Metamorfosis FemDom 3/6

Historia de Dominacion Femenina o como se trasmuta un Hombre en esclavo-perro y juguete de su Ama

Metamorfosis FemDom

(continuación)

Por lamepies67@gmail.com

3. Traspasando el unbral

Han pasado dos semanas de sumisión literalmente bajo los pies de mi Ama wanda, en la primera jornada de iniciación pase a ser su esclavo en toda regla, y en la segunda jornada me transforme en su objeto, prestado y alquilado en la ciudad de las mujeres.  El problema del FemDom y de los “juegos” BDSM no es satisfacer el morbo y realizar las fantasías, la vida es larga y finalmente se alcanzan, el problema es cual es el umbral para detenerse.

El fin de semana, luego de aquellos sucesos con la señora G, que me obligaron a tragar el semen derramado por otro, y que aun me perturba; y de aquellos esporádicos eventos de alquiler y préstamo de mi sumisión a otras Amas, no puede sino calificarse de sorprendente.

Era sábado, y ya había realizado las labores de domestica en forma tan cruel y humillante, que el morbo que me generò convirtió la faena doméstica en un juego excitante del mejor BDSM. Planchar la ropa estando parado sobre chapas lacerantes, amordazado y con pinzas sujeta-ropa colocadas en diversas partes del cuerpo. Fregar el todo el piso en cuatro patas con un cepillo pequeño mientras de cuando en vez recibes los azotes de tu Ama y la continua violación de un vibrador.  Lavar la ropa de tu Señora de rodillas en el patio, vestido como esclavo, amordazado y casi a la vista de cualquier vecino curioso.

Finalmente lamer y relamer el sexo y los pies de mi Ama de  Wanda, aun sin bañarse, mientras habla distraídamente por teléfono

-“claro mi amor, nos vemos como a las 9:00 en el Bar …y asistirán… un besote buenote”

Escuchar esa conversación hubiera ocasionado una escena en cualquier pareja, incluso en mi genero un ataque de celos e inconcientemente pare un instante de lamer los pies de Wanda.

Entonces mi Ama, apartando ligeramente el auricular, tomo su látigo y lo blandió fuertemente sobre mi cuerpo acurrucado a sus pies, y exclamó:

-“vamos perra, sigue lamiendo mis pies”

Y continúo hablando por teléfono:

-“No, no pasa nada mi amor, mi esclavita parece que me cela de ti, ja ja ja, y tuve que azotarla para que siguiera lamiéndome los pies…”

Me sonroje aun mas, pero la forma evidente de dominación era tan humillante que redoble con esmero la labor de mi lengua febril sobre el empeine y los talones de mi Ama.

Cuando culminó de hablar por teléfono me indicó:

.”Saldré esta noche con unos amigos y me esperaras en tu mazmorra como buen perro que eres”

No escuche mal, dijo amigos con O, no amigas con A; ello me hizo palidecer mas y confieso que casi no pude dormir mientras la esperaba.

No, la causa de mi insomnio no fueron las pinzas en mis tetillas que casi siempre llevaba puestas, tampoco el arné de cuero y las pinzas en los testículos, ni el vibrador en el culo, pues llevo mas de quince días durmiendo así. Tampoco fue por la posición pues atado en el piso en forma de cruz, boca abajo era la posición si se quiere menos incomoda para conciliar el sueño (al menos se está acostado). Concluí  que no me dejaba dormir la posibilidad de que mi Ama Wanda estuviera con otro hombre, pero ¿acaso yo no había estado con otras mujeres? Era distinto, lo había hecho por ordenes de ella ¿solo por eso? Y en todo caso no hubo penetración ¿y acaso la fidelidad depende de la penetración?. Si fuera el caso a mi también me habían penetrado y violado, incluso en su presencia ¿Cuál es entonces la diferencia?.  ¿Acaso Wanda no había ya tenido sexo con otras amigas como la señora C?, pero era distinto porque era con una mujer ¿en verdad es distinto?. Esas fueron algunas de las interminables reflexiones que hice, y no hice mas nada porque estando como estaba en el cubil ¿Qué mas podía hacer?.

La sentí llegar, entró directo al cubil, tenia buen animo, no sin antes saludarme con un par de latigazos que casi me hacen saltar.

-“Levántate holgazán, que son casi las ocho de la mañana”

Mi cara se puso roja y pensé ¿Cómo que las 8, o sea que no paso la noche aquí?

Debiò adivinar la expresión de mi rostro, porque enseguida me arrastro hacia el centro de la habitación, sujeto mis pies entre si con los grilletes que llevaba puestos e hizo lo mismo con mis manos colocadas hacia delante y comenzo a azotarme.

