Mènage à trois

Relató nuestro primer trio con una chica, pero no es el ultimo.

Hola buenas, me presento para aquellos que no hayan leído mis otros relatos, me llamo Daniel tengo 25 años, soy alto de pelo castaño, ojos verdes y mi cuerpo es atlético gracias al deporte que practico. Tengo pareja desde hace siete años, se llama Clara y tiene 23 años, es rubia de pelo largo, no es muy alta pero tiene un cuerpo con unas curvas de infarto, sus tetas son grandes y firmes y tiene un culo bien bueno, listo para reventarlo en cualquier momento, es una de esas mujeres que siempre llama la atención por la calle.

Esta historia ocurrió ya hace algún tiempo, por aquel entonces Clara y yo aún no vivíamos juntos en nuestra casa, cada uno vivía con sus respectivos padres, de vez en cuando Clara solía venir a mi casa a dormir cuando mis padres se iban de fin de semana y demás, y nos montábamos unas noches de sexo espectaculares.

Desde hacia tiempo veníamos fantaseando en la cama con que introducíamos una chica en nuestros juegos sexuales, a Clara la ponía mucho esto, ya que siempre la han atraído las mujeres pero siempre ha tenido ese pequeño miedo a probar, no obstante siempre se quedaba en fantasía.

Una tarde de verano del año 2008, Clara y yo estábamos en una concurrida playa del norte de España que es donde residimos, tomando el sol, cuando de repente vimos una chica a lo lejos que tenía unos pechos impresionantes, eran de tamaño medio pero eran firmes y redonditos y Clara y yo comenzamos la típica discusión que se suele tener con las mujeres:

  • Esos pechos naturales cariño -dije yo.
  • No me fastidies Daniel se nota a distancia que esos pechos son operados –dijo Clara
  • Vaaaa… estas celosa de que me haya fijado en sus pechos.
  • No estoy celosa solo que me da rabia que siempre los tíos digáis que os gustan los pechos operados cuando creo que son más bonitos los naturales, o no te gustan los míos –dijo Clara agarrándoselos con las manos y poniéndolos frente a mi cara.
  • Joder cariño claro que me encantan los tuyos, yo solo he hecho un comentario sobre esa chica.
  • Que quieres apostarte a que son operados.
  • Lo que tú quieras, vas a perder.
  • Ok, nos apostamos que durante una noche el que pierda va a hacer todo lo que el otro le diga sin poder negarse ok? –dijo Clara.
  • Hecho.

Yo rápidamente me levante de la toalla y me acerque hasta la chica que por aquel entonces estaba a unos metros de nuestras toallas:

  • Oye perdona mi indiscreción, pero es que me he fijado en ti y mi novia y yo hemos empezado a discutir sobre si tus pechos son naturales u operados.

La chica se puso roja como un tomate de vergüenza:

  • Son naturales –dijo sonrojada
  • Muchas gracias, y perdona por la pregunta.

Y con la misma me fui hacia la toalla a darle la noticia mi novia, la cual al escuchar la respuesta se quedo petrificada sabiendo que durante una noche estaría mi merced. Tras saber que había ganado la apuesta mi mente calenturienta comenzó a maquinar lo que podía hacer con Clara.

Todo esto ocurrió un sábado, pero quise esperar hasta el siguiente sábado para cobrar mi premio, y así hacer que Clara se sintiera durante toda la semana nerviosa por lo que pudiera ocurrir.

La semana transcurrió como cualquier otra, excepto a lo que en sexo se refiere, ya que no sé porque, quizás por la excitación que Clara sentía por lo que pudiera ocurrir, Clara esa semana me estaba propinando unas mamadas cuando hacíamos el amor de infarto.

