundo de mi ser…. “Ahhhhh coñoooo, que delicia!!!!” Grité…. Mientras ambos nos vaciábamos…
Allí estuvimos así besándonos como novios durante un buen rato, el se salió de mi y rápidamente se arrodilló para volver a tomarse su propio néctar, solo que esta vez siguió luego de limpiar mi colita a fondo con su lengua por mis muslos y dejándome reposar se subió sobre mí un poco para limpiar mi propia leche de mi pecho hasta volverme a besar y compartir ese cóctel de placer en mi boca, definitivamente yo le encantaba y el a mi… fue un amante divino…
Esa noche en esa cabina me volvió a hacer su mujer, cosa que me fascina cuando un hombre es capaz de eso…
Luego, ya agotados me llevó a mi hotel y jamás le volví a ver… ni siquiera el día del show, que recuerdo le busqué por todas partes…
Y si se preguntan si volví a comer carnitas en ese restaurante, eso se los contaré otro día.. pero claro que fui… fui el día del show al terminar cuando ya casi era la media noche y estaban a punto de cerrar… pronto se los contaré…
Besos divinos a todos…
Musa