MenudaS pollaS,menudas tetas,bienvenida al pueblo
Siguen mis aventuras en el pueblo al que me he trasladado... Mis tetazas siguen metiéndome en problemas...
Me desperté inmóvil, mirando al techo y lo único en lo que podía pensar era lo que había vivido la noche anterior… ¿Cómo había pasado en unos minutos de estar con unas amigas del trabajo, a ser follada por un desconocido en el baño de un bar?
Tal como estaba deslicé mi mano por debajo del pijama hasta encontrar mi entrepierna… abrí una pierna hacia un lado para facilitarme el acceso y me acaricié suavemente… Todavía me sentía abierta, todavía notaba que mi coño no había recuperado su forma natural… Me introduje un dedo y fácilmente entró el segundo. ¿Qué me pasaba? Siempre he sido más de acariciarme que no de meterme nada, pero estaba mojada y ya tenía tres dedos hurgando en mi coño. Me di cuenta de que estaba intentado reproducir las sensaciones de la noche anterior, pero estaba claro que con mis dedos no iba a poder ser…
Me incorporé me di una ducha y me decidí a salir a correr, me vendría bien despejar la mente y correr por los caminos alrededor del pueblo. Así que me puse unas mayas negras y un sujetador deportivo que tuve que comprar en una tienda especializada en Alemania. No era fácil contener el bote de mis tetas cuando corro, y ni que decir que si me cruzo con alguien el espectáculo hace que cualquier hombre se quede embobado y también algunas mujeres…
Corría por un camino de tierra centrada en mi respiración y el ritmo que debía llevar cuando me crucé con un pequeño grupo de ciclistas que venían en sus mountain bikes . Al cruzar vi como la mayoría de sus miradas se dirigían a mis tetas, lo que como de costumbre me avergonzó y me hizo bajar la cabeza. Tal y como cruzaron escuche un golpe y al girarme vi que uno de los ciclistas se había caído, seguro que se había distraído por mi culpa…
Paré y me interesé por chico, igual que sus compañeros. Se había hecho una pequeña herida en la rodilla y se le había estropeado la rueda de la bici. No era na da grave, pero tendría que ir al médico por si necesitaba algún punto. Les dijo a sus compañeros que siguiesen la jornada que o quería arruinarles el día y llamaría a su hermano por teléfono para que lo recogiese con el coche. Yo les dije que me quedaba con el hasta que viniesen a buscarlo, con lo que todos arrancaron de nuevo sus bicis mientras le hacían bromas del estilo;
- ¡A ver si te fijas más!
- ¡Hay que mirar a la carretera!
- ¡Te dejamos bien acompañado!
De pronto me quedé con aquel chaval sola en medio del camino sin saber muy bien que decir.
- Siento mucho que te hayas caído y te hayas hecho daño. Le dije.
- No te preocupes, puede pasas si vas en bici…
- ¿Te duele?
- No mucho, me pondré agua para limpiar la tierra de la herida.
Mientras se ponía agua me percaté de que él también llevaba mayas, y que se le marcaba un paquete de tamaño considerable. Aparté la vista rápidamente, pero noté que se había dado cuenta, que vergüenza pensé. Entonces fue a él al que pillé mirándome las tetas, pero al contrario que yo, cuando lo pillé no dejó de mirarlas, me miró con una sonrisa que me resultó familiar.
- Que te parece si nos apartamos del camino por si pasa algún coche.
- Sí tienes razón, te ayudo a levantar.
- No, tranquila ya tienes tu bastante con lo tuyo, ¿no?
- ¿Perdona?
- Bueno, no te enfades, pero no puedes negar que tienes unos pechos muy desarrollados, y estoy seguro que deben pesar lo suyo, jajajaja.
- Bueno, sí pero no me parece adecuado este comentario. Es como si yo hablase de tu miembro.