El viernes anterior a la noche en la que me iba a cobrar mi apuesta, estaba sentando en el sofá del salón de casa de mis padres tomándome una copa relajado y viendo una revista de Vogue que tenía mi madre en el salón, la verdad es que en esas revistas sale unas tías bastante cañón y mi polla no pudo evitar sentir lo mismo que mi mente, con lo que mientras miraba la revista me empalme como un caballo. Mis padres ese fin de semana no estaban en casa por lo que Clara se quedaba a dormir

Viendo que no había nadie en casa y que estaba intentando "relajarme" me desenfunde mi polla del pantalón y me empecé a tocarla suavemente a fin de excitarme mientras veía la revista, cuando de repente tocaron al timbre de casa, metí como pude mi polla en el pantalón y me dirigí a la puerta:

  • ¿Quién es?
  • Soy yo nene ábreme –dijo la voz de Clara

Entonces abrí la puerta y ahí me encontré a Clara, impresionante, como jamás nunca la había visto, llevaba una minifalda blanca con algo de vuelo, que dejaba ver la parte inferior de su culo, en la parte de arriba únicamente llevaba una camiseta atada al cuello y debajo no llevaba sujetador con lo que sus duros pezones se le marcaban a través de la camiseta:

  • Pasa… pasa… -dije yo boquiabierto

Ella se adentró en el salón moviendo su culo rítmicamente, para que yo pudiera verlo, y se sentó en el sofá que yo estaba. Yo me acerque a ella y me senté a su lado. Clara sin pensárselo dos veces se bajo del sillón al suelo y se arrodillo delante de mí, me bajo los pantalones y el bóxer y me agarro la polla con una de sus manos mientras que con la otra masajeaba mis huevos, no duró mucho así ya que su ansia por comerme la polla la estaba venciendo.

Introdujo mi polla en su boca y comenzó a mamármela despacio, podía notar como su lengua recorría toda mi polla, de vez en cuando se la sacaba de la boca y pasaba su lengua desde mis huevos hasta la punta de mi polla como si fuera una piruleta. Luego se la volvió a meter en la boca y comenzó una frenética mamada, yo casi no aguantaba, pero no quise decirla nada, quería sorprenderla.

Cuando ya no pude aguantarme me levante del sofá y la agarre fuertemente por su pelo haciendo que su cara mirara a mi polla a punto de explotar:

  • AAAAAAAhhhhhhhhh, joder que gusto, mmmmm…….

Acabe corriéndome en su cara de manera espectacular, mi semen estaba por toda su cara desde la frente a hasta su barbilla, la puta de ella sacaba la lengua para intentar recogerlo y saborearlo, y lo que no podía con la lengua lo cogía con los dedos y se lo comía. Se había portado como una verdadera puta y eso me ponía muy cachondo, tanto que quise follarla, pero me contuve porque sabía lo que quería al día siguiente.

Por fin había llegado el sábado por la noche, habíamos reservado una habitación en un lujoso hotel del norte de España que es donde vivimos. Llegamos al hotel a eso de las ocho de la noche, yo llevaba una caja con diferentes juguetes eróticos que no quise dejar ver a Clara, entre ellos se encontraba una bala vibradora con mando a distancia, la cual saque de la caja y la dije que se la pondría, el resto de los juguetes los guarde para que ella no les viera.

Con la bala ya puesta en su coño se vistió con un sugerente vestido negro ceñido que deja ver un escandaloso escote además de sus pezones que se marcaban a través del vestido ya que no llevaba sujetador, solo un minúsculo tanga de color negro, en los pies se había puesto unas sandalias de tacón de aguja que la hacía parecer más alta y que hacía que su culo fuera aun más bello.

Salimos del hotel a eso de las nueve y media, en dirección a un restaurante muy moderno que a mi novia le gustaba mucho. Cuando llegamos nos sentaron en una especie de mesa redonda con sofás de terciopelo, la verdad es que era un mesa un poco apartada del resto y muy tranquila.

Cuando el camarero vino a coger la comanda le dije a Clara que por favor pidiera ella los platos, Clara empezó a pedir lo que más tarde comeríamos, y en ese momento apreté el interruptor de mi mando y la bala vibradora se encendió, al principio Clara trato de disimularlo, pero esa vibración constante en su coño la estaba gustando, lástima que tardara poco en pedir, porque creo que incluso el camarero se estaba dando cuenta de lo que sucedía, lo cual puso más caliente a Clara.

