Memorias Energéticas 4

Re conocerse

Isabel - Fernanda

  • Estás realmente hermosa – dijo aún con cara de asombro

  • Gracias… - respondí a penas con un hilo de voz

  • Sabía que te quedaría muy bien, pero no pensé que….sería…

  • ¡¡¡Amor!!!! – escuche tras ella la voz de Rodrigo

  • Hola… las chicas me lo regalaron y…espero te guste – dije algo avergonzada

  • Permiso, ya debo volver, Lucía debe buscarme – interrumpió Fer con la voz apagada

  • Espera Fer! – dije evitando el beso de mi novio si pensar – necesito hablar contigo

  • Pero amor...¿ahora? – reclamó él sobre mi frase

Me acerqué, besé sus labios y con una sonrisa le pedí que nos dejara un momento a solas, él accedió, pero antes de irse le dio un pequeño golpe en el hombro a Fernanda y diciéndole:

  • Cuidado con ella hermanita, es mi novia

Fernanda no respondió y solo se limitó a sonreír. La tomé de la mano y nuevamente aquella electricidad recorrió mi cuerpo, la atraje nuevamente a la habitación y cerré la puerta con seguro, me senté en la cama y ella se paró frente a mí.

  • Fer…quiero contarte algo, espero que no te asus… - pero no me dejó terminar

  • Tranquila, sé lo que dirás, pero no entiendo que pasa – dijo interrumpiéndome

  • Creo que yo si – dije sin saber realmente, pero ya sin poder evitar las miradas fugaces a sus labios

  • Isa, no puedo estar aquí contigo, sintiendo esto, eres mi cuñada, y mi novia está en la terraza…esto seguramente es solo un error

Me paré rápidamente a pesar del dolor que acababa de empezar y busqué su mano, la tomé y llevé a mi pecho

  • ¿Sientes eso?, creo que en cualquier minuto va a estallar y no sé cómo pararlo

  • Por favor quédate tranquila, no quiero que te pase lo mis... – no alcanzó a concluir la frase – espera…cuando nos vimos, ese día en la puerta…

  • Si…cuando logré verte, a pesar que tus ojos eran de otro color sentí que miles de cuchillos atravesaban mi cuerpo, y en la laguna también ocurrió

  • Pero Isa, eso no puede ser…

  • Dime, que te ocurre cuando me vez, que sentiste cuando me viste en el suelo, o ahora…al abrir la puerta - he notado como me miras Fer

El silencio se apoderó de la habitación. Sin dejar de presionar su mano en mi pecho me regaló una pequeña sonrisa que logró calmar algo mis latidos.

Mientras cruzabamos miradas sonó la puerta y junto a eso una voz conocida:

Amor, ¿sigues ahí verdad?– pregunta casi en tono de afirmación Lucia

Nos miramos y ella responde – si amor, estoy hablando con Isa, pero ya estamos terminando, espérame por favor – ella suelta mi mano y se voltea para caminar hacia la puerta. En un impulso desmedido la alcanzo y abrazo, así, sin más, sin decir nada, sin mirarla, solo la abrazo…quedamos perfectamente cómodas.

Ella es un poco más alta que yo con tacos y ese calor que me transmitió calmó completamente mi cuerpo y espíritu.

  • De verdad Isa, tengo que irme - Su voz sonó algo quebrada y molesta, así que supuse que no sintió lo mismo. La solté y sin volver a mirarme abrió la puerta y salió.

Decidí darme unos minutos para digerir lo que acababa de pasar y unos minutos después fuí a buscar a Rodrigo.

Martina hablaba hasta por los codos esta noche, lo cual me hacía reir mucho. Romina y Francesca comenzaron a preguntar hasta cuando sería el compromiso, pero ambos esquivamos el tema de manera magistral. La noche iba tranquila, el asado estaba exquisito y todos la pasaban muy bien.

A pesar de todo yo tenía una loca y estúpida idea que no me dejaba tranquila.

  • Amiga, ¿me compañas? Quisiera hablar contigo de algo – dije mirando seriamente a Martina

  • Amor, vamos a la azotea y volvemos, necesito hablar algo de chicas – dije sonriendo a Rodrigo

Él asintió sin problemas y ambas salimos del departamento.

