Mensajes de placer
Raúl e Isabel pasan una de las semanas con más morbo de su vida siguiendo las ordenes de unos misteriosos mensajes en el móvil. Exhicionismo, trios, dominación lluvia dorada.
BURBUJA
Lunes
Raúl e Isabel bajaron a oscuras la ligeramente inclinada rampa que llevaba hasta la butacas de aquel cine X.
Solo el resplandor de la pantalla iluminaba tenuemente el camino. En aquel cine no había acomodadores para evitar situaciones incómodas y ellos habían recibido ordenes de entrar una vez iniciada la película para mantener su anonimato.
Los altos tacones de Isabel resonaban en la sala medio vacía y un par de cabezas se volvieron para admirar su silueta. Vieron una fila vacía alejada un par de asientos en todas direcciones de cualquier persona y decidieron que sería un buen sitio.
Cuando se sentaron Isabel tuvo la sensación de ir desnuda. Su corta falda apenas podía cubrir sus bonitos muslos y la sensación de tener el sexo completamente depilado y sin ropa interior hacía que se sintiera excitada y húmeda. Sentir sus pechos libres bajo la tenue blusa hacía que sus pezones se pusieran duros.
Una vez sentados miraron por un momento la pantalla . Las imágenes de bonitos cuerpos practicando sexo los hizo excitarse a los dos aún más.
No se atrevieron a moverse . Seguían las instrucciones que iban recibiendo por SMS en su teléfono móvil.
En ese momento el teléfono de Raúl vibro avisando de un nueva mensaje entrante.
Aquel juego había empezado semanas antes. Hacía tiempo que ellos buscaban algo diferente, algo original que permitiera seguir manteniendo el fuego de la pasión encendido . Habían chateado con aquel misterioso personaje que parecía entender todas sus fantasías como si fueran suyas. De hecho muchas veces tenían la sensación de que los estaba observando. Así que cuando les propuso aquel juego aceptaron excitados .
Les había propuesto un juego que duraba una semana . El les iría indicando paso a paso lo que debían de hacer a través del SMS.
El juego empezaba el Lunes . Ordenó a los dos que de rasurasen por completo todo el cuerpo hasta no dejar ni un solo resquicio de bello.
Deberían ir sin ropa interior toda la semana . Isabel con faldas holgadas que le permitieran sentarse en la oficina en todo momento con su piel en contacto con la superficie de la silla o asiento donde se encontrara. A Raúl le hizo ir sin ropa interior con la orden expresa que debía evitar a toda costa que se le notara la erección , si esto sucedía debía de ir a un lugar privado que le permitiera calmarse pero con la condición expresa de no tener un orgasmo. Esa era la primera condición que les puso a los dos , ninguno de ellos podría tener un orgasmo sin que el se lo permitiera.
Ocuparon todo el domingo en hacer los preparativos para la semana . El juego empezaba a los 00:00 de lunes.
Se levantaron el lunes y después de desayunar y de asearse se vistieron según las instrucciones . Solo con eso Raúl presentaba ya una erección considerable.
Isabel notaba su sexo húmedo , desnudo debajo de la falda de tablas que apenas tapaba el final de sus medias negras.
Justo antes de salir por la puerta recibieron el primer mensaje:
" Isabel, agáchate en cuclillas con las piernas bien abiertas y hazle una mamada de tres minutos exactos a Raúl, no se puede correr"
Sin dudarlo un instante Isabel se agachó y bajo la cremallera de los pantalones de Raúl , agarro con ansiedad su sexo y se lo introdujo en la boca de un solo golpe hasta la garganta. Raúl dio un suspiro mirando hacia el techo y poniendo los ojos en blanco.
Ella disfrutaba mucho haciéndolo y se notaba . A Raúl le temblaban las piernas . Ella se metía una y otra vez el pene en la boca como si fuera lo último que haría en la vida.
Miraba a los ojos a Raúl mientras lo hacía para poder comprobar los efectos de su maestría.
Justo cuando Isabel sacó el pene de su boca para alivio de Raúl que por un momento pensó que no podría dominarse , el teléfono de el hombre vibro con un mensaje:
" Raúl : lame a Isabel su sexo hasta que tenga el primer orgasmo del día"
El hombre se abalanzó sobre Isabel y la tumbó directamente en el suelo. Ella abrió las piernas todo lo que podía deseosa de recibir aquélla caricia. Raúl pudo comprobar que estaba muy excitada, su sexo estaba completamente encharcado y no tuvo que esforzarse mucho para que ella tuviera un buen orgasmo.
Cuando los dos estaban aún recuperando el aliento un nuevo mensaje apareció en la pantalla de sus teléfonos simultáneamente:
" Recomponed vuestras ropas y marchad al trabajo"
Así lo hicieron ,con una tremenda excitación marcharon a trabajar.
Durante el día recibieron aún dos mensajes más cada uno que le ordenaba ir al lavabo a masturbarse sin llegar al orgasmo , parándose justo antes.
Isabel tuvo serios problemas para disimular la mancha que sus flujos habían dejado en la silla de la oficina. Raúl ya no sabía como ponerse para disimular la erección.
Justo después del almuerzo recibieron un mensaje:
" Llamaos , poneos de acuerdo y acudid al cine X de la calle ___ , entrad con la proyección empezada y esperad ordenes"
Y allí estaban , completamente excitados , sentados en la oscuridad de la sala de proyección esperando ordenes.