-“ni se te ocurra abrir la boca, la única explicación que te daré serán los azotes d mi fusta  y la única cuenta que te entregare es esta…“

Zas!, zas!, Zas! Y uno tras otro fueron cayendo unos 40 latigazos que casi me hacen caer de bruces. Las piernas me temblaban y el rubor anterior de mi cara se trunco de una palidez blanca solo coloreada por las lágrimas del dolor contenido y de los alaridos ahogados por la mordaza.

-“ven, me he acordado de ti y me vine descalza, también porque no aguantaba, baile hasta casi la una de la mañana, je, je, je” “además te traje un regalito, que esta en mi cartera”

Y tirando de la correa del cuello me llevo hasta el sofá, me extendió sus hermosos pies especialmente llenos de polvo con las plantas ennegrecidas hacia mi y me quitó el cinturón de castidad, al tiempo que sacaba de su cartera una servilleta arrugada como envolviendo algo adentro.

-“Hoy es domingo y no te toca eyacular, pero haré una excepción , te dejare que te masturbes mientras me limpias los pies, pero primero mojare un poco la tierra reseca”

Y extrayendo de la servilleta un condón o preservativo usado, restregó el semen desechado en el preservativo sobre las plantas de sus pies y las coloco inmediatamente en mi rostro y en mi boca, a la vez que me azotaba con el látigo

-“Acostúmbrate, tendré sexo cuando y con quien me venga en gana, y en todo caso tu solo tendrás mis desechos y los de mis amantes, cabròn!, esclava marica y guarra comemierdas”

Y continuo azotándome con fuerza mientras yo lamía frenéticamente aquella mezcla de tierra y semen en los pies de mi Ama. Mis dudas se despejaban, y los celos a los que tanto temía, se evaporaron al saber que, a pesar de todo, mi Ama me usaba como de seguro no usaría a ningún otro de sus amantes con los cuales había tenido sexo.  Quizás por eso, quizás porque ya había probado el semen de otro en mi encuentro con la señora G, o quizás porque me excitaba los azotes y la humillación, lo cierto es que eyacule muy copiosamente, quedando desfallecido por minutos.

Wanda entendió eso, y en una muestra de verdadero amor me dejó quieto por un rato allí, derrotado y admitiendo su superioridad de mujer liberada. Por supuesto que pasado esos instantes, se mojó nuevamente los pies, aun no completamente limpios, en mi copioso semen derramado y nuevamente me los ofreció para que devotamente los honrara.

En las horas siguientes, haciendo las faenas del hogar, vestido como esclavo por supuesto, de nuevo con el cinturón de castidad y el  un vibrador en el culo, me mostré alegre y radiante, y mi Ama Wanda lo advirtió.

-“¿Estas contento esclavo mió?

Me arroje a sus pies, en señal de asentimiento, restregando mi s mejillas en los empeines de sus pies, puesto que la mordaza no me dejaba contestar.  Wanda lo entendiò.

_”te has ganado mi marca de esclavo, así que saldrás conmigo esta misma tarde”

Me emocioné, en mas de quince días no habíamos salido juntos, así que no me imaginaba esa situación desde que me  comenzó este Fem Dom 24-7, vale decir esta situación de dominación permanente las 24 horas los siete días de la semana.

En efecto pasado el mediodía, me puso la cadena en el collar y me llevo hasta el auto, hube de seguirla en cuatro patas cual mascota, me atribulaba que no llevaba puesta yo ropa alguna y que mi Ama bien vestida  tenia en su mano un látigo de dos colas.

Abrió la puerta del auto y lo encendió, y a continuación abrió la cajuela, no fue fácil acomodarme allí, era un poco incomoda y me golpeaba cada vez que el auto giraba en alguna curva. La oscuridad me preocupaba menos que la posibilidad de asfixia,  hasta que advertí que mi Ama tuvo el cuidado de verificar que había ventilación por un par de orificios que daban al asiento trasero.

En el camino se detuvo dos veces, en la primera sentí que se manipulaba no una sino dos puertas del auto, y deduje que tendríamos compañía, En la segunda ocasión estábamos a un lado de la autopista, lo se porque abrió la cajuela, me hizo bajar asi cuasi desnudo, quito mi mordaza y me hizo tenderme en el piso entre el auto y la defensa del hombrillo de la autopista, de modo tal que quedara semioculto de los vehículos que transitaban esa tarde soleada por allí.

