Mente peligrosa

Lo que imaginas puede llegar a suceder.

MENTE PELIGROSA

Aviso:

Se quiere dejar claro que el siguiente relato es fruto de la imaginación, siendo cualquier parecido con la realidad pura coincidencia y que de ninguna forma se está de acuerdo con los actos de violencia, tanto física como mental, que en él puedan aparecer. Así mismo resalto que por su contenido violento y sexual está dirigido únicamente a mayores de edad.

Marcos era un chaval de 19 años normal, bueno, todo lo normal que se puede ser pensando todo el día en el sexo. Estaba excitado constantemente y el vivir en un pueblo no ayudaba ya que todos se conocen y es demasiado tímido para intentarlo con las pocas chicas de su edad.

Los días le pasaban igual; se levantaba, desayunaba con sus padres y se iba a trabajar, pero siempre tenía en su mente el sexo.

Esta mañana parecía que no iba a ser distinta, pero mientras desayunaba algo pasó. Su madre,  Carla, estaba fregando y se le cayó un plato al suelo. Al ir a recogerlo se puso en cuclillas y se le apartó la bata que llevaba sobre el camisón justo enfrente de él, pudiendo ver las piernas hasta los muslos e incluso sus bragas blancas de encaje. Algo cambió en efecto, la reacción de su pene al ponerse duro hizo que viese a su madre como a una mujer

" Venga no te pares tanto que llegarás tarde al trabajo " le dijo su madre al ver como su hijo había dejado de comer.

" Ya no me apetece más" dijo su hijo, mientras se levantaba rápidamente para que su madre no notase el bulto entre las piernas.

Durante el día no dejó en pensar en su madre, mejor dicho, en el cuerpo de su madre.

En la cena hablaron de lo que hicieron durante el día, era viernes, y Carla le comentó que su padre tendría que relevar a un compañero enfermo durante el fin de semana.

A medianoche le deseó felices sueños y se fue a su cuarto. Antes pasó por el baño e hizo algo que hacía todos los días; se masturbó, solo que esta vez en vez de hacerlo con una revista cerró los ojos e imaginó el cuerpo de su madre desnudo en su cama.

Durante la noche tuvo un sueño intenso en el que se veía follando en diversas posturas a una mujer encapuchada, solo cuando pudo quitársela, comprobó que el rostro que le aparecía era el de su progenitora. Poco durmió y por la mañana temprano fue a la cocina en la que ya estaba su madre preparando café.

" Buenos días, hijo. Que temprano despiertas hoy que es sábado ".

" Lo sé, pero no tenía ganas de dormir ". Le dijo mientras la miraba fijamente, su bata no transparentaba nada aunque marcaba las formas de su cuerpo perfectamente.

Su madre preparó dos tazas de café y se sentó con él en la mesa. Cruzó las piernas y la bata volvió a abrirse para dejar al descubierto parte de sus piernas. Marcos sentía ese cosquilleo de excitación que precedía a una erección.

" Tengo que ir al centro comercial de compras, Marcos. Compraré algún regalo para los hijos de Macu. Tu puedes ir a por el nuevo juego de computador que esperabas ¿ no es así?

Marcos solo estaba prestando atención con la mitad de su mente. La otra  parte estaba soñando; visualizaba a su madre hablando, él se levantaba y la tiraba al suelo de la cocina. Se imaginó rompiendo la bata y el camisón dejándola desnuda en el suelo. Se vio chupando sus pezones y pasaba sus manos por todo su cuerpo. También se vio sujetándola y metiendo su polla dentro de su cuerpo tembloroso hasta que la llenaba con su esperma.

" Claro mamá, quizá también vaya a la videoteca por un film ".

" Estupendo. ¿ Qué tal si vamos a las diez?. Así me da tiempo a ducharme.