La pantalla del teléfono móvil se iluminó en la oscuridad con un mensaje:
" Levántale la falda , que se vea su sexo por entero y mastúrbala "
Raúl no dudo ni un instante , dispuso la falda de manera que todo su sexo estuviera al aire y comenzó a masajear el clítoris de Isabel lentamente . Ella no había experimentado nunca la sensación de estar así en un cine y estaba excitadísima , se sentía completamente desnuda como si todo el mundo la estuviera observando. Y le gustaba.
Ahora fue ella quien noto que un mensaje entraba en su móvil:
" Agáchate y chúpasela , no puede correrse."
Ella obedeció de inmediato y sacándosela del pantalón comenzó una felación casi furiosa. Varios hombres que estaban en la sala habían cambiado de asiento para poder ver mejor a la pareja . Como Raúl tenía la cabeza de Isabel en el regazo había tenido que levantar la falda de ella también por detrás para poder seguir masturbándola y ahora además del sexo ella tenía todo su culo a la vista. Lejos de incomodarla o sentir vergüenza ella estaba cada vez más excitada.
Ahora los hombres miraban descaradamente a la pareja. Uno de ellos fue más atrevido y se acercó hasta el asiento de al lado de Isabel . Miraba fijamente a la pareja mientras se masturbaba.
El teléfono móvil volvió a emitir un mensaje :
" Si alguien se ha acercado que Isabel los masturbe y se las chupe hasta que se corran en su cara mientras Raúl la penetra. Raúl no se puede correr"
A aquellas alturas los tres hombres que había mas cercanos se habían acercado y uno estaba al lado de Isabel, el otro en el asiento de delante y el tercero en el asiento de detrás . Raúl hizo leer el mensaje a Isabel y esta inmediatamente se puso a cuatro patas en el asiento mostrando el culo y el sexo bien abierto a Raúl mientras sin mediar palabra agarraba una polla con cada mano y mientras las masturbaba tragaba la del hombre que estaba sentado al lado de ella.
Raúl estaba tremendamente excitado y empujaba con fiereza su polla dentro de Isabel haciendo que la polla que estaba chupando le golpeara la garganta. Ella se incorporó un poco e iba alternando en su boca las tres pollas. Procuró que los tres llegaran al orgasmo en el mismo instante y uno tras otro fueron eyaculando en su cara abundantemente dejándola cubierta de semen. Ella se relamía y recogía con la lengua y los dedos las gotas de semen que amenazaban con resbalar de su cara.
En cuanto eyacularon los tres hombres guardaron sus sexos y desparecieron en la oscuridad de la sala sin terminarse de creer la suerte que habían tenido.
Isabel se volvió hacia Raúl y lo besó con la cara llena de semen, el ligero asco que notaba en Raúl la excitaba aún más y tuvo un orgasmo de campeonato mientras lamían entre los dos el semen que había esparcido por toda su cara y ella se metía dos dedos furiosamente en su sexo.
Mientras descansaban recibieron un nuevo mensaje de móvil:
" Arreglaos la ropa y marchad a casa"
Raúl casi no podía dominar su sexo para enfundarlo de nuevo dentro de sus pantalones.
Cuando lo consiguió a duras penas se levantaron con la sala aún inmersa en la oscuridad y salieron del cine.
Recorrieron el breve camino en coche hasta su casa y cuando entraban por la puerta el móvil vibro de nuevo:
" No más sexo hoy , aseaos bien y prohibido ningún acto sexual hasta nueva orden"
Se ducharon por separado para evitar tentaciones y se fueron a dormir . Raúl sentía un intenso dolor en los testículos que consiguió aliviar con agua fría y un calmante para dormir.
Les quedaba toda la semana por delante.
Martes
El martes por la mañana no recibieron ningún mensaje por lo que marcharon a trabajar sin más , eso sí , fueron al trabajo tal y como debían vestir toda la semana , igual que habían hecho el día anterior.
Les extrañó un poco no recibir ningún mensaje en toda la mañana y la verdad es que se lo estaban pasando tan bien que esperaban con impaciencia nuevas ordenes.
Justo antes de salir del trabajo recibieron un mensaje simultaneo los dos:
" Acudid los dos juntos a un sexshop, esperad ordenes"
Se llamaron entre ellos y quedaron en la puerta de un céntrico sexshop.
Entraron decididamente por que habían ido varias veces a comprar juguetes para sus sesiones de sexo.
Al poco rato de estar curioseando recibieron un mensaje:
" Entrad en una cabina de peepshow y masturbaos el uno al otro mientras veis el espectáculo, cuando estéis excitados poneos a follar .Raúl no se puede correr"
La chica que estaba girando en aquel momento se extraño un tanto de ver una pareja observándola , no era lo habitual , pero siguió con su danza sensual mientras ellos dos se masturbaban y la miraban atentamente.
La chica era realmente hermosa y sexy. Se acariciaba todo el cuerpo de manera voluptuosa . Empezó a acercarse hacia donde ellos estaban cada vez más excitada.
Estaba acostumbrada a que la observaran solo hombres y que una pareja disfrutara con sus evoluciones la ponía caliente.
Raúl e Isabel se masturbaban cada vez más excitados . La chica se puso a cuatro patas y comenzó a masturbarse bajo la atenta mirada de la pareja.
Sin poder aguantarlo más la chica cogió un vibrador de grandes proporciones y comenzó a metérselo con el sexo y el culo bien abiertos. Cuando la superficie giraba y su cara se ponía delante de la pareja los miraba a los ojos dedicándoles el espectáculo.
Isabel no pudo aguantar más y abriendo las piernas y levantando bien el culo ofreció sus posaderas con la falda levantada a Raúl . Este no dudo un instante y la penetro de un solo golpe.
Comenzaron un suave movimiento de penetración , lento , disfrutando cada embestida.