El frescor del día me devolvió el ánimo, pues sudaba copiosamente y tenia mucha sed por la perdida de liquido. Afortunadamente Wanda es muy inteligente y seguro supuso que necesitaba liquido porque de inmediato se paro sobre mi y me orinó primero en la boca y la cara y luego continuo caminando hacia mis pies bañándome por completo.

Escuche risas en el auto, pero no adivine quienes nos acompañaban por los vidrios ahumados de las ventanas que permiten ver hacia fuera pero no a la inversa.

Dos latigazos me indicaron que debíamos continuar y me apresure a acomodarme nuevamente en la cajuela.

Recorrimos un trecho largo de autopista, debíamos estar en las afueras de la ciudad., y luego, por los baches del camino de seguro que se trataba de una vìa secundaria.

Paramos y mi Ama Wanda me hizo bajar, ahora frente a la entrada de alguna casa de campo, porque estaba justo  bajo un portal que conducía a un camino pedregoso, al fondo del cual , estimo un poco menos de un kilómetro, había una casa modesta pero bonita.

_”Esclavo tu te quedas aquí, nosotros seguimos en el auto y te esperamos en la casa, no te tardes mucho, je,je,je”

Dijo esto mientras ataba mis muñecas al collar del cuello y unía entre si las cadenas de mis tobillos. Caminar hasta la casa me resultó interminable debido a que solo podía dar pasos muy cortos, lacerando continuamente las plantas de mis pies con el contacto con el camino empedrado y que, con el sol de media tarde, quemaba tanto la arena como las piedras. Tenia muchas ganas de orinar y hube de hacerlo en el medio del camino, en forma mas difícil que de costumbre porque mis manos estaban atadas  a la nuca, me moje todas las piernas y el cinturón de castidad goteaba resto de orine intermitentemente.

Cuando finalmente llegue a la casita, mi Amada Wanda departía en el hall con otras tres amigas.  Me acerque a ellas y como pude me tendí a sus pies, mi Ama me quito la mordaza para que honrara a cada una de ellas lamiéndoles sus pies, tarea que me demoraba porque a todos los cubría el polvo del camino, una arena medio amarillenta, que al contacto con el agua  o el sudor adquiría rápidamente un tono marrón característico.

Mi Ama me arrastró de rodillas en medio de todas, en lo que parecía ser un tenderete dominical, con abúndate comida asada y bebidas. Al final de la estancia se podía ver una barrillera con carbón. Mi Ama Wanda me presentó:

-“Este espécimen se llama lamepies y le daremos la bienvenida, por  turnos cada una le dará media docena de azotes, la primera que le rompa el culo se lo gana para usarlo”.

Increíblemente, me estaba subastando,

y de inmediato me vi amarrado a un potro en el patio, con el sol de la tarde bañándome la cara. Mi culo fue desprovisto del vibrador y del cinturón de castidad y en una organizada ceremonia, aquellas dAMAS se alternaron para propinarme los azotes con una vara de bambú, eran azotes muy precisos, espaciados y fuertes. La falta de mordaza me hacia emitir gritos cada vez mas estertoricos, que les aumentaba el frenesí y los aplausos. Participaron tres o cuatro flageladoras y mí Ama Wanda hacia solo las veces de directora de orquesta de aquella especie de piñata FemDom, para ver cual de ellas sangraba mi culo. Llegue a desear que brotara sangre rápidamente para detener ese suplicio; al cabo de un rato finalmente mi piel enrojecida y amoratada dejo ver un hilillo de sangre que detuvo la flagelación y se dio por  ganadora a mistress L. Una delgada y experimentada Ama, lesbiana e introvertida.

Me frotaron las nalgas con hielo, y cuando los pedazos se derretían casi por completo lo iban metiendo en mi ano, ocasionándome débiles gemidos que les hacían reír.

Mi Ama fue mas compasiva, viendo mi sufrimiento acercò una silla frente al cepo, me levantò el mentòn y me escupio la cara varias veces, y luego restrego sus pies descalzos y polvorientos en mi cara. Esa humillación era tambien una caricia para mi y me permitiò aguantar la orgia frenetica con la cual se divertian las señoras, violandome alternativamente con un palo de escoba, látigos y cualquier instrumento alargado.

Acordaron que me entregarían a Mistress L luego de la ceremonia, cosa que francamente no entendía.

Me liberaron y me bañaron de pie con una manguera, el agua estaba helada, y me permitiron hacer caca , la forma soez y directa me apenò muchisimo

-“Idiota cava con tus manos un hoyo en el patio cerca del árbol”, orden dada por una de ellas, que parecía la dueña de la estancia, y que acompañó de un par de sonoras bofetadas cuando estaba en posición de sumisión arrodillado frente a Ella.

