Mercedes

En aquellos tiempos el sexo era algo desconocido, prohibido y pecaminoso. El infierno era su condena.

Hace años las cosas eran muy distintas a como son ahora. Una niña de 13 años no tenía prácticamente ningún conocimiento en lo que relacionaba con el sexo. Este tema era absolutamente tabú, no se podía hablar de ello en voz alta. Mi primera regla se mantuvo en secreto, solo mi madre lo sabía. Me había dado una tohallita para meterme entre las piernas, me dijo que no podía bañarme mientras me durase.

Una se sentía acomplejada y culpable.

Mi idea acerca de los hombres es de que eran peligrosos, que solo querían a las mujeres para hacer cosas sucias, incluso el padre, era alguien con quien había que mantener distancias.

Cierra la puerta del baño. Puede entrar tu padre.

Yo vivía aterrorizada pensando que algún hombre pudiera hacerme daño.

Por descontado que yo ignoraba lo que era el clítoris, un orgasmo, una felación o un coito. Aquellas palabras estaban prohibidas. Vivíamos en la mas absoluta de las ignorancias

Las cosas llegaban a tales extremos, que mi madre me ponía algodones pera que no se me marcaran los pezones  en las blusas o en los jerseis.

En casa trabajaba Mercedes. Yo creo que en aquel entonces andaría por los 27 o 28 años. Mi madre la había traído del pueblo cuando yo había nacido , dormía en un cuarto detrás de la cocina y la pobre no tenía ningún derecho, solo podía salir los Domingos por la tarde y desde  luego tenía que mantenerla informada de lo que hacía y sobre ella pesaba siempre la amenaza de la vuelta al pueblo si su comportamiento no fuera bueno. La pobre vivía también aterrorizada, era casi una esclava.

Era muy buena y a mi me quería muchísimo  y yo a ella también.  Fue la que me despertó mis primeros instintos sexuales.

Mercedes no era nada fea, tenía una mirada muy dulce y recuerdo siempre sus dientes muy blancos, pero lo que a mi me tenía obsesionada eran sus pechos, grandes y redondos .Me parecían la cosa mas hermosa del mundo. A mi empezaban a desarrollárseme y solo ansiaba tenerlos como ella.

Los Sábados por la noche a mis padres les gustaba salir al cine o al teatro y Mercedes y yo nos quedábamos solas. Cuando ellos salían yo tenía que estar ya acostadita en la cama y con la luz apagada.

Aquel  Sábado, como todos, ya estaba metida en la cama cuando mis padres se fueron pero no era capaz de dormirme, escuché pasos y llamé.

Mercedes

La puerta de mi habitación se abrió.

Duérmete

No tengo sueño. Quédate un ratito conmigo. Anda…..no seas mala.

Encendí la luz de la mesita. Mercedes tenía puesto un camisón de franela.

Si se entera tu madre nos va a reñir.

Y porque se va a enterar?. En cuanto oigamos el ascensor te marchas, además aún van a tardar mucho en volver.

Mercedes se sentó en la cama.

Se te notan los pezones

Si, es que duermo sin sostén.

Tienes unas tetas muy grandes. ¿Crees que a mi me van a crecer tanto?.

Eres muy jovencita, pero claro que te van a crecer, eres alta, de modo que tus tetas  también serán grandes

Tienes mucha leche?- Yo pensaba que todas las mujeres tenían leche siempre.

No. Solo se tiene cuando se va a tener un hijo.

Y por donde sale? Yo no me veo ningún agujero.

Sale por los pezones cuando el niño mama, entonces hay muchos agujeritos pequeños y sale por ahí.

Me enseñas uno?

No había ninguna maldad, solo simple curiosidad y Mercedes no sentía ningún pudor en enseñar un pecho a una niña como yo. En realidad creo que cuando se desabrocho el camisón  y sacó uno de sus pechos fuera lo hizo con cierto orgullo de poder mostrarlo y demostrar su conocimiento sobre el asunto.

Yo miraba embelesada aquella teta grande y redonda, me parecía imposible que yo pudiera llegar a tener aquella areola oscura, rematada por un pezón gordo y largo.

