Menuda borrachers

Una terrible borrachera que termina de forma inesperada

No sé ni qué hora era, probablemente ya hacía tiempo que había amanecido pero la habitaciónestaba a oscuras;únicamente una pequeña rendija en la persiana me indicaba que en la calle había luz.

Casi no recordaba ni quién era, ni cómo había venido a parar a esta cama. Estaba totalmente desnudo, con una empalmada que no era normal y con lo que parecía ser una tía a mi lado. ¡Qué ciego me había pillado la noche anterior!¡Por Dios, qué ciego! Haciendo un esfuerzo, intenté recordar…

Había quedado con mis colegas a celebrar nuestro cumple y el fin de la selectividad, dos motivos más que suficientes para tener preparado un desparrame total.

Íbamos a ir a una disco buena, me jodía un poco porque me tenía que poner pantalones de pijo y zapatos, aparte de los 20 pavos que costaba la entrada. Por si las…, nos pillamos lo necesario para hacer un botellón y entrar ya en condiciones en la puta disco. Yo todavía no me había podido sacar el carnet así que, que se jodiera al que le tocara conducir.

Quedamos todos en un parque al que me llevaron y ni me acuerdo, nos preparamos unos minis de güisqui, de vodka, de calimotxo y de cualquier cosa que llevara cantidad suficiente de alcohol.

No sé quién fue el que empezó a hacer rular unos canutos, prácticamente nunca los había catado, pero me apunté como el primero. Estando ya más que contentos, o sea, con un puntillo del copón, alguien sacó unas pirulas que decían te ponían a tope para toda la noche. En aquel momento, creo, me metí un par de ellas.

Al entrar en aquella discoteca iba ya con un ciego de la leche, no veía ni ostia, ni la punta de mi nariz.No sé cómo los seguratas nos dejaron pasar, probablemente por la pandilla de tías que se había adobado a nosotros. Con todo mi ciego creí reconocer a alguna de las amigas de mi hermana. En fin, una vez dentro, bailé a tope y me tomé un par de cubatas que iban con la entrada… Y ya… Buf, cómo cuesta recordar...

Creo que me enrollé con una tía súper maciza, estaba que lo partía y reconozco que yo estoy “to petao”, al menos, eso dicen mis amigos. Aquella piba era una leona, se me tiró a saco en plena disco y en menos de dos minutos me había hecho unos chupones en el cuello de la hostia.

Mis amigos se descojonaban de mi diciéndome que me había marcado, ya no se me acercaría otra chavala en toda la puta noche. No importaba, había pillado cacho…entonces, tampoco recuerdo como,me soltaron otra pirula, azul, más grande, de forma romboide. Al cabo de un rato tenía la polla a punto de reventar, solo tenía ganas de echar un polvo y la tía de los chupones se rajó diciéndome que tenía la regla.

Me dio igual, iba súper caliente, nos escaqueamos en los servicios de tíos, unos cuantos magreos con un wáter como testigo, la agarro y le digo que se la voy a meter por el culo. Me soltó una hostia en todo el careto que me dejó gilipollas.

-¿Pero tú que te has creído, imbécil? ¡Te he dicho que tengo la regla! – Me dijo… ¿Y cómo coño se llamaba?

Yo es que lo flipaba. No es que supiera mogollón de tías, pero ¿La regla no tiene que ver con algo del coño? ¿Ahora también le afecta al culo? En fin, se lo iba a soltar, a devolverle el piñazo, a decirle que era una puta calientapollas, pero la muy zorra me había dejado “to tirao” sentado en el inodoro ¡Vaya puta de mierda!

Salí de los servicios como si nada, esa noche tenía que triunfar… Me bebí otro par de cubatas notando como me hacía efecto el alcohol a la par que disminuía el volumen de mi cartera. Y la polla me estaba matando, no había forma de encontrar una postura cómoda ¿Quién me habría dado la pastilla azul? ¡Si lo encuentro lo mato! Pensé.

Otra pirula de no sé qué color, un rato en la pista de baile donde, curiosamente, la gente era cada vez más lejana y la música más lenta ¿Cómo podían ampliar la pista así? ¡Esta disco era la hostia! Apareció un tío a mi lado y, antes de que el suelo saliera a mi encuentro con toda la alevosía y premeditación de la que un suelo es capaz, lo paró poniéndome las manos en el pecho y la cintura. ¿Porqué si me sujetaba a mí se había parado el suelo?