La chica se dio cuenta de lo que estaba pasando y eso la excitó más todavía .
Aceleró el ritmo con el que se penetraba con el consolador y cuando Raúl e Isabel creían que no podrían aguantar la chica se corrió de una manera escandalosa , dando grandes gritos y revolcándose en el suelo. Se quedó un momento tendida y luego recogió su ropa interior y marchó hacia adentro.
Raúl e Isabel aprovecharon para salir de la cabina empapados en sudor . Habían estado apunto de correrse .
Un nuevo mensaje apareció en la pantalla del móvil:
"Buscad unas bolas chinas , un vibrador de 20 cm y un doble consolador , Isabel tiene que salir del sex shop con las bolas chinas puestas."
Cuando estaban buscando los artículos la chica salió de el espacio reservado a las cabinas con una toalla enrollada al cuerpo.
¿Os puedo ayudar?
Le había despertado la curiosidad aquella pareja que sabía disfrutar tanto del sexo y que había hecho su trabajo más agradable .
Le contaron lo que buscaban y ella les ayudó a escoger .
Sería mejor que te probaras esto antes de llevártelo ,querida.
Tomó de la mano a Isabel y les hizo un indicación a los dos para que la siguieran.
Pasaron a un pequeño reservado y la chica se quito la toalla, estaba completamente desnuda . Tenía un cuerpo divino, unas grandes y firmes tetas adornaban una figura escultural con el sexo completamente depilado.
Sin mediar palabra desembaló el vibrador y con una sonrisa maliciosa giró el botón que lo hacía vibrar.
Mirando directamente a los ojos de Isabel metió en su boca el vibrador como si le hiciera una felación a la polla de látex. Cuando lo tenía bien húmedo empujó suavemente a la mujer hacia el diván del que disponía el reservado y una vez que Isabel se hubo sentado le levanto la falda suavemente. Comenzó a acariciar con el vibrador el clítoris de la mujer. Lo hacía con mucha delicadeza. Raúl miraba como hipnotizado sin perderse detalle. Isabel abrió las piernas ansiosamente esperando ser penetrada . La chica entendió e introdujo lentamente pero de una sola vez el vibrador en Isabel. Esta empezó a convulsionarse entrando en un orgasmo inmediato. La chica manejaba el consolador con maestría . Con la mano que le quedaba libre acariciaba el sexo de Raúl por encima del pantalón. Le bajo la cremallera y sacó su sexo no sin cierta dificultad por la tremenda erección que presentaba. Sin dejar de manejar el consolador metió la polla de Raúl en su boca delicadamente, casi con dulzura. Se incorporó un poco y se puso de rodillas a horcajadas encima de la cara de Isabel que a estas alturas estaba tumbada en el diván empalmando un orgasmo detrás de otro.
Miró a Raúl a los ojos y le señaló con la cabeza su grupa , completamente abierta , indicándole que la penetrara. Raúl no dudó ni un instante sin olvidar su prohibición de correrse. La penetró de un solo golpe mientras Isabel le lamía el clítoris llegando a la base del pene de él y a los testículos . Raúl hacia esfuerzos sobrehumanos por no correrse.
La chica llegó al orgasmo al poco tiempo gritando y apretando fuerte su sexo contra la cara de Isabel , que lleno de sus flujos provocando en Isabel un nuevo orgasmo.
Raúl respiró aliviado cuando pudo salir de la chica sin correrse . Ella no hizo preguntas .
Sonriendo sacó la bolas chicas de su envoltorio y las metió delicadamente en el coño de Isabel. Esta se incorporó lentamente , con las piernas aún temblando de su cadena de orgasmos. Se despidieron prometiéndose volverse a ver y la pareja salió del sex-shop camino de su coche. Mientras andaba Isabel podía sentir las bolas chinas vibrando y entrechocando dentro suyo .A pesar de que el coche estaba cerca tuvo que pararse un par de veces por que la sensación la hacía estremecerse. De camino a casa la vibración del motor hizo que las bolas chinas procuraran un par de orgasmos a Isabel. No pudo reprimir sus gemidos y en mas de un semáforo los ocupantes de los coches colindantes miraban con la boca abierta a aquélla mujer en pleno orgasmo dentro del coche de al lado mientras Raúl sonreía intentando controlar el dolor que sentía en los testículos.
Cuando llegaron a casa recibieron un nuevo mensaje:
" Ya puedes sacarte las bolas chinas, no podéis tocaros, Raúl no puede eyacular"
Isabel se duchó y cayó en la cama dormida casi antes de que su cabeza tocara la almohada. Raúl tuvo que utilizar de nuevo el agua fría para calmarse.
Miércoles
En su tercer día de aventura las ordenes de primera hora fueron extrañas:
" No os llevéis el coche a trabajar, debéis ir en metro"
Vestidos según las ordenes habituales marcharon al trabajo en metro.
Raúl no recibió mensajes , pero Isabel los recibió cada hora ordenándole ir al lavabo y masturbarse durante cinco minutos sin llegar a correrse.
Cada vez que se encontraba encerrada en el escusado tenía que hacer verdaderos esfuerzos por no dejarse ir y se mordía los labios con fuerza para ahogar los gemidos.
Las primeras veces rozó su clítoris levemente parando cada vez que sentía venirse el orgasmo. La última vez que obedeció el mensaje metió hasta dos de sus dedos en su sexo frenéticamente y de no ser por las urgencias de una compañera que necesitaba el aseo se hubiera corrido entre alaridos sin poder evitar saltarse las ordenes.
Cuando llego la hora de marchar los dos recibieron las instrucciones , con el consabido mensaje en el teléfono , de quedar en un sitio que les permitiera volver juntos a casa utilizando el metro como método de transporte.