No fue fácil abrir un hoyo en ese lodazal, termine completamente sucio, y con la uñas y dedos malogrados, cuando termine  se juntaron a unos pocos metros de alli a observarme y ordenaron

-“hace tu caca esclavo”

Era muy degradante tener que hacer las necesidades en publico y mas aun con la mofa de esas señoras desconocidas para mi, pero al final lo logré, y tuve que tapar los desechos con tierra como hacen los gatos.

Una de ellas gritó

-“A ver perrito limpia tu culo  en cuatro patas restregándolo en la tierra”

Aquella orden y la escena que siguió, donde un tanto inútilmente restregaba mi culo maltrecho por los azotes contra la arena y piedras del terreno, arrancaron desenfrenadas carcajadas, transformán-dome de esclavo, sirviente y objeto a suerte de mono de circo, en un aquelarre de supremacía Fem Dom

Finalmente al caer la tarde, comenzó la llamada ceremonia frente a la parrillera con carbón.

Me permitieron asearme y limpiar un poco mis prisiones de cuero que pendían de los tobillos y las muñecas, me indicaron que acomodara bien las cadenillas en mis maltrechos pezones, previamente frotados con hielo. Se me colocó nuevamente el arné de cuero en el pene y el cinturón de castidad. Se me permitió tomar agua echado en el piso y saciaron mi hambre con algunos no tan despreciable trozos de carne de parrilla sobrantes, algunos medio masticados pero me supieron deliciosos.

Mi Ama  Wanda que se había ausentado por momento reapareció esplendida:, a lo lejos, así que tuve tiempo para detallarla y volvió a endurecerse mi pene, flácido desde la cruel azotaina que me hizò sangrar las nalgas.

Vestía unos pantalones de cuero negro ceñidos a los tobillos y la cintura, y un top de cuero que dibujaba muy bien sus redondos senos, usaba unos guantes de cabritilla que le enfundaban los brazos casi hasta los hombros, estaba bien maquillada con su cabello negro suelto al aire como leona y caminaba exquisitamente descalza hacia mi, jugueteando con un pequeño látigo flexible de dos hebras en forma de “lengua de culebra” o látigo bifido.

Habían colocado una mesa con mantel en el centro del patio, sobre ella había un zapato negro usado, de tacón  y una copa de cristal; también un collar (que estime sería para mi) y algunos trípodes con cámaras de fotografía o video-filmadoras.

Recién descubrí entre las presentes algunas caras conocidas, la señora G y su marido, la terrible señora M y la señora C con su empleada domestica. Esta última y el marido de G parecían atareados arreglando los detalles, además de la dueña de la estancia, misstress L y su novia.

Se reunieron todas y todos  en sillas alrededor de la mesa central, detrás de la cual estaba el asador y la parrillera de carbón. Fui llevado frente de la mesa y colocado de rodillas de cara a todas. Allí permanecí hasta que mi Ama Wanda se acercó advirtiendo mi erección y esbozando una sonrisa con picardía, hablándome asi

-“Estas aquí para recibir como un don celestial, en esta ceremonia tu bautizo de esclavo”

-“Has superado varias de las pruebas en las dos semanas previas y para continuar en una relacion 24-7 verdadera es necesario pasar la prueba de fuego.”

Se paro detrás de mi y liberó mis manos y pies, pero yo continué en la misma abyecta posición; volvió entonces frente a mi. Y prosiguió muy seria, como nunca la había visto:

-“Los bautizos de esclavos requieren que te marque como a una bestia, con hierro candente, es muy doloroso y aun estas a tiempo retractarte, no se hará sino lo consientes porque el daño es permanente”

-“no te preocupes por los riesgos, Mistress C es enfermera graduada y podemos hacerlo con asepsia, pero siempre hay un pequeño riesgo de infección o que te asustes tanto que no puedas continuar, tu decides”

Un silencio invadió la estancia, todas sabían que podía decir que no y culminar la fiesta, era lo mas probable..dude un momento y sin pensarlo mas me puse en cuatro patas y comencé a besar los pies de mi Ama Wanda.

Todas aplaudieron me tumbaron en el piso y me ofrecieron como premio las caricias con sus pisadas con los pies descalzos y sus zapatos, ese gesto me transporto a la gloria, me sentía un sumiso orgulloso de mi condición y en ese paroxismo me mantuve lamiendo tantos pies como nunca lo había hecho mientras ellas caminaban, conversaban, brindaban y reían.