-No sé qué te has tomado, Luis, tienes un ciego de impresión y un careto de colgao que te cagas. Venga, vamos fuera a que te de el aire…

¿Y este fulano quién era? ¿No va y me llama colgao? Anda y que le den…

No sécómo(empiezo a estar harto de no saber de nada) estaba en la puta calle, rodeado de tíos y tías, todos con los comentarios más chorras del mundo: Pobrecito. Mírale como va. Le va a dar algo… etc.

-¿Luis, te encuentras bien? –Me dijo una tía, pero como con preocupación…

-¿Qué si estoy bien? Estoy “de buty”. Además, estoy “to bueno” ¿Quieres que nos lo montemos tu y yo? –Con lengua trabada, creo que fue lo que dije…

-¡Sí hombre! Con tu hermana melliza. – Soltó alguien por ahí. ¿Hermana? ¿Qué hermana? Pensé.

-Lleva un colocón como un piano, a Luis hay que llevarle a casa o al hospital, con lo que se ha metido, le va a dar un jamacucode los que hacen época-

-Sí, los hay que no saben beber…-

-No es que no sepa, es que no bebe nunca, ni fuma, ni toma pastillas de esas que le habéis dado-

Esa última voz me resultaba vagamente familiar, era la que me había preguntado si me encontraba bien, debía conocerla de algo, miré hacia allí y vi una cara borrosarodeada de un aura de luz que le daba un aire celestial…A todo esto, se me estaban revolviendo las tripas, no conseguía reconocer el careto de nadie y no sé cómo, me vi potando hasta mi primera papilla entre dos coches.

¡Qué marrón! Me estaba poniendo fatal, fatal, fatal. Entre el tío que había parado el suelo y la de la voz familiar con aire celestial me llevaron a un buga donde me tiraron –literalmente- en la parte de atrás. Al cabo de días, o meses, o años, o no tengo ni puta idea, llegamos a algún sitio donde pararon. Me hicieron bajar, más bien creo que me sacaron a rastras, llevándome a un portal de una casa, en alguna calle de algún barrio en no séqué ciudad. Con esta descripción, seguro que todo el mundo sabe por dónde andaba.

Me metieron en una caja cuadrada con botones que se movía sola, ni idea de lo que querían hacer conmigo. A lo mejor me estaban abduciendoestos seres ¿Celestiales?… Aquel cacharro paró, me sacaron de allí y me metieron por una puerta que daba a la oscuridad más absoluta. Por poco tiempo…Alguien debió decir “hágase la luz” y, como no vi a nadie, alguno de aquellos dos ¿Seres celestiales? que me llevaban debían de haberlo hecho. (Esto lo deduje yo solito)En ese momento supuse que,si eran seres celestiales,sólo podían ser ángeles.

Me hicieron avanzar por un pasillo interminable que tenía puertas a ambos lados, abrieron una de ellas y me metieron allí. No veía casi nada, pero, o por allí estaba el Jefe Supremodiciendo otra vez “hágase la luz”, o los ángeles habían repetido el proceso; el caso es que la luz se hizo.

Me pareció una habitación normalita, aunque, para ser sincero, no me acuerdo de una mierda. Alguno de los ángelesme empezó a desnudar quitándome la camisa, también quitándome los pantalones y calzoncillos (cosa que agradecí porque la polla me estaba matando), me metieron en una ducha y le dieron al agua fría. ¡Me cago en mi puta calavera! (No sé si lo llegué a decir, pero seguro, seguro que lo pensé). Además, me resbalé y me di un piñazo de órdago en todo el tarro.

Me parece que el ángel de la voz que me sonaba de algo, apareció al oír el ruido que había hecho al caerme, cerró el grifo y me ayudó a salir de allí. ¡Qué frío! Encima, de poco había servido, seguía encontrándome fatal, no veía ni hostia, me dolía la cabeza del golpazo y estaba totalmente helado, con una tiritona que no podía parar; si me seguían castañeteando los dientes así, me quedaba sin piños.