Isabel estaba encendida de deseo , las veces que había ido al lavabo a masturbarse la habían puesto muy excitada .
Cuando ya estaban juntos recibieron una nueva orden:
" Tenéis que follar en el metro, Isabel ha de correrse, Raúl no. "
Se metieron los dos en el vagón atestado de gente , por que era la hora punta en la que todo el mundo volvía del trabajo. Raúl se apoyo contra la pared e Isabel se colocó delante de él.
Siguieron entrando pasajeros hasta que en le vagón no cabía nadie más.
Isabel podía sentir la polla de Raúl apretándole las nalgas . Notaba como el restregaba su polla perfectamente dibujada bajo la tela de los pantalones en ausencia de ropa interior.
Raúl sentía el culo desnudo de Isabel bajo la falda corta plisada. Sus bonitas y respingonas nalgas se estremecían bajo la ligera tela .
Con lentos movimientos fue abrazando a su mujer hasta que consiguió rozarle el coño por encima de la falda. Podía notar como se recortaba por encima de la tela que el apretaba con la mano su sexo depilado. Presionó su clítoris por encima de la tela . Notaba los estremecimientos de Isabel. Seguro de que nadie lo veía empujo sus dedos hasta que consiguió meter la tela de la falda dentro de los labios entreabiertos del sexo de Isabel.
Lentamente ella fue llevando su mano hacia atrás para acariciar la erección de Raúl debajo de la fina tela del pantalón. Apretó su pene con la mano masturbándolo y recorriéndolo de arriba a abajo por encima de la tela hasta que consiguió bajar la cremallera y sacárselo.
Era muy excitante estar haciendo aquello en medio de toda aquélla gente.
Al mismo tiempo Raúl había ido levantando la falda de Isabel hasta dejar su culo al aire. Ella misma fue la que ayudo a Raúl a penetrarla guiando su polla hacia la entrada de su coño. Cuando notó su propio culo desnudo agarro la polla de Raúl y una vez que estuvo bien apuntado ella misma empujó hacia atrás hasta sentir toda la longitud del miembro de su marido dentro de sí.
Cuando la penetro Isabel apenas pudo contener un suspiro entrecortado.
Casi no tenían que moverse. El traqueteo del vagón hacía la mayor parte del trabajo.
De repente Isabel sintió que una mano le acariciaba el sexo por encima de la falda.
No eran las de su marido , por que las sentía agarrándole las caderas.
Un hombre y su mujer los miraban de manera cómplice, eran los único que se habían dado cuenta de lo que estaba pasando . Isabel volteo la cabeza y pudo observar la mirada de aprobación de Raúl que se había dado cuenta de la situación.
Mientras el hombre acariciaba el sexo de Isabel la mujer levantaba con disimulo su falda hasta que consiguió llegar a su clítoris y empezó a acariciarlo con maestría .
Isabel se mordía los labios intentando reprimir el gemido que le provocaba el orgasmo que estaba sintiendo. Podía notar como la penetraba Raúl cada vez con más ímpetu y como la pareja aprovechaba la situación para sobarla a conciencia. El hombre pellizcaba sus pezones mientras la mujer no paraba de estimularle el clítoris . Ella había tenido varios orgasmos y por sus muslos bajaban sus abundantes flujos.
Isabel alargó la mano y decidió agradecerle al hombre de aquella pareja sus caricias sacándole su polla y masturbándolo de la manera más disimulada posible. Con la otra mano acariciaba el sexo de la mujer que podía notar perfectamente por encima de su pantalones de lycra.
La otra mujer entrecerró los ojos al cabo de un rato mientras se dejaba llevar por un prolongado y silencioso orgasmo. Casi al mismo tiempo el hombre se corrió en la palma de su mano y ella sin dejar de mirarle a los ojos se llevó la mano a la boca lamiendo golosamente su semen.
Cuando el vagón se vació un poco de gente Raúl salió de Isabel y guardo su pene ,con dolor, en su pantalón.
Isabel se había corrido tantas veces que llevaba hasta sus medias manchadas de flujo.
La otra pareja se había bajado en la estación anterior despidiéndose de ellos con un guiño.
Salieron del metro y se encaminaron hacia su casa.
El camino les sirvió para calmarse un poco. La aventura había sido muy excitante y se lo habían pasado muy bien
Cuando llegaron a casa recibieron el último mensaje del día :
" No más ordenes hasta mañana"
Jueves
Cuando se levantaron el Jueves Raúl tenía un considerable dolor en los testículos. Los sentía hinchados y la piel del escroto se había oscurecido ligeramente. Tuvo que alargar el tiempo que permanecía debajo del agua fría en la ducha para rebajar un poco el dolor.
Quizás por aquella razón ese día no recibió ningún mensaje hasta casi antes de salir del trabajo. Sin embargo Isabel tenía indicaciones de ir todo el día con las bolas chinas dentro de su sexo.
Cuando llegó a la oficina ya había tenido dos orgasmos . Sus compañeras de trabajo se sorprendieron de que apenas se levantara de la silla aquel día . No se atrevía , cada paso que daba hacía vibrar las bolas chinas de manera que su sexo se encharcaba inmediatamente. Disimuladamente había puesto encima del asiento una toallita de pequeñas dimensiones que estaba empapada en jugos.
A punto de terminar su jornada de trabajo recibieron el único mensaje del día:
" Acudid a la zona comercial del centro y entrad en la tienda más grande de lencería. Tenéis que follar en los probadores. Hasta que empecéis a follar Isabel no puede sacarse las bolas chinas .Raúl no se puede correr"
Nada más leer el mensaje Raúl sintió un punzada de dolor en los testículos no sabía si podría resistirlo.