  • ¿Qué pasa? – preguntó de inmediato Martina - Luego de un breve silencio respondí – encontré a la chica...

  • Ella me detuvo de inmediato y mirándome sorprendida dijo – ¿estás completamente segura?

  • Si…lamentablemente si – respondí con un nudo en la garganta, pero subamos y allá te cuento todo.

Llegamos a la azotea, piso 23. Las luces, la luna y estrellas forman un hermoso paisaje que en parte aportaba tranquilidad al momento. Nos sentamos junto a la piscina y mi amiga no dejaba de verme, sin atreverse, al parecer a preguntar aún.

  • ¿Qué ocurre? - digo para romper el hielo

  • ¿Qué crees que ocurre Isa? Quiero saber quién es, cómo supiste, cuándo fue...

  • Es un poco complicado, en realidad…bastante complicado y puede que me equivoque, eso sería lo mejor a decir verdad

  • Pero amiga, cuéntame. No entiendo absolutamente nada y me tienes preocupada, ¿la conozco?

  • Si…

  • A ver… ¿está hoy aquí?

  • Si…

  • ¿Quién es? – dijo con firmeza

  • La Fer – dije sintiendo que el nudo en mi garganta se soltaba y las lágrimas se apoderaban de mí, el dolor en el pecho volvió como un corte profundo y presioné muy fuerte mi mano contra él para contenerlo

  • ¿Qué? ¿La hermanita de Rodri? ¿Qué pasa amiga, estás bien? Cálmate porfa - dice ella tratando de tranquilizarme para evitar otro episodio como el que ya había tenido.

Estoy completamente segura, al principio no lo noté claramente porque andaba con esos lentes de contacto que me confundieron por el color de sus ojos, pero aun así la primera vez que la volví a ver mi corazón casi estalló… literalmente ¿recuerdas?

  • Si, fue cuando te dio el infarto…

  • Yo sentí todo este tiempo que ella aparecería, mi alma la esperaba, amiga cada vez que está cerca corre electricidad por mí y ella provoca cortocircuitos! No sé qué hacer – dije permitiendo a las palabras salir sin pensarlas

  • Ay…es tan complicado, y ¿con ella hablaste? – preguntó con cierto tono de aflicción

  • Si…pero ella no quiere que nada pase, tiene pareja, es la hermana de mi novio, es mi cuñada, esto está tan mal...

  • Realmente sí, pero que más vas a hacer…esto te ha perseguido, ¿crees que te dejará tranquila? –

preguntó ella con notoria preocupación

  • No… sé que no, pero no hay mucho que pueda hacer, no quiero dejar a Rodrigo, de verdad lo amo! Es solo que no sé cómo lidiar con esta situación.

No pudimos seguir hablando porque el teléfono de mi amiga comenzó a sonar, antes de bajar ella tomó mis manos, juró que me ayudaría en todo y apoyaría en lo que fuera.

Al entrar al departamento Fran se acercó y me pidió que la acompañara a la cocina, ya era momento de llevar el pastel a Rodri. Prendimos las velas y un fuerte dolor de cabeza me hizo cerrar brevemente los ojos, nuevamente algunas imágenes llegaron a mi cabeza junto a esa voz…su voz

“nunca me dejes…te amo…te buscaré…siempre juntas…bésame…bésame…vuelve!”

¿Estás bien? – me miraba preocupada Fran

Si, si, tranquila, vamos – respondí dándole mi mejor sonrisa

Ella se adelantó y apagó las luces, yo entré con el pastel y cantamos el cumpleaños feliz, mi novio sonreía encantado y antes de apagar las velas se acercó y depositó un dulce beso en mis labios, luego las apagó y tras los aplausos y gritos prendieron nuevamente la luz, inconscientemente miré a Fer, ella me veía con una sonrisa notoriamente incómoda.

Cerca de las 4:00 de la madrugada todos comenzaron a irse, Fer y Lucia se acercaron y nos preguntaron si podían quedarse, Rodrigo les explicó que quería que se quedaran allí desde hoy y ellas accedieron de inmediato, Lucía mucho más convencida que Fer eso si.

