Memorias Energéticas 8

Sueños

Necesitaba salir de ese lugar, marqué a Martina un par de veces hasta que respondió:

  • Amiga, te necesito, ¿puedo ir a tu departamento? – dije tratando de contener las lágrimas

  • ¿Qué pasó, estás bien? – respondió ella preocupada

  • Necesito hablar, ¿puedo ir?

  • Si, si, tranquila, te espero

Corté sin despedirme y tomé un taxi, le di la dirección y no aguanté más las lágrimas

  • ¿está bien? – dijo con voz suave el conductor de unos 45 años, con rostro amable

  • Si, disculpe – dije limpiándome rápidamente

  • Tranquila, llore si lo necesita – al decir eso estiró su mano pasándome un paquete de pañuelos desechables – tome, a usted le servirán más que a mí y mi señora me da 2 cada día, ya no sé qué hacer con ellos porque nunca me resfrío – esto último me hizo sonreír

  • Muchas gracias – dije esbozando una sonrisa

  • Él no la merece…nadie que la haga llorar así la merece señorita – no pude responder porque las lágrimas volvían a inundar mi rostro y mi corazón volvía a apretarse.

  • Llegamos – dijo él luego de varios minutos, le agradecí y pagué.

Entré al edificio, toqué la puerta del departamento y sentí los pasos acercándose

  • ¡Amiga! – dijo abrazándome enseguida - ¿Qué pasó? Rodrigo me ha llamado al menos 20 veces.... Entra, entra

  • Lo dejé, terminamos, no lo aguanto más, no sé qué me pasa ¡por dios! – dije a penas entendible entre el llanto

Martina sabía todo desde que mis sueños comenzaron

  • Tranquila Isa, vamos a la cama, necesitas descansar

Luego de taparme fue a la cocina y preparó dos té, me pasó uno y se acostó a mi lado con el suyo.

  • ¿quieres ver una película o prefieres escuchar música? – dijo con una tierna sonrisa

  • Música amiga…necesito música y me duele un poco la cabeza – dije para luego beber mi te

  • Ok, entonces escuchemos algo, déjame apagar la luz

Y así nos quedamos...solo con la luz de la luna que entraba por su ventana, tomando nuestro te, escuchando Home de Michael Buble, abrazadas mientras yo lloraba sin parar.

5:37

A penas pude dormir algunas horas entre los sueños y el recuerdo de lo que sucedió con Rodrigo.

Martina aún duerme y no quiero despertarla. Silenciosamente me voy hasta la cocina y preparo un café que salgo a tomar a la terraza. La ciudad está tan tranquila, apenas un par de autos y buses pasando, una leve brisa corre y el cielo está despejado

No importa cuánto intente quitarme de la cabeza a Fer no es posible, sus ojos me persiguen despierta o durmiendo y ya no quedan más opciones que afrontar la situación o escapar hacia el fin del mundo para no volver a verla, tal vez sería una opción…tal vez no, en realidad lo único que tengo claro es que mí, ahora ex novio, merece una explicación de lo ocurrido. No sé qué le diré exactamente, solo espero que al verlo las palabras fluyan mejor que mis pensamientos ahora.

Comenzó a amanecer y un fuerte dolor de cabeza apareció, así que me fui a acostar junto a Martina quien aún dormía tranquilamente.

  • No me dejes…por favor

  • Sabes que no quiero hacerlo, pero no es mi decisión

  • ¿y qué se supone que haré este tiempo sin ti?

  • Amor…debes continuar con tu vida como lo hemos hecho hasta ahora

  • No quiero volver a tenerlo cerca, no quiero que me toque, lo sabes

  • Ambas sabíamos que esto sería difícil, pero al menos nos dará tiempo…

Desaparece la habitación donde están Fer e Isabel y ahora se encuentran junto al lago caminando descalzas en el pasto

  • ¿Estamos soñando…verdad?

  • Si y no Isa…no podía dejarte sola, menos ahora

  • No entiendo Fer…

  • Lo sé, hay muchas cosas que no entiendo aún, pero cuando comencé a tener sueños extraños también aprendí que tengo o tenemos otras capacidades que con un poco de práctica he logrado ir puliendo, una de ellas es esta…

  • Entrar en mis sueños?

  • Algo así…tenemos un sueño compartido, en un lugar común para ambas

  • ¿cómo es posible? ¿quién te enseñó? Quiza ya me volví loca completamente

  • Tranquila Supongo que nuestra conexión es muy fuerte…- entristeciendo un poco su rostro agregó – Lucía me enseñó algunas cosas y yo aprendí otras por mi cuenta

  • Y mañana ¿recordaremos esto?

  • Si, tal vez pensarás que solo fue un sueño, pero es real, de una manera que con el tiempo entenderás mejor, lo es

  • Fer ¿qué está pasándonos…? ¿Por qué no me contaste sobre esto antes?