Se encontraron en la esquina donde empezaba la zona comercial. Raúl pudo observar como Isabel se acercaba con paso lento. A cada taconazo las vibraciones de las esferas metálicas entrechocando dentro de sí hacían que se estremeciera. Traía la cara arrebolada y unas gotas de sudor perlaban su frente y su labio superior. Los ojos le brillaban de lujuria cuando miró directamente a los de Raúl.
Se besaron tremendamente excitados . Sin demasiadas palabras se encaminaron directamente a la tienda de lencería más grande de la zona.
Cuando traspasaron el umbral de la tienda se acercaron a la parte donde se encontraban colocadas las prendas más sexys .
Fueron eligiendo las prendas más eróticas que encontraron y se dirigieron a un probador con ellas.
Nada más correr la cortinas tras ellos Isabel no pudo dejar de apoyarse en la pared respirando agitadamente. Apenas había podido contener los gemidos de un orgasmo que le sobrevino cuando estaban escogiendo las prendas. Una vez que se hubo tranquilizado un poco se quito la falda y la blusa, que eran las únicas prendas que llevaba encima , quedándose solo con los tacones y las medias.
Sin sacarse las bolas se probó un lindo liguero negro que enmarcaba su hinchado sexo brillante por los jugos en los que estaba encharcado. Sus nalgas se veían aupadas por las tiras de la parte de atrás del liguero . Se colocó un corsé negro que ceñía su fina cintura y elevaba sus bonitos pechos dejándolos en bandeja, invitando a ser acariciados.
Raúl no pudo contenerse y se acercó acariciando las nalgas de su mujer , que estaba de espaldas mirándose en el espejo. La abrazó desde atrás y cogió sus pechos con fuerza para luego bajar a su sexo. Isabel se dio la vuelta rápidamente y se agachó en cuclillas sacando el miembro de Raúl de su pantalones y se lo metió en la boca hasta la garganta de una sola vez. Metía y sacaba una y otra vez el miembro de su marido en la boca y le resbalaba la saliva barbilla abajo hasta el suelo de lo excitada que estaba . Sin cambiar de postura alargó una mano hasta su sexo y tirando de cordón que las unía se sacó las bolas chinas completamente mojadas. Se dio la vuelta y apoyando las manos en el espejo ofreció su culo y su sexo completamente abierto a Raúl. Este sin pensárselo dos veces embistió a su mujer y la penetró de un solo golpe . Penetraba a Isabel con golpes profundos, sacando casi todo su miembro de ella y volviendo a empujar .Por el espejo podía ver la cara de placer de su mujer . Paró cuando vio que se le acercaba el orgasmo, y salió de ella pero siguió utilizando sus dedos para penetrarla .
Isabel estaba en pleno orgasmo cuando la cabeza del encargado asomó por un extremo de la cortina. Lejos de mostrarse enfadado observaba el cuerpo desnudo de Isabel y su cara de placer mientras se corría . Raúl lo miró y sorprendiéndose a sí mismo le hizo un gesto con la cabeza para que pasara. El encargado no se lo pensó dos veces y pasó dentro corriendo la cortina tras de sí .
No hubo palabras, se sacó su miembro y cogiendo a Isabel del pelo le dirigió la cabeza a su polla para que se la chupara.
Isabel chupo la polla golosamente . Mientras lo hacía el hombre termino de sacarse la ropa y una vez libre de sus vestidos cogió la cabeza de Isabel y sin dejarla que se moviera empezó a follarle la boca con fuertes embestidas. Raúl seguía penetrando a Isabel con sus dedos sin atreverse ni siquiera a tocarse la polla por miedo a correrse .
El encargado de la tienda tiro de la cabeza de Isabel y la colocó como estaba cuando los había descubierto con las manos apoyadas en el espejo y bien abierta de piernas .
De una sola embestida metió su polla en el coño de Isabel que lo recibió con un gritito.
Raúl se tiró en el suelo debajo de ellos y comenzó a lamerle el clítoris a su mujer .
Las embestidas del encargado hacían que de vez en cuando lamiera también la base de la polla que estaba penetrando a su mujer y los testículos del encargado. No fue una sensación que le desagradara. Los flujos resbalaban en tal abundancia del sexo de su mujer que por un momento creyó que ella se estaba orinando.
El hombre salió del coño de su mujer, le acarició el sexo mojado y con sus propios jugos lubrico el ano . Metió un dedo para acostumbrarla y viendo que ella no rechazaba la caricia apoyo su prepucio en el culo de Isabel . Ella se abrió más todavía sacando su culo hacia fuera para facilitarle la labor y él empujo suave pero firmemente hacia adentro. Raúl lo veía todo en primer plano desde abajo y siguió lamiendo el sexo de Isabel con fruición . Ella se había instalado en el orgasmo y no podía bajar de él.
El hombre seguía empujando y aceleró el ritmo. Era evidente que se iba a correr e Isabel miró a Raúl. Este comprendió sin palabras. Isabel no se retiró y el hombre descargó todo su semen en el ano de ella con grandes empujones que casi la tiran al suelo.
Raúl se tumbo boca arriba y dejo que su mujer se pusiera en cuclillas sobre su cara .
Mientras lamía su sexo recién penetrado por el encargado este los miraba atentamente recuperando el aliento.
Al instante lo jugos resbalaron por el culo de Isabel y cayeron en la cara de Raúl .
Isabel seguía corriéndose y el semen se mezclaba con sus jugos. Cuando ya había salido todo se agachó hasta la cara de su marido y compartieron en sus rostros el jugo de las pasiones desatadas hacía un instante . Se lamieron hasta que dejaron sus caras completamente limpias.