Habiendo ya terminado de cenar, salimos del restaurante para ir hacia la zona de copas de la ciudad donde mi plan empezaría a ejecutarse, la verdad es que salimos un poco contentos por el alcohol pero no importaba habíamos venido a pasarlo bien.

Llegamos a un conocido bar de la ciudad a eso de la una de la madrugada, había bastante ambiente, antes de entrar agarré a Clara por la cintura y la dije:

  • Como sabes el sábado anterior perdiste una apuesta y hoy me la voy a cobrar –dije yo
  • Si como olvidarlo, llevo toda la semana intentando averiguar lo que me irás a pedir.
  • Pues bien quiero que cuando entremos ahí te comportes como verdadera zorra conmigo, vas a ligarte a la chica que yo te indique, deberás convencerla de que se venga al hotel con nosotros, una vez estemos en el hotel te daré más indicaciones.
  • Daniel no sé si estoy preparada para eso.
  • Créeme que si lo vas a estar.

Después de tener la conversación entramos en el local, la verdad es que había gente de todo tipo, desde gente joven hasta gente ya entradita en años.

Al entrar al pub nos acercamos hasta la barra, allí yo me pedí un vodka con naranja y Clara pidió un Martini con limón. Los dos estábamos bastante calientes debido a que sabíamos a lo que habíamos venido al pub y eso nos excitaba. El bar estaba bastante abarrotado y en momento de calentura la agarré por la cintura y la puse mirándome a los ojos y fui bajando mi mano hasta su coño, cuando llegué a él empecé a acariciarle suavemente a modo de que Clara se excitara al máximo, la gente que estaba en el local no se daba ni cuenta, ya que estaban a sus cosas y no tenían ni idea de lo que allí pasaba.

Después de unos minutos la quité la bala vibradora y me la guarde en el bolsillo, así tenía acceso a su cueva, en la cual empecé a introducir un dedo, estaba muy húmeda, lo cual me hacía ver que su excitación era extremadamente alta, comencé a mover mi dedo en su interior en círculos a fin de provocarla el mayor placer posible, en un momento determinado Clara se acerco a mi oído y me dijo:

  • Como sigas así cabron me voy a correr aaahhhhh!!

Yo aumente el ritmo de mi dedo hasta que por fin note como se corría, bajando por su coño todos sus flujos y empapando mi mano:

  • Aaaaahhh!! Joder que orgasmo más rico he tenido. –dijo Clara.
  • Te a gustado?
  • Si mucho, la verdad es que sabes cómo tratarme eh?
  • Jejeje! –sonreí yo.

Después saque la bala vibradora de mi bolsillo y se la volví colocar en su coño, acto seguido pegó un largo trago de su Martini a fin de saciar su calentura.

Tras haberla hecho disfrutar como una puta seguimos hablando de lo que queríamos hacer esa noche hasta que de repente pasó por delante de nosotros una mujer de unos 38 años, alta y morena, con un vestido ibicenco de color blanco que dejaba ver un estupendo escote ya que sus tetas eran de tamaño considerable y muy bien puestas. Su culo se hacía ver con ese vestido estupendo, redondo y aparentemente duro, vamos un culo como dios manda.

Los dos nos quedamos mirándola cuando pasó y pude apreciar en la mirada de Clara que le había causado buena sensación, así que sin pensármelo dos veces me acerque a su oreja y le dije:

  • Esa.
  • ¿Esa qué? –dijo Clara sin saber a que me refería.
  • Quiero que te acerques donde esa chica que acaba de pasar y hagas lo que te he dicho antes de entrar.
  • No estoy segura Daniel de que sea capaz, me da mucha vergüenza, nunca he hecho algo semejante.
  • Me da igual, perdiste la apuesta y es hora de que la pagues.

Clara se alejo de mí y fue en dirección a donde estaba la chica, no sin antes apretar el interruptor de la bala vibradora que llevaba para que le fuera más fácil.

A día de hoy todavía no sé lo que Clara le dijo a aquella chica, solo sé que mientras estaban hablando entre ellas, hubo varias miradas lascivas entre las dos, incluso a la hora de presentarse los besos no fueron los de dos personas que se acaban de conocer ya que casi estuvieron apunto de darse un pico.