- ¿A este te refieres? Me dijo mientras se agarró la polla por encima delas mayas y parecía que llevaba un tubo de papel de cocina ahí escondido por el tamaño…
- Y he visto que te has fijado antes, no me digas que no. Y, además, mi comentario no será muy adecuado, pero tienes que aceptar que es normal que me haya distraído tal y como te botan las tetas mientras corres, así que en parte mi accidente es culpa tuya.
Dios otra vez con la culpa, me siento realmente culpable cuando pasa algo así. Sé que es imposible para un hombre no fijarse y quedarse embobado y por eso me siento como en deuda en este tipo de situaciones.
En aquel momento llegó una furgoneta blanca bastante grande.
- Mira, mi hermano ya está aquí.
La furgoneta paró y cuando vi quien bajaba se me heló el corazón.
- ¡Salva! ¡estamos aquí!
No me lo podía creer, el hombre que hacía horas me había pegado la follada de mi vida estaba de nuevo delante de mí. No sabía cómo reaccionar, me miró rápidamente con una naturalidad que me dejó un poco fuera de juego.
- Que pasa hermanito, ¿ya la has liado? Buenos días profe… Me dijo con una medio sonrisa…
- ¿Os conocéis? dijo extrañado Carlos, que era el nombre del hermano de Salva.
- Sí, nos conocemos un poco. Anda subamos la bici a la furgoneta.
- ¿Pero que te ha pasado chaval?
- Pues que veníamos en grupo por el camino y de pronto nos hemos cruzado con este par de melones, se me ha ido la vista y me pegao un tortazo… Pero no me digas que no es normal.
Me sorprendió que empezasen a hablar de mis tetas tan alegremente estando yo presente, pero todavía estaba en flipando por tener a Salva tan cerca de nuevo.
- Te entiendo perfectamente, y si se las vieses al aire más atontado te ibas a quedar.
- ¿Pero, qué dices? ¿Tú se las has visto?
- Claro, profe, sube a la furgoneta. Mientras ellos hablaban iban subiendo la bici a la furgoneta. En un momento ya estábamos los tres en la parte de atrás y Salva cerró desde dentro las puertas traseras de la furgo.
- Bueno yo en realidad estaba corriendo así que me voy a ir.
- Si hombre, tú has hecho que mi hermano se caiga, así que como mínimo tendrás que recompensarlo enseñándole tus tetazas que son el motivo del accidente.
- No creo que tenga que hacer esto porqué tú lo digas. Dije mostrando algo de enfado.
- Pues yo creo que Salva tiene razón, me he hecho una herida, se me ha roto la bici. Y los tres sabemos que es culpa tuya.
Salva se me acercó y sin mediar palabra me agarró una teta con una de sus manazas. Me la agarró fuerte, como si quisiese reventarla. A mí no me dolió, al contrario, pero no quería que lo notase así que intenté apartar su mano de un manotazo. La diferencia de fuerza era tremenda, ni se inmutó. Acercó su boca a mi oreja como había hecho la noche anterior y sin soltarme la teta me susurró al oído…
- Profe profe profe… creo que ayer disfrutaste bastante… te tengo calada… una chica de ciudad que se viene al pueblo porque está harta de meterse en líos por ese par de melones que gasta… No te gusta llamar la atención y dedicas mucho esfuerzo en intentar no llamarla, pero te resulta imposible… Tienes un cuerpo que despierta en cualquier hombre las ganas de reventarte, y lo sabes… blanquita de piel, un culo bien redondo y esa carita de niña buena que parece no haber roto un plato en su vida… ¿me equivoco?
- Negué tímidamente con la cabeza. Que tenía este hombre… más que ponerme cachonda me ponía en un estado en el que perdía mi voluntad…
- Así que ahora te toca pagar, enséñale a mi hermano esos melones y estaremos en paz.
El tema de la culpa me podía… Así que cerré los ojos y me subí el top y el sujetador deportivo de golpe. Boom, saltaron mis melones como si hubiesen estado esperando este momento desde que los metieron ahí.
