Metí a un desconocido en mi casa...

Un chico de 26 años se decide a meter a un maduro completamente desconocido en su casa para que haga con él lo que le venga en gana...

Hola a todos, me gustaria antes de nada aclarar que este relato que voy a narrar es completamente real y que sucedió esta misma semana, fue una de las cosas más morbosas que he hecho nunca y espero que os guste tanto leerlo como a mí escribirlo.

Comienzo, antes de nada describirme, soy un chico de un pueblo de Cádiz, tengo 26 años y soy alto (1,85), delgado, con los ojos azules y el pelo castaño corto, tengo una perillita cortita y el cuerpo con poco vello (me depilo el pecho, torso, culo y zona pública). Tengo 18 cm de polla, y un culito que suele gustar bastante a aquellos con los que he estado. Soy pasivo.

Pues bien, resulta que el pasado fín de semana mi casa se quedó completamente sola; vivo con mis padres pero estos se fueron de viaje a visitar a unos familiares y yo decidí quedarme aquí. Tenía ganas de morbosear y estaba muy caliente, así que entré en un chat y empecé a firtear,calentar y conversar con hombres maduros (de 40 en adelante...). En una de estas conversaciones conocí a un hombre que era de mi misma localidad, se llamaba Juan, tenía 49 años, era un hombre casado con hijos, el cual se puso muy cachondo al ver mi cuerpo en fotos que yo mismo le mandé, me decía cosas que me haría, me decía guarradas que me ponían muy cachondo. En pleno calentón se me ocurrió una locura, y se la dije... le dije que si quería qudar, me dijo que sí. Le dije que quería proponerle una “idea loca”, quedar en mi casa y que yo le recibiría en pelotas y dispuesto a dejarme hacer de todo. Él parecía desconfiar, no creía que fuese a hacerlo de verdad... le convencí de que viniese, le dí mi nº de móvil y mi correo electrónico. Me costó muchísimo darle mi dirección, estaba nervioso porque ni siquiera le había visto en fotos, no le conocía de nada... podía ser cualquiera. Finalmente mientras sentía mis palpitaciones en las yemas de mis dedos teclee e introduje la dirección de mi casa. Él me dijo que estaría aquí sobre en media hora, acordamos que justo antes de llamar a mi puerta(Vivo en una unifamiliar así que tengo una puerta en el jardín y otra de mi casa que dejé abierta) me daría un toque al móvil y después entraría en mi casa y seguiría un rastro de ropa hasta mi habitación donde yo le esperaría desnudo y dispuesto.

Se desconectó y miré el reloj, faltaban 30 minutos para que viniese, ya no había vuelta atrás. Fui corriendo a extender un enorme sofá cama que tengo en mi habitación, deje justo en una mesilla de noche un bote de lubricante y preservativos (para que fuese de las primeras cosas que él viera al entrar en mi habitación); bajé las persianas y encendi las luces. Luego me desnudé y me dí una ducha tibia, me peiné y tal y como le dije dejé un rastro de ropa hasta mi habitación, deje mis boxer colgando del pomo de la puerta. Una vez todo estaba listo esperé impaciente a que él llamase a la puerta... la espera se me hizo eterna, me sentía asustado y a la vez estaba lleno de morbosidad. Me sentía como una prostituta esperando a que apareciera su cliente, por mi mente pasaban todo tipo de ideas. Una parte de mí teníá miedo de meter a un desconocido en mi casa, podría ser cualquiera, ¿y si tenia oscuras ideas?,¿o malas intenciones?. Por otra parte, la idea de ser follado por un completo desconocido y maduro en mi propia casa me extasiaba.

De repente el móvil se estremeció encima de la mesa, con un zumbido mientras un número completamente desconocido para mi agenda aparecía en la pantalla iluminada, la corta llamada cesó. Se hizo un silencio breve que me dejó boqui-abierto y que fué interrumpido por el sonoro sonido del timbre de mi puerta... ¡había llegado la hora.!

Completamente desnudo bajé las escaleras hasta la puerta entreabierta que daba a mi jardín, las piernas me temblaban de nerviosismo, algo en mi cabeza decía que aún estaba a tiempo de echarme atras... me detuve junto al telefonillo y respiré con fuerza. Pulsé el botón, y al otro lado del jardín sonó un zumbido eléctrico en la cancela seguido del sonido del portón al abrirse.