Al cabo de quince minutos Clara y su nueva amiga se acercaron donde mí, Clara parecía algo cortada todavía pero la copa de Martini que se estaba tomando la estaba empezando a hacer efecto:

  • Hola cari, te presento a Nadia.
  • Hola Nadia, encantado. –dije yo acercándome y dándola dos besos.
  • ¿Bailamos un rato Nadia? Dijo Clara tras las presentaciones.
  • Sí, claro.

Y con la misma desaparecieron de delante de mí y se fueron hacia la pista, donde la verdad no había casi nadie bailando, todo el mundo se encontraba en las diferentes barras del local tomando copas.

Carla y Nadia comenzaron a bailar pegadas, la verdad es que la música era reggaetón e invitaba a ello, Clara estaba bailando normal y Nadia mientras pegaba su culo al coño de mi novia y se lo restregaba, las dos estaban espectaculares y me estaban poniendo a mil. Claro que no fui el único que vio esto y los demás hombres de el local comenzaron a salir a la pista para rodearlas y ver lo que hacían, ellas ajenas a lo que alrededor suyo pasaba seguían con sus juegos de coqueteo y baile.

Pasados unos minutos los hombres que estaban alrededor suyo ya no aguantaban más y empezaron a lanzarlas piropos y a intentar bailar con ellas, pero Clara y yo teníamos otros planes, con lo que Clara agarró a Nadia de la mano y se vinieron donde mi:

  • Menuda la que hemos montado eh? –dijo Nadia
  • Vaya vergüenza no me había dado cuenta de que había tanta gente –dijo Clara
  • Jajajaja!! –sonreí yo.
  • Oye ¿por qué no vamos a otro sitio donde haya menos gente y seguimos con la fiesta? –dijo Nadia
  • A mí me parece bien –dije yo
  • Vale, está bien vamos a nuestro hotel, allí tenemos champagne y podemos seguir tranquilos.

Clara parecía que ya tenía menos vergüenza que al principio, quizás por el alcohol que habíamos tomado en el pub o porque realmente Nadia la había puesto caliente.

Salí del Pub con aquellas dos hembras agarradas cada una a uno de mis brazos, por unos momentos me sentí el rey del mundo ya que todos los hombres que había intentado ligárselas en la pista de baile ahora veían como yo me iba con ellas.

Llegamos al hotel a eso de las tres de la madrugada, subimos del parking a la habitación del hotel mediante el ascensor, así nadie podría decirnos nada por meter una persona más en la habitación.

Al entrar Clara se acerco a mí y me dijo al oído que se había corrido en la pista de baile mientras bailaba ya que se me había olvidado apagar la bala vibradora y Nadia la estaba poniendo a cien y no se pudo aguantar, aunque lo trato de hacer de la manera más disimulada. Acto seguido se fue al baño a limpiarse y a quitarse la bala vibradora que por aquel entonces ya no le quedaba batería.

Mientras, Nadia y yo nos quedamos en el pequeño salón de la habitación donde cogimos tres copas y una botella de champagne que habíamos encargado al entrar en el hotel. Abrí la botella y serví las tres copas.

Clara salió del servicio a los pocos minutos y nos acompaño con el champagne, yo me senté en un sofá y ellas se sentaron en otro, Nadia que sabía a lo que había venido comenzó a tocarle las piernas a Clara, la cual se ruborizo un poco al sentirla, pero gracias al alcohol Clara se fue desinhibiendo y esas caricias de Nadia hacia Clara fueron respondidas con besos en los labios de Clara hacia Nadia.

Poco a poco esos besos fueron más sensuales y húmedos, sus lenguas se podían ver cada vez mejor entrelazarse la una con la otra, se chupaban el cuello se tocaban… el calor se podía sentir en el ambiente.