El ángel de la voz que me sonaba de algo se estaba comportando como mi “Ángel de la Guarda” (¡Claro, por eso su voz me sonaba!), intentó secarme con una toalla, me puso un pantalón de pijama del que se salía el nabo y me metió en la cama. Con todo mi cebollazo debería de haberme quedado dormido enseguida, pero no, seguía en la nebulosa de Orión incapaz de cerrar los ojos (alguna de las pirulas que me habían dado, fijo).

Mi Ángel de la Guarda(ya lo tenía claro) se sentó junto a mí, me besó la frente, me acarició el pelo y se fue. Me dijo algo que apenas conseguí descifrar, sonaba como “espera, ahora vuelvo” pero con más palabras. A lo mejor era el idioma celestial…

Apagó la luz y salió. La cuestión es que, al cabo de un período indeterminado de tiempo (paso de intentar contarlo, no llevo calendario) apareció otra vez. Me quedé flipando… Se había puesto la túnica de ángel (Ahora que caigo, no sé cómo iba vestido antes), con florecitas y todo,pero, por más que me fijaba, no le veía las alas. Sí le veía el resplandor alrededor de la cabeza, su aura de luz que parecía provenir del pasillo interminable, le hacía irreal.

Bueno… Irreal… No sé… ¿Quién dijo que los ángeles no tienen sexo? Este lo tenía. A contraluz se le notaban perfectamente el perfil de unas tetas de infarto, me fijé mejor cuando se volvió a sentar en el borde de la cama en la que estaba.

Empezó a hablar con voz severa, me parece que me estaba regañando o estaba molesto con algo que yo había hecho… Yo solo le miraba las tetas a través de su leve túnica de ángel. Mi cacharro no había perdido un ápice su erección y mi ángel lo miraba de vez en cuando.

Su voz se fue dulcificando… No pude aguantar más, intenté abarcar uno de aquellos pechos maravillosos consiguiendo un manotazo en mi propia mano. La voz se intensificó y volvió a dulcificar, una mano suavísima me acarició la cara, unos labios de seda me basaron la frente, unas lágrimas de felicidad corrieron por mis mejillas, estaba en el puto cielo.

Agradecí que mi ángel, con su mano suavísima y sus labios de seda se apiadara entonces de mi empalmado aparato, algo me estaba diciendo de pastillas de colores, de alcohol, de favores que me tenía que hacer o iba a reventar…, Y ya no entendí nada más… Subía y bajaba su mano a lo largo de mi enhiesto miembro con una maestría propia de su condición angelical. Me corrí de forma impresionante, llevaba horas (o días) con el pene a tope y necesitaba liberarme como agua de mayo.

Lo curioso es que no se me bajaba el cacharro para nada y yo quería agradecerle a mi ángel sus servicios de la misma forma que él a mí. Intenté un avance directo, pero, en un escorzo digno de cualquier futbolista de élite, se levantó dejándome con un palmo de narices, fue a hasta la puerta soltando una risa cantarina, se quedó un rato mirándome y la cerró. Me quedé en una oscuridad total, el tiempo se detuvo, mi mente abandonó mi cuerpo iniciando un viaje astral. Al volver en mí, noté que mi Ángel se había tumbado a mi lado por lo que, de forma indecisa,empecé a tocarle y, por el tacto, descubrí que ya no llevaba su túnica.

Me acarició el pecho, la cara, el cuerpo entero y me dio el beso más tierno de mi vida. Me acordé en ese momento de la loba de la discoteca que me había hecho los chupones y ¡vaya diferencia! Me dejó posar mis manos sobre su cuerpo cuasi divino, sus senos eran maravillosos, suaves, esponjosos, turgentes… Notaba sus areolas abultadas y cómo sus pezones se endurecían bajo la presión de mis dedos. Sus manos tampoco paraban quietas, seguían acariciándome el pene, el pecho, las piernas… Me estaba volviendo loco de placer.

En un momento de lucidez pensé en la suerte que tenía, ninguno de mis colegas había tenido nada que ver con los ángeles… Seguro que era un regalo Divino por mi cumple.

Con más esfuerzo del que pensaba, cada vez que levantaba la cabeza, todo me daba vueltas, fui recorriendo con dientes, labios y lengua aquel cuerpo inmaculado. La sensación era impresionante, solo basada en el tacto y en el olfato. Faltaría más decir que su perfume era embriagador.