- ¡JODER! Gritó Carlos, pero vaya par de tetas, no había visto unas así ni en internet, que pasada.
Yo seguía con los ojos cerrados.
De pronto empecé a notar como me chupaban una teta y al instante lo mismo con la otra… se me estaba yendo el tema de las manos, pero mis pezones son una de las zonas más erógenas de mi cuerpo… Tienen un tamaño un poco menor a una galleta María, y el pezón se me pone duro y sobresale como un centímetro justo del medio del pezón… La parte que atrae más de mis pechos a parte del tamaño, es la forma, ya que, a pesar de su tamaño, no están nada caídas y el efecto visual es muy atractivo para los hombres…
- Chupa nene chupa que de estas no hay. Le decía Salva a su hermano. Mientras con sus manazas me iba acariciando la parte interna de las piernas y su hermano me sobaba el culo por encima de las mayas.
Yo gemía tímidamente, y esto acabó por animarlos.
- Mira que cachonda se está poniendo, ¡chupa fuerte!
De golpe no se quien, me bajó las mayas y bragas hasta los tobillos. Y empezaron a hurgan en mis intimidades. No dejaba de notar manos y dedos abriéndose paso entre los pliegues de mi coño y la carne de mi culo. Buscaban y buscaban y acabaron encontrando.
- Joder esto está empapado hermanito, le dijo Carlos a Salva.
Carlos se puso de rodillas en el suelo y buscaba comerme el coño, pero estando de pie era complicado así que su hermano le ordenó.
- Estírate en el suelo que ahora se lo vas a comer todo bien. Mientras decía esto me apretó con sus manos en mis hombros y caí sobre mis rodillas, quedando mi coño justo a la altura de la cara de Carlos que empezó a pasar su joven lengua por todo lo que encontraba.
De nuevo me encontré con mi nueva amiga… la polla más grande que me había follado nunca. Así que sin que me dijese nada Salva, le bajé el mismo pantalón de chándal de la noche anterior y empecé a comerle el rabo. Él me puso las manos en la cabeza y me marcaba el ritmo de la mamada.
- Mírame profesora, mírame con esa carita de buena chica. Sabes que estás muy guapa con una polla en la boca, te sienta muy bien…
Mientras le comía la polla a Salva su hermano había empezado a meterme primero un dedo, luego dos y ya tenía tres metidos en el coño, los movía violentamente como si de una follada de su hermano se tratase.
- Ponte a cuatro patas me ordenó Salva. Obedecí sin rechistar, se puso detrás de mí y se agarró la polla para apuntar bien a su objetivo… Primero me acarició el clítoris varias veces antes de meterla y cuando más lo deseaba, ¡zas! Me pegó una cachetada en el culo que me debió quedar la marca roja de su mano perfectamente definida.
- ¿Quieres que te folle este coñito que todavía de estar abierto de nuestro encuentro de ayer profesora?
- ¡Sí por favor métemela de una vez!
- Pues empieza a chuparle la polla a mi hermanito que mira que aparato tiene para ti…
- Levanté la vista y vi que si en algo se parecían más era en las pollas, Carlos tenía una polla muy parecida a su hermano, pero al no ser tan alto ni tan corpulento todavía parecía más grande. Me agarró la cabeza y me la metió en la boca como si para su edad ya lo hubiese hecho muchas veces…
- AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAFGGFFFFFFFFF, Salva me había metido entera la polla de golpe, al principio pensé que me había partido, que algo me había roto, pero enseguida el dolor y la preocupación pasaron a ser placer y gusto…
Pasados cinco minutos de mamada y folleteo Carlos le dijo a Salva, - Agárrala de los brazos y no dejes de follarla-. Así que Salva me levantó y puso mi espalda contra su pecho, cogiéndome de los brazos. En ese momento mis pechos no podían estar más expuestos y salidos.
