Menudas tetas, menuda polla, ¡vaya sorpresa!

Las tetazas de Monica no pasan desapercibidas para su asistenta, que también tiene unos melones enormes y algo más...

Era sábado y estaba en casa recién levantada, la semana había tenido el episodio con el director por lo que todavía estaba algo alterada. No dejaba de pensar en lo sucedido, y por momentos pensaba hasta donde podía llegar la malicia del director, para luego pasar a recordar cada detalle de mi “reunión” particular con Álvaro…

Total, que estaba en casa, me acaba de hacer un café y escuché como se abría la puerta de la calle, recordé entonces que al ser sábado debía ser Susana, la chica que me ayudaba con las tareas del hogar. Como la casa era muy grande, típica casa de pueblo, mi nueva vecina me recomendó los servicios de Susana, limpiaba la casa me planchaba la ropa y así el fin de semana podía centrarme en descansar.

-          Buenos días Susana, ¿qué tal la semana?

-          Bien señora Mónica, todo normal, ya sabe que en este pueblo pocas emociones hay…

No sé yo si Susana conocía bien el pueblo en el que vivía, a mí me habían pasado en dos semanas cosas más interesantes que en 5 años en la ciudad…

Susana era de Angola, me explicó al principio de conocerla las aventuras que había tenido que pasar para llegar a España, y se merecía todo mi respeto y admiración. Como es normal era negra y tenía un cuerpo muy redondo, con grandes curvas. Tenía un culo grande y redondo y unas tetas muy grandes también. A veces pensaba si podría llegar a tenerlas más grandes que yo… no creo… Siempre ha tenido una actitud muy tímida, habitualmente mira al suelo cuando nos cruzamos por la calle y difícilmente me mira a la cara cuando estamos juntas en casa.

Estaba yo en el sofá pintándome las uñas de los pies y todavía con una bata ligera cuando Susana empezó a limpiar por donde yo estaba.

-          Que color más bonito te estás poniendo. Era lila.

-          Buffff, sí es bonito, pero como me está costando. Con estas tetas es imposible pintarse las uñas bien... y me quedo sin aire porque me aprietan los pulmones…

-          A mí me pasa lo mismo, una cosa tan sencilla se convierte en algo muy complicado… Creo que las dos tenemos “problemas” similares… ¿Quieres que te ayude? Te las pinto yo si quieres, a mí se me da bien.

-          Oye pues te lo agradezco, es que me estaba costando un montón.

Se acercó y empezó a pintarme las uñas con delicadeza, no lo hacía nada mal. La pillé varias veces mirándome los pechos con curiosidad y cierta timidez. Al estar recién levantada y llevar solo la bata sin sujetador ni nada debajo, por poco que se abriese la bata ya se me veía bastante.

-          Oye Susana y ¿no has pensado nunca en quitarte pecho?

-          No que va, cuanto más grandes mejor. Me encanta tenerlas bien grandes y ver como los hombres se quedan tontos mirándolas, jijijiji. Sonrió tímidamente.

-          Tienes razón, es divertido ver como se atontan con un buen par de tetas, ¿quién crees que las tiene más grandes, tu o yo?

-          Pues no sé, pero en Angola siempre jugábamos con las amigas a enseñarnos los pechos para ver quien las tenía más grades. Los chicos hacían lo mismo y luego siempre acababan sabiendo quien las tenía más grandes y nosotras quien tenía la polla más grande…

-          Si te abres la bata te digo, tengo mucho ojo para esto…

Me quedé un poco sorprendida, porque no esperaba que la conversación derivase hacía esto, pero abrí un poco la bata y se las enseñé…

-          ¡Bufff vaya melones!, creo que tú las tienes más grandes. ¡Los debes llevar loquitos a los hombres, eh!

-          Bueno ya sabes, supongo que como tu…

Las seguía mirando como si no hubiese visto nunca unas tetas…

-          ¿Son naturales? Preguntó Susana. -  Que pezones más bonitos tienes... Mientras decía esto me empezó a acariciar un pezón y el otro.

-          Sí son naturales, ¿pero ue haces? Le dije un poco sorprendida.-  ¿Las tuyas no?

-          Hay perdona, es que me gusta comparar… el tamaño y el tacto, porque la piel blanca es tan distinta a la negra…

-          No pasa nada tranquila. Quitó la mano y cerré la bata tímidamente.

-          Pues no, las mías no son naturales, me las puse hace unos años. Antes de llegar a este pueblo tuve un novio al que le encantaban grandes.

-          Ni corta ni perezosa se levantó y se abrió la bata que se ponía cuando venía a limpiar a casa.

Aparecieron un par de bolas negras, redondas como globos y con unos pezones pequeños en la punta.

-          ¡Uala, vaya tetas tú también!

-          Toca toca, no seas tímida.

De pronto la Susana que tenía delante, nada tenía que ver con la Susana que había conocido hacia dos meses cuando empezó a venir a casa a limpiar.

-          ¿De verdad no te importa?

-          Claro que no. Me cogió las manos y me la puso sobre sus tetas.

-          Apriétalas, ya verás que duras.

