Memorias Energéticas 6

Rodrigo – Isabel – Fernanda

Miré sus ojos nuevamente, tan solo pude cerrar los míos y esperar, esperé…y esperé lo que pareció una eternidad...pero al notar que nada ocurría volví a abrirlos y ahí estaba ella, increíblemente hermosa y sus ojos no se despegaban de mis labios (mi cabeza estaba vuelta loca solo por pensar esto)

Discúlpame, tal vez sea mejor que vaya a mi pieza – dije con algo de vergüenza y mirando su cámara colgada al cuello.

Esto no puede ser real Isa – dice subiendo su mirada a mis ojos

Fer, estoy tan confundida – noté como volvió nuevamente a mis labios – y creo que "estas situaciones"…no nos va a ayudar

¿Quieres hacerlo verdad? – preguntó rompiendo mi intento de concentración

Yo…no…no sé qué…¿hacer qué?

Sin darme tiempo se acercó y quitó cualquier espacio entre nuestros labios, y fue ahí, fue ese el momento en que mi corazón comenzó a latir, fue ahí, durante ese beso perfecto, suave y lleno de ganas donde mi alma entendió que estaba completa otra vez

Ágilmente se quitó la cámara y mientras sus labios entraban en confianza con los míos sentí sus manos suaves acariciando mi cuello, todo mi cuerpo se estremecía al contacto con su piel...era mágico

-¿Amor?

-Rodrigo!? – dijo Fer susurrando con cara de terror

-No dijiste que…?

-Isa, ¿estás ahí?

Hazte la dormida! – Dije rápidamente a Fer

La puerta se abrió y en segundos sentí una mano acariciando mi rostro. Me volteé como si estuviese despertando muy lentamente y tratando de parecer confundida

¿Amor? – pensé que no llegarías

Terminamos antes, tienes carita de sueño, ¿prefieres dormir aquí? Yo me iré a acostar, estoy cansadísimo

Si, prefiero amor, estoy calientita – dije acurrucándome mientras Fer seguía "dormida"

Ok amor, tranquila, descansen – dijo él besando mi cabeza y salió.

Dios – escuché decir a Fer

Dios no está aquí, no puedo creer que le haya mentido así, no lo merece, esto está tan mal – dije algo confundida y asustada aún

Perdóname, nunca debí hacer esto, ni siquiera debí volver – dijo notoriamente arrepentida

Al oír esto mi pecho se apretó y la angustia llegó en segundos

No digas eso, por favor no vuelvas a decirlo – nunca!

Tranquila, tranquila… - dijo ella abrazándome e intentando traerme nuevamente a la calma

Envuelta entre sus brazos la paz volvió, mi corazón se tranquilizó y mis ojos se cerraron… solo podía oír el ritmo de sus latidos sincronizados seguramente con los míos

-Mi nombre es Adara, y no quiero competir contra ti

-Soy Circe, y por alguna razón tampoco quiero hacerlo…

-Mal presentimiento ¿verdad? – dijo la muchacha sin quitar sus ojos de mi

-Más bien una extraña sensación parecida a un mal recuerdo – dije manteniendo mi vista fija en el color de sus ojos

Nada podemos hacer… ¿verdad? – dijo sabiendo que solo había una opción

Sabes perfectamente que no es viable, tengo….tenemos familia

-Realmente no quiero pelear

-No hay más opción

El sonido de la alarma del celular hizo que me despertara, me giré para ver la hora, las 6:30 am, de inmediato sentí los brazos de Fer alrededor de mi cintura y su respiración en mi cuello.

Apreté mis ojos y cubrí mi cara por los pensamientos que acababan de pasar por mi cabeza. Con precaución me levanté y la miré.

La luz del amanecer comenzaba a iluminar la habitación y me daba una visión muy clara de ella aun durmiendo, tan tranquila…hermosa…sensual (Dios! Como puedo pensar esto! Es una mujer, es la Fer) estaba tan concentrada en mis pensamientos que apenas percibí cuando abrió sus ojos.

-Si me sigues viendo así me daré la vuelta – dijo con una tierna sonrisa – es muy temprano vuelve a la cama

-Ya tengo que levantarme, veré si Rodrigo aún duerme para…

-Despertar junto a él – dijo interrumpiéndome – no pensé que era tan terrible verme a mi

-No es eso, es solo que…no sé, esto nunca…esto no puede volver a…

-Repetirse – dijo nuevamente interrumpiendo – lo sé, lo tengo claro

Un silencio se apoderó de la habitación

-Isa, deberías salir de aquí – dijo volteándose y cubriéndose con la sábana completamente

-Fer, porfa

-Vete – volvió a interrumpirme

La miré con tristeza y salí.

Me dirigí a la habitación donde mi novio aún dormía, miré su espalda desnuda y musculosa y por primera vez, mi cuerpo no saltó de emoción, no podía quitar la imagen de Fer durmiendo, aunque era algo icorrecto porque no podía permitirme hacerle daño a Rodrigo, él era maravilloso conmigo y se merecía lo mejor.

Me quité la ropa y me acosté a su lado, sin saber realmente la razón, lo desperté besándolo, al sentirme desnuda se volteó y sonrió.

-Me encanta cuando despiertas así amor

-Hazme tuya - dije, sabiendo que mis pensamientos debían marcharse ya

Sin más, se quitó la poca ropa que llevaba y fue besando todo mi cuerpo, se detuvo en mis muslos porque sabía que eran un punto muy sensible, sin embargo, esta vez no fue lo mismo para mi...sus besos no se sentian tan bien como los de Fer en absoluto

Su lengua se detuvo en mi centro...pero nada, el acto completo pasó a ser una escena de sexo que yo veía desde una ventana, sin poder sentir...cada penetración me provocaba más dolor que placer.