Plas, plas, plas, Carlos empezó a abofetearme las tetas una tras otras con la mano abierta. Mientras Salva me follaba con su pollón no podía pensar mucho, pero no entendía porque hacia eso Carlos, nunca nadie me había pegado en las tetas, pero la verdad es que estaba experimentado un placer que era totalmente nuevo para mí. Me las dejó rojas como dos sandias…
Carlos paró de pegarme en las tetas y se acercó a buscar algo a la guantera de la furgoneta. Al volver le dijo a su hermano, ahora me toca a mí.
Salva me sacó la polla y se intercambió con su hermano, Carlos me la metió directamente y empezó un mete saca más rápido que el de Salva… los ojos se me ponían en blanco no podía evitarlo, estaba en otro mundo…
Pensaba que salva me metería la polla en la boca, pero para mi sorpresa se puso a cuatro patas delate de mí, se giró y me dijo, - ya sabes lo que me gusta…-
- Entendí que quería que le comiese el culo, así que sin mediar palabra acerqué mi boca a su ojete y empecé a lamerle el culo… Para no haberlo hecho nunca, era la segunda vez en dos días que le comía el culo a un hombre…
- Mientras me follaba Carlos empezó a meterme el dedo gordo por el culo, noté que entraba fácil así que pensé que lo que había cogido de la guantera debió ser vaselina o algún dilatador… No me extrañaba que tuviesen a mano pues seguro que tenían problemas para follar con alguna chica del pueblo con semejantes pollas. El dedo gordo se convirtió en dos dedos y casi sin darme cuenta ya tenía tres dedos metidos en el culo y el ritmo era bastante acelerado. Yo no era virgen por el culo, pero nunca me habían metido una polla como la suya, las pollas o mejor dicho pollitas que me habían metido, siempre bien lubricada habían sido capaces de darme placer por detrás…
- Los dedos vale, pero la polla por el culo no Carlos, bufffff, es demasiado grande, aaaaaaarhhh. Dije sin mucha convicción.
- Jjajajaja, que te crees tú que voy a dejar de follarte este culazo que gastas, ábretelo para mi zorra.
- No sé por qué, pero le hice caso, puse mis manos en mis glúteos y los abrí. Carlos empezó a meterme la polla suavemente y Salva se había girado para que le comiese la polla mientras veía como su hermano me daba por el culo. Me giré mientras masturbaba Salva con la mano y vi aquel pollón entrando y saliendo de mi culo con tanta facilidad que me gustó la imagen. Era una polla muy recta, venosa y con un capullo igual de ancho que todo el resto. Debía medir unos 27 centímetros y tenía el grosor de un vaso de tubo…
- Agárrala tu ahora le dijo Salva a Carlos, a lo que este obedeció inmediatamente sin dejar de taladrarme ni un segundo.
- Cuanto me tuvo con mi espalda contra la suya Salva me agarró los dos pezones a la vez y me los retorció como si del mando del horno se tratase y los quisiese poner a toda potencia. No pude soportarlo y grité, aaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhh, ¡me duele! Pero a él no pareció importarle ya que me miraba con su sonrisa burlona. Ahora me amasaba las tetas con las dos manos intentado cubrirlas del todo, pero le era imposible, y no tenía unas manos pequeñas.
- Chavalín, ¿ya me las has abierto bien? Pues quita que me toca.
- Carlos se estiro en el suelo boca arriba y empezó a chuparme las tetas y a amasarlas, mientras su hermano se colocó detrás de mí y me agarro la cintura, me pego un buen par de cachetadas y como había hecho antes Carlos, se agarró la polla para apuntarla directamente a mi culo. Me sentía vacía sin el rabo de Carlos así que cuando me la metió de un golpe Salva, me recorrió una sensación de placer y plenitud por todo el cuerpo…
- ¿Te estamos dejando el culo bien abierto eh profe?, dijo Salva mientras movía su pelvis con un movimiento rítmico y duro.