Llegué hasta su parte más íntima con un poco de recelo. Quizás fuera verdad que no tuviera sexo o, para ser más preciso, fuera hermafrodita y, aparte de unas tetas de alucinar, me encontrara un cipote de las mismas características…

Pero no, miÁngel de la Guarda era definitivamente femenino. Tenía un coñito sin nada de pelo, al tacto parecíadepilado por completo (Como tiene que ser, pensé), acerqué mi boca al mismo y sabía fenomenal. Sus labios (vaginales) estaban cerraditos, eran pétalos de flor que se abrieron a mi paso, su sabor era auténtica ambrosía que me dediqué a saborear a conciencia.

Conforme mi lengua se acercaba a su rincón más íntimo, metí, con mucho cuidado, un dedo dentro de aquella cueva que desprendía un calor acojonante. Era ciertamente estrecha, con una suavidad… En cuanto chupé su nódulo de placer empezó a suspirar, a agitarse por la cintura, a mover la pelvis de forma rítmica con cada suspiro.

Eso me estaba poniendo mucho más cachondo, las náuseas iban desapareciendo, aceleré mis acometidas de lengua y dedos y, según levantaba el culo de la cama, me llenó del líquido más alucinante que jamás hubiera probado, auténtica malvasía. Lubriquéun dedo en aquel líquido y lo introduje con cuidado y decisión por su agujero más estrecho. Debí causar algo de sorpresa pues mi ángel se paró con la espalda arqueada y levantada de la cama durante… ¡Qué manía con intentar contar el tiempo!

Solo diré que se corrió, se corrió con mi lengua en su clítoris, un dedo en la vagina y otro, de la otra mano, en su prieto culito. Gritó como una loca, solo decía:

-Oh Dios, oh Dios, ohhh Diooooosss…-

Claro, qué iba a decir un ser celestial

-Ahhh,Mamaaaaa

Esto ya me extrañó mogollón, no sabía que los ángeles tuvieran madre.

Acabó exhausta, jadeaba como una loca intentando recuperar el resuello así que aproveché para, tumbándome encima de ella y ayudándome con una mano, meterle mi tiesa polla (ahora sí que agradecía la pastillita azul) en aquel estrecho túnel que parecía hecho ex profeso para mí.

-¡Ahhh, cabrón!- Me soltó en ese momento.

¡Joder! Los ángeles no dicen tacos, digo yo. ¡Y cómo me había costado metérsela! A lo mejor era su primera vez, no creo que lo ángeles tengan escuela de sexo, pero… ¡Chi lo sa! (Se lee, qui lo sa)

Consideracionesaparte, seguía teniendo clarísimoque la misión de aquel ser celestial era aplacar mi calentura en el día de mi cumpleaños, así que me dediqué a la faena.

La verdad es que el túnel, por no decir el coño, era estrecho de verdad. A pesar de la cantidad de flujo que había soltado, me estaba rozando un poquito el frenillo, ya me había pasado alguna vez acabar con rozaduras en la polla, son súper molestas, y me acordé de un botecito de lubricante que tenía en la mesilla.

Alargué la mano sin salir de su interior, abrí el cajón, cogí el botecito a tientas y, sacándolo, me lo puse en todo el nabo, también extendí una buena cantidad en la entrada de su vagina y, por si se terciaba, en el agujerito trasero (Hay que ser previsor).

Ahora mi polla entró con toda la facilidad del mundo, el beso de mi ángel buscando mi lengua y sus jadeos así lo atestiguaban. Comenzamos una batalla de apéndices bucales, de labios, de dientes, de todo lo que haya por ahí. Le mordí sus labios ¿He dicho que eran de seda? Le repasé los dientes con mi lengua, me mordió ella a mí. Esto estaba dejando de ser suave y romántico para convertirse en apasionado y salvaje.

Se movía con una agilidad tremenda y, si me esperaba a alguien pasivo, mi Ángel me sorprendió, era pura actividad. En un minuto me había cambiado de postura, se había subido encima de mí cabalgándome como una fiera, botaba con frenesí, me hubiera gustado verlo, pero estábamos a oscuras. Por si acaso le sujetaba las tetas con mis manos, le pellizcaba, suavemente al principio, los pezones, las areolasya estaban totalmente inflamadas… Esto era la hostia.