Descansaron un instante y se vistieron los tres al mismo tiempo sin decirse una palabra.
Cuando estuvieron listos el encargado les acompañó a la caja con toda la ropa que habían escogido para probarse , incluido un excitante traje completo de látex para ella que dejaba sus pechos y todos sus agujeros libres.
El encargado lo metió todo en una bolsa , hizo como si le hubieran pagado y sin cobrarles les despidió con un guiño:
Espero no tardar en verles de nuevo en nuestro establecimiento , señores. Caballero , señora, ha sido un placer atenderles .
Raúl e Isabel se encaminaron a la salida con una sonrisa satisfecha y las bolas chinas en el bolso.
Estaba siendo una semana muy divertida.
Al llegar a casa no recibieron ningún mensaje , pero estaban agotados y después de asearse cenaron ligeramente y se fueron a descansar procurando no rozarse.
Viernes
La mañana del viernes recibieron une escueto mensaje:
"hoy deberéis beber todo el agua posible , una hora antes de iniciar la vuelta a casa será la última vez que podréis orinar"
La vuelta a casa fue una verdadera tortura. Habían estado bebiendo agua en abundancia todo el día y les costo mucho trabajo dominar sus esfínteres .
A Raúl le costó especialmente aguantar sus ganas de orinar , por que a la presión en el esfínter se le sumaba el dolor de testículos. Había subido a su apartamento andando con dificultad , rezando para no hacérselo encima.
Isabel caminaba apretando sus muslos , intentando presionar su sexo . Como no llevaba ropa interior si se le hubiera escapado la orina todo el mundo habría visto salir un chorro de orina directamente de debajo de falda.
Cuando por fin se encontraron los dos en casa recibieron un nuevo mensaje :
" Id a la bañera y sin quitaros la ropa desahogaros uno encima del otro"
Soltaron el teléfono como si quemara y salieron disparados .
Se metieron en la bañera completamente vestidos . Raúl sentía un dolor enorme en su esfínter que se sumaba a la erección que le provocaba la excitante situación . Isabel, viendo que él no podía decidió tomar la iniciativa y poniendo un pié en cada borde de la bañera se situó a horcajadas encima de Raúl . Este, sentado debajo de Isabel podía verla con su falda arremangada hasta la cintura y el sexo y el ano completamente abiertos debido a su postura. De la vagina de Isabel empezó a salir un fuerte chorro de orina que fue a parar directamente a la cara de Raúl . Isabel sentía tanto placer en el alivio que estaba excitada. Haberse podido liberar de aquella presión que le atenazaba dolorosamente el esfínter parecía un orgasmo . Sentía un placer inmenso . Su chorro de orina no paraba de manar y apuntó directamente a la boca de Raúl. Raúl saboreaba aquel líquido como si fuera una exquisitez. A Isabel le excitaba tanto verlo así que acabó los últimos chorros intermitentes de orina sumida en un orgasmo , frotándose su clítoris llenándose las manos con la mezcla del líquido que proyectaba y los jugos que había segregado en el orgasmo. Sus dedos resbalaban hasta su ano completamente abierto y se introducían en el entre los estertores del orgasmo.
Raúl se levantó inmediatamente y agarrandola del pelo la hizo ponerse delante de el de rodillas . No le soltó el pelo y mantuvo su cara bien firme delante de su pene. Con un grito de dolor empezó a expulsar la orina tan largamente retenida . El primer chorro pego con fuerza en la frente de Isabel y fue bajando por su cara y su pelo . Isabel abría su boca degustando el sabor de la lluvia amarilla. No dejó de tragar parte de lo que pasaba por su boca mientras se masturbaba furiosamente. El chorro no parecía tener fin y su blusa mojada empezó a pegarse en sus pechos. Sus pezones estaban completamente erectos y parecían querer romper la tela . Ni un solo momento dejó Raúl de apuntar a su cara y el líquido seguía empapando la ropa de la mujer cada vez mas abajo. La orina de Raúl empezó a mezclarse con los jugos y la propia orina de Isabel empapando su falda y sus sexo. Ella restregaba su sexo sintiendo el calor de la orina de Raúl en su propio sexo. Llevo su otra mano a su culo y mientras seguía recibiendo el liquido caliente en su cara comenzó a penetrarse anal y vaginalmente con sus dedos. Raúl presenciaba los efectos que la lluvia dorada provocaba en su mujer . Tenía una media erección por que el dolor no le dejaba tenerla completa pero estaba tremendamente excitado.
Cuando por fin el chorro disminuyo su intensidad ,y justo antes de que acabara ,Isabel metió en su boca el pene de Raúl bebiendo las últimas gotas . Inmediatamente empezó una mamada mientras explotaba en un segundo orgasmo. Raúl apenas pudo contener su eyaculación. Cuando ella terminó los dos se quedaron sentados en la bañera empapados en sus orines . Raúl se vio obligado a pellizcarse el pene para rebajar su excitación. Se miraron como dos corredores que han llegado a la meta después de una larga carrera, satisfechos y aliviados.
Se quitaron sus ropas empapadas y se ducharon .
Después de una cena ligera se acostaron sabiendo que el día siguiente sería el colofón de una semana llena de placer.
Sabado
El avisador de mensajes de sus móviles los despertó a media mañana. Habían dormido profundamente. El cansancio de la semana de aventuras se había ido acumulando y necesitaban descansar .
"no os vistais" era el texto del primer mensaje.
Completaron su aseo desnudos y recibieron el segundo mensaje.