Me giré rápidamente y sin mirar atrás subí corriendo las escaleras, busqué refugio en mi habitación, cerré la puerta y me ubiqué en el centro de la cama, a cuatro patitas con mi culito abierto orientado hacia a la puerta y mi cara contra la almohada. Estaba más nervioso de lo que he estado nunca, esperando a que ese hombre subiera las escaleras y entrase en mi habitación. Iba a entregarme a él fuese quien fuese...

Al otro lado de la puerta se oyó el sonido de la puerta de mi casa al cerrarse, unos pasos lentos subían las escaleras y se detenían delante de mi puerta. ¿ Estaba sumido en la incertidumbre, que iba a hacer ?¿ Por qué se había detenido ?. Entonces el sonido de un zapato al caer al suelo, seguido de su par, comenzó: se estaba desnudando antes de entrar a “conocerme”. Después de los zapatos el sonido de unos pantalones, y otra cosa mas. Una vez terminó de desnudarse al otro lado de la puerta, un nuevo silencio fue acompañado del sonido de una mano al manosear el pomo de la puerta, cerré los ojos... contuve la respiración.

La puerta se abrió, y al observar de reojo vi un hombre cincuentón, con una barba muy poblada, un pecho negro de pelo rizado y una barriga bajo la cual asomaba un largo pene. Me miraba con ojos de vicio. Cerró la puerta tras de sí al avanzar hacia mi como un depredador avanza hacia su presa.

Sin mediar palabra sus fuertes manos abrió mi culo en dos ; y su boca rodeada de una barba gris y afilada comenzaba a besar mi rosado ano, solté un gemido seguido de un  -mmm- . Sus manos empezaron a manosearme dedesperadamente mientras veia su espalda y parte de su rostro asomar entre mis nalgas. Un placer inmenso me reocorría mientras su lengua zigzagueaba dentro de mi, mientras volvía la cabeza para averiguar más sobre aquel hombre al que iba a entregarme.

Después de un rato de comerme el culo, me agarró con fuerza y me dió la vuelta(poniendome bocarriba); sin mediar palabra me besó  en la boca mientras sus manos me pellizcaban con demasiada fuerza los pezones, cosa que no me gustó y hizo que le apartase las manos. Ahora sus manos me agarraban la polla y un dedo se sumergió en mi culito. Entre besos me mordisqueaba los labios. Me cogió del pelo y me acercó la cara a su polla, ¡quería que se la chupase!. Empece a comersela de forma apasionada mientras le pajeaba, pero el me quito las manos e intento metermela entera. Su polla era grandecita, 19 cm y gordita con unos huevos peludos. Para mi asombro.. entró entera, y sentí que me atragantaba... me la sacó un poco para seguidamente volverla a meter, se llevó así un rato, yo estaba agobiado porque aparte habia vuelto a pellizcarme los pezones mientras me follaba la boca. De repente oí como su respiración se aceleraba y comenzo a suspirar con voz ronca mientras me llenaba la boca de lecha salada. Me la sacó y se desplomó en la cama mientras seguía metiéndome mano, yo le miraba con cara de asombro y una sonrisa de picaresca con la comisura de mis labios manchada de blanco. Le dí la espalda y pegue mi trasero a su babeada y pegajosa polla mientras sus manos me seguian pellizcando y un dedo suyo se metio en mi boca. Nos pasamos así unos minutos, mientras él me recordaba lo “zorra” que era yo, y el “culo más ríco” que tenía. A los minutos su polla volvío a emerger dura y erecta.Comenzó a morderme los hombros tan fuerte, que sentí un poco de miedo, tiro de mi de nuevo con fuerza mientras mi cara se arrastraba por la cama y cogió un condón de la mesilla... iba a coger yo el lubricante, pero no me dejó. Le miré con cara de susto y le susurré “por favor, despacio...”.