Mi Ama Wanda propuso un brindis con champaña, se repartieron copas para todos y a mi se me colocó de rodillas en el centro, en lugar de la copa tenia que sostener con ambas manos un zapato viejo de mi Ama en el cual se orino encima, llenándolo hasta arriba y obvio es, desbordándolo y empapándome las manos y salpicándome todo, ante el aplauso de los presentes:

-Brindemos por las mujeres! Y acto seguido todo el mundo degusto sus copas, yo debí tomarme de un solo sorbo el contenido del zapato, que ya era fácil porque tenia dos semanas acostumbrado a ello.

La ceremonia prosiguió, atándome a un potro  y mi Ama acercó un hierro candente con su marca hacia mi, previamente se me había colocado una mordaza de bola a modo de bozal, muy dura  para ahogar cualquier grito, y me habían fijado con correas las entrepierna y los antebrazos en una suerte de inmovilidad total.

Sudaba copiosamente y apreté los dientes cuando sentí una horrible quemadura en mi glúteo izquierdo, seguido de un fuerte olor a carne chamuscada. No sentí mas nada, y si lo sentí no lo recuerdo. Me desperté amarrado con las muñecas atadas por delante de  mis tobillos, doblando el torso de modo que la cabeza casi tocaba el suelo y las piernas quedaban estiradas ofreciendo mi culo muy en alto. Me había desmayado y todas reían y danzaban a mi alrededor.

En la posición en que estaba si alguna se paraba frente a mi, solo podía ver sus pies, que con medio alzarlos los ponían en mi boca. Si se paraban detrás obtenían una vista de primer plano de mi culo y mis nalgas, laceradas, marcadas, quemadas y sangradas.

Ya era de noche, estaba muy adolorido en mi nalga trasera, pero creo que la habían cauterizado y parchado para evitar infecciones, según me dijo la Señora C, o creo era ella, pues solo pude ver sus bonitos pies cuando se me acercó, para darme agua. Esa agua estaba divina era  la que mojaba intermitentemente en su pie que medio levantaba frente a mi para que lamiera su empeine mojado, tantas veces como quisiera me dijo, habrían sido unas once o doce veces que deguste esos empeines, mas por el morbo que por la sed, pero no pareció advertirlo.

La ceremonia continuó, mi Ama Wanda me violaría por el culo con un enorme falo de latex delante de todo el mundo mientras la domestica de la señora C, jugaba con mi miembro para producir una y otra vez frustradas eyaculaciones, apretando mi glande cada vez que estuviera apunto de  acabar. Al mismo tiempo que el marido de la señora G, se arrodillaba frente a mi, halándome las orejas e introduciendo su pene en mi boca para que lo mamara. Mi Ama Wanda me cogia por el culo y me latigaba la espalda:

-“vamos mi puta, comete el pito de Pablo y te tragas todo el semen”

-“desde hoy serás una cerdita guarra y una puta completa a mi servicio”

La humillación y degradación superaba todas mis barreras, estaba cruzando el umbral de mis anhelos, para ir mas allá a satisfacer los deseos de mi Ama Wanda, sin ella no hubiera podido superarlos.

No se cuanto tardo aquello, sentí  las contracciones de mi ano, justo en el momento que aquel pene descargaba su semen en mi garganta, y solo entonces, cuando el marido de G se retiro de mi boca , mi Ama Wanda ceso de penetrarme y la doncella de C siguió con la masturbación sin detenerla haciendo para todos evidente el chorro de semen de mi eyaculaciòn. Quede babeante por el pene y también por mi boca, la doncella logro colectar parte de mi eyaculacion en un vaso y colocándome una suerte de embudo en el culo me la introdujo por allí.

-“Alégrate putita, que aun no acaban en tu culo”

Me dijo mi Ama Wanda,

Volvieron a amordazarme y me encerraron en una minúscula celda de barrotes para ser usado a los servicios de Miss L al día siguiente, quien había ganado su premio. Nada fuera de lo común transcurrió el tercer lunes, salvo por el hecho que tenia una marca en mi culo hecha al rojo vivo y aun ni idea de cómo era, además claro está que la jaula me resulto, salvo su tamaño reducido, un palacio comparado con las noches anteriores cuando mi Ama Wanda me tortura toda la noche.

Lo mas preocupante era que estando aun en la estancia, de donde se habían marchado casi todos anoche, estaría perdiendo trabajo en el despacho; después de todo esa era una fuente importante de ingreso que mi vida secreta no podia prescindir. En fin podia simular estar enfermo por un par de dias o al menos eso creo.