Yo estaba sentado en el sofá observando lo todo y con la polla más dura que el hierro, la verdad es que me estaban poniendo a mil. Pasados unos minutos Nadia cogió de la mano a Clara y la llevo hacia la cama, allí la situó al lado de ella de pies y la quito la ropa por completo dejándola desnuda. Yo al ver la situación Le dije a Nadia que era la que llevaba el mando de aquella escena:

  • Si quieres puedes coger los juguetes que tenemos en esa caja de ahí atrás.
  • Mmmmm…. Vaya veo que os sabéis divertir –dijo Nadia tras abrir la caja.

Nadia tras abrir la caja cogió unas esposas que había en ella, situó a Clara tumbada boca arriba en la cama y la ato con las esposas a la cama, luego cogió un antifaz que también había en la caja y se lo puso a Clara.

Podía notar como a Clara la estaba excitando sobre manera la situación. Después de tener a Clara lista, Nadia se desnudo por completo y se situó encima de Clara a cuatro patas, comenzó a besarle suavemente en los labios, a jugar con su lengua, y después poco a poco fue bajando por su cuello hasta llegar a sus tetas, las cuales por aquel entonces tenían sus pezones duros como una piedra.

Comenzó a pasar su lengua por los pezones de Clara, esta se retorcía de placer a cada contacto, después de estar un rato así empezó a chuparles cada vez más y más:

  • Mmmmm vaya pezones tienes…..me encanta chuparlos..mmm. –dijo Nadia
  • Aahhhhh siiiiii no pares por favor, me encanta como me los chupas…aaahhhh siiiii mmmmm. –dijo Clara balbuceando

Nadia al ver que Clara ya estaba lo suficiente cachonda bajo más y situó su boca a la altura del coño de Clara, y poco a poco empezó dándole pequeñas chupadas a la vez que la acariciaba y pellizcaba los pezones, desde mi asiento podía verlo todo en primer plana, Clara se retorcía a cada chupada de Nadia, después Nadia comenzó a comerla el coño cada vez con más fuerza y velocidad, Clara jadeaba como una perra, estaba a punto de correrse:

  • Si por favor sigue así me voy a correr, sigue por favor.
  • Mmmmmm, que rico esta…mmmmm. –decía Nadia mientras comía el coño de Clara.
  • Aaaaaahhh siiiiiii me corrrooo sigueee siiiii aaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhh!!!!

Clara se corrió en ruidoso orgasmo que empapo la cara de Nadia de flujos, la cual hábilmente los saboreaba. Después de esto Nadia desató a Clara y la quitó el antifaz, la agarró por el cuello y se fundieron en un apasionado beso que duro varios minutos y donde cmpartian los flujos de Clara.

Yo observaba desde el sofá mientras me acariciaba la polla a esperas de que me dieran permiso para participar en esa fiesta de placer, estaba cachondisimo viendo aquello.

Después Clara se acerco a la caja donde estaban los juguetes y cogió un dildo que se puso en su cintura, Nadia al ver lo que hacía Clara se puso a cuatro patas encima de la cama, se chupo dos de sus dedos y comenzó a acariciarse el coño. Acto seguido Clara se acerco a Nadia por detrás y puso la punta de su dildo en la entrada del coño de esta, seguidamente y sin avisar Clara clavó su dildo hasta el fondo del interior de Nadia lo que provoco que esta soltara un gran gemido:

  • Mmmmmmmmmmm siiiiiiiiiiiiiiiiii, clávamelo hasta el fondo puta, fóllame duro mmmmmmmm – decía Nadia con el dildo en su interior.
  • Te gusta? – decía Clara
  • Si si…. Sigue por favor….

Yo viendo a mi novia en tal escena no aguante más me acerque por detrás de ella y me agache para comerla el coño mientras ella penetraba a Nadia:

  • Si nene, cómemelo aaahhh ssiiiiii…..