Ducha, sí.  Marcos se imagina a su madre desnuda en la ducha. Él entrando, sujetando sus brazos a la espalda mientras hunde la cara en sus tetas. Casi podía sentir su suave humedad cuando se imaginó sobando su cuerpo a la vez que la apretaba contra la pared. Se imaginó el agua cayendo sobre sus cuerpos mientras la penetraba repetidamente hasta que finalmente se corría dentro de ella.

" A las diez es una buena hora, mama. Estaré listo ".

" Bien, me voy a la ducha ". Dijo Carla mientras salía. Marcos suspiró mientras su carne hinchada apretaba contra sus pantalones.

Marcos estaba sentado en el coche cuando su madre salió de casa. Llevaba una falda beige y una blusa blanca. Entró en el coche y se puso el cinturón de seguridad que corría en diagonal entre sus pechos.

En su mente, él le quitaba el cinturón y se ponía encima. Ella intentaba apartarlo, pero no podía. Se imaginó obligando a su madre a tenderse en el asiento, subiendo su falda hasta la cintura. Su mano estaba entre sus piernas tirando de las bragas hasta romperlas. Se vio montándola y penetrándola mientras ella le suplicaba que parase. Vio sus ojos con lágrimas cuando él eyaculó y disparó chorros de semen en su interior.

" Bien, Marcos. Seguro que no tienes interés en ir de compras conmigo, así que si te parece me das dos horas y quedamos para tomar un helado antes de volver a casa " le dijo Carla a su hijo cuando llegaron al centro comercial.

Dos horas después Marcos estaba en el parking ayudando a su madre a meter los paquetes en el coche. Se había vuelto a quedar ensimismado en sus pensamientos.

"¡Marcos! ¿ No me oyes?. Le dijo su madre  en el coche ya en el garaje de casa.

" Perdona, mama. Estaba pensando y no te oía "

" Ya, seguro que estabas pensando en alguna chica ¿ eh?.

" Pues sí. Lo que pasa es que no me hace caso. ¡En fin! Qué le vamos a hacer.

" Hijo, no te des por vencido. Si quieres algo tienes que hacer todo lo que puedas por conseguirlo, y en el caso de esa chica vete a por ella o algún día te arrepentirás.

" ¿En serio crees que debo intentarlo como sea para estar con ella? "

Marcos abrazó a su madre y ella también lo hizo

" Gracias, mama. Sin tu estímulo, yo no habría sido nunca capaz...  ya sabes

" De nada, hijo. Para eso estamos las madres, nosotras siempre intentamos... ¡Marcos! ¿ Qué estás haciendo?

La mano derecha de su hijo estaba acariciándole el culo, mientras sus labios besaban su cuello " estoy haciendo lo que dijiste, mami ¡ voy a por ella!.

”¿Qué? No quieres decir que... ¿ no estabas hablando sobre mí?

" ¡joder, mama!, No sabes cuanto tiempo hacía que quería hacer esto.

" ¡Marcos! ¡Para! “ Ella gritó cuando le metió la mano bajo la falda. Agarró su muñeca e intentó sacarla de la falda. " ¡ Detente, Marcos! ¡Por amor de Dios! ¡Soy tú MADRE! ¿No puedes hacer esto?.

Su hijo la había sujetado en la esquina entre el asiento y la puerta, y con una mano sacó su pene de los pantalones

"¡OH Dios, Marcos, detente!"  Gritó cuando su hijo la forzó a abrir las piernas. Las lágrimas quemaban sus ojos por el horror de lo que estaba pasando. ¡Su hijo estaba intentado violarla!

"¡NO! ¡Por favor! Gritó al notar que le arrancaba las bragas y apretaba su pene  contra su vagina. Ella notó como la empezaba a penetrar y cada vez más profundamente con cada empujón de sus caderas. "No...  puedes, no puedes... nnnoooo,,, hacer esto. Por favor... hijo ¡DETENTE!.

"¡Oh, mama! Esto es.. ¡Tan bueno! Marcos gimió cuando  su pene penetró más la vagina de su madre. Casi la había penetrado completamente.