Ni sé las veces que cambiamos de postura, ella encima, ella debajo,sentados, a cuatro patas…Y seguíamos sin parar. A mí me daba la sensación, por los gritos que dio, que se había vuelto a correr por lo menos un par de veces, pero yo seguía totalmente empastillado. Aproveché para meterle un dedo en el lubricado esfínter y sentí cómo lo disfrutaba por los movimientos que hacía y los gemidos que daba.

En un momento dado, se me ocurrió metérsela por detrás, no lo había intentado hasta entonces (excepto los dedos) por encontrarlo un poco humillante, era mi Ángel de la Guarda, pero la calentura que llevaba me pudo y poniéndole el culo en pompa, de sólo envión se la clavé hasta donde pude. Se oyó un Ahhhhhhhh que retumbó en las paredes, reverberando en la oscuridad; lo malo es que el grito no sé si fue de mi ángel o mío. Me dio la alucinación de romperme la polla por la mitad.

El caso es que intentamos calmarnos(cómo se nota que los ángeles son seres estoicos) y poco a poco nos fuimos soltando en esta nueva tesitura. Yo bombeaba, ella movía su culo hacia atrás buscándome, le frotaba el clítoris con los dedos llenos de lubricante, se los metía por la vagina…

Eones después, me sujetaba la mano masturbadora, se dejaba caer de panza en la cama y me acompañaba en un orgasmo de los que solo se deben tener en el cielo. Soltaba toda mi simiente en su interior,chorro a chorro y notaba sus contracciones en la tensión de su esfínter. Quedamos hechos polvo, desmadejados, yo encima de ella besando su cuello con ternura, ella volviendo la cara buscando mis labios.

Nos tapamos con las sábanas, nos acurrucamos y nos dormimos…

Ahora que había recordado (casi todo) llegué a la conclusión de que la tía de al lado era mi Ángel de la Guarda que había dormido conmigo. Por el tacto noté que estaba tumbada dándome la espalda, le metí una mano entre las piernas, estaba llena de flujos y semen secos, de lubricante…

Le icé un poco la pierna derecha, acomodé mi postura y, con suavidad, volví a meterle la polla en su interior. Me la empecé a tirar de lado, con parsimonia, le acariciaba el clítoris con los dedos, subía hasta sus tetas con la misma mano…

En unos minutos volvió la cabeza y me besó la boca, sus tetas seguían siendo de impresión, ¡Que gusto me estaba dando! Echaba su culo hacia atrás y realizaba unas contracciones con la vagina que me volvían a llevar al paraíso. Seguimos durante un rato y, al notar que ella aceleraba sus movimientos previendo la llegada de un orgasmo, hice lo propio para intentar coincidir los dos. Me moví lo más rápido que pude hasta estallar en un éxtasis glorioso.

Estuvimos quietos un rato mientras le besaba la nuca y espalda hasta que mi polla, por fin, perdía su rigidez. Ella, al notarlo, se levantó de la cama, se acercó a la ventana y abrió un poco la persiana. Ya con algo de luz en la habitación se dirigió a la puerta, me quedé embobado viendo la perfección de su espalda y de su culo, se lo pensó mejor y volvió a por mí.

-Vamos a ducharnos, después de esta nochecita estamos hechos un asco. - Y con espanto me di cuenta,ahora que estaba iluminaba la habitación,que mi hermana Verónica me tendía la mano para acompañarla al baño. Estaba estupefacto, ni en mis más cachondas fantasías me hubiera ido a la cama con ella (bueno, en las más cachondas la hubiera reventado a polvos). En fin, que mi cara de imbécil debía de ser de órdago.

-Bueno hijo, no me mires así. Sólo piensa en que me debes una, o varias, porque tal y como ibas anoche… Que no tuve más remedio que hacerte un favor, no podía dejarte en ese estado, y lo de la viagra… ¡Cómo estabas! Pero no te preocupes, con lo que he disfrutado contigo, si te pasa otra vez, te volveré a ayudar- Me dijo con picardía guiñándome un ojo.

-¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿?????????????????