-          Ostras pues sí que son duras. Y que taco más aterciopelado que tiene tu piel…

-          A ver qué duras son las tuyas… Estiró sus manos y de pronto estábamos agarrándonos las tetas mutuamente, ella de rodillas y yo sentada en el sofá.

Nos quedamos en silencio mientras nos sobábamos la una a la otra las tetas… De pronto nuestras miradas se cruzaron y vi que Susana tenía los ojos cerrados… Parecía que le estaba gustando mucho… A mí también me gustaba como me tocaba, me di cuenta que sus manos eran bastante grandes así que me estaba pegando una buena sobada…

Susana abrió los ojos y parecía que volvía de estar en trace, tuvo la mirada perdida por un instante…

-          ¿Estás bien? Le pregunté.

-          Sí, es que hace tanto tiempo que nadie me tocaba las tetas… Te confieso que llevo dos años sin tener relaciones con nadie… Desde que vine a este pueblo…

-          Uala, eso es mucho tiempo, ¿no has encontrado a nadie aquí para pasar un buen rato? Por un momento pensé que no debía haber buscado mucho porque en mi caso había encontrado en dos meses las mejores pollas que había visto en mi vida…

-          Bueno, es más difícil de lo que parece…

-          No te creas, ¿te puedo hacer una confesión?

-          Sí claro, dime, yo no se lo digo a nadie.

-          Pues en las últimas dos semanas me han pegado en este pueblo los polvos más salvajes de mi vida…

-          ¿¡En serio!? Pues que suerte has tenido… Aunque, con estas tetas, no te debe costar mucho encontrar a alguien que te quiera dar un empujón…

-          ¿Te puedo contar yo ahora un secreto?

-          Claro! Y no te preocupes que yo tampoco digo nada.

-          Sí por favor, para mí lo que te voy a contar es muy importante.

-          Tranquila, que de aquí no sale.

Susana me soltó las tetas, se puso de pie y se abrió la bata hasta que cayó al suelo deslizándose por su espalda.

Como yo estaba sentada la vi desde abajo y me pareció más alta de lo habitual. Me quedé viendo sus melones que se mantenían erguidos como por arte de magia.

-          ¿Preparada?

No entendí por qué me lo decía.

Puso sus dedos por dentro de la goma de sus bragas y se las bajó hasta los tobillos.

Cuando se incorporó de nuevo, abrió un poco sus piernas. En aquel momento salió disparada una polla enorme que estaba escondida y que rebotó varias veces en el aire hasta quedarse quieta. Aquella polla debía medir unos treinta centímetros y estaba ligeramente curvada a la izquierda…

-          ¡Joder! Solo acerté a decir, y me quedé quieta mirando aquel rabo y con la boca abierta… Despacio subí mi mirada hasta que se cruzó con la de Susana que hacía casi más cara de asustada que yo, creo que porque dudaba como podía reaccionar yo.

-          Pero esto Susana… no lo hubiese dicho nunca… ¡Eres un hombre! ¡Y vaya hombre!

-          Lo sé… me lo vas a decir a mi… y mira como me has puesto con tu masaje en las tetas… Ya no podía más, pensaba que me iba a explotar…

-          Vaya… lo siento…

Estaba embobada mirando aquella polla cuando me percaté del tamaño de sus huevos, eran enormes… La polla debía medir unos treinta centímetros y tenía un diámetro parecido al de mi muñeca… Su capullo era todavía más voluminoso, una barbaridad por donde se mirase…

-          Pues sí chica, nací hombre y bien dotado como puedes ver, pero yo me siento chica desde siempre y siempre he tenido novios. Pero con mi último novio tuve muchos problemas y acabé huyendo y refugiándome en este pueblo. Pero aquí no creo que se entienda algo así…

-          ¿Pero este rabo no se afloja por mucho que hables?

-          Que va… ¿tú no me podrías ayudar? Es que así no puedo ni caminar…

La miré a los ojos y alargué mi mano hasta su polla, no me daba la mano para agárrala toda… empecé a masturbarla lentamente… parecía que no lo hacía mal… Susana volvió a cerrar los ojos y su respiración se aceleró.

-          Muchas gracias Mónica, uffff…. Dios cuanto tiempo… sigue por favor… no pares….

Aceleré el ritmo y empecé a utilizar las dos manos para pajearla subiendo y bajando todo lo que podía aquella maravilla de polla… Me estaba calentando yo bastante cuando noté que Susana ponía su manaza sobre mi cabeza y la dirigía hacia su polla, sabía lo que quería… Abrí la boca y mientras me metía el capullo en la boca, que era lo único que me cabía, bajé una mano y empecé a acariciarme. Estaba chorreando… Tenía la polla brillante y tan dura que parecía una barandilla… Cada vez apretaba más mi cabeza, pero a mí no me cabía mucho más, así que me empezaron a entrar arcadas… Ya tenía las dos manos en mi cabeza y me apretaba como un animal, me estaba ahogando, en la habitación solo se escuchaba el sonido de mi babas, gguuug, guugugug , ugguguugugg.