El Ama L y su amante, también mujer, se limitaron a azotarme varias veces en posiciones más o menos incomodas y en humilarme amarrandome en el piso entre cuatro estacas, noca arriba y con un vibrador electrico enorme en mi culo,

Con la incomodidad adicional, que me ataron justo cerca de un albañal, donde todas las presentes orinaban y defecaban, cayendo toda la caca arriba de mi y permaneciendo así casi todo el día, aquello le divertía mucho a miss L, quien decía

-“total toditos ellos son pura caca, ja, ja, ja”

Estaba hediondo y hambriento, miss L me puso de rodillas con las manos y los pies atados detrás de la espalda,  para darme de comer con una cucharilla. Aquello si que fue un espectáculo para todas, incluso para Wanda, que se reía a carcajadas al verme apurado tratando de tragar cada cucharada que me daba misss L, quien me gritaba continuamente:

-“vamos cerdita comete  mi mierda”

Y me iba embadurnando toda la cara con lo que quedaba en cada cucharada, al tiempo que me azotaba los genitales con el latigo de 9 colas. No podía gritar porque tenia toda la boca llena  y el dolor en los testículos era indescriptible.

Finalmente se cansó de jugar conmigo y me ordenaron bañarme, asearme y limpiar todo para regresar a la ciudad ya entrada la noche. Nuevamente me trasladaron en la cajuela del auto y llegamos a casa muy tarde, estaba entumecido y muy avergonzado por los juegos escatológicos de miss L.

El resto de la semana transcurrió como de costumbre en el entrenamiento 24-7:

1.  Llevaba permanentemente un arnè de cuero en el pene y un cinturón de castidad que aseguraba que mi sexo le pertenecía  solo a mi Ama

  1. Todo el tiempo tenia puesto grilletes de cuero con candados en las muñecas, los tobillo y el cuello, con una chapa metálica que dice “lamepies, esclava propiedad de la Señora Wanda ”, escrito así ridículamente y en forma femenina para aumentar la humillación.

  2. No tenia ninguna posesión, todo el dinero lo entregaba a mi Ama Wanda quien pagaba los gastos de casa y me daba exactamente el dinero del almuerzo (única comida decente del día) y los gastos para trasladarme al despacho.

  3. Tenia el horario limitado para mis necesidades primarias como comer, ir al lavabo o asearme y siempre, quisiera o no, con el consentimiento de mi Ama Wanda.

  4. Carecía de privacidad, de amigos y de ocio, todas mis actividades y energías estaban al servicio y voluntad de mi Señora

  5. Permanecía desnudo todo el tiempo frente a Ella, salvo que por mandato expreso se me ordenara lo contrario, cosa que aun no había ocurrido,

  6. Sentía permanentemente su dominio, a través del vibrador encendido en mi ano.

  7. Era castigado diariamente con 20 o 30 azotes, aumentando mi sumisión y obediencia.

  8. Realizaba todas las labores domesticas y mantenía las propiedades del Ama Wanda ordenadas y pulcras.

  9. Mi inferioridad frente al Ama Wanda era reforzada diariamente por las humillaciones de adorar y limpiar sus pies, amén de  tragar su orine y caca, recibiéndolos como un don especial

  10. He sido exhibido públicamente en mi condición de esclavo y sumiso, e incluso humillado y castigado frente a desconocidos

  11. Dormía en el piso y me alimentaba solo de las sobras que me arrojaba Wanda, como si fuera una mascota casera.

13.  Atendía a sus amigas  y  podía ser prestado o alquilado a ellas según el criterio del Ama Wanda, como si fuera un zapato o un vibrador humano.

  1. Mi cuerpo  le pertenecía por entero a mi Ama Wanda, castigándolo y usándolo a su antojo.

15.Mi ama Wanda tenia toda la libertad imaginable, incluido sexo o romance con quien le diera la gana.

  1. Como propiedad de mi Señora solo podía tener sexo cuando Ella lo ordenase, como ella dispusiera y con quien le diera la gana a Ella. Pudiendo, como en  mi bautizó de sumiso, ser sodomizado  homosexualmente.

  2. Para entretener a mi Ama, debía obedecer todo capricho,  incluyendo los juegos escatológicos a los que fui sometido ayer.

  3. Mi cuerpo llevar una señal imborrable que reflejaría mi condición de sumiso entrenado en FemDom, como la marca que me fueron puestas por hierro candente  en el culo y por tatuaje en la espalda:

Había ya recorrido 18 de los 24 escalones de sumisión, gracias al Ama Wanda .