Por primera vez desde que habíamos comenzado nuestra relación no pude llegar al orgasmo y lo fingí esperando que él no se diese cuenta.

Nos levantamos y primero entré a ducharme. Luego, mientras él lo hacía fuí a preparar el desayuno para los tres

-Supongo que ya estás feliz – escuché la voz de Fer acercándose, sonaba algo triste

No sé por qué dices eso, ¿quieres desayunar? – dije con una sonrisa intentando cambiar el tema

-Pensé que ya habías desayunado con mi hermano – dijo sentándose en la mesa – pero está bien, tengo hambre

-Hermanita! Como estás!? Madrugando? – llegó sonriendo Rodrigo y se sentó junto a Fer

Ella apenas respondió con algunos gestos, les serví a cada uno y los tres comimos, Fer terminó primero y se despidió cerrando la puerta de su habitación. Luego de mirar la hora arreglé mis cosas y apurando a mi novio nos dirigimos hacia la Universidad.

El día transcurrió tranquilo entre conversaciones, estudio, clases y sinceramente traté por todas las formas de omitir mis recuerdos de lo ocurrido anoche

Al salir de la Universidad, recibo un mensaje de Rodrigo diciendo que todo estaba listo para nuestro fin de semana en la playa y que llegaría tarde porque tenía que recoger el regalo de su hermanita.

Leí esto y me dirigí al departamento, esta vez, caminando para tranquilizarme un poco.

Mientras miraba el cielo, los edificios, el camino, la gente y todo lo que ocurría a mi alrededor algo llamó poderosamente mi atención, un mural en una pequeña casa que decía “Juro nunca olvidarte aunque el tiempo nos borre, yo seguiré encontrandote”, ¿puede ser acaso algún tipo de señal? Me pregunté, pero la respuesta más cercana fue “no” – “ya basta de imaginar cosas”.

No supe cuánto caminé, pero llegué oscura al departamento, subí al ascensor y antes de entrar sonó mi celular

  • ¿Hola?, estoy afuera Rodri

  • Ok, te abro

Casi inmediatamente se abre la puerta y la veo, Lucía estaba allí pegada como lapa a Fer, quien sonreía sin parar por las cosquillas que la española le hacía.

  • Pasa amor – dice él acercándose a besarme

  • Estoy cansada – digo sin ánimos de nada – Hola chicas, discúlpenme, pero necesito recostarme

Los tres quedan algo confundidos, pero solo asienten

  • ¿Qué pasa mi amor? – pregunta Rodrigo siguiendo mis pasos a la habitación

  • Nada, solo estoy muy cansada – noto mi tono de voz duro con él, pero no tengo ganas de cambiarlo

  • Ok, ¿te traigo algo para cenar?

  • No, buena noche

Sin darle tiempo para responder cierro la puerta tras de mí y dejando mi bolso me dirijo al baño, necesito un lugar solo para mí. Preparo todo, pongo música y cierro con llave.

Decidí darme un baño de tina, quiero estar solo conmigo, el agua está maravillosa. (Cierro mis ojos)

- ¡No me dejes!

- “eres lo mejor que me ha pasado y te juro, por mi vida, que nada ni nadie va a poder separarnos…aunque pasen años…yo…te seguiré … siempre…siempre…siempre”

- ¿Por qué nosotras?

- Tú eres la tarde y tú, la mañana…al juntarse crearán un perfecto día…

- AMBER PARIS

Abrí los ojos rápido con los golpes en la puerta, casi en seguida ésta se abrió y un asustado Rodrigo entró y arrodillandose junto a la tina con tono de preocupación dice:

- Amor, ¿estás bien?, de verdad quieres matarme del susto

- Solo…me dormí, tranquilo - respondo ya casi sin paciencia

No puedes hacer esto, seguir haciéndolo, ya tuviste un…- no lo dejé terminar

- Lo sé, nos vamos el Viernes ¿verdad?

- Si – respondie él algo descolocado

Me levanté entonces de la tina y pidiéndole que me alcanzara la toalla me dirigí a la habitación para vestirme y acostarme evitando cualquier conversación posterior.

-No quiero hacerlo Adara, no quiero

-Hazlo o lo haré yo…!

-No! tiene que haber otra forma

Hazlo ahora!

No puedo, no puedo! … no lo hagas! Noooo!!!!

Es la única…salida…lo sabes…Circe, te amo

Miro mis manos llenas de su sangre y mi corazón explota de dolor

  • No!!! – despierto sintiendo los brazos de Rodrigo intentando tomarme y el pánico aumenta

  • Déjame! Nooo! Déjame!!!!!

Sin pensar o escuchar me levanto y encierro en el baño, el temor que siento es ahora terror, pánico y me ciega completamente, me agacho y tomo mis rodillas llorando y aunque la puerta suena y suena no quiero abrirle, no quiero verlo, ni escucharlo, ni nada…

  • Tranquila, todo está bien amor, solo fue un sueño, tranquila, por favor abre la puerta… - suplica él con preocupación

  • No! Esto no puede seguir así!, yo no puedo seguir aquí! No puedo!!! – nuevamente la desesperación se apoderó de mí, dejé de ser yo quien controlara las palabras, estas solo salieron de lo más

profundo de mi ser… TERMINAMOS! NO PUEDO SEGUIR HACIENDOTE ESTO, SE ACABÓ!

El silencio llenó el lugar

  • Pero, amor, quiero ayudarte…yo…

  • Basta! No me hables más, no quiero escucharte ni verte más, me quiero ir. – dicho esto salí.

Sin dejar que pudiera detenerme y ante la mirada atónita de Fer y Lu, quienes al parecer habían escuchado todo, me vestí y salí del departamento.


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