  • Tú lo sabes, yo lo supe desde el primer día que te vi en mi casa, fuiste la razón de mi viaje

  • Pero yo estoy con tu hermano o estaba, y en cada sueño que tengo…nos perdemos, yo te pierdo, tú…tú casi siempre…

-Muero, lo sé. Pero eso es en tus sueños, y los míos antes de volver a chile, desde que volví son distintos…ahora puedo vernos…juntas…y…

  • Pero Fer - dije interrumpiendola - yo no soy lesbiana, entiéndelo, esto que me pasa contigo es tan extraño que no…tú sabes que no podemos estar juntas ¿verdad?

  • Isa, mi amor…los tiempos han cambiado

  • Lo sé, pero…

  • ¿por qué no me has dicho nada si te dije “mi amor”? – Dijo interrumpiéndome

  • Yo no…es que…no me…

  • Sé que te diste cuenta, pero sonó tan natural que no pudiste cuestionarlo ¿verdad…?

  • Tengo tanto miedo Fer, tanto miedo de…de…no puedo ni decirlo, no lo entiendo

  • Miedo de que Isa…

  • De…perderte, quiero entender…

  • Entonces necesitamos hablar esto, tengo que irme ahora, te llamaré para juntarnos, recuerda que esto no es un simple sueño…y aquí mi amor – dijo acercándose decidida a tomar mi cintura para acercarme más a ella – aquí podemos ser y hacer lo que queremos y yo no puedo seguir esperando por esto – y cerrando ambas los ojos nos fundimos en un beso tan lento y apasionado que podría haber opacado al fuego del infierno, nuestros labios estaban destinados a estar juntos,

al menos eso era lo que mi corazón sentía en ese momento.

Suavemente abrí los ojos y vi que mi amiga ya no estaba junto a mí, una pequeña sonrisa se dibujó en mi rostro, fuera o no un sueño, me sentía feliz y mucho más tranquila.

Me levanté y escuché la ducha, fui directo a la cocina, preparé el desayuno y cuando estuvo listo busqué mi celular. Mientras esperaba a mi amiga revisé los mensajes. 43 mensajes de Rodrigo, 1 de Fernanda.

Miré los de mi ex en primer lugar, pero ni siquiera los leí, abrí la conversación y la cerré de inmediato, luego vi el de Fer…

“¿Será posible enamorarse en un sueño? No quería despertar. Juntémonos en el parque junto a la laguna a las 19:00 hr.

Te espero.”

Mi sonrisa se dibujó sin que pudiera controlarla, aun sin entender bien lo que ocurría y con la sensación más extraña de libertad que he sentido me convencí que tenía que ir.

  • Me gusta verte sonreír, pero cuénteme ahora la razón – dijo abrazándome Martina

  • Si te lo dijera no me creerías – dije aun sonriendo – Hoy veré a Fer…

  • Quiero saberlo todo amiga, sabes que te apoyaré siempre y cuando me mantengas al tanto con lujo de detalles

  • Gracias, en la noche te contaré mejor siempre que yo logre comprender un poco más lo que pasa, pero nada de estar condicionando tu amor hacia mí, eso no es justo – dije intentando parecer sentida, pero sin lograrlo.

Tomamos desayuno y salimos. Fuimos a hacer algunas compras y caminamos bastante. Rodrigo me llamó varias veces, no quería contestarle así que le mandé un mensaje pidiéndole un poco de espacio para pensar, al parecer funcionó muy bien porque no volvió a insistir después de eso.

Ya a las 18:30 mis nervios eran como los de un niño en su primer día de escuela, me había empezado a arreglar a las 17:30.

Quería estar perfecta…no podía quitarme sus ojos de la cabeza, el sueño de la mañana rondaba mis pensamientos y el recuerdo de sus labios hacía que mi piel se erizara en un segundo…

Me puse un vestido delgado con muchos colores que me llegaba un poco más arriba de la rodilla, dejé mi cabello suelto, me maquillé con colores suaves y me puse unos zapatos con un poco de taco pero muy cómodos, tomé una pequeña cartera y llamé un taxi que llegó casi enseguida.

El viaje no debe haber durado más de 10 minutos. Estaba realmente impaciente.

Al llegar vi la hora y aún faltaban varios minutos para las 19:00 así que me dirigí al lugar que me había indicado Fer. No había nadie cerca y el sol estaba comenzando a bajar, el cielo tenía algunas nubes, por lo que el color naranja se estaba tomando el firmamento lentamente.

Luego de unos momentos observando el lugar decidí sentarme bajo un árbol a ver el reflejo del atardecer en el agua…

Ahí estábamos: mis pensamientos, deseos, miedos y yo, en una profunda introspección cuando siento que rodean mi cintura y veo su cabello caer sobre mis hombros…instintivamente volteo un poco mi cara, pongo mis manos sobre las suyas y beso su mejilla cerrando mis ojos y manteniendo mis labios sobre su piel más del tiempo normal

“Por fin, estamos en el cielo mi amor…” – Dice Fer casi en un susurro

---‐-----------------------------------------

Aquí está la continuación amigs, ahora comenzará lo entretenido, recuerden comentar 😉 nos leemos