Puedo tocártelo?

Si, claro que puedes.

Se lo toqué con la punta de un dedo pasándolo por la areola.

Oh! Se te esta poniendo duro.

Tienes el dedo frío y me haces cosquillas

Yo la abracé poniendo mi mejilla sobre su pecho, era delicioso sentir la suavidad de su piel y la dureza de su pezón contra mi cara. Sentía una sensación nueva, una mezcla de nerviosismo y angustia, una extraña necesidad de conocer cosas que estaban prohibidas.

Mercedes me abrió la puerta, en aquel momento yo no podía imaginar que ella estuviera sintiendo nada especial ni que necesitara nada de mi, que mis inocentes caricias la hubieran excitado, ella era mujer elemental y simple, disfrutaba compartiendo su sexualidad  y seguro que no veía nada malo en aquel

juego que le daba una satisfacción a la que no estaba acostrumbrada.

Eres mi bebe - me dijo - ¿quieres mamar un poco?

Mercedes sujeto su pezón entre los dedos y me lo ofreció. Sentí un poco de reparo al metérmelo en la boca, una mezcla de timidez y vergüenza pero ella lo movía entre mis labios animándome. Lo chupe despacio y la boca empezó a llenárseme de saliva. Mientras mamaba aquel pezón me fijé en las axilas, en aquellos tiempos, las mujeres, particularmente las de clase baja no se afeitaban y yo sentía envidia de aquella mata de pelos, metí mi mano en su sobaco y la piel se me erizó, una excitación desconocida  recorrió todo mi cuerpo

Mercedes ¿tienes muchos pelos en el chichi? (así le llamaba mi madre)

Claro que si!

Déjame verlos

Tu madre no se enterará de esto ¿verdad?

No mujer

Mercedes se subió el camisón. Yo creo que en aquel momento estaba muy excitada, mas tarde supe que aquella era la primera vez en su vida que compartía el sexo con alguien, que la única diferencia conmigo era que yo jamás me había masturbado y ella lo hacía con frecuencia.

Mantenía los muslos cerrados paro su pubis estaba lleno de pelos negros

Mercedes tienes un bulto - le dije asombrada

No tonta, es el empeine, tengo mucho empeine

Tomó mi mano y la puso allí

Lo ves? Y los carrillos los tengo también muy gordos

Los carrillos eran los labios de su vulva . Había separado las piernas y sin soltarme la mano, me la pasaba sobre ellos. Yo me estaba ahogando, ella me pasaba la mano sobre la raja de su chichi , aquello despredía un  gran calor y estaba húmedo

Estas mojada

Es que estoy caliente. Las mujeres cuando están calientes se mojan por ahí.

Es como a los chicos, que les sale la leche.

Yo también notaba que entre mis piernas estaba pasando algo , que mi chichi se llenaba de jugos y que

latía de una forma desconocida.

Si cuando te da el gusto te sale como leche .Mira…….notas como un grano ah텅no mas arriba., ahí ….lo notas.

Si - yo sentía ganas de llorar de lo excitada que estaba

Pues es donde te el gusto ….así no ….así

Y pasaba mi dedo sobre el “grano”, cuando consideró que yo lo hacía bien me soltó la mano, se dejó caer sobre la cama y cerró los ojos. Yo seguí tocándola , ahora veía todo su chichi abierto. Me parecía enorme ,pasé mis dedos por todas partes , tenía el agujero muy abierto y la carne rosa de su entrada palpitaba, abriéndose y cerrándose, acaricié los bordes y fuí metiéndolo despacio. Mercedes con los ojos cerrados parecía dormir , yo tenía a mi disposición aquel chichi enorme ,abría su entrada y hurgaba con mi dedos dentro y después arriba del todo tocaba aquel bulto blanquecino donde ella decía que daba el gusto . De pronto noté que su vientre temblaba.

Que te pasa?

Me esta viniendo el gusto

Puso su mano en el chichi y la movió pasando los dedos sobre bulto

Ah……ah…..que gusto

Yo la miraba asombrada, mientras ella suspiraba, sin dejar de tocarse

Te sale la leche?