Amor, ¿puedes llevarlas a la habitación? – me dijo él, se le notaba algo borracho, lo cual me causo gracia

Si, tranquilo, ve y me esperas en la cama – dije sonriendo sutilmente- sentía que podía molestar a Fer, y algo en mí no quería hacer eso

Las dirigí a la habitación y al abrir la puerta ví inmediatamente la cama, debo ecir que sentí una punzada en el estómago. Las chicas solo entraron sonriendo y sin dejar de verse.

Es hermosa – afirmó Lucía

Muchas gracias por todo…Isa… - dijo casi inaudible Fer

Bueno, las dejo, deben estar cansadas…y tu hermano me espera – dije mirando a Fer quien solo me dio una sonrisa que más pareció mueca.

Al salir cerré la puerta y fuí directo a mi habitación. Rodri estaba en el baño así que me cambié tápidamente y me puse una pequeña camisa, que sabía volvía loco a mi novio, me recosté en la cama haciéndome la dormida. Escuché la puerta del baño abrirse y un fuerte suspiro de inmediato, él se acercó suavemente por el otro lado de la cama y mordiendo mi oído dijo:

No es justo que me esperes así amor

Pero si nada estoy haciendo…- dije inocente

Creo que discrepamos en eso- dijo él sin dejar de besarme

Esa noche hicimos el amor sin importarnos las visitas, al acabar me dormí profundamente.

Nunca te engañaré! Eres mi mujer y siempre seré solo tuya! No me dejes…no me dejes…espérame…”

NOOO!!!!!! NO TE VAYAS!!! – Desperté llorando asustadísima

Tranquila amor – dijo Rodrigo tratando de calmarme sin ningún éxito

NO PUEDO!!!! NO!!!!! DUELE TANTO!!!!!

Escuchamos a penas tocar la puerta y sin esperar respuesta entró Fer corriendo a abrazarme

Tranquila, todo está bien, respira… - decía mientras presionaba mi cabeza sobre su pecho apenas cubierto por una delgada polera.

Bastaron solo unos minutos para que mi respiración se calmara y como si nada hubiese pasado, volví a cerrar mis ojos para dormir.

¿Cómo hiciste eso? – preguntó Rodrigo algo asustado y sorprendido aún

No se…también tengo pesadillas a veces y Lu me abraza para calmarme, pensé que podía funcionar – respondió enseguida ella

Gracias, muchas gracias hermanita - anda a descansar, ya está bien, nunca había despertado así de mal

Estaré al lado por si me necesitan de nuevo…y por favor! Pongan música la próxima vez, sus gritos no nos dejaban descansar – dijo con cara divertida antes de salir.

Al otro día me levanté como si cien camiones me hubiesen arrollado y tenía hora nuevamente con la Dra.

Quería ir, pero el dolor era demasiado, Rodrigo salió temprano a juntarse con unos amigos, pero me dejó encargada a las chicas, todo esto puesto en una linda nota junto a una rosa que recogí al despertar

“Bebe voy a ver a los chicos, pero Fer y Lu serán tus esclavas hoy, pídeles lo que desees. Te amo R.”

Llegué a la cocina casi cayendo así que decidí volver a la cama, me topé con Lucía saliendo de la habitación

Hola! ¿cómo estás? - dice ella frente a mi

Me siento horrible… pero ya pasará, y uds como durmieron?

Estupendo, también hicimos las tareas como ustedes anoche – dijo sonriendo sin parar

Excelente Lucía, por favor discúlpame pero me siento terrible – dije excusándome

Escucharla decir que había estado con Fer hizo que mi estómago se revolviera aún más, me acosté y al cerrar los ojos podía imaginarlas…esto no estaba bien, definitivamente no lo estaba.


Espero que les vaya gustando la historia, comenten para saberlo, me encanta leerlos.

Sole: tranquils que esta vez la tengo casi terminada.

Fabiola: gracias por leerme, queda muy poco...paciencia

Espero sus comentarios, ¿Qué les pareció dste cap?