Yo estaba a 4 patos en el borde de la cama y el depié restregando la cabeza de su polla por mi culo, en cuando encontró mi culito me agarro por la cintura y intento meterla de golpe... grité y le pedí por favor que lo hiciese mas despacio, le empuje con mis manos hacia atras mientras yo mismo abria bien mi culito para que entrase. Él me agarro de las muñecas y me apartó las manos, y de nuevo embistió contra mis nalgas. Esta vez entro casi entera de golpé, suspiré y me deje caer, mientras él hacía caso omiso. Al principio me dolío, luego sentí un calambre que recorrió mi espelda y a medida q iba bombeando con mas fuerza el placer se abrio paso y empezó a gustarme. Tras unos minutos sus movimientos eran acompañados por los míos, cuanto se echaba hacia atras para meterla yo me apoyaba y me la metía yo mismo en el culito, una mano mía le acariciaba el culo, me giraba y le miraba con cara de vicio o le mostraba como gemía yo de gusto. Pasó un largo rato y él seguia con el mismo ritmo bestial, ya estaba tardando demasiado en correrse, yo empezaba a pensar q no iba a parar hasta partirme en dos, intente quitarmelo de encima, pero no me dejó quitarme. Se me tiró encima y comenzó a follarme con mas fuerza, mis gemidos eran en parte de placer en parte quejidos y súplicas pidiendo que parara. No se cuando llevamos así, pero despues de un sonoro y ronco gemido tiró de mi con fuerza y paró y senti como su polla temblaba dentro de mi culito al correrse. Me la sacó de golpe y tiró un condon al suelo, yo solte un “ayyyyyyy” al sentir como el aire entraba en mi abiertísimo culito y me deje de caer sobre la almohada. No recuerdo mucho sobre la follada solo que llego un punto q tenía mi cara hundida en la almohada y mis manos apretando con fuerza la colcha. De nuevo se tiro al lado mía, y comenzó a manosearme y a pellizcarme los pezones con fuerza, yo le decía de nuevo “no tan fuerte” , “no seas tan bruto” a lo que él hombre ignoraba mis peticiones.

Pensé que después de correrse dos veces se vestiría y se iría a su casa, pero me equivocaba. Tras un cuarto de hora de manoseos y pellizcos me percaté de que estaba volviendo a ponerse cachondo, yo veía como se hacía tarde y aquel hombre no se iba. Esta vez hicimos un 69, él encima y yo debajo, me comía la polla subcionando demasiado y me metía el dedo en mi dolorido culo sin ninguna lubricación. Yo por mi parte le comía la polla, pero él se dejaba de caer metendomela casi entera en la boca dejando solo los huevos fuera lo cual hacía que casi me atragantara. En una de esas veces le aparté la mano de mi culo, le dije que me dolía, que después de la follada de antes no podía más, pero él seguía... opté por meterme sus dedos en la boca para por lo menos que estuvieran algo lubricado. Apresuré la mamada pasandole mi lenguita por el glande, acariciándole y comiéndole los huevos y dejando que se moviera a sus anchas, pero de repente se levantó de golpe y agarró otro condón de la mesilla de noche, me miró y me dijo “quiero correrme en tu culo” mientras se ponía el preserpativo. Yo esta vez corrí despavorido hacia el tuvo de lubricante, mientras le decía con voz temblorosa... “dejame a mí encima porfa...”. Él se tiró en la cama bocarriba con su enorme polla apuntando al techo, yo me unté un poco de lubricante en el culo y me situé encima suya, tenía el culito dolorido... pero a pesar de ello el situo la polla en la entrada de mi culo y tiró con fuerza de mi hacia abajo. Yo me dejé caer, mientras su polla entró en mí con una facilidad increíble... comencé a cabalgarle con fuerza, el me freno apoyó sus pies en la cama y comenzó a embestía con tanta fuerza que creí que saldría disparado, yo me deje hacer, mientras me volví a pellizcar los pezones con fuerza ,mezclando el placer de mi culo con el dolor en mi pecho. Después de un rato, empecé yo a botar haciendo cierculos sobre él, el gimió y soltó toda su leche yo me dejé caer a su lado mientras de mi culo chorreaba lubricante. Unos minutos más tarde, el hombre dijo que era tarde, se vistió y se fue... yo bajé a abrirle la puerta. Me dijo que nos volveríamos a ver...