-Mira Luis, tuviste la suerte de que ayer fuera con vosotros y ver cómo te pusiste. Entre Jorge y yo te trajimos a casa y te metimos en la ducha. Luego él se fue y te metí yo en la cama. Y claro, tal y como estabas, me dio no sé qué dejarte solo. Lo de acostarnos no lo había pensado, pero yo también andaba bastante caliente. También me había tomado una de esas pastillitas y, no sé,estaba súper cachonda.El que me desvirgaras por todas partes, no estaba previsto, pero…Alguna vez tenía que pasar yahora lo agradezco. Ha sido una experiencia maravillosa, no podía ni imaginarlo tan increíble… Aunque me ha dolido un poco lo del culo, so bestia.

-¿QUÉ YO TE HE DESVIRGADO? ¿POR TODAS PARTES? Vamos a ver Verónica, no me jodas…

-No, si ahora no te jodo, pero anoche… Tú sí que me jodiste bien¡Que fiera! ¡Casi me revientas!En serio Luis, ha sido maravilloso. Me reservaba para alguien especial…Por la promesaque hice en mi Confirmación de que “el primero sería el definitivo”, para toda la vida. Y mira por donde, ese alguien has sido tú. Yo lo siento, pero una promesa en la Confirmación es sagrada y sabes que tengo que cumplirla…

Cada vez estaba más alucinado ¿Seguro que no seguía dormido y soñando con mi ángel?

-Así que ya puedes ir alimentándote bien para poder cumplir todos los días,porque ahora, después de probarlo,no pienso pasarme sin ello y no siempre vas a tener Viagra a mano…

¿Qué coño me estaba contando?

-Y, por cierto, estas cosas hay que formalizarlas, yo no me voy a acostar con alguien que no me respete. Como eres el definitivo… –Me dijo con voz seria con ese deje picaresco.

Me cago en mi puta vida y en mi puta calavera. ¡No voy y me tiro a mi hermana! ¡18 años! ¡Sólo tiene 18 años!¡Los mismos que yo! Somos mayores de edad (desde ayer) … ¿Y dice que era virgen? Y encima me dice que hay que formalizarlo…¿Formalizar qué? ¡No puedo formalizar nada! ¡Es mi hermana! Tengo la picha hecha un lío.

En fin, parece que no le ha disgustado lo de anoche, en cuanto me duche ¿con ella? y se me pase la resaca monumental que tengo ahora, hablaremos del asunto. Si es que ella quiere hablar…

*

Han pasado unos meses y Vero me ha dejado claro que, como he sido el primer hombre en estar con ella (en la cama), voy a tener que estarlo para siempre. ¿Por qué? Pues porque está convencida de que tiene que ser así, lo prometió (en la Confirmación, así que debe ser súper importante) yno hay vuelta de hoja. Naturalmente, yo no tengo derecho a opinar al respecto, es su promesa.

Y una vez convencida de que hace lo que tiene que hacer, ya no se corta ni un pelo. En cuanto estamos solos (casi todos los días) viene a buscarme para, en cualquier lugar de la casa, prácticamente violarme,a no ser que sepa que van a llegar nuestros padres enseguida (entonces puede, sólo puede, que se corte un poco).

¡Cómo folla mi hermana! Se ha convertido en una auténtica bomba sexual. De vez en cuando sigo viéndola como un angelito, con ese cuerpo delicado y perfecto y esa carita de buena…

Incluso viene a dormir conmigo, con el consiguiente acojone. Me imagino a nuestros padres abriendo la puerta y… ¡Joder, joder, joder!

Yo lo tengo muy claro, si tengo pan en casa, ¿para qué buscarlo fuera? También lo que me dijo el otro día influye “Si te veo con otra, te la corto” Y sé que es capaz de hacerlo. Aparte del hecho de que me tiene sequito del todo.

Para Vero el asunto está muy claro, soysuyo y sólo para ella, loque me asusta un poco ¡Que somos hermanos, coño!Veo que le importa un pimiento, incluso dice que le da morbillo (a mí morbazo). Cada vez se comporta más como mi pareja que como mi hermana (cuando le conviene) ¡Si me controla hasta las salidas! Aunque, como he dicho, me tiene tan seco que pocas ganas de salir me quedan. Ya veremos…

En fin, unos meses han pasado y así seguimos,follando casi todos los días. Voy a acabar más seco que la mojama, pero no seré yo quien se queje. Adoro a mi hermana, me encanta follar con ella y, de momento, sólo quiero pensar que tengo un ángel en mi vida.

Pero… ¿Será un ángel bueno o un ángel caído?