El jueves mi Ama me avisó que habría visita esa noche y que preparará una  cena de gala para dos, con vino y  velas.  Y que debía vestirme de forma especial para la ocasión.  Apure la faena y casi una hora antes de la llegada de la visita estaba todo listo, Wanda lo inspeccionó:

_”Nada mal, te esforzases esclava, ya te premiare luego por ahora traeme la fusta para marcarte el culo y te veas mas linda para  la cena”

Y en efecto me acostó  en el piso maniatado y me dio unos azotes rápidos y cauterizantes, con la intención de dejar unas marcas bien definidas en las piernas y en los glúteos, hizo lo propio con la espalda y pecho y después me extendió la suela de su sandalia de tacón alto, que lamí mientras agradecía las marcas recién hechas.

La ayude a maquillarse y vestirse y cuando hubo acabado,  me hizo arrodillar frente a ella, atándome manos y pies a mi espalda, amordazándome y luego sentenció, mientras tomaba mi cara con ambas manos:

-“eres una esclava y como tal deberás maquillarte”

Ese capricho nuevo no podía evitarlo,  me echo colorete en las mejillas, extrajo con rudeza mis cejas hasta dejarlas muy delgadas, sombra en los ojos y me colocó deliberadamente unos enormes zarcillos de presión que constituían de por si una tortura. Finalmente me quitò la mordaza y pellizcando cruelmente mis labios con sus uñas dijo

-“te falta el labial, putita”

Y procedió a ponérmelo sin mucho cuidado, como había hecho con el resto de la cosmética. Halándome por las orejas, me hizo verme en el espejo: estaba intencionalmente mal maquillado, y me lo dijo

-“te ves ridícula, pero no esperes que una esclava guarra como tu, lamepies, se pueda ver bien, ji, ji, ji ji!”

Me libero de mis ataduras y ordenó vestirme con una minúscula faldita negra y una blusa rosada abierta completamente por la espalda

-“la faldita te dejara prácticamente el culo al aire, y la blusa abierta atrás es para castigarte mejor con el látigo”

-“como buena cachifa estarás descalza, pero te pintas las uñas de las patas de rojo, y así será siempre para que te apenes mas, golfa ridícula!”

-“Y cuídala porque de ahora en adelante ese será tu traje para salir conmigo, como la esclava que eres, así podré llevarte de compras al supermercado sin que me de pena, ja ja ja”

-“Ahora, lamepies  espera de rodillas detrás de la puerta  a que venga mi amigo AR a cenar conmigo”

-“Nos atenderás en la cena a ambos como la cachita que eres”

Esa orden me la dio junto a un fuerte azote en mis nalgas, y corrí a  obedecerle.

A las nueve y 20 sonó el timbre y me apresure a abrir, estaba super humillado, atendiendo una visita  vestido con ropa de cachita.

El amigo de Wanda estaba un poco extrañado por mi aspecto:  ridículo, afeminado y humilde a la vez.

Cuando Wanda salió al recibo, le tomo de la mano y en mi presencia e dio un beso en la boca muy apasionado.

Mi cara se puso roja como la sangre y no sabia si podría contenerme, no era un amigo sino un amante. De pronto se volvió hacia mi

-“Cachita entupida, no te quedes mirando tráenos algo de beber!” y me dio una soberana bofetada, mientras dirigiéndose a su ¿amigo?:

-“como doméstica es un poco incompetente, ya te contare como la corregiremos”

_Durante la cena  los atendí como hacia con las amigas de mi Señora, me retiraba en posición de sumiso a un rincón del estar, desde allí, no podía oír lo que se susurraban, pero era evidente su confianza, porque AR besaba y masajeaba los senos de Wanda. Ambos notaron que los observaba , entonces Wanda me ordeno sin mas:

-“Putita trae tu mordaza, tu vibrador y  un látigo para azotarte “

Oí las carcajadas y burlas de su amante cuando traía el pedido de mi señora y me inclinaba para besar sus pies.

Zas, zas, dos azotes fuertes y precisos

-“Zorra, saluda también al señor”

Y entonces tuve que arrodillarme y besar sus zapatos. En un suspiro estaba de rodillas con las manos y pies atados a la espalda, amordazado y con el vibrador eléctrico en el culo, que me producía espasmos de cuando en cuando haciéndome temblar  y dificultando el mantener el equilibrio.