"Isabel ha de ir todo el día con zapatos de tacón alto medías y el corsé negro del jueves"
Se miraron sorprendidos , ignoraban como podía saber el autor de los mensajes el detalle de lo que había pasado en la tienda de ropa interior . Aquel hombre parecía saber en todo momento lo que había pasado.
"desayunad desnudos en la terraza"
Salieron a la terraza de su ático excitados ante la posibilidad de que alguien los viera.
Isabel estaba realmente sexy con su ropa interior y la bandeja del desayuno entre sus manos. Los tacones hacían que su culo firme se moviera de una manera deliciosa mientras Raúl la miraba ya con una considerable erección.
Ella se entretuvo largo rato recogiendo la mesa delante de el . Sus pechos se movían al ritmo de su gestos para recoger los restos del desayuno. Distraídamente tiró servilletas al suelo y se agachó para recogerlas sin doblar las rodillas ,con sus piernas ligeramente separadas, lo que dejaba a la vista su sexo y su ano.
Raúl estaba tremendamente excitado pero no quería acariciarse para poder controlar su erección.
Isabel se dirigió con paso lento y deliberadamente sensual hacia la cocina.
Raúl se levanto y la siguió. Apenas hubo dejado la bandeja sobre la mesa de la cocina se acercó por detrás y la abrazó por la cintura . Comenzó a besar su cuello delicadamente, recorriéndolo de arriba abajo con los labios humedecidos, Sus manos comenzaron a subir por el corsé de Isabel hasta llegar a sus pechos.
Cogió sus tetas con las manos abarcando toda su extensión y las apretó con delicadeza.
Isabel jadeaba con el sexo completamente húmedo . Raúl tomó sus pezones y los pellizcó con delicadeza pero con fuerza. Isabel soltó un suspiro de placer . Aquella caricia la ponía al rojo vivo.
Dejó uno de sus pechos y bajó con su mano hasta el sexo de su mujer. Introdujo sus dedos entre los labios vaginales y presionó con firmeza el clítoris . Ella dio un respingo lanzando su culo hacia atrás notando la erección de Raúl.
Raúl comenzó a recorrer con sus dedos una y otra vez el sexo de Isabel . Estaba completamente mojado y ella empujaba hacia atrás buscando el pene de su marido.
Se apoyó en la mesa de la cocina y abrió sus piernas mostrando hacia fuera su culo y su ano. Raúl no pudo esperar más y comenzó una penetración salvaje. Agarrandola con fuerza de las caderas entraba y salía del sexo de su mujer con fuerza. La mesa temblaba a cada embestida. Fue la misma Isabel la que abrió sus nalgas con las manos y le pidió que la penetrara. Raúl escupió en su ano y la penetró de un solo empujón . Ella empezó a orgasmar en ese mismo instante mientras sentía aquella barra de carne penetrándole por detrás. Isabel cayó agotada encima de la mesa jadeando entrecortadamente y Raúl optó por salir del culo de su mujer para calmarse.
En ese momento recibieron un nuevo mensaje:
"Lubrica bien a Isabel y ponle el doble consolador a media velocidad, no puede volvérselo a sacar hasta depuse del almuerzo"
Raúl cogió el bote de lubricante especial y lo extendió delicadamente por el sexo y el culo de su mujer. Aunque el ano ya estaba dilatado , cuando extendió el lubricante procuró preparárselo para el consolador. Metió un dedo, después dos y luego un tercero hasta que se cercioró que la lubricación sería tan perfecta que no le dolería.
Fue hasta el cajón donde guardaban sus juguetitos y saco el doble consolador.
Con suavidad se lo metió a su mujer hasta el fondo y cuando ya estaba dentro le puso media marcha. Obligó a Isabel a caminar por la casa apretando el aparato dentro de su sexo para que no se cayera . Raúl se sentó en un sillón para verla caminar. Ella paseaba su cuerpo por la estancia deteniéndose de vez en cuando estremecida para el placer.
Tenía los testículos completamente hinchados , con el semen de una semana acumulado. Le dolía la erección y le dolían los testículos.
Le dijo a Isabel que se acercara gateando a cuatro patas para chuparsela. Ella lo hizo al instante y se acercó sinuosamente sin dejar de mirarle a los ojos. La hizo pasear por delante suyo a cuatro patas y cuando se dio la vuelta para enseñarle su coño y su ano penetrado por el doble consolador pudo ver como los jugos de Isabel resbalaban por sus muslos. Al fin ella se acercó y empezó a lamer sus testículos doloridos e hinchados.
Lo hacía lentamente, recreándose en cada centímetro de su escroto, fue subiendo lentamente hasta la base de su pene , deteniéndose en cada arruga de la piel, ascendió con su lengua completamente fuera hasta llegar a su frenillo y allí se entretuvo para después rodear con su lengua una y otra vez el glande . Lamió el prepucio como si quisiera meter la lengua dentro del pequeño agujero y luego introdujo todo el pene en su boca de una sola vez. Salió y volvió a repetir la caricia con la lengua esta vez recorriendo el camino inverso.
El móvil volvió a sonar con un mensaje:
"Sentaos a comer desnudos , Isabel con el consolador puesto."
Entre los dos prepararon una ligera comida. Isabel tenía que parar de vez en cuando sacudida por el orgasmo que le provocaba aquella vibración constante dentro de ella.
Comieron con voluptuosidad , cogiendo la comida con las manos y lamiéndose los dedos el uno al otro para limpiárselos.