De golpe me sacó la polla de la boca y me empujó dejándome estirada sobre el sobre el sofá, sin mediar palabra se abalanzó sobre mi poniendo aquel rabo negro entre mis tetas y apretándolas empezando una follada brutal de mis tetas y bocas a la vez….

La cara de Susana ya no era la misma, estaba como poseída, su cuerpo se movía con decisión… Estuvo cinco minutos follándome tetas y boca, pero no parecía tener bastante… Se incorporó, me cogió con la fuerza de un hombre que es lo que era y me dio la vuelta dejándome boca abajo sobre los cojines del sofá, por lo que mi culo quedó total mente expuesto. Noté como introdujo dos dedos en mi coño directamente, no le costó porqué estaba totalmente encharcado… Y empezó a follarme con sus dedazos mientras con la mano libre empezó a darme cachetadas en el culo y las tetas… Me trataba con una violencia que no hubiese esperado nunca de la chica tímida que venía a limpiar a casa…

Cuando sacó sus dedos me temí lo que venía, pero tenía serias dudas de si podría entrarme aquella polla… La puso en la entrada de mi coño y me dijo…

-          Te voy a reventar…

-          Ten cuidado por favor…

-          No lo voy a tener, cuando me pongo cachonda me pongo muy loca y me pongo muy cachonda viendo sufrir a las zorritas como tu… ¿sabes por qué?

-          No… dije llena de miedo…

-          Porque tienes la puta suerte de sentir lo que es que te metan un rabo como el mío por este coñito mojadito que tienes y por este culazo blanco y yo nunca lo sentiré por el coño….

-          Por eso te voy a follar con rabia ¡toma! Y de un empujón me metió casi todo su rabo, sentía que mis ojos se iban a salir de sus orbitas y di un grito que se debió escuchar en todo el pueblo. Tal como la metió sacó la mitad y empezó a taladrarme y pegarme cachetadas.

Mis ojos se pusieron en blanco y quedé medio inconsciente sobre el sofá. La follada no bajaba de intensidad y empezaron a caer orgasmos de mi lado… tuve seis orgasmos seguidos como si sólo fuesen uno… no podía ni hablar… Me agarró de las caderas y siguió taladrando media hora sin desfallecer ni un momento… Nuestros cuerpos no dejaban de sudar… Mientras seguía con el mete saca metió los dedos gordos de sus manos en mi ojete, abriéndolo cada vez más….

-          Por el culo no Susana, ¡me vas a desgraciar!

Me agarró por el pelo, me giró la cabeza para que la mirara y me dijo;

-          Perra blanca hoy vas a sentirte mujer como no te has sentido en la vida… Me escupió sobre el ano y deslizó aquella barra de carne desde mi coño hasta la entrada de mi culo… Me giré y la miré con cara de súplica…

-          Por favor Susana, por favor…

Me cojio de las muñecas con una mano, las puso sobre mi espalda y con la otra mano dirigió la penetración más larga y dolorosa de mi vida… Sentí como me desgarraba el culo… Aaaaaaaaaaaarggggggggggggggggggggggggggg….

-          Joder que culito más estrechito… menudo regalito me tenías preparado…

Quien era esa mujer o hombre, como podría haberse transformado de esta manera….

Empujó su polla hasta tenerla toda dentro de mi culo, sentí como sus huevos se apoyaban sobre mi coño…

-          Ahora viene lo bueno, fóllate el culo…

Entendí que quería que me moviese, así que lentamente empecé a moverme adelante y hacia atrás, no era fácil porque me tenía totalmente empalada… El dolor fue remitiendo y con el movimiento se convirtió en una extraña mezcla de dolor y placer salvaje…

-          Lo estas disfrutando eh zorra… te estas reventando el culo tu solita y te está gustando…

-          Siiiiiii joder que gusto… que secreto más bien guardado que tenías… bufffff

-          Te voy a llenar el culo de leche…

Me agarró las tetas, me levantó y sentí como sus melones se clavaban en mi espalda. Me estrujó las tetas y ahora fue ella la que empezó a moverse para taladrar mi culo de una forma salvaje… Un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando Susana empezó a gruñir y a apretar mis tetas con mucha furia, yo sentí como grandes cantidades de leche me recorrían las entrañas y un orgasmo que partía de mi ano recorría todo mi cuerpo… Era mi primer orgasmo anal.

-          Siiiiii, te estas corriendo zorra, como me la aprietas vas a partirme la polla, aaarrgggg… Gritó Susana de forma entrecortada mientras no paraba de follarme el culo…

Susana cayó sobre mi exhausta de tanto esfuerzo y yo quedé estirada sobre el sofá con su rabo metido en mi culo… así estuvimos como veinte minutos, intentado recuperar el aliento.

Cuando nos recuperamos Susana me sacó su rabo flácido del culo y  me pidió perdón por haberse puesto violenta y haberme roto el culo, estuve una semana teniendo serias dificultades para estar sentada… Me contó que su último novio con el que tuvo tantos problemas la introdujo en el sexo violento y le estaba costando mucho volver a disfrutar de un sexo más tierno y cariñoso…

Así que me ofrecí para hacerle de profe en otra ocasión.