Si………si ….hay que gusto

Por fin se detuvo, había cerrado las piernas con la mano entre ellas y jadeaba, Yo también respiraba agitádamente.

Mercedes? - le pregunte cuando se recuperó - si a mí me da el gusto, también me saldrá leche?

Claro que si, tu ya eres una mujercita, ya te ha venido la regla, casi tienes 14 años, a tu edad a mi ya me daba el gusto cuando me tocaba.

Yo nunca lo he hecho

Mercedes me miró con cara de sorpresa

No te has tocado nunca?

No, nunca había tenido el chichi mojado como hoy. Enséñame bien como se hace

Me quité el camisón y me quedé completamente desnuda . Abrí las piernas , yo tenía bastantes pelos pero ni parecido a los de Mercedes y mi raja era mas pequeña que la de ella., pero al mirarla vi que los bordes estaban mojados.

Crees que estoy muy caliente?

Se lo pregunté con toda la inocencia del mundo.

Te gusta que te pasé la mano así?

Me quedé sin respiración cuando me paso la mano entre las piernas , los pelillos de todo el cuerpo se me pusieron de punta, sentí de nuevo ganas de llorar del enorme nerviosismo que me invadía.

Si te gusta es que estas caliente y además estás muy mojada…….¿lo ves?

Había separado los bordes de mi chichi y pude verlo abierto, brillante y jugoso. Mientras lo tenía abierto

con los dedos de una mano el dedo corazón de la otra se metió por la parte de arriba  tocándome

Ay  Mercedes!

Tienes el capullito muy grande, se te nota muy bien.

Yo si que lo notaba! Me estaba ahogando de excitación . El dedo de Mercedes no dejaba de frotarlo, yo miraba temblorosa como me tocaba, como los dedos de la otra mano se posaban en la entrada de mi chichi y se metían dentro acariciándome. En aquel momento descubrí que a mí el gusto me venía enseguida .

Ay  Mercedes!……Ay Mercedes!

Te esta dando el gusto?

Ay!…….Ay!……no se…..no se

Era una sensación increíble, que me hacía temblar, me parecía estar volando, el chichi me palpitaba, algo pareció desprenderse dentro de mi y lo sentí salir mojándome toda., El “capullito” como lo había llamado Mercedes parecía que fuera a estallarme y ella seguía frotándolo,

Que es lo que me pasa……que me pasa?

Me estaba mareando, la habitación parecía dar vueltas

Te ha dado el gusto del todo?

Debía faltar algo porque yo deseaba que los dedos de Mercedes continuaran tocándome.

Me está  saliendo mucha leche.

Notaba perfectamente como desde alguna parte de mi interior una riada de líquidos buscaba la salida por mi chichi y allí estaba el dedo de Mercedes moviéndose. Ahora si sabía lo que era el gusto y no pude evitar que mis ojos se llenaran de lagrimas y empecé a llorar .

Que te pasa?….que te pasa? Te he hecho daño?

No - dije casi sin fuerzas-  me ha dado el gusto

Apoye la cabeza en su pecho

Te ha dado muy fuerte eh?

Si

Lo que sentí fue algo inconsciente. Con la cabeza apoyada en el pecho de Mercedes tenía un pezón muy cerca de mi boca, y empecé a mamárselo suavemente y pronto note que el cuerpo me ardía

Házmelo  otra vez  y yo te lo hago a tí.

Y repetimos, creo que el gusto me vino dos o tres veces  Mercedes tardaba mas  en tenerlo

Aquella primera noche que me vino el gusto, ahora ya se que se llama orgasmo, la recordaré siempre como el día mas memorable de toda mi vida, las lecciones de Mercedes estuvieron llenas de cariño, de inocencia. Aún recuerdo una de sus consejos.

Cuando te metas los dedos dentro , ten mucho cuidado de no romper el virgo, eso te lo tiene que romper tu marido cuando te cases.

Es posible que cuente en una próxima ocasión como continuo esta historia.