- Siiiiiii, no pares cabrón follarme el culo, no pares de reventármelo…. Estaba ida por el placer que estaba sintiendo, nunca le había dicho cosas así a un hombre…
- Dios que tetas, no me cansaría nunca de chuparlas y sobarlas dijo Carlos que seguía debajo de mí.
- ¿Está preparada profe para el momento follada brothers ? Jajajaj
No entendía a que se refería hasta que vi que se agarró la polla y la apunto a mi coño, ¿estaba loco? ¿Cómo me iban a caber estos dos pedazos de carne en mi pequeño cuerpo????
Grite, ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!! Pero era demasiado tarde…
- ¡Toma nena, toma polla! Carlos me acababa de meter la polla mientras su hermano metía y sacaba la suya de mi culo
- Ahora sí, con mis ojos en blanco y mi cuerpo en un estado provocado por el placer que sentía estar a punto de desmayarme, ya me podía morir. Estaba sudada, sobre un colchón viejo en el interior de una furgoneta roñosa con dos chavales a los que no conocía de nada y reventada a pollazos…. ¡Me sentía una reina! ¡La reina de las zorras tímidas! Las que no quieren que se sepa, que no quieren parecerlo, que no llevamos minifaldas ni escotes provocativos, pero cuando follamos, no tenemos perjuicios ni fronteras ni malos rollos…. Por todas las mujeres quería sentirme bien en ese momento, por mucho que los rabos que tenía dentro se moviesen por el primitivo impulso varonil de dominación masculino, yo sabía que en aquel momento toda la leche que iba a salir de aquellas pollas era por mí, y eso me hacía sentir importante, sucia, imprescindible y genial a la vez.
- Salva me saco la polla del culo y le dijo a su hermano, ¿estás listo? A lo que el otro contesto, claro, ¿dónde quieres correrte?
- ¿Tienes dudas hermanito???? Jajajajajaja.
- Me levante y me encontré a los dos masturbando sus pollas mientras apuntaban a mis tetas, como premio me las agarre y las apreté la una contra la otra dibujando un canalillo que hacía las veces de pista de aterrizaje para toda la leche que me iba a caen encima.
- Me corroooooo, jodeeeerrrrrr. Dijo Carlos.
- Yo tambieneeeeeeeennnnnnn, oooooooh, tomaaaaaaaa. Ahora Salva.
- Mi cara, mi pelo, mis tetas, me bañaron en leche de una forma bestial. Lo fui recogiendo de mis tetas y metiéndomelo en la boca mientras ahora era yo la que los miraba con sonrisa burlona.
- Que te parece profe, ¿nos apruebas o tendremos que repetir curso?
- Jajajajaja, rieron los dos mientras yo me intentaba recomponer de semejante follada…
- Como tenía toda la cara y el cuerpo cubierto de leche se ofrecieron a limpiarme, pensé, que atentos…
- ¿Quieres que te dejemos limpita profe? Así como estás no puedes ir por ahí…
- Vale, ¿tenéis toallitas o algo? Dije inocente de mi…
- No hacen falta toallitas, de esto nos ocupamos nosotros…
Se cogieron las pollas, las apuntaron hacia a mí, y justo al mismo tiempo empezaron a mearme encima.
- Joder, ¡qué asco! Grité, cerré los ojos e intenté apartarme, pero no sé quién de ellos me cogió del pelo me puso justo debajo de la lluvia dorada que me estaban brindando.
- Pero si tú eres profe debes saber que esto lo hacen los animales para marcas su territorio, ¿no? Así que ya sabes, ahora eres nuestra…
- Mírame zorra, dijo Carlos, mírame a los ojos y abre esa boquita.
Después de los chorros iniciales que me sorprendieron y asquearon, ya no me estaba pareciendo tan desagradable, menudas meadas me estaban dando… Así que los miraba y me atreví a abrir la boca tímidamente y probar algo nuevo, otra vez… No lo tragué, pero si lo probé… Al menos esta vez…