Mi Ama se levanto de su asiento me colocó arrodillado y encadenado en la puerta de la cocina, de modo que quedaba de frente a la sala-comedor y delante de su amante comenzó a azotarme

-Para que aprendas modales marica”

Luego se olvidaron  de mi, bailaron y comenzaron a quitarse la ropa. Me ocasionó gran tristeza ver como mi Amada lamía y mamaba el pene de AR, y como tenia sexo vaginal con El.. Sentí celos, rabia y desolación el presenciar a mi Amada Wanda teniendo relaciones con otro hombre, cosa que no había hecho conmigo desde que comenzó nuestra relación 24-7.

Ellos culminaron exhaustos, mientras yo estaba abatido pero no cansado por el entrenamiento de dormir maniatado e incluso de rodillas.

De pronto mi Ama Wanda  tomo a AR del brazo y se acercaron a m. Wanda hizo que su amante permaneciera en la sala frente a mi, mientras ella se colocó en la cocina justo por detrás de mi y me desató los brazos, colocándolos atados nuevamente en el collar del cuello a la altura de la nuca.  Wanda empezó a blandir el látigo desde la cocina directamente sobre mi culo y espalda, al tiempo que le dijo a su amante

-“AR quítale el bozal a esta puta  para que te mame el pito”

Y aquel hombre me quito el bozal y sin mas, como ocurrió en mi bautizo comenzó a follarme por la boca, al mismo ritmo que mi Ama Wanda descargaba toda su energía en azotes cortantes como cuchillos que desgarraban mi piel.

Wanda dejó el látigo y se acercó donde su amante, acariciándolo mientras me follaba por la boca, y cuando sintió que se venia, Wanda le tomó el pene , retirándolo de mi boca y haciendo que su semen me bañara todo el  rostro. Restregó el pene en mi cara  y en la mordaza que estaba en el suelo,. Me la opuso y dobló  miel torso hacia el piso para que mi culo se elevara, me subió la falda y le mostró a AR su marca.

Para culminar la tremenda humillación, fui sacado  hacia la puerta de la calle, con la cara aun llena de semen y con el vibrador de látex medido en el culo, su largo es tal que la mitad queda fuera de mi culo.  Y con un letrero pendiendo del cuello:

“Se alquila ésta putita muy maja y muy guarra, le gustan que le den por el culo y lamer pies sucios”

Me dejó allí encadenado en la puerta hasta la mañana siguiente, mientras  pasaba el resto de la noche con su amante.

La noche la pase de lo peor, sobre todo porque la vecina del frente, una chica muy maja y universitaria, que sabia muy bien quien era yo,  me observó en ese estado  y se echo a reír como asustada.

Por la mañana  mi Ama Wanda me despertó como de costumbre, dándome cuatro azotes, estaba aun acompañada de su amante:

_”Vamos holgazán que ya es hora de ir a tu despacho”

Y soltándome las ligaduras,  estiró su pie hacia mí, que bese apasionadamente.

-“Desnúdate”

Me ordenó, mientras su mano abría la bragueta del pantalón de su amante y le saca el pito.

Me hizo tenderme en el suelo y parándose sobre mi me vació toda su vejiga, el orine salía a raudales y Wanda se carcajeaba, mientras le decía a su Amante

_”AR es tu turno, meale la cara a esta esclava guarra”

Y un chorro caliente me volvió a empapar,. Me apuré en vestirme  y me fui a trabajar. Estaba desolado y casi abandono mi escalera al cielo del 24—7. Pensaba en eso cuando llamó Wanda a mi despacho

-A sus Ordenes Señora

-“Esclavo hoy has subido  dos peldaños hacia el 24-7 verdadero, hoy es viernes y podrás liberarte un poco. Te invito a cenar y a comer helados”

No podía creerlo,  me devolvió a la vida esa llamada, Aun no la entiendo, creo que los peldaños han de ser estos:

  1. Soportaras sin celos el gozo de tu Ama y los placeres que disfrute lo tomaras como propios, aun cuando sea el sexo de otro hombre

  2. Te feminizaras para imitar y complacer a tu Diosa, pero conservando tu posición de sumiso y de inferioridad ante ella.

No entendí tampoco lo de la invitación, han pasado ya 21 de los 24 días y me he elevado en la degradación voluntaria y consensuada que impone el Fem Dom. La próxima entrega será la ultima jornada, he cruzado el umbral ¿hay retorno?

Lamepies67@gmail.com

(Continuara: jornada cuarta)

lamepies67@gmail.com

¿Fantasía o realidad?

El FemDom y el BDSM es creativo e inteligente, juzga Tu amigo lector, donde comienza en esta historia la primera y donde acaba la segunda.