Cuando acabaron recibieron un nuevo mensaje:
" Ahora átala en una silla de manera que esté a cuatro patas bien abierta , el consolador a máxima potencia"
Raúl fue a buscar cinta aislante . Puso un cojín en la parte superior del respaldo de la silla de manera que su mujer pudiera apoyar su abdomen. El asiento quedaba entre sus piernas, separándolas. Ató sus tobillos a las patas delanteras de la silla y sus muñecas a la parte de abajo del respaldo. Así atada su mujer estaba completamente a su merced.
La cabeza y los pechos asoman tras el respaldo y el culo y el sexo se mostraban bien expuestos penetrados por el doble consolador. El placer que le provocaba la vibración hacía que las piernas de Isabel temblaran. Se dispuso a follarle la boca a su mujer . Se acercó a su cara y comenzó a penetrarle la boca. Entraba hasta la garganta una y otra vez procurando que no se atragantara, aunque Isabel era una experta en esta caricia y aguantaba la polla de su marido hasta bien dentro de la garganta. Pellizcaba sus pezones al mismo tiempo e Isabel no podía parar de correrse por la excitación .
Cuando notó que estaba peligrosamente cerca del orgasmo Raúl se retiró y se separó un poco de su mujer para poderla admirar. Estaba preciosa así vestida, con su culo redondo y firme bien abierto y su sexo depilado penetrados por el doble consolador. Sus tetas realzadas por el corsé y su boca dispuesta para chuparsela cuando el quisiera.
Se acercó lentamente por detrás y se entretuvo en mover el doble consolador hacia dentro y hacia fuera provocando un mayor placer en Isabel. Pudo contar muchos orgasmos por que la mantuvo así cerca de una hora.
Sacó el consolador y la penetró el mismo por todos sus agujeros , parándose cada vez que sentía que su propio orgasmo se acercaba. Descansaba un rato y la volvía a penetrar. Después iba hasta su boca , la penetraba oralmente y volvía a sus otros agujeros.
"Desátala, ella de rodillas tu en el sillón te la chupará hasta que te corras "
Cuando la desató ella cayo rendida al suelo agotada por los muchos orgasmos y la postura largamente mantenida. Cuando descansó un poco se sentó en el sillón y esperó a que su mujer se acercara . Ella se acerco de nuevo gateando hasta que llegó a su altura .
Estaba tan agradecida por el placer que había sentido que tenía muchas ganas de ver gozar a su marido. Cogió las piernas de Raúl y puso una a cada lado del sillón de forma que su pene , sus testículos y su ano quedaban completamente expuestos.
Lentamente acercó su lengua a sus testículos y los lamió mojándolos con su saliva.
Recorrió con su lengua la zona perineal hasta que llegó al ano y allí se entretuvo intentando penetrar con la lengua a su marido. Cuando estuvo bien lubricado subió otra vez hasta su escroto con la lengua acariciando al mismo tiempo con un dedo el ano .
Lamió la base del pene mientras presionaba con cuidado con un dedo en el ano de Raúl.
Siguió presionando hasta que su dedo entró completamente en el ano y comenzó un masaje prostático al mismo tiempo que introducía en su boca el pene y comenzaba a mover la lengua alrededor de el. Mientras con la otra mano acariciaba los testículos completamente hinchados .
Siguió con esta caricia mucho rato alternando la caricia en los testículos con las del pene pero sin sacar en ningún momento el dedo del ano de Raúl.
Lo hizo muy lentamente para prolongar el placer. Cada vez que sentía que Raúl se acercaba al orgasmo aflojaba el ritmo para hacer más larga la caricia.
Mientras lo hacía miraba a los ojos a su marido poniendo esa cara viciosa que a el tanto le gustaba . Raúl había subido y bajado al cielo varias veces cuando Isabel notó que ya no podía controlar el orgasmo de él por más tiempo y empezó una mamada frenética aumentando el ritmo de su caricias. Cuando notó que Raúl iba a eyacular abrió la boca y sacó la lengua para que Raúl se corriera en ella mientras lo miraba pidiéndoselo.
Raúl no pudo más y sintió como fuego líquido que corriera a través de su pene provocándole un calambre delicioso en los testículos . De la punta de su pene salió un tremendo chorro de semen sin que Isabel parara de masturbarlo pidiéndole más.
El chorro dio directamente en la boca de Isabel que estuvo a punto de atragantarse por la gran cantidad de esperma que había eyaculado, parte del semen resbalaba ya por sus labios cuando un segundo chorro impacto en su cara llenándosela de líquido blanco.
Ella abría muchos los ojos sorprendida por el gran volumen de la eyaculación . Acercó aún más sus labios y su lengua a la polla de Raúl recibiendo un tercer chorro . Ella no paraba de masturbarlo y lamerle mientras el no paraba de eyacular. Varios chorros más cayeron en la cara de Isabel mientras los anteriores resbalaban hasta sus pechos y ella apretaba los testículos como queriéndolos exprimir mientras tenía un orgasmo tras otro al sentir el líquido caliente en su cara.
Cuando Raúl paró de eyacular y dejó de retorcerse de placer en un orgasmo brutal reprimido una semana pudo ver que la cara de Isabel y su pecho estaba completamente cubierta de semen y ella se relamía y chupaba sus dedos tragándoselo todo.
Ella se incorporó y lo beso aún con la cara cubierta de semen , estuvieron lamiéndose las caras hasta que limpiaron todo el semen.
Estaban agotados y se tumbaron en el suelo a descansar.
Domingo
Los despertó el sol de la mañana tumbados sobre la alfombra.
Sonó el móvil:
"Espero que lo hayais pasado bien, descansad ."
Pasaron el día relajados y paseando , recordando la semana de placer que habían tenido . Esperando que no fuera la ultima vez que recibieran esos mensajes.
Y no fue la última, pero eso es otra historia...