Esto producía gran placer a Clara la cual aumentaba el ritmo con el que follaba a Nadia. Cuando creí tener el coño de mi novia lo suficientemente lubricado, puse mi polla en su coño y la hundí hasta el fondo. Así comenzamos un frenético vaivén, yo me follaba a Clara mientras esta se follaba a Nadia. En la habitación se podían escuchar todo tipo de gemidos, los de Nadia, los de Clara y los míos, aquello era un festival de placer:

  • Oooohhhhh siiii nene dame duro siii……..
  • Te gusta zorra te gusta? –dije yo fuera de mi.
  • No paréis cabrones me voy a correr –dijo Nadia

Así estuvimos un buen rato hasta que yo me separe de Clara y dejé que ella se follara a Nadia a su ritmo, Clara comenzó a follarla cada vez más rápido hasta que Nadia estalló:

  • Mmmmmmmmmm….. ahhhhhhhaahh? Joder que bueno, aaaaaaahhhhh!!!!!

Después se tumbaron una junto a la otra y comenzaron a besarse, las dos parecían exhaustas, pero estaba seguro de que la cosa no iba a terminar así. Entonces Nadia se levantó y le quitó el dildo a Clara para ponérselo ella y follarse a Clara. Clara se situó tumbada boca arriba en la cama y Nadia se puso encima de ella ejecutando la postura del misionero.

Nadia comenzó a follarse a Clara lentamente, mientras se besaban apasionadamente, yo al ver esa situación decidí ponerme de rodillas frete a sus caras y situar mi polla entre sus labios, así las dos comenzaron a chuparme la polla con sus lenguas mientras Nadia se follaba a Clara la cual ya jadeaba agitadamente:

  • Te gusta cariño? Te gusta que te folle una chica? – dije yo
  • Siiiiii… me encanta… ahhh!!!
  • Vamos Nadia follate bien a esta puta.
  • Esos será un placer aaahhhh!!

Yo tuve que quitarles mi polla de sus bocas porque estaba a punto de correrme del placer que me daban y aun no quería hacerlo. Al separarme Nadia se incorporo y agarro con sus manos las tetas de Clara, las estrujo bien con sus manos y comenzó a follarla salvajemente:

  • Quiero que te corras zorra –dijo Nadia
  • Aaaaaahhhhh siii….. sigue no pares, follame duro, aahhh!!!
  • Te gusta eh? Correte ya vamos.
  • Aaaaahhhh!! Siiii me corroo siii… aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhh!!!! Mmmmmmm…. Siiiiiiii!!!!

Clara se corrió como una verdadera puta y quedo exhausta después de haber tenido ya tres orgasmos. Nadia entonces se quito el dildo y se tumbo junto ella para besarla y acariciarla. Yo al ver la situación de que Clara ya no podía más cogía a Nadia y la situé a cuatro patas frente a Clara, escupí en mi polla y la situé en el culo de Nadia, ese culo que tanto había deseado follarme durante toda la noche.

Empuje con todas mis fuerzas para poder arrancarla un gemido de placer, el cual no se hizo esperar al notar toda mi polla en el interior de su culo. Comencé entonces una follada de película, la muy puta gemía como una zorra y Clara mientras era espectadora en primera persona de lo que allí sucedía. No pude aguantar mucho así debido a mi tremenda calentura, pero antes de correrme en su interior, saque mi polla de su culo y se la puse en la cara a Clara.

  • Aaaaaaahhhhh me corro joderr aaaaahhh!!!!

Me corrí en un gran orgasmo que inundo la boca de Clara la cual acogió todo mi semen como pudo, acto seguido Nadia me termino de chuparme la polla para dejármela limpia.

Después Clara aun con mi semen en su boca se acerco a Nadia y se fundieron en un apasionado beso donde compartieron todos mi fluidos, sus lenguas se podían ver entrelazarse y el semen caía a borbotones por la comisura de sus labios el cual iba a parar a esos dos pares de tetas que tenia ante mis ojos.

Después me acerque a ellas y los tres nos fundimos en un apasionado beso donde nuestras lenguas querían fundirse las unas con las otras.

En esta primera experiencia con una tercera persona la verdad es que no participe mucho, preferí que Clara fuera la protagonista, pero en las que ocurrieron después de esa primera vez, todo hemos participado por igual.

A día de hoy Clara y yo seguimos practicando tríos con chicas únicamente que es lo que nos gusta a los dos, y cada vez procuramos buscar chicas nuevas que nos cambien la monotonía de la vida en pareja.