Carla tenía que detenerlo. No podía permitir que su hijo consumara la violación. Agarró la manilla de la puerta y tiró con fuerza. La apertura de la puerta cogió a su hijo por sorpresa, y ambos cayeron al suelo fuera del coche. Carla intentó entrar por la puerta lateral de casa, pero su hijo la empujó con su cuerpo contra la pared del garaje. Ella le dio una patada en la pierna y aprovechando su indecisión trató de volver al coche para escapar.

Pero Marcos se había recuperado y sujetó a su madre sobre el capó del vehículo, le subió la falda y agarrando su pene lo guía hacia el culo de Carla.

"Noooo, para" le rogó a su hijo cuando forzó su ano con el pene. El dolor en su recto era intenso. "¡Me haces DAÑO!”

Marcos podía ver la cara de su madre retorcida por el dolor, sus ojos y labios apretados...

"Ohh" él gimió junto a su oreja. “¡Estás tan buena, mama!”

Carla no podía creer lo que le estaba pasando. ¡Estaba siendo sodomizada por su hijo!.

" Por favor... ¡Marcos!...¡Para!. Lloriqueó.

"Ya pareré, mama. Pero dentro de un rato, antes quiero acabar en tu coño.

Marcos se salió de su culo y le empezó a quitar la falda. Tan solo le quedaba puesto la blusa medio rota. Carla aprovechó para golpear a su hijo en la cabeza y de nuevo intentó huir por la puerta interior del garaje. Subió rápidamente las escaleras y en el dormitorio cogió el teléfono para pedir ayuda. Pero debido al nerviosismo no lograba marcar el nº de emergencias. Su hijo entró, como una tromba, en el dormitorio y le dio un golpe al teléfono para tirarlo al suelo. Después volteó a su madre encima de la cama rompiéndole ya completamente la blusa y dejándola totalmente desnuda.

Ella intentó irse, pero Marcos la asió con fuerza y la obligó, de nuevo, a separar las piernas. " ¡Bájate de mí! " Gritó cuando sintió que el pene de su hijo penetraba en su vagina. Ella intentaba luchar, pero Marcos la tenía bien sujeta y la follaba con intensidad. Ella podía escuchar sus gemidos de placer.

" ¡Por Dios, Marcos, no me violes! Lloriqueaba Carla mientras su hijo la seguía poseyendo.

"¡ Mama, se está tan bien! Follándote en tu propia cama, donde te folla papá".  Decía Marcos mientras notaba que gradualmente el placer aumentaba "Sí, sí. mama,... como me gusta"

Su madre comprendió con espanto, que su hijo iba a eyacular. Carla no usaba la píldora y con su marido utilizaba condones. "Marcos. Por favor no te corras dentro de mí. ¡MARCOS!" Imploró cuando el gemir de su hijo se hizo más pronunciado y la penetraba con más rapidez.

Él sintió como un torrente de fuego salía de sus testículos y a través de su pene buscaba el camino del exterior " Voy a.. ¡Inundarte, mama!.. Te voy a llenar el útero... ¡con mí leche!.

" ¡Marcos! ¡Por favor, no! ¡ME PUEDES DEJAR EMBARAZADA! ¡No lo hagas!¡NO, NO,NOOOOOOOO! Gritó Carla cuando su hijo descargó su semen en el interior de su fértil vagina. Bombeaba sin descanso y parecía que no iba a terminar nunca. Finalmente se desplomó agotado al lado de su madre.

Ella se levantó, ya sin la oposición de su hijo, y se fue al baño. No podía creer lo que le había sucedido ¡Su hijo la había ultrajado! ¡La había violado.. en su propia cama!.  Era una humillación de la que nadie tendría que enterarse, aunque ahora,  lo más importante era que la semilla que había depositado su hijo dentro de ella no diera ningún fruto.

Sería horrible que tu propio hijo te dejase embarazada después de haberte violado, pensaba tristemente Carla mientras se encerraba para lavarse en el baño.